viernes, 16 de agosto de 2019

'LA TECL@ EÑE': El alarido

image.pngviernes   16  de  agosto  de  2019






El  alarido

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image.png                                                                      Por         Hugo Presman







Fue más que un gritoFue un alaridoQue ni siquiera el famoso cuadro “El Grito” del noruego Edvard Munch, realizado cuando finalizaba el siglo XIX, puede servir de ilustraciónNació en las vísceras, las procesó el cerebro y surgió de la boca de las urnas. Fue un alarido que se escuchó de Jujuy a Tierra del Fuego. Fue la queja sonora puesta en millones de sobresde los que surgió ese alarido de un pueblo al que se lo degradó, se lo basureóse le dijo que sus derechos eran privilegios; que vivir dignamente debe ser selectivoque el salario que intenta recompensar un trabajo es apenas un costo entre otros ítems de una planilla Excel. Sí, de esos miles de urnas salió un alarido, que dejó a un gobierno insensible de empresarios y  'Ceos'  en estado catalépticoEse  'que gobierna para los mercados'; que desconoce que el mostrador tiene dos lados, porque suelen estar acostumbrados a estar en ambos al mismo tiempoY cuando encuentran que del otro lado hay intereses opuestos, generalmente poderosos y extranjeros, se arrodillan y caminan así, con esa genuflexión que esperan de los empleados que contratan en sus empresasPara ellos, “abrirse al (primermundo”, es entregar todo a cambio de un lugar en una pieza de servicio del mismo.

Suelen tener la sensibilidad de una caja fuerte y aman a la patria a la que sólo la identifican donde tienen sus  'cuentas off-shore'.

Sí, hubo un grito que fue un alarido nacido en miles de urnasUn estentóreo ¡basta!

En ese alarido han estado juntos los empleados desocupadoslos precarizados tales como los monotributistas y los esclavizados por el sistema de las plataformas (que en el lenguaje oficial se los denomina hipócritamente como “micro emprendedores”). Estaban los científicos repatriados o no, sin insumos para investigar y con los sueldos congeladosEstaban los despedidos del  'INTA', del 'INTI'  y de la  'Comisión Nacional de Energía Atómica'; los obreros desesperados despedidos y sin trabajolos que aún lo conservan pero que llegar a fin de mes es un recurrente cruce por el desiertoEstaban los que ya no tenían ni gas ni luz, porque no pudieron abonar facturas impagables mientras el gobierno les informaba que estaban construyendo 'cimientos sólidos y un futuro promisorio.' Estaban los empresarios que sobreviven dificultosamente y aquellos que cerraron sus pymesEl alarido salía de esas urnas donde confluían los discapacitados a los que le quitaron las pensioneslos chicos a los que se les privó de sus computadoraslos jubilados a los que se les perforó su asignación mensual y a los que se les racionan los medicamentoslos becarios excluidos del CONICET; las universidades desfinanciadas y los satélites desactivados.

En ese grito, un alarido, estaban los que duermen en las calles, los que cayeron en la indigencia, los que son acusados de ser  'sobrantes'  de un  'modelo meritocrático'.

Estaba el alarido contra un endeudamiento alarmante y la sujeción a las políticas criminales del 'FMI'.

Estaban entre los millones de heridoslos  'despedidos'  del  'Hospital Posadas'; los docentes maltratados por Maria Eugenia Vidal y los obreros expulsados de las empresas  'autogestionadas'.

Estaban los familiares de los muertos del  'gatillo fácil', víctimas de una política de seguridad que lo promueve.

Estaba el grito contra aquellos que hablan de transparencia y todas sus vidas transitan por la oscuridad, la evasión, los negociados, el contrabando y la fuga de capitales.

Estaba la protesta contra un poder judicial al que se lo controla para mantenerlo alineado y sometido a los intereses del ejecutivo; y en caso de resistencia o señales de independencia, denunciando a los díscolos ante el  'Consejo de la Magistratura'.

Sí, estaba un pueblo que en muchas franjas fue engañado o se dejó engañar por un discurso falso, hipócrita, cínico. Que hace dos años aún conservaba expectativas y que en una generosidad no correspondida, le dieron al gobierno dos años más de plazo.  En esa segunda parte de su mandato incrementaron el número de víctimas, con un plan colonial refundacional que encuentra el futuro en la Argentina  'del Centenario', más de un siglo atrás. Un proyecto que violenta la lógica económica más elemental, con un fundamentalismo que transita el camino de la idiotez.

El alarido es contra una política que cree que el gobierno debe favorecer y obedecer a los mercados y no al pueblo.

Fue más que un grito.  Fue un alarido.  De un pueblo, que más allá de claudicaciones y retrocesos, tiene una historia de luchas forjadas en hitos históricos como el  '17 de octubre',  el  'Cordobazo',  el '19 y 20 de diciembre del 2001'. Un pueblo con miles de movilizaciones, con cortes de calles, con concentraciones multitudinarias, con planes de lucha sindicales, con la  'resistencia peronista' de los años de la proscripciónCon la lucha épica de  'las Madres'  y  'Abuelas de Plaza de Mayo'.  Con una estructura social que aún muy deteriorada es diferente por sabiduría histórica a cualquier otra de América Latina.

Un pueblo que tiene pacienciatal vez demasiadapero que superados ciertos límitesporque tiene un  'ADN'  de  'lucha y resistencia', hace tronar el escarmiento.

En ese  'ADN'  está la dignificación que significó el  'peronismo'  con principios sencillos de la profundidad de varias bibliotecas de sociología:  “Donde hay una necesidad,  nace un derecho”  (EVA  PERÓN).  El mismo  'peronismo'  que le permitió al obrero mirar al empleador o a un policía sin bajar los ojos.  Aquí se desconoce la expresión “a sus órdenes”.

El grito, el alarido, encontró su instrumento para castigar tanto dolor, tanto sufrimiento en el  'Frente de Todos',  premiando la gran jugada estratégica de Cristina Fernándezla capacidad articuladora de Alberto Fernández, la reivindicación de la política de Axel Kicillof, recorriendo en un modesto automóvil, pueblo por pueblo de la provincia de Buenos Aires, haciendo la vieja política de la conversación cara a cara, del abrazo compartido. Lejos de los  'focos group', de la política como marketing.

El alarido del pueblo es interpretado por el presidente Mauricio Macri como que su política no fue comprendida. Es al revés, presidente: el grito es porque  'comprendió la estafa y la crueldad que su proyecto encarna'.  

El alarido fue un grito de resistencia, que rasgó la fortaleza de una pesadilla. Hay un horizonte de esperanza poblada de obstáculos. Shakespeare, con la sabiduría de un clásico, lo expresó en boca de uno de sus personajes: “La oscuridad más profunda es la que precede al amanecer”. El alarido fue una frontera entre la oscuridad que aún permanece y el amanecer que aún no ha llegado.



*    Coconductor del programa radial  "EL TREN", con más de  14 años       en el aire. Contador Público recibido en UBA. Fue  profesor de                       Economía Política en la Facultad de Ciencias Económicas de la misma         Universidad. Es Periodista. Sus    trabajos son publicados en diversos        medios nacionales e internacionales. Es autor del trabajo de   investigación “25  años de ausencia” y participó con trabajos en los         libros “Damián Carlos Álvarez Pasión por el libro” e “Insignificancia     y autonomía. Debates a partir de Cornelius Castoriadis."
  Además es coautor del libro “Bicentenario de la Revolución         de   Mayo y de la Emancipación Americana” 








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