jueves, 31 de agosto de 2017

'LA TECLA EÑE': "La pregunta por Santiago Maldonado"

          La Tecl@ Eñe         

           Editor/Director: Conrado Yasenza              

jueves 31 de agosto de 2017





La pregunta por Santiago Maldonado




Desde el Estado y medios de comunicación afines refutan la pregunta sobre el destino de Santiago Maldonado. ¿Por qué niegan la significación política de la pregunta? Porque no se pueden ocultar los vericuetos de conciencia de cualquier ser humano, afirma Horacio González; porque saben que son ellos envueltos, en un recodo del destino, en el mismo sudario represivo.
Por             Horacio González   *
(para La Tecl@ Eñe)





No es de extrañar que una pregunta que se escucha por todas partes inquiete a todos, y especialmente al gobierno. Una pregunta, una simple pregunta. Donde está Santiago Maldonado. En correos electrónicos, en las llamadas redes sociales, al final de obras teatrales, proyectada sobre paredes, en mesas redondas sobre cualquier otro tema. Allí está, desplegada, punzante, la pregunta, esa pregunta.

Me tocó una experiencia, singular, precisamente en uno  de estos eventos así llamados: mesas redondas. El tema era la crítica de arte, un día domingo por la tarde, en un museo no oficial de Buenos Aires. La pregunta la hizo Roberto Jacoby, presente entre el público, al final de la exposición de los tres panelistas, también así llamados en el fácil costumbrismo de este tipo de eventos. Uno de ellos, "el que esto escribe", le preguntó a su vez a Jacoby si con esa pregunta estaba produciendo un acto parecido al de las antiguas vanguardias, donde se irrumpe el flujo de consideraciones de los oradores  –  que citan a Lukács, o a Benjamín  - con un hecho crudo de la realidad, totalmente contrastante con lo que se habla en ese vago presente artístico, repleto de autores que ya son sombras esfumadas. Y le recordó  – yo le recordé  -  si era una intervención parecida a la siempre recordada de Gombrowicz  en su conferencia sobre la poesía, que desarmaba el tema en cuestión y desconcertaba a los que aguardaban un orden de palabras armoniosas.


Jacoby insistió que la pregunta no era un modo de poner en un lugar vacuo una serie de consideraciones y argumentos sobre un tema especial   –  el arte, las revistas, y las modulaciones de la crítica  -  sino que era de "verdad". Lo cierto es que, cuando percibí que, efectivamente, era una pregunta que ya estaba recorriendo la ciudad  –  y lo confirmé luego, al ir a una obra de teatro de Vicente Zito Lema, donde el elenco en conjunto preguntó al final "Dónde está Santiago Maldonado"  -  también me pregunté por la chatura de mi respuesta a Jacoby. Pues lo interrogué sobre si una pregunta de esa índole no corría el riesgo de desencajar la actividad a la que habíamos sido llamados ("hay una nueva crítica o ya no existe una actividad estético filosófica acogida bajo ese nombre"), y efectivamente, la calidad averiguativa pero abismal de esa pregunta, entra en todo lugar de manera desconcertante. Desmembra y reata realidades.


No obstante, en este caso, lo hace en un momento en que terminan los expositores de una "mesa de debate" y se supone que sigue el tema que se estaba tratando a través de un diálogo con los asistentes. Quién coordina el evento, pregunta. ¿"Hay alguna pregunta"? Allí, el sentido de esa pregunta se sostiene porque es hecha "al público" y la pregunta efectivamente hecha por "Jacoby" es una pregunta, como si dijéramos, "dirigida a la humanidad". Son totalmente discordantes. Quedaba allí frustrado el tema para el que nos convocábamos. Pero comenzaba otra realidad.


Pero si comenzaba otra realidad, había que declarar, como tantas veces se hace, que no habría ningún problema en reconocer que hay otras formas de lo real superiores a la del expositor, el orador, el que expone un tema con tales y cuales citas. Grave problema, porque nunca dejará de haber lugar para coloquios especialmente organizados, ni nunca dejará de ocurrir esta simultaneidad extraña que intuimos que está en el tiempo múltiple, y sólo de vez en cuando la traemos a colación. Para estar en un lugar solemos elegir "desconocer" los hechos que transcurren en paralelo a la vida de ese lugar. Un persistente aleph del tiempo nos abrumaría. ¿Cuándo entonces hay que hacer esa pregunta?


En el caso que refiero, desarmaba el andamiaje "intelectual" presente y hacia pesarosa su prosecución. Lo cierto es que se produjo un breve intercambio sobre si ese era un acto artístico  –  esa pregunta sobre el joven desaparecido  -  o si era la opresora realidad exterior que entraba inopinadamente, en el ámbito hasta entonces rutinario de las opiniones dadas sobre una cuestión bien diversa. Fue para mí una lección, y hace a la complejidad de esa pregunta, dónde hacerla, cómo hacerla, cuál es su significado último, qué otras preguntas sacrifica o en lugar de qué otras está. ¿Qué tipo de pregunta es?





Leo a los articulistas de La Nación, escucho a Fernández Meijide. "No politicen el caso". "Miren los casos de Julio López". "La culpa fue de haber descolgado el cuadro de Videla". Es evidente que esta pregunta revuelve la memoria nacional. Equivale a todas las mesas redondas que durante años podamos hacer sobre la pregunta por la cosa crítica. La Nación se burla de todos los que, estén donde estén, preguntan "donde está". Porque es muy vibrante el caso de "estar en algún lugar" del cuadro inmaterial de lugares  –  por ejemplo, escribiendo un twitter  -  y preguntar por un lugar desconocido donde estaría un desaparecido. Desde un lugar invisible pero cierto preguntamos por un lugar cierto pero invisible.


Se esmeran por decir que no hay que comparar, que hay que ser una persona muy equivocada para convertir en un caso político un mero avatar policial, como los que ocurren todos los días, antes y después de hoy. ¿Pero por qué se esmeran tanto en extraer este hecho de su significación política? Acusan de timadores a los que preguntan, justifican a una precaria y trágica ministra que no sabía que en su historia iba a tener la misión de producir un encubrimiento de un hecho producido por la cadena de comportamientos despóticos del Estado, que cobran la vida de un hombre. ¿Por qué dicen que los que preguntan son la voz ya cancelada del pasado, que quieren volver a perturbar, a remover aguas escurridas en el tiempo? Porque no se pueden ocultar los vericuetos de conciencia de cualquier ser humano. Saben que son ellos. Que acaso no desearían volver a ser ellos, pero vuelven a ser ellos, envueltos, en un recodo del destino, en el mismo sudario represivo. Por eso una pregunta escueta, precisa, incisiva, trastorna tanto. Como en el poema de Perlongher: "Bajo las matas / en los pajonales / sobre los puentes / en los canales…." Este poema habla de planos superpuestos de la realidad, la insinuación de las gracias oscuras del cuerpo y de los cuerpos desaparecidos.


Si desde el fondo de los pensamientos más arbitrarios, si desde  los ladronzuelos del alma, si desde los fondos de la mirada de los buitres más rapaces, se lanzan a refutar una pregunta, ni siquiera una afirmación, es que hay cenizas que restan en el viento.  Hay vestigios que señalan. Que advierten, que anuncian un acto que el Estado, el más frío de los monstruos fríos, no se anima a confesar. En el sentido más hondo, ajeno a cualquier sentido más inmediato, no hay pregunta más profunda que la pregunta dónde está Santiago Maldonado.




*   Sociólogo, ensayista y escritor. Ex Director de la Biblioteca Nacional










Por qué fallan las encuestas electorales


jueves 31 de agosto de 2017



PSICOLOGÍA



Complejidades entre socializaciones y subjetivaciones.




Por qué fallan las encuestas electorales





Las oscilaciones políticas de la gente reconocen, además de causas económico-sociales, modalidades y momentos de subjetivación en cada una de las personas y en sus reacciones. Allí está la clave de la dificultad para acertar pronósticos políticos.

                                                                                                        Por       Sergio Rodríguez


Nuestra especie animal, la de los humanos, vive en sociedades. 
En ellas nos vamos subjetivando en momentos diferentes de nuestras vidas. Para la misma persona, no es de la misma forma, por cuestiones biológicas, neurobiológicas, incluso del funcionamiento de sus átomos y de las partículas elementales que los componen y que, en parte, también condicionan su acción. No es lo mismo cuando el humano comienza a gestarse, que feto ya en el vientre de la madre, o cuando es recién nacido y depende absolutamente de ella, o de quien esté ejerciendo esas funciones. Mucho irá variando, en pocos meses, pocos años, en la latencia 1, luego en la pubertad. Sus operaciones concretas transcurren más o menos, de los 2 a los 4 años. El pensamiento formal se suma a partir de los 5 o 6, por eso los niños pueden acceder a la lecto-escritura y al cálculo. En la pubertad y la adolescencia, el que va dejando de ser niño experimenta cambios biológicos y sociales, así como transformaciones cognitivas que le van a permitir enfrentarse a las tareas intelectuales propias de un adulto. Además, va comenzando la sexualidad. Todo ese recorrido es absolutamente influenciado por las formas que van tomando las relaciones con los padres, o quienes tomen esa función, en los primeros años de vida y desemboca en la latencia, prólogo de la pubertad y la adolescencia, periodos en los que se estabilizan o no las identificaciones y contraidentificaciones (formaciones reactivas) que generarán a la persona adulta.
Puede servirnos, para pensar, conocer algunos elementos de una tribu que subsiste conformada por pocas personas, se calcula alrededor de mil. "La de los Hadza 2 es una sociedad igualitaria. No tienen estructuras de liderazgo y con la carne, especialmente, hay una obligación de dividir lo que se captura por igual." Creo que funcionan así por su milenaria tradición y por haber quedado reducida a no más de mil personas, que producen y viven de la caza y la recolección de frutos. Sin conocer más que lo que recuerdo de los planteos de Federico Engels sobre el comunismo primitivo, al que él atribuía vivir en una casa común, posible por no ser sociedades numéricamente grandes y que vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos. En esa suposición, las mujeres adquirirían una importancia muy grande, ya que eran no sólo las que parían, sino las que manejaban la casa común. Los hombres no podían hacerlo por estar pescando, cazando y recolectando frutos. Actualmente hay un creciente consenso en el mundo médico de que nuestros microbios intestinales desempeñan un papel importante en el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y que cuanto más ricos y diversos sean nuestros microbiomas, menor será nuestro riesgo de enfermedad.
Y sucede que los Hadza, debido a su dieta, poseen los microbiomas humanos más diversos del planeta 3. ¿Ocurriría lo mismo con los microbiomas humanos, en la sociedad primitiva que imaginó Engels? ¿Eso habrá facilitado que la población creciera numérica y concentradamente al mismo tiempo y que, en términos relativos, se deteriorara su capacidad inmunológica?
Se fueron inventando fármacos, que se fueron multiplicando. A lo que colaboró el desarrollo de la medicina en todas sus especialidades y formas. Las vacunas, que facilitaron prevenir enfermedades y hasta han logrado abolir viejas pestes y epidemias que destruían poblaciones enteras (viruela, tuberculosis, fiebre amarilla, peste bubónica, etc.). El perfeccionamiento en la utilización adecuada de actividades físicas y alimentaciones acordes con las estructuras de cada cuerpo también contribuyeron a extender la vida y no exagerar las decadencias que se van sumando con el paso de las edades. Estas indicaciones, y muchas más, han ido siendo producto de más de un centenar de años de investigaciones y experiencias médicas, y de otras prácticas científicas. Lo que fue posible gracias a la posesión del lenguaje y las diversas lenguas que permitieron el intercambio entre ellas de informaciones, hipótesis, tesis, y actividades experimentales. O sea, su socialización.
No tenemos que perder de vista que los productos de dichos desarrollos de la farmacología han servido tanto para lograr una buena utilización de los descubrimientos e inventos, como para los peores usos, guerras, maltrato a las poblaciones, etc. Una no poco importante, resultó del negocio de los fármacos, que ocupa el tercer lugar en ganancias dinerarias, después de las finanzas y las armas. 
Las diferencias ocurrirán por cómo se hayan subjetivado en el alma 4 de cada uno de los diversos individuos, y por qué momentos esté atravesando cada uno de ellos. De esas diferencias devendrán las reacciones singulares de cada uno. Por eso. en política, es tan difícil acertar pronósticos. "Psicología de las Masas y análisis del yo" 5 está referido a aquellos momentos en que la identificación a un liderazgo logra que una mayoría de la masa se identifique entre sus componentes. Cómo se produzcan dichas identificaciones dependerá de qué esté pasando en el alma de cada uno de los integrantes, de cada una de las porciones de dicha masa. De todo lo antedicho devienen las complejidades entre socializaciones y subjetivaciones, y las dificultades para acertar pronósticos sobre el devenir político 6. 
Es una complejización que se da en una cultura que ha tomado como pilares vivir aceleradamente aprovechando la informatización de los trabajos. Claro que ella no ha excluido, aunque tal vez disminuido proporcionalmente, la existencia de trabajos "pesados" en los cuales la fuerza física es la operadora básica. Lo que también se apoya en otro elemento, que es la ampliación de la brecha, entre los desinformados y los superinformados. No queda fuera de esto el espionaje permanente a través de filmadoras funcionando en todos lados, desde esquinas de barrio hasta en las grandes y medianas empresas. 
Dentro de estos fenómenos aparecieron los millennials 7. Pertenecientes a una generación reciente, poseen una personalidad crítica, cuentan con un pensamiento estratégico, además suelen ser muy sociables y están dotados de una actitud de curiosidad por muchas cuestiones, que los hace estar atentos a varias cosas al mismo tiempo. La tecnología les facilita acercarse a lograrlo. Dan gran importancia a su autonomía y a su libertad. Por su ideología piensan que todos deben tener su propia opinión, que sea escuchada y respetada, independientemente de su edad o su experiencia.
Se describen a sí mismos como políticamente independientes, y cerca del 30 por ciento declara no practicar ninguna religión. No son apáticos cívicamente: se involucran en los debates sobre las políticas de los gobiernos en curso, expresan su opinión comprometida, la difunden en las redes sociales y participan en los procesos electorales. Suelen tener una perspectiva de buscar el progreso en la mayor parte de cuestiones sociales y políticas.
En los medios de comunicación se los suele denominar nativos digitales, es decir que, para ellos, el empleo de la tecnología es parte de su vida cotidiana desde sus primeros años, han nacido y se han criado con al menos un dispositivo electrónico al alcance de la mano, televisiones a color y con control remoto, computadoras personales, tablets, teléfonos celulares, videojuegos, etc. Para ellos, el uso de nuevas tecnologías no es una práctica misteriosa ni complicada a la que es preciso adaptarse. Por lo contrario, la tecnología les parece imprescindible para su existencia, entre comillas "natural".
Algo que impactó mucho en mucha gente fue que las encuestadoras no hayan acertado con las tendencias electorales. Con este artículo, pretendo que advirtamos que las reacciones y oscilaciones de la gente, en lo referente a posiciones políticas, manifestadas en pasividad, en determinadas elecciones, huelgas, manifestaciones masivas en las calles, incluso acciones armadas, reconocen además de causas económico-sociales, modalidades y momentos de subjetivación en cada una de las personas y en sus reacciones. Y como dije anteriormente, se torna cada vez más difícil acertar pronósticos políticos.

*   Psicoanalista

1   La latencia transcurre entre los 4 o 5 años y los 9 o 10
2   Leer, artículo aparecido en el diario La Nación del 6 de agosto del 2017.
3   Lo que está planteado en dicho artículo aparecido en La Nación
4   Primera acepción de Alma en el diccionario de la Lengua Española de Ferrater Mora: "Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida". 
5   Obra clave de Sigmund Freud, comenzada a gestar en los finales de la primer guerra mundial y publicado en 1921. 
6   Ver en La Nación del 18-8-2017, de Jim Yong Kim: "La inteligencia artificial va a eliminar entre 50% y 65% de todos los trabajos existentes".
7   Buena parte de lo que digo aquí, lo extraje de Wikipedia. O sea, me he apoyado en ella para reflexionar sobre los millennials.









'NUESTRAS VOCES': "Suben la deuda y el déficit, bajan los salarios"


jueves 31 de agosto de 2017



Suben la deuda y el déficit, bajan los salarios







¿Por qué Mauricio Macri endeuda al país a un ritmo vertiginoso? ¿A quiénes beneficia y a quiénes perjudica la creciente deuda externa? ¿Cuándo va explotar el esquema endeudamiento-déficit fiscal? Las respuestas las dieron el diputado nacional Axel Kicillof y los economistas Itai Hagman (Encuentro Ciudadano) y Ariel Lieutier (Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala) en el Centro Cultural Los Chisperos. Allí presentaron el Contador de la Deuda, una iniciativa conjunta de Nuestras Voces y el ITE.

Fotos: Joaquín Salguero


Por             
LAURA MANFREDI



El objetivo es visibilizar la gravedad de la situación. Por eso Nuestras Voces y el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE – FGA) desarrollaron un contador de deuda externa en dólares, que sube a un ritmo mayor a los 2.400 dólares por segundo, con una colocación de deuda por parte del gobierno de Cambiemos ya supera los 127.000 millones de dólares.

Una política económica repleta de naftalina

"El indicador central, el que explica cuánto estás hasta las manos con la deuda externa, es la relación entre tu deuda y la que producís todos los años. Cuando los países europeos caen en default, caso Grecia o España, sus deudas externas superaban el cien o ciento veinte por ciento del producto. Es decir, debes todo lo que producís en un año y eso ya es un caso de semáforo rojo. Aconsejan los expertos mantener el nivel de endeudamiento externo no muy por encima del sesenta por ciento. Yo quiero recordar que cuando la Argentina cae en el default del 2001 y ya llegando a la presidencia de Néstor Kirchner la relación entre la deuda y el producto era 166 por ciento. La Argentina debía un año y medio de todo lo que producía a sus acreedores. Era una deuda impagable", explica el ex ministro de economía Axel Kicillof y continúa: "La deuda total cuando se fue Cristina representó un cuarenta por ciento. Eso se logró con políticas explícitas que implicaron tanto la reestructuración como el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional".
El diputado nacional aclaró: "Comento esto porque de todo lo que Macri está autorizado a hablar, de todo, el factor central es el enorme desendeudamiento que había producido el gobierno anterior. Si Macri puede hacer este desastre es porque la economía argentina estaba prácticamente libre de lo que había sido el yugo de la deuda externa durante décadas".
"En estos días se conoció el informe que dice que este año pagaremos 9 mil millones de dólares de deuda, 180 mil millones de pesos de tu presupuesto se te va a ir en el pago de la deuda externa. Nosotros estos factores los habíamos reducido mucho, lo cual permitió hacer todo lo que se hizo en materia de política económica desde la Asignación Universal por Hijo (AUH) hasta la obra pública. Porque una vez que el mecanismo de la deuda te toma una parte importante de tu presupuesto ya no podés hacer ningún tipo de política económica, lo cual también vacía por completo el contenido de la democracia porque uno vota a un presidente y él a lo que se dedica es a arreglar con los acreedores y a someterse o no a sus condiciones para pagar los próximos vencimientos. La política económica deja de ser parte de la soberanía popular porque se trata exclusivamente de pagar la deuda".

¿Cómo se cae en la trampa de la deuda?, se pregunta Kicillof y para responder decide recapitular hacia los comienzos del gobierno de Cambiemos: "Macri llega y lo primero que hace es devaluar. Lo hace a los seis días de asumir. Claro que no dice que va a ser una devaluación sino que la bautiza como un paso a la libertad porque estábamos saliendo del cepo. La forma de librarse del cepo fue devaluar un cuarenta por ciento. Una devaluación que realiza negando el efecto inexorable que tiene la devaluación de la moneda en el terreno inflacionario y en el terreno de la actividad económica. Devaluar produjo que una parte de la devaluación se termina yendo a precios junto a tarifazos y demás medidas que iba tomando el gobierno".
Para sintetizar, Axel explica que la primera decisión frente a esta situación fue bajar los salarios reales: "ese es un componente central que lo ejerce con todas medidas que hagan subir los precios acompañado de todas decisiones que iban a impedir que las paritarias alcanzaran los niveles de aumento. En el primer año de Cambiemos lo que se puso en marcha es algo que emparenta al gobierno de Macri con todos los gobiernos neoliberales de la Argentina que es que la primera víctima es el salario real. Y este es un elemento fundante porque la reducción de salarios tiene un efecto que entra en consonancia con el endeudamiento externo o con las excusas que se utilizan para ello". "Cuando Macri reduce los ingresos populares cae el consumo de manera directa, lo que genera del lado del consumidor un desastre  –  en los supermercados cayó un diez por ciento, es decir que la gente come un diez por ciento menos  –  pero además cuando cae el consumo y cae la demanda, empieza a afectar a la producción. El año pasado cayó la producción como resultado inicialmente de la caída de compra, porque el macrismo podrá decir que la actividad económica y el empleo dependen de la inversión extranjera pero cualquiera con un poco de sentido común puede decir a qué va a venir a invertir un extranjero si no hay ventas, si no hay compras, qué va a producir", explicó Kicillof.
"Caída del consumo, caída de la demanda, caída de la producción, caída de la inversión extranjera  y nacional, el resultado es una enorme recesión económica. Macri recibe una economía creciendo al 2,6% y el año pasado según estadísticas que me permito cuestionar la economía cayó 2,2%. Pegó un frenazo impresionante la actividad económica argentina. Esta medida vino complementada con dos medidas más, típicas y fundantes en todo programa económico liberal: la apertura de las importaciones y la liberalización financiera, es decir, la libre entrada y salida de capitales sin ninguna restricción ni certificado de origen".
Kicillof cierra la explicación y afirma: "Así vemos que en materia de política económica todo esto está lleno de naftalina, es la misma política económica, no tiene nada de creatividad, no es novedoso, es el decálogo de las medidas neoliberales que se han tomado tantas veces en la argentina" y agrega: "lo que para el gobiernos son ensayos y errores en verdad no son más que una muestra de debilidad. No es algo que ensayan para ver si esta bien o mal o lo prueban para ver si funciona. Es tal vez la aplicación más rápida y tal vez más profunda de las políticas que están dentro del recetario neoliberal. ¿Por qué lo llaman error? Porque el error que cometen es haber pensado que podían implementar esas políticas sin que nadie moviera un pelo. La verdad es que el neoliberalismo no tiene más límite que el que le ponga el pueblo".

Deuda externa y modelos económicos

El economista Itai Hagman hizo referencia a la deuda como un problema integral, histórico y político: "La historia de la deuda externa argentina es la historia de la economía argentina", dijo Itai y agregó: "Somos un país que nació endeudándose, tomando deuda y pagando deuda. No es un problema nuevo".
Para evidenciarlo, el integrante de Unidad Ciudadana hizo un recorrido histórico por el país a través del endeudamiento nacional: "Hay un relato que está presente desde que nos independizamos de España que es la idea según la cual la clave para el desarrollo y progreso de nuestro país es la asociación con el sistema financiero internacional. Lo que no dice ese relato es que del otro lado no hay unos simples prestamistas que están dispuestos a brindarnos capital para cobrarnos una tasa de interés y hacer un negocio financiero, sino lo que hay es un sistema mucho más complejo y perverso que entre otras cosas funciona para transferir recursos de países pobres y subdesarrollados hacia los países ricos y desarrollados. Ese mecanismo hace que la deuda externa no sea simplemente un problema de tasa de interés y acceso al financiamiento sino que es un problema y un pilar fundamental para reproducir la desigualdad geográfica que recorre el mundo en el que vivimos".
Desde el empréstito Baring durante el gobierno de Bernardino Rivadavia en 1947 y atravesando el Pacto Roca-Runciman firmado en 1933, Itaí Hagman hizo un reconto del endeudamiento argentino y aclaró: "El problema de qué significa la deuda externa en argentina recorre los doscientos años de historia, pero obviamente la más relevante es la que comienza el 24 de marzo de 1976". Hagman hace mención a una deuda externa que rondó los 7500 millones de dólares y que terminó siete años después con 45 mil millones de deuda.
"De aquella deuda la mitad era de empresas privadas, que fue estatizada por un funcionario que fue presidente del Banco Central en aquel momento que se llamaba Domingo Cavallo y que ustedes deben conocer. Deuda que respondía a los principales grupos económicos entre los cuales estaba casualmente el Grupo Socma (Sociedad Macri) y Sevel. Esa historia moderna de la deuda implica no sólo a Mauricio Macri sino también a muchos de los funcionarios que forman parte de este gobierno".
El economista hizo también referencia al compromiso de Alfonsín para investigar el carácter ilegítimo de la deuda en la famosa causa Olmos: "Investigación que se llevó a cabo hasta 1986 cuando el Director de Deuda Externa del Banco Central decidió eliminar esa investigación. Ese director se llamaba Carlos Melconian".
Los noventa fueron para Hagman "un paquete de reformas neoliberales que venían asociados a la deuda externa. Eran las condiciones para acceder al mercado financiero internacional que se presentaba como la salvación de todo: privatizar empresas públicas, aprobar leyes de flexibilización laboral, achicar el Estado, liberalizar el sistema financiero, entre otras".
"Después vino el blindaje con De la Rúa y cuando parecía que ya todo se iba al diablo no tuvieron una idea mejor que volver a convocar al famoso Domingo Cavallo que ya había estatizado la deuda privada en el ochenta y dos, que había hecho el Plan brady a principios de los noventa, para que haga lo que fue el megacanje acompañado por quien era su ministro de economía de ese momento que se llama, y también lo deben conocer, Federico Sturzenegger".
"Todo esto para que vean que hay nombres que nos permiten pensar que la deuda no es un problema de la impericia de funcionarios o de un equipo económico. Lo que hay que discutir de la deuda externa es el modelo económico. A finales de los noventa las movilizaciones populares tenían como consigna fundamental No al pago de la deuda externa. ¿Por qué era esa consigna? Porque rechazar la deuda externa era la manera de sintetizar el rechazo al neoliberalismo. La deuda externa era el símbolo de un modelo económico".
"El proceso de desendeudamiento que vino después era un modelo económico que no estaba sustentado en el endeudamiento externo. Y por esto a mi me parece que el debate que atraviesa y en el que está metida la deuda externa, es si construimos modelos económicos que se puedan autosustentar o no", digo Hagman y cerró: "Porque la deuda externa es también ceder derecho, es un mecanismo de sometimiento".

El deseo de cambiar la distribución del ingreso

"Yo uso una analogía con la deuda: es una enfermedad silenciosa, como puede ser la hipertensión. Uno lo puede tener pero no se da cuenta porque no tiene síntomas. Hasta que la enfermedad se manifiesta y genera un ACV o un infarto, puede ser completamente asintomática", afirma Ariel Lieutier, economista del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA).

El contador de deuda externa publicado en Nuestras Voces y realizado en base a los datos proporcionados por el Instituto, es para Ariel una herramienta fundamental para visibilizar la problemática: "Esfuerzos como éstos hacen que esa enfermedad no sea tan silenciosa, que esté puesta arriba de la mesa. Esto sería como que a uno le realicen un examen de sangre online y pueda ir viendo el colesterol en tiempo real. El contador de deuda es ir dando un diagnóstico en tiempo real y actualizado de cómo van evolucionando esos indicadores que pueden afectar en algún momento para ir viendo cuáles son los riesgos de que esto llegue a un episodio de crisis como el 2001", aclaró.
Al explicar la cuestión del endeudamiento, Lieutier fue claro: "Olvidémonos de la Argentina por un momento. Pensemos en un país que funciona y que empieza a endeudarse fuertemente. Entran dólares, eso hace que el tipo de cambio baje o se mantenga y además le da recursos a los diferentes sectores que se endeudan para poder hacer política fiscal. Cuando la deuda ingresa, en el corto plazo genera sensaciones de bienestar: contextos macroeconómicos donde, en general, los países crecen, el dólar deja de ser un problema y la inflación empieza a estar controlada. En el corto plazo el endeudamiento externo da bienestar, pero en el largo plazo puede ser un problema".
Para ejemplificarlo, Lieutier mencionó lo sucedido en los noventa: "A nosotros nos queda el simple reflejo de lo que fue la caída, pero los noventa tuvieron un inicio en donde los primeros fueron años, junto con un montón de reformas estructurales muy complejas que destruyeron derechos de los trabajadores, de crecimiento que hicieron tolerable esas transformaciones. En el corto plazo si uno mira los noventa el endeudamiento externo generó crecimiento y cierta sensación de bienestar que permitió que se realizaran ciertas transformaciones que de otra manera no hubieran sido posibles".

Cambiemos lleva emitidos más de 120 mil millones de dólares de deuda, "Pero, ¿qué sensación de bienestar hay?", se pregunta el economista. "Ahí viene la cuestión clave, el problema no es solamente este nivel de endeudamiento que es problemático cuando uno mira a futuro, el problema es que ni siquiera estos niveles de endeudamiento han permitido que en el 2016 la economía crezca y esto tiene que ver con la profundidad de las transformaciones que está implementando el gobierno, y esto tiene que ver con el cambio en el patrón distributivo que creemos que es el gran objetivo de este proyecto económico y político que hoy gobierna, que es cambiar la distribución del ingreso heredada del kirchnerismo", asegura Ariel.
"Ojalá que si ganan las elecciones no cumplan con lo que dicen porque lo que están proponiendo es un programa de ajuste y de aceleramiento de ese ajuste, si ya venimos de un escenario donde el ajuste está impactando fuertemente en las condiciones de los sectores populares y los trabajadores si este programa se acelera va a ser todavía mucho más fuerte".
Para cerrar, Lieutier vinculó la temática del endeudamiento con la relevancia que tienen las próximas elecciones a nivel nacional: "hay que vincular todo esto con la agenda que se viene, porque todas estas cosas las tiene que votar el parlamento. No sólo el endeudamiento, sino que todos los esquemas de salida que el gobierno va a plantear van a tener que pasar por el congreso. Reforma laboral, reforma de jubilaciones y pensiones. Ya sea para manejar los ritmos de endeudamiento o ya sea para discutir cómo se sale es necesario discutir con una fuerza que esté en el congreso discutiendo estas cosas con la mirada puesta en las mayorías populares, en esa distribución del ingreso que logramos construir y que para nosotros constituye un punto de defensa que no podemos resignar".









La perversión macrista


jueves 31 de agosto de 2017



Opinión




La perversión macrista
Imagen: Leandro Teysseire
                                                                                  Por         Eduardo Aliverti


En política, y en otros órdenes también, aunque la política sea quizás el que mejor lo resume, los hechos pueden agruparse en, por lo menos, tres rangos de calificación.
Están los hechos lícitos a secas, o casi. Por ejemplo: al cabo del acto de CGT y CTA, el Gobierno decidió el despido de dos funcionarios ligados a la órbita gremial. Ezequiel Sabor se desempeñaba como viceministro de Trabajo. Y Luis Scervino era el superintendente de Servicios de Salud o, sin eufemismos burocráticos, nada menos que quien administraba los recursos recibidos por las obras sociales sindicales. Ambos volaron de una sola patada cuando culminó la manifestación del martes pasado. A Sabor, que fue suplantado por Horacio Pitrau, defensor de Sergio Schoklender en la causa Sueños Compartidos, le endilgaron de la noche a la mañana ser un hombre del moyanismo. Y a Scervino lo apuntaron por su cercanía con José Luis Lingeri, secretario general del sindicato Gran Buenos Aires de Obras Sanitarias y considerado por el Gobierno como una figura clave de la generalizada paz gremial con Macri. Pero antes del café del desayuno volvió la guerra fría y, según adelantaron a coro los comunicadores oficialistas, se pondrá peor. Envalentonada por el resultado de las primarias, Casa Rosada se propone apretar a sus ex aliados moyanistas de todas las formas posibles y, dicen los fisgones y servicios de palacio, recursos no le faltan sino que, más bien, le sobran (OCA, causas penales pendientes, los peajes, su ruta). ¿Algo de todo eso es políticamente ilícito en términos estrictos? No. Son jugadas de tira y afloje y, vamos, cualquier jefe de Estado necesita dar imagen de liderazgo e, incluso, de capacidad vengativa. No se supone que a alguien le guste tener un zombie de Presidente. La maniobra oficialista contra el juez Eduardo Freiler en el Consejo de la Magistratura, sin duda repudiable, ya había anticipado que el macrismo estaba dispuesto a correr los límites republicanos de que tanto presume y su aparato mediático se lo festejó como una picardía que, en caso de haber ocurrido durante la gestión kirchnerista, habría desatado una orgía de críticas interminables. Pero "técnicamente" no hay nada que objetar. A su turno, la marcha de CGT/CTA fue numéricamente importante, en un día laborable, gracias también a la presencia de movimientos sociales de ese conurbano profundo que en las próximas horas o días dará ganadora a Cristina así sea por un puñado de votos. Macri contestó a eso con el shot ipso pucho a los funcionarios que usaba para negociar con el entramado cegetista. ¿Qué podría reprochársele, desde el entendimiento de cómo funciona el poder más o menos desde que el mundo es mundo?
Cuando se pasa de la licitud a la legitimidad, aparece por ejemplo el manipuleo oficial con la carga o difusión de los votos en GBA y Rosario. Como señala el sociólogo Luis Alberto Quevedo, lo demostrable es que fue un fraude comunicacional y no técnico (Marca de Radio, sábado 19 de agosto). Y como pregunta su colega Horacio González (PáginaI12, mismo día): "¿Por qué un fraude no va a consistir apenas en parar un reloj? El embustero antiguo intentaba poner cara de científico. Ahora bastaba una pantomima y ponerse en horario el traje de fiesta. Si fuéramos exquisitos lo podríamos llamar fraude icónico, una imagen fuerte pero fugaz. Cuando se sepa la verdadera cifra, no importará. O importará de otra manera. Acaso, importará más. El conteo se detuvo para que quedara la iconografía del baile". Esas dos apreciaciones vendrían a coincidir en que lo lícito puede ser tramposo, y vaya si lo es, pero el concepto de ilegítimo le cabe mejor en su acepción de ser todo aquello que no es auténtico, genuino o verdadero. Traducido al pasado domingo 13 a la noche, los macristas oficiales salieron a primerear el festejo (fueron los únicos, en rigor, porque no hay, entre los votantes del Gobierno, quienes exterioricen contentura manifiesta: nadie se siente enamorado de Macri, como lo expresa aquello de que nunca será remera; o por aquello de que sirve para rechazar, mucho antes que para adherir). Como fuere, las presuntas pruebas de mesas adulteradas -largamente difundidas en las redes- no parecen encontrar solidez en el escrutinio final. Ni siquiera por parte del kirchnerismo, de sus fiscales, de sus referentes, quienes desde un primer momento advirtieron acerca de que no cuestionaban las cifras generales hasta el punto de que haya habido un trampeo obsceno, sino su manipulación horaria. En otras palabras, que el Gobierno es acusable por comerse la cena antes del almuerzo. Cero, poca o muy cuestionable legitimidad del conteo macrista, entonces, pero "licitud" a salvo.
¿Y qué cuando el Gobierno ordena a las distribuidoras de energía posponer para después de octubre el cobro de la mitad de las facturas emitidas entre el 25 de agosto y unos días después de las elecciones? Una vez que el voto haya pasado, los usuarios tendrán que pagar el 50 por ciento pendiente más las subas del período que sigue. Quedó perfectamente avisado por el ministro energético Juan José Aranguren, al terminar su exposición ante unos 250 empresarios que se congregaron en la reunión del Consejo de las Américas en un hotel porteño. Espérennos hasta después de las elecciones, les dijo Aranguren a los festejantes de las corporaciones locales y multinacionales, porque será ahí cuando se avance en alinear las tarifas al valor internacional y el precio de los combustibles arranque 2018 totalmente liberado. Lícito absolutamente e ilegítimo sólo para quienes reparan en que así se aprovechan de "la gente" que no se ocupa en enterarse de esas cosas que le avisan en la cara, porque anda preocupada en confirmar que los políticos son todos unos chorros y los grandes empresarios gobiernan mejor siendo que no necesitan robar. Ayer, una interesante nota de Clarín firmada por Martín Bravo señaló que, con un software especial dedicado a la geo-referenciación del sufragio, Cambiemos revisa el voto bonaerense mesa por mesa "para ajustar los planes". ¿Cuáles planes? ¿Los estratégicos de campaña o los "choriplaneros", junto con la distribución de créditos y el cálculo de ausentes, para tener escaneadas necesidades que pueden satisfacerse hasta octubre con algún esfuerzo de caja? ¿Licitud? ¿Legitimidad?
Son nada más que eso, unos ejemplos, recientes, de los márgenes en que es ubicable lo que se denomina juego político. ¿Cuándo ocurre que esa lógica, esos márgenes, aceptados como normales o naturales, mudan directamente a la perversión lisa y llana? Por ejemplo: respecto de la desaparición de Santiago Maldonado y de lo procedido por la coalición mediático-judicial.   En el sitio (www.santiagomaldonado.com) que forjó Sergio Maldonado, hermano de Santiago,  se lee la siguiente cronología: 
  • 9 de agosto. Infobae. "Un hombre asegura que llevó en su camioneta a Santiago Maldonado, en Entre Ríos".
  • 10 de agosto. Canal TN/Infobae. "Aparece un video donde Santiago estaría de compras en un comercio".
  • 11 de agosto. Clarín. "Hay un barrio en Gualeguaychú en donde todos se parecen a Santiago".
  • 15 de agosto. Canal TN/Clarín. "Tras la declaración de un cura buscan a Santiago en Mendoza". El sacerdote manifestó que se le acercó un joven "con ojos similares a los del artesano".
  • 17 de agosto. Diario Lavoz.com.ar. "Un puestero asegura haber apuñalado a un desconocido durante un ataque del grupo RAM". Se investiga si podría ser Santiago.
  • 20 de agosto. Clarín. Columna de Eduardo Van der Kooy. "El artesano se hizo humo".
  • 21 de agosto. Infobae. "Chile encontró a un joven muy parecido a Santiago en Osorno".
  • 22 de agosto. Programa Odisea Argentina, canal del diario La Nación. "¿Qué pasa si a Santiago no lo mató Gendarmería, sino un mapuche?".
  • 23 de agosto. Clarín. "Vecinos denunciaron al 911 haber encontrado un cuerpo en Epuyén". Investigan la denuncia y si puede ser Santiago.
  • 24 de agosto. Clarín. "Analizan muestra de ADN para saber si Maldonado fue herido en una estancia".
La crónica es tan espeluznante, cuando el ojo o el oído la registran agrupada, que no hace falta agregarle absolutamente nada. Pero no sólo acerca de la desaparición de Santiago Maldonado.