lunes, 29 de enero de 2018

'Revista VEINTITRÉS': Cerebro e intuición


lunes 29 de enero de 2018




Cerebro e intuición






Los procesos instintivos son complejos, pero existen formas de concientizarlos.


Immanuel Kant
                                Por             IGNACIO BRUSCO   *

Se considera que los instintos son procesos subconscientes que manejan la toma decisiones con el fin de supervivencia. Estos se sustentan principalmente en el sistema nervioso; cuando más desarrollado sea el mismo, más complejos serán los instintos y mayor la dificultad para entenderlos.Existe tanto en animales, con un cerebro moderadamente evolucionado; hasta en el humano en el que se complejizan, influidos por la gran capacidad cortical y cognitiva del mismo.
Pueden describirse muchos instintos inconscientes; Sigmund Freud se basó especialmente en la pulsión deseo, fundamentalmente la sexual. Sin embargo la actual psicología cognitiva y la neurociencia experimental cuestionan esta simplificación. Pues a partir de neuroimágenes funcionales y estudios experimentales basados en la evidencia; se ha complejizado mucho el estudio de las funciones de supervivencia. Lo que ha llevado a llamar al inconsciente freudiano como subconsciente adaptativo.
Se podrían describir muchas más conductas instintivas para sobrevivir. Como la conciencia del espacio y del tiempo, la copia, la alimentación, el miedo, la agresión, el cuidado, la sexualidad, la cooperación, la autonomía y la intuición (entre otros).
Se piensa a la capacidad intuitiva como un proceso por debajo del umbral de la conciencia, clave en la evolución. Uno de los primeros conceptos es que si bien lo intuitivo se corresponde con un mecanismo inconsciente, esta, sin embargo, muy influido por la actividad consiente.
Además, es modificable por la emoción y el nivel de estrés. El psicólogo experimental Thomas Goschke de la Universidad Técnica de Dresde, observó que en tranquilidad se generan mejores y más eficientes intuiciones. Describe como en diferentes test experimentales el bajo estrés y el buen humor generan intuiciones eficientes, que se traducen en correctas tomas de decisiones.
Por ejemplo; en test de Juegos al azar, que requieren de intuiciones; el ansioso o el deprimido cometen más fallas, arriesgando más y perdiendo más rápido.
A estos mecanismos intuitivos inconscientes el premio nobel Daniel Kahneman los llama mecanismos implícitos de la mente. En el que trabajan sectores inconscientes corticales de procedimiento, junto con sectores emocionales (amígdala cerebral) y otros preventivos (temporal derecho e ínsula). Además, se activan procesos de memoria y aprendizaje, generando una ruta automática del pensamiento.
Kahneman llama a la otra ruta, la "racional consciente"como "explícita"; que corresponde a funciones racionales asociativas (especialmente neocorticales) pero que conllevan una interacción y control de lo intuitivo.
Es decir, es un conjunto de funciones las que hacen a este último talento. Por ejemplo, un jugador de fútbol goleador, adivina dónde ubicarse previamente a que suceda el pase de gol o un electricista localiza antes un corto circuito, que un profano.
La intuición es considerada en general, como un proceso rápido. Sin embargo puede aplicarse también a procesos más lentos; como en "el ojo clínico" de un buen semiólogo médico o en una estrategia militar correcta.
Actualmente se observa el desarrollo de la intuición en los millennials, que adivinan con que paso continuar un algoritmo de un programa computacional básico. Esto muestra que pueden generarse nuevos procesos instintivos, dependiendo del medio y además lo importante de aprender ese rasgo en la infancia.
Es indudable que al talento debe sumarse la información adquirida. Es decir que sobre la base constituida (genética y conformacional) se agrega lo que se acumula con la experiencia y el training permanente.
Esto confecciona un talento intuitivo muy variable, que puede incluso mejorarse. Para ello no puede dejarse de lado la empatía y la funcionalidad de neuronas que se prenden al ver a otra persona actuar (neuronas en espejo), tanto en lo emocional como en lo motor. Los neurocientífios aceptan que en esta función activa sectores del cerebro que regulan la emoción, generando un automatismo muy rápido que debe controlarse intelectualmente. Existe un estudio que muestra que podemos definir cómo actuará una persona con sólo observarla seis segundos. Y otros que muestran que basta sólo un cuarto de segundo para que la cara de alguien influya sobre nuestro concepto acerca de ella. Disparando incluso cuestiones de prejuicios involuntarios (por ejemplo racistas), que luego son corregidos con la razón y en el discurso.
Así, es posible entender al otro en la intersubjetividad y adivinar muy frecuentemente sus intenciones, pero también prejuzgar. Existen varios trabajos que muestran que el género femenino cuenta con mayores habilidades sociales; para intuir al otro, que el masculino.
Los procesos instintivos son muy complejos e intervienen muchas funciones que luego se pueden concientizar. Se puede mejorar con ejercicios y con el conocimiento de la actividad instintiva a perfeccionar. Científicamente se podría desglosar en muchas funciones y zonas del cerebro las que intervienen en cada uno de los talentos subconscientes.
Los animales también cuentan con este proceso; el que caza, adivina para donde ira su presa y la presa hará lo mismo, pero a la inversa. Quien lo haga lo mejor será quien sobreviva.
Lo intuitivo es un proceso automático, muchas veces útil para sobrevivir, pero que no puede trabajar sólo y sin el control racional; pues podría convertirse en muy peligroso. Ya que no es prudente evaluar toma de decisiones complejas sólo intuitivamente.
La intuición es una función clave a corto y largo plazo en la supervivencia del más apto. Pero además en las actividades cotidianas genera nuevas posibilidades, que son funcionales al éxito del sujeto en su medio.
Especial para BAE Negocios



*   Neurólogo cognitivo y doctor en Filosofía. Prof. titular UBA.   Conicet







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