lunes, 28 de agosto de 2017

'REVISTA VEINTITRÉS': "La CGT camino a fracturarse entre dialogistas y combativos"


lunes 28 de agosto de 2017




La CGT camino a fracturarse como en 2012 entre dialogistas y combativos







La contraofensiva del Gobierno activó pactos y remarcó distancias


Por             Luis Autalán



 
En la CGT y sectores no alineados en Azopardo siguen los efectos colaterales de la concentración de Plaza de Mayo y la contraofensiva del Gobierno Nacional, que bajó a dos funcionarios con aceitada relación con los gremios. Aun con discreción una de las pocas coincidencias que tiene la diáspora sindical es que Cambiemos "apeló al manual K" de separar al movimiento obrero en "amigos, enemigos e intratables", entre otras herramientas. El primer grupo es reducido por estas horas y lo que vendrá tiene referencia histórica, varias fuentes consideraron que a corto o mediano plazo volverán a existir dos CGT, la última en 2012, cuando la disputa del kirchnerismo y Hugo Moyano dividió aguas y fronteras. Fuentes diversas afirman su hipótesis en cuanto a que esa marca registrada de Camioneros, volverá a ser determinante de fracturas.


Macri separó al movimiento obrero entre "amigos, enemigos e intratables"


Mientras los que aconsejaron no movilizar el martes juran que "lamentan su acierto" respecto a la reacción de la Casa Rosada. Otros, en especial la Corriente Federal (CFT) que lidera Sergio Palazzo, esgrimen que la materia "lectura política electoral" de las PASO u octubre, es secundaria respecto a las necesidades de los trabajadores. "Nos eligen para que los defendamos no para hacer evaluaciones políticas", sostuvo Palazzo al respecto.

Esa corriente tuvo influencia apreciable para apuntalar a Juan Schmid y Pablo Moyano, arietes de la concentración, donde también participaron organizciones sociales y las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli. Mientras tanto los independientes (Uocra, Obras Sanitarias, UPCN), de asistencia "a medias" y ausencias en la plaza, tomaron nota del rictus Cambiemos y por estas horas activaron diálogos a diestra y siniestra buscando cerrar filas.

Entre bambalinas quienes consideran que Cambiemos apeló al "manual K" de destrato sindical otros jefes gremiales fuera de Azopardo, agregaron otro capítulo y asumen que las pocos sectores que lograron "perforar" el techo paritario tuvieron advertencia oficial de no "ventilar" o "jactarse" de haber sumado algún punto más, bajo riesgo de no homologación.

Los más preocupados consideran que la nueva dirección de la Superintendencia de Salud y el flamante viceministro "consolidaron con hormigón", al titular de la cartera laboral Jorge Triaca. Con el "diario del miércoles" incluso se animaron a deslizar que el alejado Ezequiel Sabor tuvo que digerir apariciones públicas incómodas, en medios y negociaciones con gremios, por expresa decisión de Triaca, apostilla de lo que ya forma parte del pasado.

También desde el repaso a las últimas horas, considerán que la apuesta del Ejecutivo en lugar de buscar una mesa de diálogo es apotar a la confrontación, remarcan algunos secretarios en público y otros en riguroso off the record. "El Gobierno fue presuroso por el reclamo empresario y lo ejecutó, está claro que no tienen el mismo entusiasmo por lo que piden los trabajadores, pero gobiernan ellos", refrendaron desde un sindicato industrial a la hora de vislumbrar la reforma laboral por consenso.








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