14 de octubre de 2019
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de Alberto en el debate
Mientras el ganador de las 'PASO', Alberto Fernández, anunció una serie de medidas e hizo propuestas concretas, el presidente Mauricio Macri le echó la culpa de la deuda externa que contrajo al gobierno anterior y pidió que lo voten «porque queda mucho por hacer». Las definiciones de Alberto sobre Mercosur, aborto, Malvinas, hambre, consumo, deuda externa y educación. Y la crónica completa del debate, bloque por bloque.
Por SABRINA ROTH
En el primer debate presidencial obligatorio que se realizó este domingo en Santa Fe, Alberto Fernández desnudó las mentiras de Mauricio Macri y dio a conocer con solidez sus propuestas en las diferentes áreas que se abordaron. Un resumen sería:
- Profundizar la integración regional volviendo a fortalecer el Mercorsur.
- Promover la unidad latinoamericana y respetar el principio de no intervención en Venezuela.
- Revisar el acuerdo con la Unión Europea para garantizar que no perjudique a la industria nacional.
- Reclamar activamente la soberanía de Malvinas.
- Generar una mesa nacional para promover el consumo y combatir el hambre que incluya a trabajadores, Estado, el Campo y la industria.
- Generar dólares genuinos para poder pagar la deuda impulsando las exportaciones.
- impulsar políticas para lograr la igualdad de género
- Considerar los Derechos Humanos como un imperativo moral de la sociedad.
- Tender hacia la legalización del aborto.
- Combatir el desempleo joven de las mujeres, que son las más afectadas, con nuevas leyes.
- Crear un ministerio de la Mujer, Igualdad y Diversidad para ampliar derechos
- Fortalecer la educación pública, la ciencia y la tecnología con partidas presupuestarias adecuadas y mayor inversión.
- Garantizar la universidad pública y gratuita
El candidato de Juntos por el Cambio repitió el guión que utiliza en cada una de sus presentaciones del #SiSePuede, y aseguró que si le dan «la oportunidad de gobernar otro período» habrá un «mejor futuro para todos».
La necesidad de exponer a aquellos que llegan al poder a base de mentiras no es nueva en Fernández. “Vivimos en un estado de cosas donde los presidentes sostienen que si ellos dicen la verdad pierden las elecciones. Y tenemos un presidente que dice que ganó porque no contó lo que iba a hacer, porque si lo contaba no lo votaba nadie. Recuerdo ese instante con nitidez porque esa fue la idea con la que asumí la primera vez como Jefe de Gabinete de Ministros. Debíamos hacer aquello que habíamos prometido”, escribió Fernández en 2011 en su libro “Políticamente Incorrecto. Razones y pasiones de Néstor Kirchner”, un precedente del “Sinceramente” que le sugirió a Cristina que escribiera años más tarde. No se refería entonces a Mauricio Macri sino a Carlos Menem, porque daba cuenta de discusiones que tuvieron con Néstor Kirchner cuando decidieron formar un espacio propio que no traicionara las expectativas de aquellos a quienes querían representar.
En ese contexto, le preparó “una sorpresa” a Mauricio Macri que se conoció en la mañana del domingo. Daniel Scioli, que cuatro años atrás enfrentó al actual presidente en una situación similar, lo estaría observando desde la primera fila. Macri no sólo no cumplió con absolutamente ninguna de las promesas que realizó en aquel entonces, sino que además hizo todo lo contrario a lo que aseguró que iba a hacer. Scioli estuvo para recordarle esas mentiras, y Fernández para dar cuenta del desconocimiento que tiene el candidato de Juntos por el Cambio de los datos de su actual gestión. Utilizó sus 45 segundos de presentación para recordar: “Hace 4 años acá hubo otro debate. En ese debate alguien mintió mucho y otro dijo la verdad. El que mintió es el presidente. El que dijo la verdad es el que está en la primera fila de este salón”. “Vengo a decirles la verdad, a proponerles que juntos empecemos a pensar qué país queremos. Podemos hacerlo. Es otro desafío que tenemos como argentinos”, sostuvo.
Macri, sin salir de su discurso coacheado que repitió en cada uno de los actos que realizó en el marco de la gira #SiSePuede, sostuvo que durante los años de su gobierno se resolvieron problemas que los argentinos arrastran hace décadas. Quizá por falta de tiempo no llegó a especificar cuáles, pero pidió más tiempo para seguir “trabajando juntos” para resolver lo que no llegaron a solucionar.
En el bloque de relaciones internacionales los cruces estuvieron vinculados, como era previsible, con Venezuela, pero también con la “apertura al mundo”. Si bien Macri enfatizó en otra instancia del debate que está a favor de la pluralidad de voces y de la libertad, al hablar de Venezuela aseguró: “En esto no puede haber dobles discursos. O se está con la dictadura o se está con la democracia y la neutralidad es avalar la dictadura”. Sin embargo, Alberto Fernández sorprendió cuando le respondió. No por su posición, que la manifestó en varias oportunidades, sino porque advirtió que Macri podría estar preparando la ruptura de las relaciones con ese país para una posible intervención. “Venezuela tiene muchos problemas, y más problemas tienen los venezolanos que están dentro de ese país y los que han tenido que emigrar”, sostuvo Fernández. Y agregó: “Pero a diferencia del presidente yo quiero que los venezolanos resuelvan el problema. No quiero intervenir en Venezuela. El presidente tiene que decirlo: está preparando la ruptura de relaciones para poder intervenir. Espero presidente que ningún soldado argentino termine en tierra venezolana”, le advirtió.
Macri también repitió que cuando asumió el poder la Argentina estaba aislada del mundo. Y aseguró: “Por suerte en 2015 cambiamos y establecimos relaciones con muchísimos países, independientemente de su ideología. Personalmente me dediqué a trabar una relación de confianza con los lideres del mundo, que nos permitió presidir el G20. Además relanzamos el Mercosur, codo a codo con Brasil y recuperamos las relaciones dañadas con Uruguay y Paraguay. Todo esto lo hemos hecho con una única visión y objetivo: trabajo y mejor calidad de vida para los argentinos. Y nos fue muy bien”. Sin embargo Fernández le respondió: “La verdad es que las relaciones internacionales no son sacarse fotos con los líderes. Pasaron siete semestres, presidente, y no entró un centavo en la Argentina de inversiones de esas potencias. Lo que tenemos que hacer es hacer las cosas con seriedad, que es lo que intentamos. Relacionarnos de tal modo que la Argentina tenga provecho, no alcanzan con las fotos ni con un G-20”.
Los datos objetivos le dan la razón a Fernández. En términos estrictamente comerciales, la gestión de Macri no tuvo resultados positivos. En un informe editado por el Grupo de Trabajo Integración y Unidad Latinoamericana del Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (CLACSO), Julián Kan señaló que “si bien hubo un incremento de las exportaciones argentinas a Estados Unidos durante 2016, quizás como premio por el acercamiento, continuaron las disputas comerciales habituales, por ejemplo los limones. Con Trump se prohibió el ingreso de limones que un año después fue destrabado. No obstante, no tiene un impacto significativo para el comercio argentino ya que implica entre 30 y 50 millones de dólares. Por el contrario, sí hay incidencias en la exportación de Biodiesel que implican comercio por 1.200 millones de dólares y donde hubo trabas de parte Washington. También se lanzaron amenazas de aranceles en acero y aluminio, pero las negociaciones lograron frenarlo, a cambio de concesiones en importaciones de cerdo a Estados Unidos. Se logró la vuelta de la exportación de carnes argentinas pero ésta se venía ordenando desde hace años mediante un reclamo ganado en la OMC por el gobierno anterior. El comercio exterior profundizó el déficit de la balanza comercial. La suba de las exportaciones (objetivo de la nueva etapa) entre 2016 y fines de 2018 fue escasa, si se tiene en cuenta la devaluación y la quita de retenciones a las exportaciones agropecuarias. Hubo una suba de las importaciones (productos industriales, autopartes y vehículos, bienes de capital y combustible), producto de la baja de aranceles y la quita de licencias no automáticas. El déficit de la balanza comercial es notable en todo el período 2016 tuvo algo de superávit, 2.124 millones de dólares, mientras que 2017 tuvo déficit de 8.471 millones de dólares y 2018 de 3.800 millones de dólares. Recién en septiembre de 2018 hubo superávit luego de 20 meses, producto de la devaluación de agosto que trajo una fuerte caída de las importaciones, no obstante la tendencia al déficit continúa. Los intercambios comerciales interanuales comparados entre 2017 y 2018 señalan la crisis del comercio exterior argentino: en septiembre un 13% inferior, en octubre un 9,5% inferior, en noviembre un 10 % inferior, en diciembre un 7,5% inferior, manteniendo los principales destinos de las exportaciones se mantuvieron sin grandes alteraciones”, escribió Kan.
Si bien para Fernández la globalización obliga a entablar relaciones con los diferentes países, sostiene que el vínculo no debe hacerse poniendo a la Argentina de rodillas y que la política exterior se debe centrar en América Latina y en potenciar el Mercosur. “Desde ese lugar, podemos discutir muy bien con la Unión Europea cómo llegar a un acuerdo. Yo no conozco bien de qué se trata ese acuerdo porque nunca nos hicieron saber como es la letra chica. Es más, veo que Francia, Austria, Irlanda están diciendo que no lo van a aprobar. Yo no le tengo miedo a la apertura. Lo que no voy a permitir es que la apertura se lleve puesta a las industrias y al trabajo argentino”, aseguró el candidato del Frente de Todos.
Otro de los cruces se dio en bloque de economía y finanzas. También previsible, Macri volvió a repetir que “Argentina hace décadas que tiene una economía desordenada que no crece, no genera empleo y no puede reducir la pobreza. Hace 80 años que estamos obsesionados con el dólar, 80 años con una inflación promedio superior al 60%, 77 de los últimos 100 años hemos tenido déficit en el Estado y la pobreza promedio de los últimos 30 años ha sido el 36%”. Macri incorpora la palabra “promedio” para que se diluyan los diferentes procesos históricos. Pero lo cierto es que todas las afirmaciones son falsas. Según datos del INDEC, el PBI creció un 8.8 % en 2003, 9 % en 2004, 9.2 % en 2005, 8.5 % en 2006, 8.7 % en 2007, 6.8 % en 2008, 9.2 % en 2010, y 8.9 % en 2011, por mencionar algunos datos de los años más recientes. La pobreza que en 2003 era del 57,8%, en 2015 alcanzó según la UCA el 29%. Es decir que durante los años kirchneristas se redujo en alrededor de 28 puntos. Respecto a la inflación, si bien es cierto que los argentinos sufrimos períodos de hiper, también es verdad que entre 1993 a 2012 el índice fue de un solo dígito, con períodos incluso de tendencia negativa. Y si bien a partir de 2013 comenzó a crecer, en la era Macri se duplicó hasta llegar en la actualidad a una inflación interanual del 54,5 %, nivel que no se vivía desde 1991.
Alberto Fernández explicó: “Un lugar donde el gobierno de Macri fracasó rotundamente es en la economía. Nunca entendió cómo funciona esto. Creyó que para combatir la inflación lo que tenía que hacer era atacar el consumo, entonces impidió a los bancos dar créditos y le saco a los que viven de un salario dinero de sus bolsillos. Lo hizo con los que trabajan y lo hizo con los jubilados. ¿Qué causó? La Argentina es un país que consume el 70% de lo que produce. Cuando uno afecta el consumo, afecta directamente a la producción. Cuando afecta la producción, afecta el desempleo. Cuando afecta el desempleo, genera pobres. Entérese presidente, usted cuando termine el mandato va a haber dejado 5 millones de nuevos pobres. Gente que estaba en la clase media y hoy está hundiéndose en la pobreza”.
La deuda externa también fue otro punto en el que ambos candidatos discutieron. Mientras Macri aseguró que 2 de cada 3 pesos que tomó de deuda fue para pagar la que adquirió el gobierno anterior y aseguró que en el gobierno kirchnerista la deuda creció un 38%, Fernández le recordó que en diciembre de 2015 la deuda representaba el 28% del PBI y actualmente es del 100%. Si bien desde el portal Chequeado.com aseguraron que la afirmación de Fernández era exagerada, al final del artículo explicaron: “La consultora LCG, creada por Martín Lousteau y Gastón Rossi estima una deuda cercana al 85% con los datos de fines de agosto y proyecta una deuda aproximadamente del 93% para fin de año. El Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (de ATE Capital) calcula con los datos de fines de agosto que la deuda pública total se ubica en torno al 96%. Elypsis, fundada por Eduardo Levy Yeyati, por su parte, estima una deuda cercana al 92% a fin de año. Y la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel -ex funcionario durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando De la Rúa-, estima que para fin de año rondaría el 100%”. Pero, en relación a las afirmaciones respecto a la deuda enunciadas por Macri, el portal las calificó como falsas. “La deuda como porcentaje del PBI cayó durante los 12 años de mandatos kirchneristas. Y si se consideran los dos de Fernández de Kirchner, bajó 10 puntos. Durante la gestión de Cambiemos, la deuda sobre el PBI aumentó”.
Además Fernández sostuvo que de los 39 mil millones de dólares que desembolsó el FMI, 30 mil millones se fugaron. “Se los llevaron sus amigos presidente. Algun dia le va a tener que explicar a la Argentina donde se fueron esos dólares. Esos dólares no están en puentes ni en viviendas, se los llevaron sus amigos, presidente. Es hora de que deje de mentir”.
Y en relación a las propuestas, el candidato del Frente de Todos afirmó: “Lo primero que tenemos que hacer es generar consumo para que la economía vuelva a funcionar. Lo segundo es ayudar a que las exportaciones crezcan porque necesitamos dólares, dólares para pagar la deuda y dólares para tener insumos y seguir produciendo. Y después tenemos que acordar cómo hacerlo y vamos a terminar con la política de la imposición y vamos a proponer la política del consenso. Por eso propongo que nos sentemos en una mesa los industriales, el campo, los que trabajan y el Estado y, entre todos, diseñemos qué país queremos construir. Ante cada problema tenemos muchas alternativas. Yo no soy un dogmático. Van a ver en mí decisiones ortodoxas y otras heterodoxas. Lo que nunca van a ver es que haga algo en contra de los que producen y los que trabajan”.
En el segmento Derechos Humanos, Diversidad y Género, Macri no pudo evitar mentir otra vez. Recurrió, como suele hacer, a frases vagas, de conceptos muy amplios pero que tampoco se condicen con la realidad. Después de casi cuatro años de persecusión política –inaugurada con la prisón arbitraria de Milagro Sala–, de impulsar una política de seguridad que autoriza a matar por la espalda y que estigmatiza a los sectores más vulnerables, de criminalización a la protesta social, de detenciones a personas que por redes sociales insultaron al Presidente -incluso detuvieron a una mujer con discapacidad mental-, de privación de la libertad de los dueños de un canal que no se ajustó al discurso hegemónico y de extorsiones a otros empresarios de medios, Macri aseguró: “me hace feliz ser presidente de un país donde se vive en libertad, respetándonos unos a otros, un país plural, diverso que hacemos eje en la diversidad, esta en nuestro ADN. Siempre he cuidado la libertad y la seguiré cuidando porque creo en la libertad. No concibo una sociedad sin pluralidad de ideas ni forma de vida aunque sea distintas a las que uno cree. Siempre he gobernado para todos y siempre defenderé los derechos de todos”. También habló de su política a favor de la igualdad de género cuando vació todos los programas en la materia y asignó un presupuesto de 11 pesos por persona al Instituto Nacional de la Mujer.
Alberto Fernández propuso la creación de un Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la Diversidad, fomentar políticas para terminar con la desigualdad entre hombres y mujeres y habló de la necesidad de legalizar el aborto. “En Argentina los abortos ocurren y seguir castigándolos lo único que hace es criminalizar la conducta y hacer que todo se vuelva clandestino. Hay que tender a la legalización, porque de esa manera les vamos a dar oportunidades a las mujeres pobres que hagan su aborto en condiciones de ascepcia como lo hacen las mujeres ricas en los grandes sanatorios. Les pido que terminemos con la hipocresía”.
Y también sostuvo: “Acá hay gente que piensa que los derechos humanos son un curro y otros que piensan que el genocidio no existió. Nosotros para investigar el pasado dejamos todo ese proceso de busqueda de la verdad en manos de los jueces. Los jueces son los que dirimieron cuál es la verdad y cargaron las responsabilidades que en cada caso correspondieron a los culpables. La busqueda de verdad no puede ser más que un imperativo moral de la sociedad argentina”.
El último bloque fue el de salud y educación y una vez más se confrontó la mentira con la realidad. Macri repitió los latiguillos marketineros que le escribe Durán Barba. “Emprendimos una revolución en la educación desde el primer día de gobierno. Llevamos internet a 5 millones de alumnos y pusimos robótica y programación desde el jardín de infantes. Es uno de los cinco presupuestos que mas creció en nuestro gobierno: ciencia y tecnología. Y los invitaría a los candidatos a ver los proyectos que hay que son impresionantes”, sostuvo Macri. Y Fernández le replicó: “Pensé que íbamos a hablar en serio, pero el presidente sigue diciendo disparates. El presidente no lo sabe pero el presupuesto educativo de 2015 a hoy cayó un 40%. En ciencia y tecnología, un 43%. Si tanto ve usted ahí el futuro, apueste un poco más. Solo dice, pero no hace”. Y dio cuenta del lugar que ocupará en su gestión: “Si algo nos hizo distintos es la educación pública. Fuimos distintos en el mundo porque nuestros chicos pudieron aprender y porque las universidades, el día que fueron gratuitas, se llenaron de hijos de trabajadores. Tenemos al rector de la UBA primera generacion universitaria de una familia que trabaja. Le voy a prestar mucha atención a la educación, la ciencia y la tecnología porque creo que ahí está el futuro. Las mejores sociedades son las que han desarrollado el conocimiento, y para eso tenemos que darles oportunidades a todos”.
En relación con la salud, Fernández también le cuestionó a Macri que eliminó el ministerio, que redujo el presupuesto en un 23%, que los hospitales, los insumos y las vacunas están en crisis y que aparecieron enfermedades que se habían logrado extinguir.
Resta ahora una semana para que los candidatos se preparen para el próximo debate que se realizará en la Facultad de Derecho. Los temas que se abordarán en ese segundo encuentro serán seguridad, empleo, producción e infraestructura, federalismo, calidad institucional y rol del Estado, desarrollo social, ambiente y vivienda. Será cuestión de esperar para saber si Macri continuará mintiendo o se hará eco de sus palabras cuando sostuvo que “hay que decir la verdad”.
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