CLARÍN.com
Domingo | 19.03.200
DISPUESTO A ESCUCHAR
"Terror en la cara de mis hijos"
Por Osvaldo Pepe
opepe@clarin.com
¿Qué decir? ¿Qué y cómo contar? ¿Por qué convertir mi historia personal en un relato idiosincrático donde las precisiones (tal día, en tal hora, con tales testigos) se conjuguen para intentar describir lo que por definición es indescriptible si no se lo reintegra en el horizonte de lo real y colectivo.
¿Con qué imágenes puedo ser fiel a la imagen del terror reflejada en las caras de mis tres pequeños hijos cuando asistían a la escena aterrorizadora del padre esposado por bandoleros sin uniforme algunoque tomaban por asalto un hogar donde sólo había como ominoso arsenal...libros? Solamente libros. Sólo papeles que convocaban al pensamiento.
¿Por qué debo imponerme el recordar y relatar la infinidad de humillaciones que sufrí si no son tan distintas a las que sufren cotidianamente la inmensa mayoría?
¿Por qué debo volver a plantearme una vez más, como lo he hecho innumerables veces, si me siento culpable por haber sobrevivido a tantos queridos admirados y valiosos amigos?
¿Por qué debo volver a llorar en público a Mauricio López, a Daniel Open, a... ? ¿Debo volver una y otra vez a inventariar las veces que fui detenido, demorado, secuestrado, sin haber jamás sido acusado ni imputado excepto por imaginarios delitos de pensamiento y opinión?
Fui, soy y quizás seré peronista. Comparto el dolor y el sufrimiento de mi pueblo. No hay más que contar.
Aníbal Lentini-Iturralde.
lentiniarg@arconet.com.ar
EL COMENTARIO
Memoria de un sobreviviente
El lector nos cuenta uno de los "golpes dentro del golpe" y permite explorar, a partir de su experiencia personal, los verdaderos alcances de la ruptura institucional de 1976. La estructura del poder, la arquitectura jurídica del estado de derecho, la institucionalidad política y el tejido social fueron arrasados en aquellos días de furia. Fue tanto el totalitarismo que impregnó a la Argentina que por primera vez se creó un instituto supraconstitucional, conocido como el Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional. Sobre el mismo juraron los hombres del Proceso, militares y también civiles. No bastó con quebrar la legalidad: la Junta Militar que usurpó el poder civil decidió "fundar" una legalidad propia que le diera un manto de protección e impunidad. Acaso el golpe haya tenido una cuota de apoyo social. Pero nunca tuvo luz verde para la matanza.
El lector Lentini Iturralde, psicólogo, maestro y profesor, fue una víctima de la dictadura. Como a tantos otros, apenas a horas del golpe, le aplicaron las leyes de "prescindibilidad" y de "seguridad". En suma, el sello de "peligroso" en la frente.
Las Fuerzas Armadas habían virado su función natural de la defensa de lasfronteras contra enemigos externos por la tutela de fronteras adentro:fue la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta desde Washington. Con ella no aniquilaron sólo a la guerrilla. También le pusieron mordaza y palo a la sociedad. La voz de un sobreviviente como el de la carta de hoy nos trae un guiño de la memoria. Y por eso se vuelve necesaria.
http://edant.clarin.com/suplementos/cartas/2006/03/19/CartasEscuchar.htm#1108271
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