lunes 03 de julio de 2017
Cómo se reprograma el cerebro
Hace muy poco tiempo un grupo del Instituto Gladstone de San Francisco consiguió generar células de una estirpe neuronal medular que servirá para regenerar a las mismas en lesiones medulares, pudiendo realizarse una regeneración y, a futuro, un perspectiva de rehabilitación del sistema motor, antes impensado. Este tipo de trabajos también se desarrollan actualmente en la Argentina. En un proyecto translacional (de laboratorio a la clínica) sobre la enfermedad de Alzheimer en el que participó nuestro equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires se integraron pacientes con características especiales, como mutaciones genéticas (enfermedad familiar presenil).
También se estudiaron genes de riesgo para Alzheimer esporádico (senil) o por el contrario genes de protección, que también existen. Es decir sujetos que llegaron a la ancianidad con un cerebro con muy buena función. Todas estas personas fueron estudiadas con reprogramación celular desde sus fibroblastos. Los mismos fueron convertidos a neuronas y a partir de esos resultados se estudia su evolución y respuesta a diferentes tratamientos.
Deparando un futuro lleno de posibilidades positivas, pero que deben ser encaminadas correctamente.
* Profesor titular Facultad de Medicina, UBA. Fundación Humanas. Conicet
La búsqueda de más avances. Las células reprogramadas pueden ser corregidas en el caso de tener genes patológicos.
Por Luis Ignacio Brusco *
Existe la idea, no tan utópica, de renovar el cerebro cuyas neuronas en general no se reproducen. Si se pudiera estaríamos a punto de pensar futuro en una factible prolongación indeterminada de la vida. Hace años el científico japonés Shinya Yamanaka de la Universidad de Kioto revolucionó la medicina. Fue a un congreso de Células Madres (stem cells) y planteó que desde una célula muy simple y diferenciada como una célula de la piel (fibroblasto) se podía generar una célula madre pluripotencial.
La comunidad científica se mostró azorada e incrédula ante tal proyecto, pues permitiría muy fácilmente proponer el reemplazo de tejidos de la misma persona; así como otras cuestiones complejas como evaluar medicamentos en tejidos con diferentes enfermedades. Se plantea así la necesidad de un análisis bioético en esta producción de tejidos propios y su consecuencia: la producción de tejidos humanos y la posibilidad de trasplantes autólogos (a diferencia de los actuales que son heterólogos). Se genere además la idea (no tan loca) de guardar ADN o tejidos de piel para poder clonarlos. El cual podría ser conservado por mucho tiempo.
La realidad es que este científico consiguió hacer lo que proponía y entonces se le otorgó el premio Nobel en muy poco tiempo (algo inusual para este premio). Abriendo un capítulo nuevo de la medicina, pensando en desarrollar tejidos con apenas una célula de la piel. Este proyecto podrá en un futuro no muy lejano crear órganos 3D y permitirá generar células de reemplazo, como en el caso de lesiones. Producir entonces células modificadas del mismo sujeto o generar células enfermas para estudiar los mecanismos de una enfermedad (fisiopatología) y el posible tratamiento de las mismas.
La realidad es que este científico consiguió hacer lo que proponía y entonces se le otorgó el premio Nobel en muy poco tiempo (algo inusual para este premio). Abriendo un capítulo nuevo de la medicina, pensando en desarrollar tejidos con apenas una célula de la piel. Este proyecto podrá en un futuro no muy lejano crear órganos 3D y permitirá generar células de reemplazo, como en el caso de lesiones. Producir entonces células modificadas del mismo sujeto o generar células enfermas para estudiar los mecanismos de una enfermedad (fisiopatología) y el posible tratamiento de las mismas.
Hace muy poco tiempo un grupo del Instituto Gladstone de San Francisco consiguió generar células de una estirpe neuronal medular que servirá para regenerar a las mismas en lesiones medulares, pudiendo realizarse una regeneración y, a futuro, un perspectiva de rehabilitación del sistema motor, antes impensado. Este tipo de trabajos también se desarrollan actualmente en la Argentina. En un proyecto translacional (de laboratorio a la clínica) sobre la enfermedad de Alzheimer en el que participó nuestro equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires se integraron pacientes con características especiales, como mutaciones genéticas (enfermedad familiar presenil).
También se estudiaron genes de riesgo para Alzheimer esporádico (senil) o por el contrario genes de protección, que también existen. Es decir sujetos que llegaron a la ancianidad con un cerebro con muy buena función. Todas estas personas fueron estudiadas con reprogramación celular desde sus fibroblastos. Los mismos fueron convertidos a neuronas y a partir de esos resultados se estudia su evolución y respuesta a diferentes tratamientos.
Las células reprogramadas pueden ser corregidas en el caso de tener genes patológicos. A partir del estudio de genoma humano se va caracterizando genes patológicos directos o genes de riesgo. Todos los anteriores pueden ser cambiados por genes buenos con otra técnica revolucionaria llamada CRISPR; una especie de bisturí molecular que permite unos cambiar genes por otros. En un futuro bastante cercano se podrán generar órganos de la misma persona (autólogos), pero corregidos. Y poder trasplantarlos; disminuyendo el riesgo de un rechazo. Ya que sería genéticamente igual al del receptor, pero además corregiendo su enfermedad o la predisposición a las misma.
Actualmente se han creado micro-órganos como por ejemplo minihígados o miniriñones. Inclusos desde células básicas se han diferenciado neuronas cerebrales produciendo
Actualmente se han creado micro-órganos como por ejemplo minihígados o miniriñones. Inclusos desde células básicas se han diferenciado neuronas cerebrales produciendo
mini-cerebros (cerebroides), aun sin proponérselo. Como se comprenderá, estos estudios y propuestas deben tener una gran supervisión bioética y ser regulados a partir de ello. Estos avances de la medicina realmente revolucionan las posibilidades terapéuticas; siendo quizá parangonable a la revolución informática tecnológica que actualmente vivimos.
Deparando un futuro lleno de posibilidades positivas, pero que deben ser encaminadas correctamente.
* Profesor titular Facultad de Medicina, UBA. Fundación Humanas. Conicet
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