martes 27 de noviembre de 2018
DESTACADOS
POLÍTICA
Macri y Angelici contra Larreta y Santilli, con arbitraje de Carrió
Cambiemos, a pura interna
Este miércoles, el macrismo de Cambiemos, con el acompañamiento de José Manuel López, presentan ante el titular de la Corte Suprema de Justicia, abogado del estudio que atiende asuntos de Clarín, Carlos Rosenkratz, una suerte de pedido de informes. Le solicitan al amigo Rosenkratz que intervenga la administración de la Corte que sigue en manos de Héctor Marchi, un amigo de su ex titular, Ricardo Lorenzetti.
Por Ignacio Campos, Alejandro C. Tarruella y equipo de redacción de Infobaires24
Marchi cuenta con una denuncia en su contra de la líder de la colisión Cívica, Lilita Carrió, en estos días en relativo silencio. El presidente quiere recortar a Lorenzetti e intervenir en un área donde tiene problemas porque tanto Rosenkratz como Rossetti, nombrados por decreto y luego más o menos, no responden a rajatabla a sus deseos. Por lo visto, el tema de la justicia está al rojo vivo del círculo rojo, y el escándalo River-Boca no parece menor a la hora de los desaguisados oficiales.
Sin embargo, el tema de fondo es cómo el hijo de Franco logra que el partido River-Boca por la Libertadores vuelva a jugarse no en la Conmebol sino en el escritorio presidencial. Ya se tomaron medidas al respecto pero inevitablemente perjudican a los amigos. Tanto Martín Ocampo, titular de seguridad de Rodríguez Larreta cuyo hijo está apadrinado por Angelici, como Marcelo D’ Alessandro, secretario de inseguridad, debieron declinar sus cargos, lo que perjudica al verdadero titular de la cartera, que era Daniel Angelici, quien dispuso esos puestos y operaba sobre el secretario en particular, ordenando y desordenando las acciones.
Ese hecho determina que un principal responsable de los incidentes es el propio Angelici, que intenta ponerse en víctima cuando no lo es. Macri habló en estos días con Bullrich (que culpó al gobierno porteño por los hechos) y con Rodríguez Larreta, muy enojado aunque, una vez más, impotente ante los hechos que desataron sus funcionarios. Bullrich es responsable de la acción, o inacción, de Gendarmería y Prefectura, que fue la fuerza que dejó hacer en Libertador y Monroe, donde se produjeron los incidentes.
El conflicto dejó el fútbol y se instaló en la interna de Cambiemos
Peña, en un mensaje del lunes por la tarde, fue solidario con Macri y responsabilizó a Larreta. Ahí, nuevamente, el problema no era River-Boca sino Larreta posible precandidato a presidente, es decir, el conflicto dejó el fútbol y se instaló en la interna de Cambiemos.
El gobierno ya actúa a pura soberbia. Había anunciado poco antes de las renuncias que no habría cambios hasta culminar el show del G20, y poco después hacía todo lo contrario. El miércoles en la noche arriban los primeros presidentes al bailando. Un signo de los tiempos. Hay quienes sostienen, dentro del elenco del gobierno, que la comunicación entre Bullrich y el compadre de Angelici, Ocampo, siempre fue controversial. La policía larretiana y las fuerzas armadas de Bullrich no tienen buenos vínculos. Hay que sumar a todo esto que hay malestar entre los federales y en la gendarmería a poco de fin de año. Esta última fuerza presenta quejas no explícitas de sus miles de uniformados por salarios y bonos.
La irrupción del pobre Diego Santilli, que integra el PRO, en Seguridad de la ciudad marca el pase de la cartera de Boca a River. Curioso. Es hijo de Hugo Santilli, ex presidente de River durante el menemismo. En el fútbol, estuvo señalado en la causa contra Fernando Niembro y su productora La Usina, que le costó su candidatura a diputado, por recepción de publicidad del gobierno macrista. Su hermano, Darío Santilli, prosecretario de fútbol de River, bajó su candidatura a presidente de River, fue jefe de campaña de Rodolfo D’Onofrio y fue nada menos que Jefe del Departamento de Ventas y Recaudación de Entradas del club.
La policía larretiana y las fuerzas armadas de Bullrich no tienen buenos vínculos.
Queda en claro, entonces, que Mauricio tomó el camino no de la solución del conflicto con las barras bravas, sino el de la interna salvaje (término que utilizó el presidente en su intento de confundir a la ciudadanía trasladando hipotéticamente el conflicto a la sociedad). Las barras bravas son parte del negocio del fútbol y al parecer el gobierno no está dispuesto a perjudicar. Si Rodríguez Larreta, seamos indulgentes, procuró parar lo inevitable al allanar la casa de un jefe de barra brava, al que despojó de dineros mal habidos por venta ilegal de entradas, y entradas que eran legales, la Prefectura de Bullrich echó por tierra sus presuntas intenciones. Y la solución Santilli por parte de Mauricio, se inscribe en esos términos.
Pepín y Pepón
Hay otro aspecto que queda herido en medio de los piedrazos semi oficiales. Las influencias en la justicia del gobierno corren riesgos en estos días. La Corte no se somete a piacere y ahora cayó en desgracia un hombre que opera en el área de la justicia para Macri. La colisión, cívica o macrista en general, parece inevitable. Si Ocampo fue ministro de seguridad por acuerdo de Larreta con Angelici, ahora habrá que ver con quiénes se harán los nuevos acuerdos. Herido por su propia interna en Boca, Angelici procura aprender en tiempo récord el guaraní para convencer a la Conmebol de ganar el partido en Asunción sin trasladar el ómnibus del escándalo.
“Garavano no existe. La justicia la manejan los angelicis y los pepines”, histeriqueó Carrió hace tiempo en televisión.
Pepín Fabián Rodríguez Simón, que debía colonizar a Rosenkratz, hoy distanciado de su ex amiga Carrió, pasa ahora por un difícil momento, luego de tener una influencia que a veces superaba al ministro de Justicia Garavano. Al fracasar con el jefe de la Corte, que da señales de iniciativa propia, se cuenta que su fuerte influencia decae tortuosa en el mundo feliz de la “revolución de la alegría”. Tampoco -lo acusan- logra hacer pie en influencia en los jueces federales. Cercano a José Torello, mandamás de los asesores oficiales, hoy hace agua en medio de la crisis del fútbol. Experto en off shore, quedaría afuera de la maniobra del macrismo por arribar al Fondo Anticíclico de Lorenzetti, que maneja Marchi, y cuya suerte decide el parlamento el 18 de diciembre.
Al ser creado por Lorenzetti, en junio de este año, tenía fondos que se estimaban en los 15 mil millones de pesos. Este miércoles comenzó la discusión y hay mucho dinero en juego. Tal como sucede con los barras bravas y el robo o la entrega de entradas por parte de dirigentes amigos. “Garavano no existe. La justicia la manejan los angelicis y los pepines”, histeriqueó Carrió hace tiempo en televisión. Pepín es director de YPY y diputado del Parlasur, además de haber sido abogado de Mauricio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario