CONTRATAPA
Dos Argentinas
Abril de 1987
- "Acá hice la colimba hace ocho años. Nuestro jefe de escuadrón era Camps. ¡Hoy ese nazi asesino está en cana y yo acá!"
- "Qué país raro este... ¿no?"
- "Un empujoncito y les entramos a estos hijos de puta."
- "Nos van a cagar a tiros."
Los amigos dialogan parados sobre la Ruta 8 frente a uno de los portones de la 'Escuela de Infantería' de Campo de Mayo. Junto con ellos, una inmensa multitud que fue llegando lentamente con las primeras noticias de la mañana y que para el mediodía ya cubría todo el ancho de la ruta y el largo hacia todas las direcciones.
La muchedumbre cada tanto grita:
- “¡Que se vayan, que se vayan!”.
Los más intrépidos, alcanzan la reja perimetral del cuartel. Del otro lado, hombres con boinas verdes y caras tiznadas de carbón miran con ojos de bronca e inquietud.
Algunos de ellos alzan las armas y apuntan a la multitud que, instintivamente retrocede:
- “¡Si se atreven, les quemamos los cuarteles!”
Las radios portátiles a todo volumen traen las novedades de Casa de Gobierno o de las plazas, calles, regimientos y tantos otros lugares que la gente ha colmado para sostener una frágil democracia cada día a punto de quebrarse.
Cien años de democracia, 'Juicio y castigo a los culpables', 'Nunca Más'. Tres consignas populares que se oyen en las casas y en las calles, siempre ruidosas, de la Argentina de la transición y que grafican y condensan el acuerdo con el que un amplio sector de la política y la sociedad se ha propuesto, desde 1983, sacudirse la mugre del 'genocidio', fresco y latente todavía, para construir un país donde poder mirarse a los ojos.
En ese país del destape, de dolores y miserias aflorando de todos los rincones, de alegrías y utopías renacidas, de Maradonas victoriosos, de plazas y teatros rebosantes de cultura en ciudades que volvían a brillar de jóvenes hundidos en barros llenos de promesas, vinieron los "carapintadas” a recordar la bestia que anidaba entre nosotros. A avisar que no iba a ser así de fácil. Que iban a vender cara su derrota y que siempre estarían volviendo, como Troilo al barrio, como una pesadilla recurrente en una película de zombies.
La boca del ministro Oscar Aguad, “el milico” Aguad, reduce la 'Semana Santa del 87' a un “acontecimiento chiquito” escupiéndole en la cara a los cuerpos de aquellos días, aflojando otro ladrillo en la muralla trabajosamente construida por las mayorías a lo largo de 36 años. Como con el '2x1', el “curro de los derechos humanos”, el 'negacionismo', el pedido de revisión de los 'Juicios', la 'doctrina Chocobar', la justicia sin velo y tarifada y los medios amplificando la construcción de un nuevo y regresivo espíritu de época. Una rueda poderosa levantando la tapa que contiene a ese animal sangriento, agazapado en las entrañas de la historia social argentina y siempre listo para dar el zarpazo.
Del otro lado de la ruta, asomada al cerco perimetral, esa otra Argentina que se despereza y se levanta, una y otra vez.
* 'Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino' ('ENAC').
https://www.pagina12.com.ar/206275-dos-argentinas
Las radios portátiles a todo volumen traen las novedades de Casa de Gobierno o de las plazas, calles, regimientos y tantos otros lugares que la gente ha colmado para sostener una frágil democracia cada día a punto de quebrarse.
Cien años de democracia, 'Juicio y castigo a los culpables', 'Nunca Más'. Tres consignas populares que se oyen en las casas y en las calles, siempre ruidosas, de la Argentina de la transición y que grafican y condensan el acuerdo con el que un amplio sector de la política y la sociedad se ha propuesto, desde 1983, sacudirse la mugre del 'genocidio', fresco y latente todavía, para construir un país donde poder mirarse a los ojos.
En ese país del destape, de dolores y miserias aflorando de todos los rincones, de alegrías y utopías renacidas, de Maradonas victoriosos, de plazas y teatros rebosantes de cultura en ciudades que volvían a brillar de jóvenes hundidos en barros llenos de promesas, vinieron los "carapintadas” a recordar la bestia que anidaba entre nosotros. A avisar que no iba a ser así de fácil. Que iban a vender cara su derrota y que siempre estarían volviendo, como Troilo al barrio, como una pesadilla recurrente en una película de zombies.
La boca del ministro Oscar Aguad, “el milico” Aguad, reduce la 'Semana Santa del 87' a un “acontecimiento chiquito” escupiéndole en la cara a los cuerpos de aquellos días, aflojando otro ladrillo en la muralla trabajosamente construida por las mayorías a lo largo de 36 años. Como con el '2x1', el “curro de los derechos humanos”, el 'negacionismo', el pedido de revisión de los 'Juicios', la 'doctrina Chocobar', la justicia sin velo y tarifada y los medios amplificando la construcción de un nuevo y regresivo espíritu de época. Una rueda poderosa levantando la tapa que contiene a ese animal sangriento, agazapado en las entrañas de la historia social argentina y siempre listo para dar el zarpazo.
Del otro lado de la ruta, asomada al cerco perimetral, esa otra Argentina que se despereza y se levanta, una y otra vez.
Aunque la caguen a tiros.
* 'Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino' ('ENAC').
https://www.pagina12.com.ar/206275-dos-argentinas
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