martes 26 de febrero de 2019
POLÍTICA
Opinión
UCR: los
pasos perdidos
Elisa Carrió liquidó la entente anterior, y con ello cumplió con su dicho de “manejar a la UCR desde fuera”. Se acabó el UNEN con un simple desplante de la chaqueña, y el perfil del más viejo partido de Argentina fue a dar con el PRO. Es decir, con la derecha ideológica más marcada, con el bloque sociocultural que en su momento apoyó a la(s) dictadura(s).
La justificación de esa alianza fue débil: tras las altisonantes advocaciones a “la República” se esconde el simple antiperonismo clasista, y el interés por llegar a algunos cargos de gobierno. Ello se hace obvio en la tolerancia - y complicidad - para con las transgresiones macristas a la institucionalidad: uso y abuso del Poder Judicial, apelación a trolls y a periodistas “amigos”, DNU, permisiones a la familia presidencial, prisiones políticas justificadas por insólitas preventivas, corrupción como “conflicto de intereses”, entre otros variados ítems.
Pero lo más incomprensible, es el rol secundario y subordinado que asumió la UCR en su alianza con el PRO. Macri se los anunció: “No habrá gobierno de coalición”. Pero no se requería coalición: en 2015 ganó la elección una alianza, no un partido. Esa alianza podía hacer coaliciones con otros, pero ella misma era el “partido de gobierno”: no lo era sólo el PRO. Sin embargo, la UCR resignó la mesa chica, no decidió nada, se enteró por los diarios de las decisiones del Ejecutivo. Y con ello, favoreció el desastre nacional que hoy vivimos: deuda monumental e impagable, tarifas insólitas, producción liquidada, inflación galopante.
No se conoce parecida entrega gratuita del poder político. La UCR tiene una estructura nacional que no tiene el PRO, y menos tenía este en 2015. Alrededor de la mitad de los votos - quizá más - de Cambiemos vinieron de allí. Se entregó el gobierno al PRO sin que se entienda el por qué. La “interna” que perdió Sanz fue una fantochada, y todos lo saben. Y si muchos dirigentes ya no pretenden exhibir principios, al menos podrían haber respondido a intereses. Pero también los resignaron: la UCR puso millones de votos, para que gobierne el PRO en exclusiva.
El triunfo de la UCR en la interna de La Pampa parece haber despertado algunas conciencias: se está acompañando a un gobierno nacional de oprobio, para colmo sin poder de decisión ni protagonismo alguno. El ocaso del partido podría aguardar a la vuelta de la esquina. Parece que hay ahora quien empieza a advertirlo.
* Doctor en Filosofía, Universidad Nacional de Cuyo. Doctor y Licenciado en Psicología por la Univ. Nacional de San Luis. Profesor titular de Epistemología de las Ciencias Sociales (Univ. Nacional de Cuyo, Fac. Ciencias Políticas y Sociales). Ha sido asesor de la OEA, de UNICEF y de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). Ganador del Premio Nacional sobre Derechos Humanos y universidad otorgado por el Servicio Universitario Mundial. Ha sido director de la Maestría en Docencia Universitaria de la Univ. de la Patagonia y lo es de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Univ. Nacional de Cuyo; y es miembro del Comité Académico de diversos posgrados. Ha sido miembro de las comisiones evaluadoras de CONICET. Ha sido profesor invitado de posgrado en la mayoría de las universidades argentinas, además de otras de Ecuador, Venezuela, México, España, Costa Rica, Chile y Uruguay. Autor de 16 libros publicados en diversos países y de unos 150 artículos en revistas especializadas en Filosofía, Educación y Ciencias Sociales. Ha sido traducido al alemán, el inglés, el italiano, el idioma gallego y el portugués. Uno de sus libros más difundidos se denomina “Teorías Débiles (para una crítica de la deconstrucción y de los estudios culturales)”, y ha sido editado porHomo Sapiens (Rosario, Argentina). En la misma editorial ha publicado posteriormente “La proliferación de los signos (la teoría social en tiempos de globalización)”, junto a miembros de su equipo de investigación y - a posteriori - “La selva académica (los silenciados laberintos de los intelectuales en la Universidad)”.
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