Todos los presidentes de la Argentina estudiaron en la educación pública.
Bueno, casi todos...
Todos menos uno.
Ese que habla de puertos en Santiago del Estero;
llama salidenses a los saladillenses;
no sabe leer de corrido ni puede armar un argumento de mas de tres palabras si alguien no se lo escribe antes;
ese que necesita un "asistente" para que le sople en medio de una entrevista;
que no conoce el haber jubilatorio mínimo;
que ni siquiera es capaz de estimarlo teniendo en cuenta, qué se yo, el salario mínimo y vital;
que confunde mampostería con repostería;
que desconoce la Constitución Nacional de principio a fin;
que su nivel de desconocimiento sobre la historia llega al punto de suponer angustia en los libertadores;
que confunde federal con federalismo, etc...
Ese, el que escribe su paso como el peor presidente de la historia argentina, ese, fue a una escuela privada.
Pero se compadece de los que "tienen que CAER en la escuela pública".
Ya no hay calificativos...
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