viernes 23 de febrero de 2018
¡Sin filtros y sin infiltrados!
Las calles del centro de Buenos Aires se colmaron en la marcha contra el Gobierno, aunque el macrismo se adjudicó los méritos. "Está claro que somos el Gobierno que más gente ha dejado en la calle".
Marchó tanta gente que cuando Brasesco se puso a contar, hizo tantos puntitos rojos que se auto disparó por comunista.
Además, la marcha se desarrolló sin inconvenientes, o sea, los servicios de inteligencia también adhirieron al paro.
Se habla del nacimiento de un polo opositor contra las políticas del Gobierno. A comienzos del siglo pasado, Robert Peary trabajó durante 22 años para llegar al Polo Norte, a partir de ahora el segundo polo más buscado en la historia.
La marcha fue un rotundo NO a la política de ajuste. Pero a Macri Clarín le muestra todo al revés, así que el presidente leyó ON y lo entendió como un signo de apoyo, y además en inglés. Re chulo.
La marcha fue convocada por gremios de la CGT, las dos CTA y movimientos sociales, sectores que hasta hace poco tiempo tenían diferencias que parecían irreconciliables. ¿Ven cómo Cambiemos está cerrando la grieta?
Algunos hablan de 400 mil personas. Otros hablan de 250 mil. Darío Lopérfido sigue diciendo que fueron 8 mil y a Radio Mitre se le rompió el "cuentanegros" en los 120 mil.
Según la Policía Federal hubo mucho menos gente. Y eso es raro porque desde que asumió Macri, la Policía Federal siempre TIRA A MÁS.
Hugo Yasky aseguró que cada vez que los gremios salen a la calle el gobierno "corre presuroso en busca de un juez amigo" para intervenir sindicatos o inventar causas. Bonadío desmintió esto y dijo que no sería capaz de hacer que el Gobierno corra. Él va adonde lo llamen.
"Si quieren buscar ladrones les pasamos una dirección: Balcarce 50, es una casa rosada", dijo Yasky. Macri en su casa aceptó el desafío y empezó a tratar de adivinar: ¿es la casa de Luis? ¿es la casa de Nicky? ¡Tirá más pistas, más pistas!
Yasky afirmó que el 21 F va a quedar en la historia como el día de la unidad de los trabajadores y de los que no nos ponemos de rodillas ante un gobierno de patrones". Dicen que Diego Bossio no dijo ni sí ni no, pero pidió un almohadoncito porque le dolía la rótula.
Sergio Palazzo le pidió a Macri que se dedique a "gobernar para todos los argentinos y no solo para su clase, que es la que se lleva toda la renta nacional". El Gobierno desestimó esta acusación. Con todo lo que hacemos para que no haya más clases, éstos siguen hablando de clases. Cerramos escuelas, despedimos maestros… y estos siguen hablando de clases!
El principal orador fue Hugo Moyano, foco de una persecusión mediática por parte de los mismos medios que lo condenaban en 2011 pero lo elogiaban en 2015. Lo mataron, lo revivieron y ahora lo vuelven a matar. Clarín es el Pablo Escobar de los medios.
Antes de la marcha, varios trolls de Marcos Peña habían invadido las redes llamando a no marchar con Moyano porque "es un traidor". Todos nos dimos cuenta de que era una operación de falsa bandera porque empezaban los posteos diciendo "hemos resolvido no marchar":
Ahora el Gobierno parece un turista que va apurado por la ruta. No sabe qué hacer con los camioneros. Por el momento, recurre a los jueces cómplices: Ahora Moyano tiene más causas que la diabetes.
La Ctep, Barrios de Pie y la CCC fueron las organizaciones que más gente llevaron. El Gobierno les quiso meter infiltrados pero nadie en el Gabinete sabía el significado de las tres C y mandaron a los infiltrados al Centro Cultural de la Cooperación.
Después del discurso de Moyano la multitud se desconcentró sin inconvenientes. Como Macri cuando ve un culo. Se desconcentró sin inconvenientes.
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