sábado 22 de setiembre de 2018
Falso como hamaca paraguaya hecha en Taiwán
Según Macri los problemas que hay ahora son producto de 70 años de decadencia y no de su gestión. Recibió un país desendeudado, sí. Pero también recibió un país con peronismo. Ahí está el problema. Y además es más o menos lo mismo que dice siempre la derecha liberal: la culpa es del peronismo. Para el gorila, echarle la culpa al peronismo funciona para todo. Déficit fiscal, disfunción eréctil, eliminación temprana en un Mundial de Fútbol…
Macri dice que la decadencia argentina comenzó hace 70 años pero ese argumento es más falso que aportante de Cambiemos.
Hace 70 años estábamos en la década del '40, aunque es imposible saber qué imagina Macri cuando habla de 70 años, ya que saludó a los habitantes de Ingeniero Jacobacci por el cumpleaños 102 de la ciudad y les pidió que lo inviten "cuando cumplan 200 años". Sí: Gobierna como saca cuentas. Gobierna como baila. Gobierna como lee.
Lo cierto es que entre los '40 y los '70 el salario real creció. El salario real es lo que cobrás realmente y no lo que María Eugenia Vidal en campaña promete que vas a cobrar.
Lo que cobrás es lo que te pagan, no lo que te pegan. Aunque hay una relación inversamente proporcional entre ambos: mientras menos te pagan, más te pegan.
La educación, la cultura y la vivienda también mejoraron en Argentina hasta mediados de los '70. La decadencia verdadera se inició con la dictadura militar. O sea que si la política fuera el rock nacional, hay que avisarle a Macri que toca la trompeta en la banda de Cucho, o sea en Los Auténticos Decadentes.
La derecha cansa con el tema del déficit de las cuentas públicas y lo usa como excusa de ajuste con la misma frecuencia con la que Luis Majul demuestra ser un pelmazo. Según la derecha el gasto público siempre es excesivo, pero nunca en la historia el ajuste del gasto público devino en algún tipo de beneficio o ahorro para la Patria. El recorte del gasto público siempre es a beneficio de fortunas privadas. Lo que el Estado no gasta es como el hit de Astor Piazzola: fuga y misterio.
El déficit de las cuentas públicas sirve de excusa ahora para que el FMI exija condiciones severísimas sobre su préstamo y Macri dice que gracias a esas condiciones saldremos de 70 años de decadencia. Querer salir de la decadencia gracias al FMI es como querer salir de las drogas gracias a Ritondo.
Dice Macri que el acuerdo con el FMI nos va a dar más tranquilidad. También dice que él en lo que más trabaja es en estar tranquilo, porque si se pone loco nos puede hacer mucho daño. Yo le creo: es el presidente que más vacaciones se ha tomado en la historia nacional. Claramente en lo que más trabaja es en estar tranquilo.
El problema es que la tranquilidad de Macri y el FMI es la preocupación de los argentinos. Los ricos nunca están tranquilos CON TODOS. La tranquilidad del rico está en la soledad y, generalmente, en cagarse en los demás. Por ejemplo: ¿no era mucho más lindo el país en el que Clarín no estaba tan tranquilo, y estaba más bien "nerviosho"?
Según Macri los problemas que hay ahora son producto de 70 años de decadencia y no de su gestión. Recibió un país desendeudado, sí. Pero también recibió un país con peronismo. Ahí está el problema.
La explicación de Macri es al mismo tiempo cómoda y falsa, como hamaca paraguaya hecha en Taiwán. Y además es más o menos lo mismo que dice siempre la derecha liberal: la culpa es del peronismo. Para el gorila, echarle la culpa al peronismo funciona para todo. Déficit fiscal, disfunción eréctil, eliminación temprana en un Mundial de Fútbol… El Peronismo es el "disculpame, estaba borracho, no era yo" de la Derecha.
Predijeron una lluvia de inversiones pero fue una catarata de préstamos. La Garganta del diablo, pero de deudas. Y es una garganta profunda. Muy profunda. Y ¿viste la imagen que se viene a la cabeza cuando alguien dice garganta profunda? Bueno, en esa imagen, Argentina no ocupa el mejor de los lugares.
Ahora somos uno de los países más deudores del mundo. Debemos tanta plata que la lluvia de inversiones al final será sólo una lluvia de intimaciones. Argentina debe tanta plata que hay fondos buitres revisando la publicidad de campaña de Stolbizer y Alfonsín en 2015 para analizar si piden el remate de Argen o de Tina.
Los gobiernos peronistas desendeudan. Los antiperonistas endeudan y encima te dicen que toman deuda para pagar la deuda que el peronismo no tomó. Clarísimo.
Antes de que un PLG (probable lector gorila) traiga a colación a Menem, aclaramos: fue un gobierno peronista que hizo todo lo contrario a los demás gobiernos peronistas. Es como si Mauricio Macri pagara sus deudas: no dejaría de ser Macri, pero convengamos en que no es lo habitual en los Macri.
El déficit fiscal aumentó en cifras récord en gobiernos antiperonistas, pero el argentino promedio asocia déficit fiscal con peronismo porque cuando a la plata se la reparte, hay despilfarro, cuando a la plata se la queda un rico, hay Republicanismo.
En cada gobierno conservador, el PBI se redujo. Durante los gobiernos peronistas, aumentó, pero es muy difícil que el facho entienda que un PBI no es algo que Cristina escondió en un pato de vidrio.
Otra constante: Sin FMI, crecimiento. Con FMI, endeudamiento. Apostar al FMI es apostar al 37 en la ruleta del Casino, y que la banca te tome la apuesta. Dato para no timberos: el 37 en la ruleta es como una evidencia concreta en la causa de los cuadernos: no existe.
La decadencia en realidad comenzó con la última dictadura militar, que convocó al FMI, que tomó deuda externa millonaria, que entregó el patrimonio nacional, que llamó a empresarios a que formen parte del Gabinete, que detuvo ilegalmente a sus opositores, que fugó capitales, que persiguió a la prensa crítica… la derecha es un sastre de gemelos. Toma las mismas medidas.
Desempleo, inflación, corridas bancarias, tarifazos. "Es increíble lo que estamos logrando juntos". En menos de tres años lograron que el país se parezca tanto al de la dictadura que a veces uno no sabe si este Gobierno suelta represores por devolución de gentilezas o como pago por derechos de autor.
Ahora estamos todos como Jack en el final de la segunda temporada de Lost: "Tenemos que volver, Kate". Si no viste Lost, es una serie que, si Patricia Bullrich la hubiera visto, ahora le estaría informando a Bonadio que Cristina tal vez escondió el PBI en una isla que viaja en el tiempo.
Tenemos que volver y arreglar este quilombo. Canjear deuda, como hizo Néstor, pero tratemos de que en el canje los acreedores se lleven algún Majul, algún Lanata.
La plata que estos chetos fugan, hay ponerla en el gasto público, porque genera consumo y producción y reactiva la economía. Así como Venezuela se financió con "petrodólares", pues nosotros tenemos que ir a por los "chetodólares".
Hay que reindustrializar, y para eso, cerrar la puerta importadora y colgar un cartel onda "vuelvo cuando Ingeniero Jacobacci cumpla 200 años".
Hay que invertir en educación, ciencia y técnica. Si lo pensás, hacer todo lo contrario de lo que hizo este gobierno ya es un tremendo plan de Gobierno para recuperar la Patria: no tomar deuda, no ceder ante los buitres, no depender del FMI, no hacer millonario a Alejandro Fantino.
Está todo mal, es cierto. Pero fijate, ya estamos pensando en lo que vamos a hacer cuando volvamos. Arriba el ánimo y hasta el próximo número. O, como diría Macri, ojalá me dejen seguir escribiendo en esta revista cuando cumplan 200 años.
Emanuel Rodríguez presenta su show en vivo "Peroncho".
Info y reservas en www.peroncho.com.ar
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