miércoles 05 de julio de 2017
EL PAÍS
Los docentes bonaerenses aceptaron la oferta que realizó Vidal tras meses de negarles una recomposición salarial.
"Con voluntad, el Gobierno hubiera evitado el conflicto"
Los maestros, que cobrarán un incremento del 27,4 por ciento, responsabilizaron al Gobierno por la prolongación del conflicto.
"El dinero estaba desde el primer día. Se quiso imponer una pauta salarial a la baja", dijo Roberto Baradel, secretario general del Suteba.
Con críticas a la gobernación de María Eugenia Vidal por haber estirado "innecesariamente" el conflicto, los docentes bonaerenses aceptaron la oferta mejorada de la provincia, que llevó la exigua propuesta del 17 por ciento – planteada como máximo posible en el inicio de las clases – a un 24 por ciento consolidado, más 3 puntos en concepto de recomposición por lo perdido en 2016, más dos sumas fijas de 800 pesos por materiales didácticos. Los maestros cobrarán así un 27,4 por ciento de mejora en sus sueldos de bolsillo, rompiendo el tope que la gobernadora, siguiendo las instrucciones de la Casa Rosada, intentó imponer durante 5 meses.
La aceptación fue dada a conocer por los seis gremios del Frente de Unidad Docente, tras realizar una ronda de consultas a sus bases. El titular del Suteba, Roberto Baradel, dijo que aunque la cifra no llega al 35 por ciento que reclamaban, "quedó claro que el gobierno tenía el dinero para hacer una propuesta salarial diferente".
"Lamentablemente, no existió de parte del Ejecutivo bonaerense voluntad de diálogo ni de negociación. La gobernadora decía que no había un peso más, ¿por qué ahora está el dinero? El dinero estaba desde el primer día. Se quiso imponer una pauta salarial a la baja. El Gobierno no quería discutir la recuperación del poder adquisitivo del año pasado, y ahora lo tuvo que discutir", dijo Baradel. "El Gobierno intentó meterse en la interna del sindicato, y le fue muy mal; intentó fracturar el frente de unidad docente, y le fue mal porque seguimos unidos. Confrontó con los docentes porque su decisión era imponer una pauta a la baja, y no lo logró, porque no lo aceptamos. Ahora empezó a correr el tiempo electoral." – agregó – "Entre que no cedimos y que se acercan las elecciones cambiaron la estrategia. Estaba convencido de que la plata estaba", planteó el titular del Suteba.
"Nosotros hubiésemos preferido una propuesta mejorada de la que han planteado pero sabemos que no han convocado a la paritaria nacional y eso es una dificultad importante", siguió. "Vamos a seguir discutiendo para que convoquen a la paritaria nacional, tenemos que modificar el tema de los básicos docentes, queremos discutir el tema de infraestructura, cargos docentes, formación y actualización docente, educación pública de calidad, condiciones laborales, todo esto queremos discutir con el gobierno."
Medio año
El acuerdo cierra un conflicto que atravesó medio año de clases, con una ofensiva del macrismo sobre las organizaciones gremiales que sólo parece haber frenado el inicio de la campaña electoral, con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, como principal candidato de Cambiemos.
En el camino quedó un repertorio de medidas antisindicales inédito desde la recuperación democrática: la amenaza de contratar suplentes para reemplazar a los docentes que adhirieran a los paros, el pago de un plus a los que no se sumaron al plan de lucha, el pedido de quite de la personería del Suteba por desconocer la conciliación obligatoria, una intensa campaña de deslegitimación contra los dirigentes gremiales – centrada en la figura de Baradel – el envío de policías a escuelas del conurbano a pedir las listas de los huelguistas, los descuentos por los días no trabajados.
"El conflicto se pudo haber arreglado mucho tiempo antes, sin necesidad de llegar a todo lo que hemos pasado en estos cinco meses", coincidió Mirta Petrocini, dirigente de la Federación de Educadores Bonaerenses.
Inflexión
Trasladados a los sueldos, los porcentajes acordados implican que un maestro que recién se inicia – que hoy cobra 9800 pesos – a partir de octubre ganará 12.150 pesos. La cláusula gatillo de aumento por inflación compromete al Ejecutivo provincial a recomponer los salarios en el caso de que el Indec registre una suba de los precios anual superior al 21,5 por ciento.
Según el cálculo que hacen en la provincia, el salario promedio pasará, a su vez, de 19.200 a 23.322 pesos.
Acompañada por su ministro de Economía, Hernán Lacunza, y el titular de Educación, Alejandro Finocchiaro, Vidal habló del acuerdo en una conferencia de prensa. La gobernadora buscó instalar la lectura de que su administración logró cambiar la lógica de la negociación paritaria docente, domando a los gremios.
"Esto no es una paritaria más, es una paritaria que marcó un punto de inflexión en la manera como nos vinculamos por la educación pública", sostuvo. "Por primera vez en muchos años entendimos que teníamos que ponernos de acuerdo con los chicos en las aulas". Vidal aludió así a la decisión de reemplazar los paros por medidas alternativas tomada por los gremios en abril, después de hacer una encuesta en las escuelas de toda la provincia (luego hubo una nueva huelga en junio, como respuesta a los descuentos masivos de los días de paro).
"En las paritarias anteriores –continuó Vidal– los acuerdos llegaban antes de que empezaran las clases, por presión, o producto de los paros. Esta paritaria no es el resultado de los paros: se logró dialogando y con los chicos en las aulas." El discurso se enfocó así en establecer la idea de que se había logrado doblarles la mano a los gremios.
Tiempo de descuentos
El descuento de los días de paro como medida disciplinadora ya venía siendo ensayada en otros distritos los años anteriores –la avanzada más dura fue en Mendoza, donde la provincia ató una parte del sueldo al presentismo–. En el caso bonaerense, la gobernación fue inflexible y no devolverá lo descontado.
¿Por qué Vidal no apeló a fijar un aumento menor por decreto? Para Petrocini, porque la experiencia muestra que el decreto no termina el conflicto. "Ya hemos pasado por eso de los decretos en años anteriores, cuando gobernaba (Daniel) Scioli. A pesar de su firma, la lucha continuó y a mediados de año debió reabrir la discusión". La dirigente rechazó que, como sostiene el PRO, los paros no hayan servido para mejorar la situación de los docentes: "En todos estos años de lucha fue al contrario: excepto en raras excepciones como el año pasado, todo lo que hemos obtenido fue a través de luchas muy intensas".
El acuerdo estableció, finalmente, que la negociación de la paritaria del 2018 comience en noviembre de este año. El Frente de Unidad pidió que continúen reuniéndose las comisiones que tratan temas no salariales, para dar respuesta a los problemas como los infraestructura edilicia, comedores escolares y la cobertura de los cargos vacantes.
Quedó abierta una discusión sobre cómo recuperar los 17 días de clase perdidos. La gobernadora insistió en esas jornadas "se van a recuperar".
Finocchiaro, como titular de Educación, firmó el 18 de mayo la resolución 1131, en la que estableció mecanismos para que las escuelas recuperen los días de paro. Allí indicó que las que hayan perdido entre uno y cinco días los recuperarán en la primera semana de las vacaciones de invierno – del 17 al 21 de este mes – y que otras deberán sumar horas en las jornadas previstas como institucionales. Desde los sindicatos aseguran que esto es inviable y que la recuperación se hará sin modificar el calendario lectivo.
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