lunes, 24 de septiembre de 2018

Premio por volver al “mundo libre”

lunes 24 de setiembre de 2018



POLÍTICA



Opinión Por




Premio por volver al "mundo libre"
Imagen: Leandro Teysseire
Por                Silvina Romano





Hoy, el Consejo Atlántico entregará su Premio al Ciudadano Global a Mauricio Macri. El galardón se le otorga por su "incansable compromiso y dedicación para con su país y su gente a través de la reforma económica y la revitalización del país mediante una política pragmática que busca renovar las relaciones de Argentina a nivel mundial, como lo demuestra el haber asumido la Presidencia del G20". La distinción se concede desde Estados Unidos a la Argentina. Es decir, viaja en el mismo sentido que la dirección de la política económica de este país: desde el FMI hasta Buenos Aires.

La trayectoria de Macri es de sobra conocida. Pero desconocemos por completo instituciones como el Consejo Atlántico, brazo ideológico de la OTAN. Creado en las primeras décadas de la Guerra Fría, se ha encargado de mantener intacto el espíritu de esa época. Su defensa a ultranza de los intereses del mercado se forjó al calor de las tendencias y el discurso anticomunista de comienzos de la confrontación de bloques. Su director ejecutivo es un reconocido periodista especializado en la Guerra Fría, autor de un best seller sobre Kennedy y Kruschev. Como reportero, cubrió los hitos de la desarticulación del mundo bipolar.

El Consejo participó activamente en la transición hacia el Fin de la Historia, organizando conferencias para la reconstrucción de las relaciones Este-Oeste. En estos foros participaron "guardianes" de la paz y la libertad como Ronald Reagan, instigador de la contrainsurgencia en Centroamérica en la década de los 80, Zbigniew Brzezinski, ideólogo del intervencionismo en Centroamérica y Oriente Medio, o Colin Powell, jefe del Estado Mayor Conjunto durante la Guerra del Golfo.

En esta línea, en su Junta Directiva se encuentra Henry Kissinger, otro de los grandes adalides de doctrinas contrainsurgentes, muy especialmente en América Latina, incluido su papel protagónico en la Operación Condor. El espíritu que lo alentó se actualiza en medidas del presente como el programa de sanciones económicas a Rusia o los planes de seguridad en Oriente Medio y en el espacio Transatlántico.

También hay que destacar que entre los directores honorarios figuran otros ex funcionarios estadounidenses como Robert Gates (secretario de Defensa), Leon Panetta (director de la CIA y secretario de Defensa) y Condoleezza Rice (secretaria de Estado), todos partícipes de la creciente oposición a los gobiernos progresistas en América Latina en las últimas décadas. 

Estas ideas y lineamientos son financiados por poderosas multinacionales. Chevron, Ford y Lockheed Martin, con grandes intereses en la región incluida Argentina, aportan más de 100.000 dólares anuales al Consejo. Se suman con cantidades menos elevadas 21st Century Fox, Boeing o Coca-Cola Company, entre otras.

No cabe duda de que se trata de la crema y nata del neoliberalismo y la globalización, que se auguraban en peligro con el proteccionismo a la Trump. Sin embargo, la designación de Macri como receptor del premio simboliza el carácter cosmético de esta supuesta amenaza. Al final, prevalece la unidad en contra de cualquier tipo de ampliación del Estado que favorezca a las mayorías. De hecho, uno de los directores del Consejo Atlántico fue Chuck Hagel (2009-2013), senador republicano a quien Obama nombró secretario de Defensa. Hagel dijo acerca del Gobierno de Georg Bush hijo: "Este partido que a veces no reconozco ha liderado una de las mayores expansiones del Estado de toda la historia".

Desde Nueva York, el Consejo Atlántico reivindica una vez más al "mundo libre", exaltando personalidades como la de Macri. El pragmatismo y el retorno de Argentina a una espiral de endeudamiento y dependencia es recompensado por los mismos que hace décadas lograron imponer a sangre y fuego ese supuesto "mundo libre" que protegió a gobiernos cívico-militares y garantizó el bienestar de minorías privilegiadas, aniquilando cualquier posibilidad de democracia con justicia social.


*     Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Celag








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