martes, 22 de mayo de 2018

'NUESTRA VOCES': Neoliberalismo y Posfascismo


martes 22 de mayo de 2018





Neoliberalismo y Posfascismo










A la lista de figuras emergentes en el tiempo del neoliberalismo, debemos agregar el nuevo tipo de sacrificio colectivo sin causa alguna, sólo provocado por exigencias financieras. Pero el neoliberalismo sólo dispone de una administración económica represiva y no dispone de ninguna capacidad para articular Pueblo, Nación y Estado. De allí sus inevitables apelaciones al surgimiento de una identidad xenófoba y racista para darle un nuevo contenido a la Nación.
                                                              Por               *


Los distintos estudiosos del neoliberalismo consideran, bajo distintos ángulos teóricos, que el mismo constituye un nuevo tipo de "racionalidad" o fundamento que se va tornando incompatible con las tradiciones liberales modernas. Su característica más notable es la transformación del ser hablante, mortal y sexuado en un ente solo considerado como "capital humano", el que imperativamente debe tender hacia su autovaloración permanente e ilimitada. Esto ha implicado la aparición de nuevas figuras históricas en el escenario de la vida social: el "consumidor consumido", "el empresario de sí mismo", "el deudor permanente de su propia vida", la lógica del "ganador-perdedor" en todos los pliegos más íntimos del vínculo social, la "vida matable", sin luto y sin duelo. A esta resumida lista de figuras contemporáneas emergentes en el tiempo del neoliberalismo, debemos agregar el nuevo tipo de sacrificio colectivo sin causa alguna, sólo provocado por exigencias financieras.
En este escenario general, donde la subjetividad deviene "capital humano" todos los pactos, procedimientos, contratos institucionales, que constituyeron a la democracia moderna ingresan aceleradamente en un proceso de licuefacción. Reduciendo a la democracia y sus instituciones a puros simulacros que progresivamente van perdiendo su eficacia simbólica. En este caso el famoso "Estado de excepción" no procede desde una fuerza exterior que interrumpe las garantías constitucionales.
Evocando una metáfora precisa de Wendy Brown, "el neoliberalismo se asemeja más a una termita que a un león". Su corrosión comienza por el interior de la estructura del edificio y con la constancia, velocidad y la eficacia de un dispositivo que ya no necesita siquiera de políticos competentes o dotados de noción de Estado o perspectivas históricas.

Los frentes antineoliberales que se resquebrajaron en Argentina y Brasil, primero, y en Ecuador ahora. Es hora de volver a reflexionar sobre los criterios de las alianzas. Alianza con quién, significa alianza para qué. Conforme hacia donde se quiere ir, se definen las compañías. Publicado en Público Los recientes reveses de la izquierda latinoamericana han … Sigue leyendoTodos contra el neoliberalismo


Por lo mismo nadie se reconoce como "neoliberal", todo el mundo es un demócrata que cumple con la obligación de construir un círculo inmunitario frente al hecho maldito del "populismo".
Sin duda esta es una cuestión también filosófica, todos los proyectos de la modernidad que relacionaban la experiencia de la verdad como una transformación de si y a la vez con una transformación colectiva entran en un severo colapso. Lo que vuelve a esas grandes apuestas teóricas y éticas en búsquedas tan necesarias y urgentes como también inciertas.
¿El Capital humano en el que deviene la subjetividad contemporánea es asignable a algún género? Indudablemente en el estrago general de un mundo sólo sujeto a la financiarización, la mujeres padecen la peor parte por su singular lugar de vulnerabilidad histórica. Pero a la vez hay que admitir que el Capital no se sostiene en ninguna significación fija ni estable y por tanto carece de género. Su eficacia como dominación se produce precisamente en esta carencia de significación estable. Por lo mismo puede integrar a todas las semánticas políticas de forma mutante y desplazada a la constante reproducción de sus intereses de rentabilidad. Es la diferencia clave con respecto al Amo moderno que va perdiendo su consistencia.

El neoliberalismo necesita de la fragmentación subjetiva en las víctimas a la vez que del carácter perverso que apunta a la vulneración de la subjetividad individual y colectiva. El macrismo encarna la figura del cinismo perverso dotado de una enorme capacidad de poder para realizar ese destructivo ataque sobre la subjetividad. Publicado en la Tecl@ … Sigue leyendoNeoliberalismo: lo imperceptible en la subjetividad


Esto constituye un grave problema actual para aquellas elaboraciones discursivas que aún se

proponen construir un esbozo de una lógica política de la Emancipación. Porque indudablemente 

deben tarde o temprano pasar de una lógica de la resistencia a una propuesta afirmativa de proyecto 

futuro.  Cuestión sumamente espinosa en un período de la historia donde el porvenir se muestra con 

las señales del Apocalipsis. Incluso por difícil que sea la tarea, la cuestión de una nueva 

Internacional  de una izquierda popular se impone como tal.

En la complejidad de semejante panorama, donde el capitalismo en su mutación neoliberal posfascista no tiene contradicciones que de modo inmanente lo conduzcan a su final, resta sólo una brecha que los proyectos nacionales, populares y emancipadores deben tener en cuenta: el neoliberalismo en la heterogeneidad cambiante de sus formas sólo dispone de una administración económica represiva, para lo que sus representantes definen como "gobernanza". Dicho de otro modo, no dispone de ninguna capacidad para articular Pueblo, Nación y Estado. De allí sus inevitables apelaciones al surgimiento de una identidad xenófoba y racista para darle un nuevo contenido a la Nación. Por tanto carece de legitimidad para construir un gobierno democrático. De esta brecha y sus posibles derivas políticas, depende el futuro de la condición humana.

*    Psicoanalista







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