lunes, 13 de marzo de 2017

Con Easy is very difficult


lunes 13 de marzo de 2017




Con Easy is very difficult




Ante la marcha del 7. La CGT acusa y el Gobierno niega que haya apertura indiscriminada de importaciones. Tal vez sea exagerado, pero se le parece bastante.
                                                  Por     Marcelo Zlotogwiazda


Con la intención de desacreditar uno de los reclamos de los organizadores de la marcha opositora del martes, Francisco Cabrera sostuvo que "es falso que haya un aluvión de importaciones", y para fundamentarlo señaló que las importaciones de 2016 fueron menores que las de 2015.

Lo que dice el ministro de Producción es falaz. Si bien es cierto que el año pasado las importaciones totales cayeron un 6,9 por ciento, las importaciones de bienes de consumo (que son las que sustituyen todo el valor agregado del proceso productivo) aumentaron, sin contar vehículos, un 9,1 por ciento en valor y alrededor de un 20 por ciento en cantidades.

Tal vez sea exagerado hablar de "aluvión" y de una "apertura indiscriminada de la economía", como dijo Héctor Daer, uno de los tres líderes de la CGT. Pero es indiscutible que un incremento del 20 por ciento en el ingreso de bienes finales durante un año de fuerte achicamiento de las ventas provocó un enorme desplazamiento de la ya castigada producción local. Con el agravante de que el último dato correspondiente a enero de este año muestra que las importaciones de bienes de consumo volvieron a aumentar casi un 20 por ciento en unidades, luego de cuatro meses de subas que venían atenuándose en relación con el primer semestre.

Además, hay que tener en cuenta que ese 20 por ciento de aumento es para el total, y que hay algunos sectores que sí están sometidos a un aluvión. Por ejemplo, la Cámara de la Industria del Calzado informó que en los primeros dos meses de 2017 se importó un 62 por ciento más de unidades respecto de igual período del año pasado, y la Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero contabilizó un alza del 71 por ciento entre esos mismos bimestres.

También resulta abrumadora la cantidad de competencia importada en los rubros de mueblería y construcción. El suplemento de 32 páginas que la cadena chilena Easy-Cencosud publicó el sábado pasado en el diario Clarín es apabullante, con la enorme mayoría de productos publicitados de origen extranjero, y fundamentalmente chinos. Las primeras quince páginas están casi totalmente copadas por muebles chinos para hogar y oficina. La tapa está ilustrada con una rubia acostada en un futón/sillón cama que se ofrece a un "imperdible" precio contado de $ 6.990, con un stock disponible de 200 unidades, contrariando la idea de que no es redituable traer de tan lejos artículos de mucho volumen. Además hay variedad de escritorios, bibliotecas, módulos, mesas, camas, lámparas, cajoneras, esquineros, veladores, escaleras, sets de oficina, cestos a pedal, y muchos, muchos, modelos de sillas de escritorio con precios desde $ 899 a $ 4.490.

El folleto de Easy es un fiel botón de muestra. Según un informe de la Federación de la Industria de la Madera y Afines, las importaciones de muebles y asientos de madera aumentaron el año pasado un 21 por ciento, rozando los 200 millones de dólares.

En el resto del suplemento de Easy-Cencosud se ofrecen porcellanato de Vietnam, pisos vinílicos de Alemania y China, muebles de cocina de Brasil, y una amplia gama de máquinas-herramientas (cortadoras, taladros, amoladoras, sierras, soldadoras, etc.) mayoritariamente chinas.

Los únicos rubros del suplemento con predominio de fabricación local son pintura, grifería, cerramientos y colchones/sommier.

A la vista de esta realidad se entiende que la marcha del martes haya sido convocada al Ministerio de la Producción que conduce Cabrera. Está situado a sólo dos cuadras de la tradicional Plaza de Mayo, y es un claro mensaje de protesta sobre el modelo productivo del gobierno.

Lo que se cuestiona es mucho más que la apertura de la economía. Es la concepción de país que Mauricio Macri exhibió en el discurso inaugural del año legislativo. En los escasos minutos que le dedicó a la producción, el Presidente se explayó en los logros y en la potencialidad del campo, se refirió al aumento en la exportación de arándanos (más de 100 millones de dólares el año pasado), mencionó al turismo y a la minería, pero lo único que dijo sobre la industria fue que "tenemos decenas de sectores industriales y de servicios de nivel internacional".

De esa escueta frase se desprende una inquietante pregunta: ¿Cree Macri que el país sólo debe apostar a los sectores industriales de nivel internacional y abandonar a los que no pueden competir? ¿Qué futuro le ve a la producción textil, de calzado, de cuero, o de muebles, que, como muchas otras, no pueden fabricar a los costos de China, Bangladesh o Vietnam? ¿Piensa seriamente que los miles y miles de trabajadores de esos sectores pueden ser reciclados en otras áreas a través del Programa de Transformación Productiva que gestiona Cabrera?

Le preguntaron al secretario de Transformación Productiva, Lucio Castro, en qué factores se basa para confiar en que la economía crecerá este año. Respondió que esa predicción se apoya en el crecimiento de la cosecha, en la obra pública y en el impacto que tendrá la mejora de la situación de Brasil sobre el sector automotor y químico.

Es un perfil productivo que se complementa con los dos sectores que Mark Mobius, presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, considera que son promisorios en la Argentina: "Las mejores oportunidades están en los bancos y en el sector petróleo y gas", dijo en un reportaje de Bloomberg.

Agronegocios, energía, finanzas, obra pública y lo que pueda proveer el imprevisible Brasil.

Daer exagera al hablar de apertura indiscriminada, o diciendo que "el rumbo que le están dando al país con este cambio estructural va a generar un país para menos habitantes, y exportador de materias primas básicas sin ningún tipo de valor agregado".

Pero hay circunstancias en las que mejor pecar por exceso que por lo contrario.







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