En Catamarca, diputados promueven el rechazo a amenazas de la Iglesia y sus voceros
Repudio al lobby eclesiástico antiderechos
El obispo Luis Urbanc y un representante de la Iglesia local fueron denunciados por diputados catamarqueños por declaraciones “extorsivas y amenazantes” hacia senadores nacionales por su apoyo a la ley del aborto.
La media sanción al proyecto de Interrupción Legal del Embarazo cayó muy mal en un sector de la provincia de Catamarca. Los movimientos antiderechosy la Iglesia local reaccionaron con manifestaciones de todo tipo. Desde el odio liso y llano a través de las redes hasta marchas de silencio de espíritu religioso. En la Cámara de Diputados provincial se busca repudiar estas expresiones.
La reacción conservadora se desató al conocerse el temprano anuncio del voto a favor del aborto legal del senador nacional por Catamarca, Oscar Castillo (FCS-Cambiemos). En respuesta a esto, Rubén Martí, apoderado del colegio franciscano padre Ramón De la Quintana, se refirió a los dichos del senador en Facebook. “Cada quien con su conciencia, sabrá el senador conjugar el amor materno de la Virgen con la aprobación de esta ley, donde dos ingresan a un hospital y uno sale muerto. Sabrá el senador conjugar muertes con salud pública”, dijo. Luego agregó que “los argentinos debemos honrar la democracia y la conciencia de quienes legislan, pero por favor no olvidemos cuando vayamos a votar. Sabemos que las candidaturas se cierran entre los patrones de nuestra provincia. Pero en el cuarto oscuro estamos solos”. Para Martí, “los que nos oponemos a esta ley somos la gran mayoría; hagamos valer nuestra voluntad dentro de pocos días cuando lleguen las PASO”.
Ese mismo día el propio obispo Luis Urbanc convocó a una marcha del silencio en contra de la ley, en el Paseo de la Fe, que se llevó a cabo al día siguiente. “El silencio quiere representar a ese niño por nacer que no puede hablar”, dijo Urbanc. El principal orador de la marcha fue Martí, quien ratificó sus intimidaciones al senador Castillo y a los “políticos y legisladores”.
El lunes 2 de julio, los diputados Adriana Díaz, PI, y Maximiliano Rivera (FPJV) presentaron un proyecto de declaración por el que instan a sus pares a repudiar los dichos del representante de la iglesia local por considerar sus declaraciones “extorsivas y amenazantes”.
Para Díaz y Rivera, las expresiones vertidas por Martí, como vocero de la Iglesia local “no tuvieron otra finalidad que la de amedrentar a senadores nacionales para que cambien su voto, modificar su pensamiento, coaccionando deliberadamente sobre su libertad de conciencia. Es un caso claro de la institución católica (no su feligresía) actuando como un factor de poder que disputa y tensiona de igual a igual con los poderes del Estado. Además, se trata de un factor de presión asimétrico, ya que deja en desigualdad de condiciones a otros grupos que también buscan ser escuchados por los legisladores, pero desde su posición de ciudadanos”, según expresaron en los fundamentos del proyecto.
En el proyecto recuerdan los “abundantes antecedentes en donde representantes de la Iglesia, ante determinados debates, pero principalmente los que se refieren a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, recurren a amenazas y coacción hacia legisladores”.
En diálogo con PáginaI12, la diputada Díaz se mostró poco sorprendida por la reacción de grupos antiderechos. “La hegemonía de la Iglesia Católica como institución es muy fuerte, y por supuesto moviliza a todos sus actores, efecto que se percibe especialmente en el campo de la salud y el campo de la educación. Es complejo porque acá no existe la laicidad”, dijo.
– ¿Recuerda algún otro momento histórico con esta virulencia?
– Sí, 1985/86 cuando fue el tratamiento del divorcio vincular, uno de los voceros e impulsores del proyecto de ley fue un catamarqueño radical, por su parte el diario del obispado sacaba escritos en contra, poniendo en la portada. El mensaje era: “los que aprobaran el divorcio irían a ser excomulgados”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario