CEM Centro de Estudios Metropolitanos
DOCUMENTOS CEM N°15 JULIO 2018
LA BASE ELECTORAL DEL MACRISMO
Ideologías y representaciones sociales
Por Nicolás Tereschuk y Nicolás Freibrun
INTRODUCCIÓN
Desde el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) venimos avanzando en una línea de trabajo que busca indagar sobre los modos en que distintos sectores de la ciudadanía construyen determinadas representaciones sociales y visiones valorativas del mundo.
En este sentido, buscamos indagar aquellos procesos que están relacionados con la producción de ideas e ideologías y que resultan eficaces en la organización de opiniones y discursos a través de los cuáles la ciudadanía articula alguna visión de su experiencia social y de la democracia.
En este marco, algunas de estas representaciones funcionan muchas veces en un nivel que denominamos vertical y otras en un nivel horizontal. En muchos casos, esas ideas y representaciones son activadas o potenciadas por actores políticos reconocibles, como puede ser el caso del Presidente de la Nación, un legislador o intelectuales y periodistas que desarrollan sus discursos en los medios de comunicación y que son parte de lo que comúnmente se denomina “formadores de opinión”, influyendo así en segmentos de la opinión pública (posición más vertical).
Otras ideas y conceptos, en cambio, no se vinculan necesariamente con algún actor público, partido o gobierno, pero sin embargo pertenecen al vasto campo de las ideas sociales en disponibilidad que la ciudadanía se apropia y usa para interpretar de maneras diversas sus posiciones en la sociedad (posición más horizontal). Las democracias contemporáneas articulan interpretaciones de diferente naturaleza, poniendo en juego lenguajes sociales y políticos diversos. Es por ello, pues, que queremos destacar algunas de las ideas y conceptos que vienen apareciendo en ciertos lenguajes públicos a partir de problemáticas percibidas por la ciudadanía como relevantes y significativas, con la finalidad de detectar ciertas representaciones que intentan articular, influir e incluso potencialmente redefinir aspectos de la experiencia política democrática hoy en día.
GRUPOS FOCALES
Los días jueves 7 y viernes 15 de junio, a partir de la colaboración con el equipo de investigación de la UBA y el Conicet que dirige el Dr. Ezequiel Ipar, desarrollamos dos grupos focales con votantes porteños de Cambiemosen los que buscamos indagar sobre la noción de “orden” y una serie de elementos que nos resultan de interés sobre las jerarquías sociales, la distribución del ingreso y ciertas ideas vinculadas al futuro del país y el “progreso”.
De uno de los grupos participaron mayores de 50 años y en el otro, votantes hasta esa edad. Desarrollamos también un “grupo de control” con jóvenes opositores.
PROBLEMÁTICAS E IDEA DE ORDEN
Se le solicitó a los participantes que mencionaran cuál consideraban que es la principal problemática del país. En el grupo de Adultos (AC), la cuestión de la inseguridad se impuso a otras. En el caso de los Jóvenes (JC) la inseguridad aparecía, pero primaron las cuestiones económicas o políticas (“los aumentos”, la “inflación”, el “Estado”).
En el grupo de Jóvenes opositores (JO), estas últimas cuestiones tenían aún más primacía, se agregó la acción de “grupos económicos”, la cuestión de la “cultura” y de la “educación” y no se mencionaba la cuestión de la inseguridad.
La idea de orden está vinculada en los grupos de votantes de Cambiemos a que no haya “inseguridad”.
Resulta interesante de todos modos verificar que ambos grupos debaten acerca de cómo lograr esa situación y lo hacen con enfoques distintos. De esta manera, el grupo AC vincula con gran rapidez y con pocas“mediaciones” la cuestión del logro de la seguridad con el repertorio político-discursivo de la mano dura.
Y nuevamente con fluidez desarrolla la idea de que el problema de la inseguridad tiene relación con una falta de violencia por parte del Estado. “Ahora está peor, pero no por culpa del gobierno, sino por una cuestión de que la policía sabe que no se puede meter. Yo tengo una consigna en la fábrica y hablamos mucho, y él sabe que si tiene que accionar se come un juicio, lo meten preso. O si se está por jubilar, lo suspenden, entonces no se pueden meter”.
En el caso del grupo JC el recorrido es diferente y hace una “escala” en la cuestión de la Educación. Así, la Inseguridad “lo abarca todo”, porque el problema es que “el otro claramente no tiene educación”:
“La base es la educación, sino tenés una buena educación no podés hacer nada en términos morales. Obviamente el chico va a hacer lo que quiere y va a robar”. “Si no le enseñan que no hay que robar, va a robar.” “Tuvo educación pero no la supo aprovechar”. “La educación sale desde casa, desde la familia”.
En el caso de los AC, la falta de violencia estatal se vincula también de manera muy directa con la muerte, incluso el hecho de matar por mano propia. Y a la vez aparece una idea de un exceso de liberalismo político y cultural.
R: Yo en mi casa tengo la mala suerte y mato a alguien, zafé. Ahora si estás afuera…
C: No se sí es tan así. Mi tío comisario me dijo: matás a una persona adentro de tu casa y abrí la puerta y sacala que es mejor.
A: No hace falta ir a matar a alguien, los derechos humanos están hechos para los delincuentes. El policía y todos prefieren no intervenir porque si vos matás a alguien sos un desgraciado porque mataste al pobre hombre que como no tiene para comer sale a robar. ¡Estamos todos locos! La muerte se menciona rápidamente en primera persona: aparecen fantasías recurrentes de los individuos ejerciendo la defensa por mano propia. No les cuesta imaginarse y ponerse en situación de matar a otro. Al menos en sus discursos, esa situación no es algo “excepcional”, o en todo caso ellos viven en esa excepcionalidad. El pensamiento pragmático está abocado a resolver las consecuencias de un asesinato, no a imaginar otros modos de atravesar la contingencia de la situación de robo. Aparece la idea reconocible de un Estado “atado de manos”, que no puede ejercer la violencia necesaria. Visto desde un punto de vista temporal, en este grupo pueden llegar a remontar esa falta al comienzo de la transición democrática. “Tuvimos un proceso en el que tuvimos a los militares. Después los derechos humanos, pero, ¿los derechos humanos para quiénes son? Para los delincuentes, no para nosotros”.
En el grupo AC, la falta de orden también con bastante rapidez es identificada con un “exceso” de política. En este sentido, el orden viene dado “desde arriba” y son “los políticos” los que deben “dar el ejemplo” para que lo haya. Sin demasiadas mediaciones, el razonamiento se corre hacia un “gasto de la política” que habría que recortar.
A.: El gobierno intenta ordenar las cosas pero nadie da el ejemplo, a mi criterio. Los sueldos de los diputados y senadores y, del otro lado, lo que cobra un jubilado. Yo pago mis impuestos como una idiota y me siento realmente estafada.
R.: SAÁ fue presidente 8 días y cobra $200.000, es una burla. En la capital es verdad, las obras se ven, pero que ordenen la cúpula, la cabeza. Que ordenen la parte que corresponde ordenar y después nos ordenamos todos solos. Macri dice que dona su sueldo, fantástico, me parece buenísimo, pero ¿y todos los demás qué? Entonces, creo que tienen que dar el ejemplo. [Anti-política] La gente está cansada de todo. Yo no doy más, no puedo pagar $3500 de luz. Macri te pide a vos que pongas el aire en 24, pero claro… y que sea solidaria y el sueldo no me alcanza. Pero claro, ellos cobran $200.000, ¿qué problema tienen? Ninguno.
En el caso del grupo JC también se percibe una falta de violencia estatal, pero es expresada de diferente forma. Se denuncia un exceso en el derecho a la protesta social. “Dicen todo el tiempo que hay represión apenas los tocan.”
Y en lugar de un discurso referido a la cuestión de los derechos humanos se hace referencia a ciertas organizaciones no gubernamentales que realizan denuncias contra fuerzas de seguridad.
“Los nenes de 11 años te apuntan, pero en la 1-11-14 los comedores, las ongs, dicen que hay represión, las fuerzas de seguridad están muy limitadas”. “Gendarmería te dice yo acá no puedo intervenir”. A esto se suma en los JC una idea de “amor por la norma”.
Según esta mirada, las normas serían capaces por sí mismas de ofrecer orden. A muchos miembros de este grupo de JC les cuesta mucho discutir y analizar tanto los contenidos particulares de su estructura normativa, como su relación con las normas. Delegan todo ese “trabajo” en el Estado: la fuerza para hacer cumplir las normas y la justificación de esas normas.
Es el Estado el que dice cuáles son las normas que se deben cumplir, de qué modo y cuáles son las justificaciones en las que se debe confiar.
Corolario: las normas están, son esas, son las que dice la autoridad, por eso hay que cumplirlas.
Luego, se plantearon en los grupos una serie de imágenes que funcionaban como estímulos para seguir trabajando la idea de orden.
En el grupo AC, la imagen de un aula de Corea del Norte (aclaración: los participantes no saben de dónde es la foto, sólo ven la imagen sin ninguna referencia), con niños de uniforme leyendo en voz alta es elegida por la mayoría como la que más expresa el orden. La uniformidad no molesta.
A: Así debería ser una sociedad ideal.
M: Estoy de acuerdo, hay doctrina, está prolija. Una sociedad japonesa u oriental.
La imagen también es elegida por el grupo de JC, como un “modelo a seguir”.
De todos modos, se recorta una diferencia. En el grupo de Adultos, una imagen de un festejo en un espacio que podría ser público, al parecer en una manifestación por el “orgullo gay”, es cuestionada.
M.: Pero divertite en un ámbito adecuado. No es una forma de diversión para el ámbito donde lo están haciendo, a eso me refiero. No me parece ordenado. No va con el ámbito, el lugar, para ese tipo de manifestación, andá a un corsódromo, a un estadio de fútbol.
En el grupo de JC la misma imagen es vista como un “modelo” de manifestación.
En el grupo de Jóvenes Opositores aparece una idea diferente, vinculándola con la idea de libertad: “Me parece que el objetivo máximo del ser humano es alcanzar la libertad. Si en tu vida no tenés libertad, el objetivo máximo del ser humano es la libertad. Si no podes disfrutar el placer sexual, no tenes ningún orden”.
En este grupo, el orden no es visto como algo dado sino como un tipo de construcción relacional. Es un orden en relación o en contraposición a un otro. Y puede vincularse con un elemento socioeconómico, más que vinculado a la cuestión de la inseguridad o la violencia estatal.
Yo particularmente veo muchos desórdenes, tenés problemas con los sindicatos, con las paritarias, por la presión del gobierno para que no las haya, presión sobre el poder judicial. Yo no veo el orden que ellos dicen, veo mucho desorden. El desorden que cada uno hacía lo que quería. Se podía ir de vacaciones, comprarse un celular, lo veo en ese sentido. Ahora vienen a poner el orden, que cada uno hacía lo que quería. Antes no era desorden, era oportunidad de darle a familias de clases bajas el poder de darse un lujo. Lo que ellos dicen desorden.
¿QUÉ PASA CON “EL OTRO”?
En ese contexto, también se trabajó en los grupos sobre ciertas ideas o representaciones del “otro” en la sociedad. En ambos grupos, una de las principales referencias aparece en torno a la inmigración como peligro identitario y competencia desleal.
De todos modos, esta mirada es más intensa en el grupo de Adultos.
En este contexto, se les presenta la idea de un proyecto para denunciar laexistencia de inmigrantes no registrados:
A: Yo 100 % lo votaría. Estoy saturada, repodrida. Que se vaya cada uno a su país y que no jodan aca.
- Pero vos tenés que denunciarlos. ¿Cómo los denuncias?
- Los denuncio sin ningún problema. Levanto el teléfono y denuncio y andate a tu país. A ningún país del mundo te dejan entrar como acá. Somos el hazmerreir de todo el mundo. Andá a Estados Unidos tenés que dar más vueltas que una oreja para entrar…Es todo un chiste. Las universidades públicas… es el único país donde todo el mundo viene a estudiar. No me parece que las universidades sean públicas… Para los argentinos sí pero si sos venezolano, colombiano o extranjero pagá la privada. Para los argentinos sí, pero para los extranjeros no. Yo no tengo porqué pagar con mis impuestos, pagarle a un venezolano para que se opere de cáncer, de vesícula o lo que sea. Con los planes sociales ni te explico… (...)
Moderador: ¿Desde cuándo sucede eso que te cansó?
- Desde Cristina que dejó entrar a cualquier persona. Por votos dejó entrar a mil millones de personas. Los paraguayos, los bolivianos venían y se iban. Los venezolanos también… si íbamos rumbo a Venezuela. A mi me dan pena los venezolanos, pero por qué tenemos que ser tan buenos con todo el mundo. A mi no me reciben en ningún lado.
- ¿Querés escuchar algo peor? Les dan gratis el documento.
- Y nosotros lo tenemos que pagar. ¿Te das cuenta? Aparecen de igual modo una serie de ideas que diferencian la inmigración actual de la de “nuestros abuelos” porque “es otro país, no es el 1900”. Y rápidamente hay una vinculación con la cuestión del acceso al trabajo y a los servicios públicos.
M: El tema es que vienen los inmigrantes y nos sacan el trabajo a los argentinos. Si ustedes van a la prepaga, la obra social, lo que sea, sanatorios, van a ver que la Guardia, está lleno de venezolanos y colombianos. Yo he hablado con varios doctores y ¿sabés qué?, ellos trabajan por menos plata. Y vos ves a nuestros profesionales manejando un taxi. ¡Eso no puede ser! Tiene que haber un control de inmigración…
A: Yo no tendría problema que entren, pero si pagan lo que tienen que pagar. Cuando vinieron nuestros abuelos era otra historia. La educación pública funcionaba y era un privilegio la escuela pública. Hoy por hoy, está bien, habrá gente que está a favor de la educación pública, yo no. Mis hijos van a colegio privado. Y la verdad es que, no sé, me molesta. No reniego de mis antepasados, yo tengo el pasaporte italiano. Pero es muy injusto que todos vengan a estudiar y yo con mis impuestos tenga que pagarles. Es más, la pérdida que la ganancia. Encima cobran los planes sociales. Yo tengo una empleada peruana que la madre vino por 3 años, se volvió a Perú y ella sigue cobrando por la madre!! Te das cuenta que yo con mi ABL le pago una tarjeta a una señora que vive en Perú…?!
En el grupo de jóvenes la posición es similar, pero está más problematizada, se presenta de manera más compleja, cruzada por diferentes conflictos y otros actores de la actividad económica. Los conflictos son observados de manera más lejana, más desde un punto de vista individual: “El problema es de acá, les dan laburo en negro y no se puede competir mucho. Cualquier venezolano, 5 lucas, las agarra. No es problema de ellos, es nuestro: le dan laburo en negro”.
La cuestión de los servicios públicos y distributiva en esta relación con“el otro” está cruzada por más dilemas y conflictos. “Vienen acá a usar la salud y no alcanza para todos, pero también está mal discriminarlo, ¿qué se hace? No le podes decir, vos sos de Perú. Si bien no me gusta que usen todo, porque hay argentinos, o que digan residentes de cuanto tiempo, pero no está bueno discriminar”.
DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO
En ese contexto, se trabajaron en los distintos grupos ideas sobre la cuestión de la distribución del ingreso. En el grupo de AC, se visualiza como negativa una sociedad desigual y los modos de combatir ese mal ponen en evidencia una concepción muy arraigada que apunta a la búsqueda de justicia e igualdad sin redistribución.
A: A lo que yo iba es a las grandes corporaciones, hacerles abonar retenciones, utilidades. Que las empresas tengan que radicarse acá.
B: Pero esos no quieren invertir porque no quieren pagar nada.
C: Es que si sabés que si querés abrir algo acá, te vas a fundir. Ya ni te dan ni ganas de hacer nada. Sabiendo lo que te va a venir de luz.
D: Esto se relaciona con el lado de la inmigración, con lo que hablabas antes. No tanto tocar a nuestra gente con los impuestos sino regular un poco más lo que ellos se llevan. Que cada uno tenga lo que tenga que tener en función de lo que sabe hacer o lo que estudió. Yo regularía todo lo de afuera, sea empresas, importación o sea la gente que viene. Regularía todo eso.
F: Regularlo, pero no llegar al límite de la negociación donde la empresa diga: “No flaco, entonces para venir acá con esas condiciones me voy al país de al lado”.
E: Un empresario dijo que hay 200 empresarios multimillonarios en el país. Si cada empresario pone 100 mil dólares, la economía sale a flote.
D: ¿Vos si fueras el empresario lo harías? YO no lo haría
E: Bueno, pero a cambio de algo.
D: Yo me lo gané y es mío. Pago mis impuestos
En el grupo JC es notoria la siguiente idea: la injusticia distributiva implica movilidad social. Se imaginan que el único modo de progresar es a través de y en una sociedad muy desigual, porque asocian esa desigualdad en la estructura de posiciones (que nosotros representamos con un gráfico) con “mayores oportunidades”, más lugares hacia los que desplazarse, más posibilidades de “ascender”. Por eso, en esta construcción (más o menos precaria, según los diferentes perfiles de los participantes) la base de la movilidad social queda anudada a una idea fuerte de desigualdad. La igualdad es: “comodidad, en cambio acá veo un progreso (señalando a la distribución más desigual en el gráfico), ojo ahora no estoy trabajando”. “Si ya tengo todo, te vas a quedar ahí siempre”. Una distribución igualitaria es vista como “quedar estancado” y la desigualitaria como la “posibilidad de progresar”.
En el grupo JC consideran que intentar regular los ingresos de las personas no tiene sentido, porque eso no va a funcionar. Aquí, además, la libertad y el mercado se imponen a la educación.
“El problema es que generás un mercado en negro, no podés controlar a los de arriba. No podés evitar esas cosas. O subis a los de abajo… o no podes cortar los de arriba". “El que se esfuerza más tiene el fruto de eso. Estuvo dos horas para ganar 100 lucas. Si lo hace bien, esta bueno.” “Yo siento que es injusto, como el impuesto a las ganancias, por qué si yo gano 30.000 porque gano mucho, me vas a sacar 10 mil, es como dice él, yo me esforcé, hice esto, me parece injusto el impuesto.” “Me parece injusto, uno se prepara para ver el fruto después… más si me esfuerzo, si trabajo más. Que me lo saques después, trabaje YO, y me sacas para otro." “Debería pensarse en temas puntuales para establecer los impuestos”. “Depende por casos, el tema de los futbolistas, no de algo general, pero algo puntual: médico, motorman vs. futbolista, actor. Si el tipo es bueno en lo que hace, si es genial, se lo merece. Quizá un sindicalista, que no actúa en el trabajo en sí, eso sí es injusto. Messi no tiene la culpa que le paguen, la culpa es del Barcelona. Si le pagan menos viene el Real Madrid y se lo lleva”. Llama la atención también, cuando se propone la idea de un tope de ingresos a partir del cual se cobrarían fuertes impuestos, en el grupo JC se habla de 80.000 pesos y en el de AC 200.000 pesos. En ese grupo, el de AC, la justicia, la redistribución, es eliminar los gastos de la política.
B: Tiene que haber un poder ejecutivo que vote leyes con una asamblea representativa de cada partido, pero el congreso parece la asociación de fútbol argentino. Yo al congreso lo disolvería. Un PE que contemple diferentes estamentos dentro de los cuales haya un representante de cada partido discutiendo las normas y leyes. Que estén allí a través de la voluntad de la gente.
Moderador: ¿Y no es medio parecido a lo que hay?
B: No, acá tenés una sábana de diputados y senadores. ¿No puede haber 2 por cada partido?
D: "Cuando voy por el congreso veo 20 Toyota Corolla cero kilómetro con choferes. Compraron el lote entero. Todo eso se paga. Todo eso es un gasto que ponemos nosotros”. En este grupo, cuando se habla sobre los sectores menos favorecidos, rápidamente aparece la cuestión de los “falsos” pobres.
D: Yo paso seguido por la villa de Fraga, ¡cómo creció! Pero adentro tenés DirecTV, auto 0km, led, casas de 3 pisos. Televisores de 50 lucas. Yo veo entrar autos 0 km.
B: ¡Terribles autos! ¡Y tienen seguridad! Tienen patrullero en la puerta.
D: Pero esperá, por lo de pobres, y eso se vio claramente un mes antes del mundial en un supermercado: autos (sin desmerecer) terribles afuera y la gente comprando.
E: Pero esos no son pobres.
A: Mirá, hay un ejemplo: fui el otro día al Abasto. Tuve que estacionar no sé dónde porque no había dónde estacionar. Tuve que subir no sé cuántos pisos y veía todos los autos cargando led que no les entraban en el baúl. Todos, autos normales a muy abajo a muy arriba. Ahí no había diferencia social, el más pobre, un auto de porquería cargando un led.
A: ¿Pero por qué no pueden tener?
D: Entonces no son pobres. Si sos pobre y no tenés para vivir no compres un led.
E: No… es que tienen una mentalidad diferente.
A: Me pregunto por qué no puede tenerlo. Si lo ganó de manera legal, ¿por qué no puede? Ahora si lo ganó de manera ilegal, roba, afana chorea…
F: El análisis es otro. Si vas a comprar una tele, después callate la boca y no chilles por otra cosa. Somos así. Pertenecemos a una sociedad careta. Debemos ser más honrados, más querer al lugar donde estás y las cosas nos irían mejor. Y cumplir con lo que está escrito, la ley. Después te va a salir todo. Mientras sigamos siendo caretas nos vamos a seguir quejando.
B: A mí me paso en Wall Mart. Un mes atrás yo subí un video a Facebook, familias comprando 3,4 teles. ¿A dónde lo vas a poner?
D: Es un tema de educación.
B: Te estoy hablando un supermercado de afuera, no es un chinito de acá, en zona norte. ¿quién lo compraba?
B: Un clase media, baja, alta y lo llevaban como hamburguesas. Y yo digo, ¿cómo? Pero después no vayas a poner la manito, a llorar “ tengo hambre”.
E: Yo si tengo ganas de comprarme 7 televisores me los compro porque puedo.
B: Me parece perfecto, vos sí, yo también.
D: Yo vi un auto que estaba atado con alambre y que cargaba una led.
E: Yo digo, si una persona de clase muy baja se compra una tele, es un tema de educación. Para por lo menos poder entretenerse con algo y no comprarle la frazada al hijo. Porque es un tema de educación. Porque, perdonen el término, tienen “mente cabeza”. Cabeza de termo.
B: Pero del 1 al 5 tienen la mente de ir a cobrar. Vos no. Yo por eso estoy en contra… Discúlpenme.
E: Yo a ese tipo de gente, no las considero pobre. Los pobres son los del campo que viven en una choza. Caminan 700 mill de cuadras para ir al colegio. Eso es pobre. A esos hay que ayudar. No al de la villa que no quiere pagar alquiler, porque prefiere pagar un televisor, ese es un negro con plata. A los de Formosa, a los de Chaco…
COMENTARIOS FINALES
La posibilidad de indagar sobre estas ideas relacionadas con el orden, a la mirada sobre “el otro” y sobre la cuestión distributiva en los votantes del oficialismo permite preguntarnos sobre la relación entre un conjunto de representaciones sociales y su eficacia política.
La cuestión del autoritarismo social y su despliegue en términos políticos toma cuerpo en muchas de las expresiones sobre las que indagamos y que requieren de un mayor nivel de atención y un estudio más profundo, atendiendo también a cómo estas nociones se producen, reproducen y circulan, al tiempo que polarizan y ordenan el mapa político.
En este sentido, es interesante preguntarse si puede detectarse una mirada más “conservadora” y otra más “liberal” que están presentes en ambos grupos estudiados, probablemente pudiendo etiquetarse al grupo AC con la primera noción y al JC con la segunda.
Así, el grupo de AC debate y expresa una idea más moral del orden, que vive la experiencia actual como "invertida". En el modelo positivo se supone un sistema jerárquico fuerte, en el cual el orden debería impartirse de arriba hacia abajo y eso es lo que está invertido.
Las reglas son importantes, van de la mano de los ejemplos, los valores, la cultura. Se trata de una representación binaria, esquemática, en blanco y negro del bien y el mal que fundamenta al orden.
En cambio, en el grupo de JC se piensa al orden transgredido como orden neoliberal del mercado. La clave de ese orden deseado es la libertad de circulación, que se vuelve muy concreta para este grupo – por la negativa – en las manifestaciones que "no los dejan circular y trabajar". Un orden de individuos, que se imaginan muy libres, muy des-regulados, sin grandes compromisos políticos.
En este sentido: orden es un sistema mínimo de reglas que permiten la circulación pacífica. Si nadie las cumple, no estaría del todo "mal", sólo que todos tendrían que estar habilitados para jugar ese juego sin reglas mínimas. Se trata de una experiencia muy individualizada (“¿liberal?”) del orden. En el grupo de control, con los jóvenes opositores, llama la atención el contraste a partir de una imagen relacional e inter-subjetiva del orden. El orden social es un resultado, un proceso y una construcción. Esa construcción es conflictiva y, por eso, política.
Las reglas son relativas, lo importante para pensar al orden son: las relaciones de fuerza, los proyectos políticos, los derechos que se instituyen, la libertad y la felicidad. Se vive una experiencia colectiva y en construcción del orden. Por el contrario, la concepción no-relacional del orden que aparece en los grupos AC y JC nos habla de un modelo de orden anti-político o a-político, que siempre es un modelo jerárquico. Requiere para su sostenimiento de exclusión y/o violencia - en el grupo AC expresada con gran énfasis muy fuerte y que se vincula rápidamente con una“lucha a muerte” -.
En la visión contrapuesta, del orden como concepto relacional, el orden es siempre político y contingente y depende de las relaciones de fuerza sociales. El “otro” tiene un lugar en esas relaciones. En cuanto a la mirada sobre el “otro”, el lugar del extranjero aparece con fuerza como amenaza. Nuevamente, en el grupo de adultos se busca “ordenar” rápidamente esa situación, mientras que en el grupo de jóvenes la mirada es más compleja y reflexiva en cuanto a cuál es la actitud por parte de los ciudadanos argentinos que deriva en experiencias amenazantes o negativas sobre la convivencia social. Por otra parte, el reconocimiento de que la desigualdad es un hecho negativo se resuelve de dos maneras distintas entre los grupos. En el de adultos, debe lidiarse con ello sin políticas de redistribución. La redistribución debe provenir desde “la política”, que debería reducir su costo y sus gastos. En el grupo de jóvenes, hay una ambigüedad que da cuenta de una cierta reivindicación de esa desigualdad: sin desigualdad no hay ascenso social, no hay progreso. Es interesante preguntarse en qué medida estas posiciones “irradian” a votantes que no son parte del “núcleo duro” de los seguidores del oficialismo. Es decir, grupos de votantes que puedan estar potencialmente menos informados o activos políticamente pero que reciben o comparten algunas de las ideas analizadas en los grupos sobre los que trabajamos. Y a su vez, debería estudiarse en qué medida el núcleo duro del voto anti-macrista informa en alguna medida al debate social con su idea “relacional” del orden, a la que pudimos asomarnos en el grupo de control de jóvenes opositores.
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