jueves 21 de septiembre de 2017
¡Están tomando y no son Bullrich!
Se cumplen dos semanas de colegios tomados en defensa propia en Buenos Aires pero ¡a no preocuparse! Cambiemos ya tiene un plan llamado la doble F: Fantino y Feinmann puteando a estudiantes hasta que se cansen.
Las tomas arrancaron en 18 colegios en contra de la "Secundaria del Futuro", la reforma macrista del sistema educativo. Se llama "Secundaria del futuro" porque, si se aplica, la educación pasará a ser uno de esos objetivos que el Gobierno siempre ubica en el futuro, como la lluvia de inversiones, la recuperación salarial, los brotes verdes, los iPhones baratos, la muerte del kirchnerismo y que la gente tome en serio a Luis Majul.
Actualmente, más de 30 colegios permanecen tomados porque los alumnos no aceptan la reforma macrista que impulsa un enfoque educativo destinado al "emprendedurismo": no queremos terminar como Yamil Santoro, dicen los chicos.
¿Qué quiere el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires? Pasantías no rentadas en el último semestre. Vas a una escuela pública, aprendé a ser mano de obra barata, carajo.
El reemplazo de las notas numéricas por un sistema de créditos preocupa mucho a los alumnos porque hasta ahora todo sistema de créditos impulsado por Cambiemos ha terminado en deuda externa impagable.
¿Cómo te fue en el examen de Física? Mal mami… no sé qué hice, pero ahora le debemos 50 mil dólares al FMI.
La reforma impulsada por la ministra de educación porteña, Soledad Acuña, fue rechazada por pedagogos, directores de escuelas, gremios docentes y alumnos. Los porteros también la rechazaron. Todo aquel que tenga que ver con una escuela pública, la rechazó. Hasta los campeones internacionales de yoyo que van de gira por las escuelas hace 50 años, la rechazaron. ¡Es más! Hay un campeón internacional de yoyo que ahora hace una torre eiffel con el yoyo y después dibuja #MacriGato con el hilito.
Algunos especialistas opinan que Cambiemos le está declarando la guerra a los jóvenes. Desde Cambiemos explicaron que ellos le declararon la guerra a los mapuches, por las tierras de la patagonia, a los narcos, por el tráfico de droga, y al kirchnerismo, por el apoyo popular. "Los jóvenes no tienen nada que nos interese controlar como para declararles la guerra".
Otras de las medidas de la "Secundaria del Futuro" consiste en crear un "tiempo preparatorio" para los alumnos que recién ingresan al secundario. Desde Cambiemos desmienten que ese tiempo consista en 10 días evaluando si el chico es bueno para la zafra, para preparar hamburguesas o para cargar bolsas en el puerto.
Los subtrenmetroperiodistas defensores de Cambiemos salieron al cruce de los estudiantes con el latiguillo de las formas: está bien protestar pero no hay que tomar el colegio. Lo cierto es que los alumnos primero hicieron asambleas y después una manifestación con más de 10 mil jóvenes. Bueno, eso tampoco les gusta a los periodistas. "Si quieren cambiar algo, que presionen con informes falsos hasta que les suelten la pauta oficial", habría recomendado Nicolás Wiñaski.
En medio de las protestas, la respuesta del Ministerio de Educación porteño fue un protocolo intimidatorio con ingreso de policías a las escuelas, agentes de civil labrando actas y denuncias penales a los estudiantes. Ya sabemos cómo sigue esto: la semana que viene un camionero en Entre Ríos dirá haber visto a los estudiantes secundarios en un entrenamiento de artes marciales a cargo de un comando venezolano iraní con intereses chilenos y financiamiento inglés.
Por último, una pregunta: si los estudiantes están tomando muchos colegios para pedir por una mejor educación… lo que viene haciendo Patricia Bullrich no será una protesta para pedir por una mejor producción vitivinícola?
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