domingo 28 de julio de 2019
¿Existe un 'sujeto' político
en la Argentina?
En cierto modo estas elecciones son más difíciles de ganar que las anteriores. Así lo confirma el estado de las 'derechas' del mundo. Las barreras civilizatorias que inhibían a los sujetos de la maldad y el odio se están desvaneciendo. Ha llegado una hora excepcional de establecer un límite a la barbarie 'neoliberal' sin otro recurso que el puro ejercicio de la movilización popular y el voto democrático.
De entrada aclaramos que en este caso entendemos por sujeto político el que pueda hacer posible un límite a la devastación acontecida en el país. Si el 80 por ciento del aparato mediático-corporativo construye tanto una realidad como una subjetividad 'neoliberal'; si vivimos en un tiempo histórico que podríamos caracterizar como «nihilista», a saber, que son much@s l@s que piensan que no sólo no puede haber un cambio importante sino que resulta vano intentarlo; si la multiplicación de mentiras, de operaciones jurídico-mediáticas, si el mundo pierde cada vez más las barreras éticas y se puede ser racista, xenófobo y de 'ultraderecha' revelando así que los valores modernos e ilustrados han ingresado, al menos en la coyuntura, en un declive definitivo, ¿por qué el pueblo, si es que existe y es operativa esa instancia en Argentina, va a contar con recursos simbólicos para poder frenar un aparato tan sólido, que se despliega por todos los medios, se couchea y se reproduce introduciendo el miedo, fijando con insistencia las identificaciones 'gorilas' y las inercias más reaccionarias?
En cierto modo estas elecciones son más difíciles de ganar que las anteriores. Así lo confirma el estado de las 'derechas' del mundo. Las barreras civilizatorias que inhibían a los sujetos de la maldad y el odio se están desvaneciendo. Por ello, no hay una respuesta evidente a la pregunta por la situación. Las dudas sobre la victoria al 'macrismo' son por lo menos razonables. Especialmente en un tiempo histórico donde la sobremedida de dolor, pobreza y ruina moral no garantizan en principio que se ponga en marcha un proceso transformador.
Por tanto, ha llegado una hora excepcional para el supuesto pueblo argentino. Incluso la posibilidad de constituirse como pueblo reinventándose una vez más. La posibilidad de establecer un límite a la barbarie 'neoliberal' sin otro recurso que el puro ejercicio de la movilización popular y el voto democrático.
Si lo hace, aunque ahora no se muestre de ese modo, con el tiempo se leerá como una 'gesta histórica'.
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