lunes 06 de marzo de 2017
El lado oscuro de Lorenzetti
A las acusaciones de colegas y políticos se suman sus aprietes contra el periodismo.
Por si algo faltaba para que Ricardo Lorenzetti siguiera siendo cuestionado, un libro sobre su figura fue sorpresivamente levantado y rápidamente repuesto en las estanterías.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación llegó al cargo a fines de 2004 cuando por sugerencia del entonces secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, fue nombrado por el ex presidente Néstor Kirchner en plena renovación del máximo tribunal. Lorenzetti es oriundo de la ciudad santafecina de Rafaela, donde desarrolló gran parte de su actividad como abogado y fue precisamente de su propio pago chico desde donde comenzó a padecer embates y las denuncias en su contra.
En el año 2010, el periodista y actual diputado provincial Carlos del Frade se encontraba escribiendo un libro al que iría a titular Salud, valores y esperanza, un trabajo que indagaba las prepagas que saquearon el PAMI entre mediados de la década del noventa y los primeros años 2000 y de las que Lorenzetti era abogado.
Del Frade contó que enterado del libro, el presidente de la Corte lo convocó a su despacho y le insinuó un arreglo de 40 mil dólares. Poco tiempo después y con la tirada impresa, los 2.500 ejemplares fueron comprados en su totalidad y hoy se encuentran apilados en un depósito de la Asociación Médica de Rafaela.
Del Frade no es el único periodista sobre el que sobrevoló el apellido del juez. En 2015, la Asociación de Prensa y el Sindicato de Prensa de Rosario dieron el alerta sobre una acción judicial patrocinada por el estudio Lorenzetti en contra del relator deportivo Diego Lisandro por haber criticado a la dirigencia del Club Atlético Rafaela. Los demandantes exigían un bozal legal y una multa de mil pesos diarios hasta que el cronista se desdijera de sus comentarios.
"La demanda vino desde el estudio que hoy maneja Pablo Lorenzetti, el hijo del juez, aunque no me consta que el presidente del tribunal haya estado detrás de eso. Ahora, nunca supe si había o no levantado el teléfono" explicó Lisandro, periodista de radio LT9 a esta revista. "Hubo un fallo de la jueza con un porcentaje abultado de votos en mi contra y también, una segunda denuncia en la que se me demandó a pagar $300 mil por daño moral y firmada por un abogado de apellido Castillo, que luego se retiró porque jamás pensó que el caso tomaría estado público", agregó.
No fue un año fácil para Lorenzetti el 2015. En mayo, el ex miembro del tribunal, Raúl Zaffaroni, cuestionó el hecho de que el presidente de la Corte adelantara su propia reelección e insinuó que sería mejor para el cuerpo de jueces la rotación anual en el cargo. En noviembre, Lorenzetti circulaba con su auto por las calles de Rafaela cuando chocó con una moto donde viajaban dos jóvenes. Tiempo después uno de ellos llamado Alejandro Buffet murió a causa de lesiones en el cráneo.
Elisa Carrió jamás ahorró críticas ni epítetos en contra de Lorenzetti, que trató de mediocre a la fundadora de la Coalición Cívica cuando ésta exigió a los miembros de la Corte la presentación de Declaraciones Juradas de Bienes.
El primer bimestre de 2017 no había terminado cuando un manto de fuertes sospechas volvió a recaer sobre el personaje. El libro El señor de la Corte tuvo una aparición fugaz en las librerías hasta que el grueso de los ejemplares fueron retirados.
La noticia no se hizo esperar y rebotó más allá de las fronteras de la Argentina. Natalia Aguiar, periodista y autora, estuvo acreditada durante años en la Corte Suprema y siempre supo que un personaje como Lorenzetti merecía un trabajo de investigación periodística.
Para Aguiar, lo ocurrido con su libro da para pensar. "Puedo asegurar que sufrí hostigamiento y persecución para que claudicara. Uno de los que me llamó fue Miguel Licht, secretario letrado de la Corte Suprema y que desde su celular intentó sacarme información sobre el contenido del libro. Me dijo que número uno me quería ver y llegó al punto de ofrecerme muchísimo dinero para no publicarlo. Ese hombre sigue siendo funcionario de la Corte, pero hubo otros operadores que también me ofrecieron plata y trabajo. Tengo pruebas de que padecí hackeos en mi computadora y por eso hay una denuncia penal. Desde la editorial hablaron del levantamiento de la edición por problemas de impresión en la solapa del libro y la reprogramación".
Veintitrés se comunicó con personal de Ediciones B que sostuvo la versión sobre deficiencias en el encolado de los libros. "Es todo muy sospechoso y no digo que la editorial esté mintiendo. Me extraña que se haya iniciado la reposición después del lío que se armó. Tengo que destacar que me pareció espectacular la reacción de la gente en defensa de la libertad de expresión".
Gerardo Zanoni es un periodista y locutor rafaelino que se hizo eco del episodio por el que atravesaba Aguiar. De inmediato, fue obligado a irse de Radio ADN 97.9 de Rafaela por sugerencia del dueño de la emisora. "Zanoni, que es uno de los pocos periodistas que se atreven a hablar de Lorenzetti, fue echado por orden de un juez mafioso", tuiteó Elisa Carrió, enterada del asunto. Zanoni, consultado por Veintitrés, prefirió la prudencia y no habló.
"Puedo asegurar que sufrí hostigamiento y persecución para que claudicara", Natalia Aguiar, autora de El señor de la Corte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario