domingo, 29 de octubre de 2017

'LA TECLA EÑE': Kirchnerismo y elecciones: la nueva izquierda popular Argentina

    La Tecl@ Eñe    


            Editor/Director: Conrado Yasenza             

domingo 29 de octubre de 2017




Kirchnerismo y elecciones: la nueva izquierda popular Argentina





Jorge Alemán sostiene que el kirchnerismo, a través de su reciente historia política de gobierno, se ha consolidado como una nueva izquierda popular que es capaz de confrontar con la derecha desde un lugar distinto al del peronismo posmoderno y negociador.


 

Por                 Jorge Alemán   *

Madrid

(para La Tecl@ Eñe)






El orden neoliberal se caracteriza por disponer de un estado de excepción política donde se puede apropiar de una crisis económica y social, y revertirlas a su favor. Posee medios, dispositivos, aliados políticos, que permiten que lo que en cualquier otra situación se podría presentar como una gran erosión traumática de lo social culmine en una nueva integración del orden dominante. En términos gramscianos el neoliberalismo es experto en producir "revoluciones pasivas".



Por ello, los sucesivos ajustes en marcha o los problemas estructurales que en la economía argentina tarde o temprano se presentarán, no garantizan en absoluto la emergencia de un proyecto transformador. Para esto último, se trata siempre de la ardua tarea de la  construcción de lo político. Sobre este punto es donde quisiera subrayar y detenerme en un punto clave, que la última coyuntura electoral permite visualizar.



Sin entrar en debates históricos (aunque supongo inevitables) el peronismo desde 1974 no supo ni quiso librarse de las distintas ambivalencias tacticistas y oportunistas que lo han transformado en una función bisagra para las elites dominantes del Poder. El peronismo, no en su sentido doctrinal ni en aquello que lo hacía el representante mayor de las luchas populares, fue capturado en su devenir histórico por esa típica metamorfosis neoliberal que lo pone a disposición del Poder. No entro aquí en el debate de si es posible definirse como peronista o no, porque en ese caso lo verdaderamente central es cuál es el antagonismo que se asume y por tanto a quienes se identifica como los verdaderos adversarios políticos. En esta vertiente la última elección hace posible una lectura nueva de la situación. El Kirchnerismo, como resultado de su trayectoria histórica en sus gobiernos y en la posterior oposición, ha generado nuevos actores políticos, nuevas percepciones de la realidad, nuevas lecturas del funcionamiento de lo político que constituyen la primera matriz simbólica del surgimiento de una nueva izquierda popular en la Argentina. Como no se trata aquí de un debate nominalista, no es relevante si el kirchnerismo se autodefine de esa manera, basta con que desde un punto de vista ideológico, ético y político confronte con la Derecha desde un lugar distinto al del peronismo posmoderno que está siempre preparado para negociar. El país necesitaba de una fuerza de izquierda popular que si bien hoy por hoy no constituye una opción de gobierno, es el principal núcleo de resistencia al Poder. El éxito reciente de la izquierda argentina tal vez debería permitirles estudiar esta separación entre el kirchnerismo y el peronismo, sería una posición que en lugar de confirmarlos en la misma línea puedan considerar seriamente, sin renunciar a sus banderas, en  cómo se construye el famoso "freno de mano" del que hablaba Benjamin frente a la barbarie.



"El Kirchnerismo, como resultado de su trayectoria histórica en sus gobiernos y en la posterior oposición, ha generado nuevos actores políticos, nuevas percepciones de la realidad, nuevas lecturas del funcionamiento de lo político que constituyen la primera matriz simbólica del surgimiento de una nueva izquierda popular en la Argentina."


 

Ahora el escenario es claro, y más allá del indudable carácter nefasto de los resultados, hay una pequeña luz en la oscuridad: el neoliberalismo está representado directamente y sin mediación alguna por el Pro, pero a su vez la frontera antagónica está claramente trazada por una fuerza política que habiendo nacido en el peronismo lo ha atravesado, era la única manera, desde su interior. A diferencia de otros países y de otros momentos de la Argentina, donde la realidad política estaba sumergida en un "bipartidismo" inerte y equivalencial, el kirchnerismo ha constituido una ruptura con respecto al reparto bipartidista. Obviamente en esta perspectiva no considero apropiado poner en continuidad a las dos fuerzas porque ambas estarían subsumidas en la lógica del Capital. Ni siquiera los que se aferran a un concepto esencialista de la lucha de clases deberían, en un análisis serio, sostener que "todo es lo mismo". Un marxista de verdad tendría que estar más dispuesto a leer la transformación que se ha producido en el hiato emergente  entre kirchnerismo y peronismo.



Por último, me consta que distintos politólogos y analistas muy calificados de la situación argentina, analizan e insisten en los distintos errores del kirchnerismo  y evidentemente muchos de esos juicios son pertinentes. Pero también se debe admitir que el kirchnerismo llegó hasta donde llegó porque por su propia coherencia interna, a diferencia del Pro, se tenía que hacer cargo de un legado, más allá de cualquier cálculo electoral.

 


 

*            Psicoanalista y escritor 










http://www.lateclaene.com/jorge-alemn-kirchnerismo-y-elecciones

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