domingo, 10 de noviembre de 2019

El derecho de vivir en paz

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domingo     10  de  noviembre  de  2019


CONTRATAPA




El  derecho  de vivir  
en  paz
Pintada en una pared de Santiago de Chile, año 2008.
Pintada en una pared de Santiago de Chile, año 2008.
Pintada en una pared de Santiago de Chile, año 2008. 
Imagen: Andrés Osojnik

image.png                                                                Por             Sandra Russo





Lo que pasa en Chile está más visto que contado. No cesan los relatos visuales escalofriantes, a su vez documentos sobre la represión descontrolada que castiga a hombres, mujeres, ancianos, niños, estudiantes, discapacitados; que castiga sin relación entre el balazo y el castigado. Lo que pasa en Chile nos envía también a nosotros al recuerdo de las épocas más oscuras y salvajes del siglo XX. Lo que vemos además nos reconfirma que la pelea con los grandes medios no fue un episodio argentino de la década pasada, sino que se trata de un dispositivo de blindaje que existió siempre, pero hace poco que tenemos conciencia colectiva de que los grandes medios, cuando se concentraron, fue para ser una pata más del  'neoliberalismo'.

El Chile que vemos muestra a un gobierno y unas fuerzas de seguridad cometiendo a los ojos del mundo un monstruoso  'delito de lesa humanidad'  contra todo el pueblo chileno.

Se pueden pretextar asesinatos diciendo que fueron enfrentamientos, se pueden justificar represiones salvajes diciendo que hubo vándalos, pero allá ya son más de veinte las denuncias comprobadas de violaciones a mujeres y homosexuales detenidos. Es algo que no es  'nazismo'  ni  'fascismo'  pero que pertenece a esa familia de regímenes de bajos instintos moraleses el  'neoliberalismo'  defendiéndose en el poder.

La dignidad, la claridad conceptual y la conciencia política con la que el pueblo chileno ha salido a la calle tienen mucho que ver con haber preservado, como vemos, la memoria. 

No tuvieron juicios a genocidas, como aquí, pero preservaron la cultura que les dejó esa generación, y con Víctor Jara hoy cantan los vivos y los muertos.  









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