martes, 19 de junio de 2018

'InfoBaires24': Macri con Lanata, una charla entre amigos


martes 19 de junio de 2018




Macri con Lanata, una charla entre amigos










El Presidente Macri optó por dar a conocer sus ideas que ya se conocen en el grupo "Clarín", en el programa de Jorge Lanata, obediente y concesivo. Señaló Macri que está conforme con el alto nivel del dólar, sin agregar novedad a su posición y sintetizó que "vamos por menos gradualismo".
Por         Alejandro C.  Tarruella




Sigue llamando gradualismo a tarifas que van de 300 por ciento de aumento a 800, 1.000 o lo que sea. Agregó, sin ironía, que "el gradualismo es el camino para cuidar a los más vulnerables, no veo otro camino. Ahora vamos por menos gradualismo, porque justamente deterioramos la confianza del mundo para acompañarnos en este proceso, que ellos empezaron a pensar que con algunos comportamientos podía ser parecido a 'te amago que voy a recomponerme, que voy a sacarme esta mochila de sobregasto, y después no hago nada'". Dijo que "el Banco Central fue perdiendo autoridad y confianza de esos mercados". Y aceptó que las metas de inflación son un error, cosa que ya sabía el conjunto de la sociedad.

Señaló sobre la inflación que "fue un exceso que se hizo el 16 de enero del primer año, una convicción que tuvo el ministro de Hacienda en aquel momento". Marcó así a Prat Gay y agregó que esa meta "fracasó porque los aumentos de tarifas impactaron mucho más, en el aumento del combustible las tarifas son en dólares…". Expresó que quiso evitar devaluar y al sufrirlo la sociedad, reconoce no explícitamente, que las políticas del Gobierno son un fracaso. La devaluación es una parte del mismo. "Debemos reconocer definitivamente que no podemos convivir con la inflación", repitió también ante un Lanata amistoso, suave y conciliador.

Agregó, sin ironía, que "el gradualismo es el camino para cuidar a los más vulnerables, no veo otro camino"


Ahora contra el peronismo

Una curiosidad, consistió en que no acusó al kirchnerismo sino que ahora, distanciado de Miguel Ángel Pichetto, fue contra el peronismo. "Cuando el peronismo vota la ley de tarifas, destruye el presupuesto que se había aprobado hace cinco meses". De todos modos miente, porque al cambiar las cifras del presupuesto su ministro de Economía al día siguiente de que fuera aprobado por el Parlamento, fue el Gobierno quien lo destruye, negando por otra parte autoridad al Congreso. Es sabido que Macri, como jefe de una empresa que es su porte actual, no cree en nada más que en sus órdenes. Que es lo que hizo realizar al cambiar la pauta en aquella ocasión.

Por otra parte, al definir el dólar el mercado financiero y no el Gobierno, deja ver que un episodio casi personal da las pautas. Esto sucede porque Luis Caputo, su amigo actual titular del Banco Central, define con ellos políticas de fuga de divisas. Los bancos manejan las reservas y el Gobierno cede su lugar, pero sus máximos funcionarios participan de las ganancias. Por eso sus frases no fueron nada más que un intento de alcanzar el objetivo de presentarlo ante la pantalla.

"La energía, la tasa de interés y la sequía nos pegaron muy mal", deslizó sin que hubiera en su afirmación nada nuevo, ni nada que pudiera atenuar la angustia de la población. Luego defendió el festín del dólar: "con este tipo de cambio van poder exportar más y poder exportar más es trabajo, que es lo importante". Procuró también despegar del festival económico que disfrutan las minorías y dijo "yo no estoy acá ni por la plata, ni por la fama ni por el poder". No es la plata, son las divisas, la fuga y las operaciones off shore.

Respecto al aumento de los servicios filosofó que "faltará un tercio para recomponer las tarifas"

Respecto de los cambios en su gabinete, sin revelar las presión internacional ante el desastre económico, social y financiero, Macri ensayó que "hay momentos en los que la gente cumple un ciclo, se desgasta, más allá de que haya hecho un trabajo maravilloso, en el caso de Cabrera, y de Aranguren, yo les estoy infinitamente agradecido. Pero hay un desgaste". Resumió que "a Aranguren le tocó la peor. Recomponer todo un sistema tarifario, un sistema que cada vez producía menos petróleo y menos gas y nos deja a los argentinos produciendo más petróleo y más gas y habiendo reconvertido o recuperado la mayor parte del sistema tarifario". Para la población no dice nada porque expone su propia interna, las razones de una movida que no tiene incidencia en el ánimo de la sociedad.


Palabras para la gilada

Sobre Dante Sica, ministro de la Producción que debutó alentando la corrida del dólar, expuso: "viene a darle una nueva fuerza a lo que veníamos haciendo". Respecto al aumento de los servicios filosofó que "faltará un tercio para recomponer las tarifas", con lo cual dejó en claro, no expresándose con claridad, que el jolgorio de las empresas sigue en pie contra la salud de la población. Y habló de magia para explicar por qué el FMI "nos viene a ayudar": "El mundo nos quiere acompañar. Eso es lo mágico de este momento". El Presidente, en este caso, optó por creer que frente a las pantallas hay millones de infradotados. Luego habló de una de sus principales preocupaciones, que no son las de la gente en general: "el año que viene ustedes decidirán. Que el dolor y la angustia no los haga dudar de que ésta es la elección".

El Presidente, en este caso, optó por creer que frente a las pantallas hay millones de infradotados

Hay una frase que resultó confusa en su exposición cuando habló de "la gente", que no se sabe bien a quién refiere pero cerró diciendo que el Gobierno y él como máxima autoridad, "estamos enfrentándolos". Lo dejó luego de reconocer, vaya delicadeza, que existe preocupación y angustia. Puede estimarse que el Presidente salió a conversar con el devaluado Lanata para confirmar que sigue en el cargo. Todo lo demás es casi una repetición de palabras y gestos para confirmar al pueblo que la paliza corporativo-financiera sigue en pie y que, con ellos, vienen días más graves.








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