jueves 09 de marzo de 2017
En su discurso inaugural de sesiones correspondiente a 2017, Mauricio Macri recordó que estamos comenzando el "Año de las Energías Renovables". Para comprender el significado de la decisión política de atiborrar de paneles solares y molinos eólicos al país -importados en más del 95%, según las adjudicaciones realizadas por el Plan RenovAr-, el ejemplo saudí. Arabia Saudita, la segunda nación con mayores reservas de petróleo después de Venezuela, se propone reconvertir su matriz eléctrica diversificando masivamente con energías eólica y solar. ¿El motivo? Reducir el uso doméstico de crudo destinado a abastecer la demanda interna, incrementar los excedentes exportables y así generar mayores ganancias para su empresa nacional. Los llamados a licitación para construir 700 megavatios de renovables (entre plantas eólicas y solares) comenzarán el próximo 20 de marzo y las adjudicaciones se anunciarán en abril. A mediados de año podrían comenzar las obras de los proyectos seleccionados. ¿Y por qué traer a colación el ejemplo de esta nación que nada tiene que ver con la Argentina? Porque desenmascara magistralmente la política energética macrista.
Desde el 10 de diciembre de 2015 a la fecha, el cartel de empresas al frente del Ministerio de Energía de la Nación - en connivencia con el fundamentalismo ambiental, lobbista de la burguesía "verde" europea, estadounidense y asiática - están implementando una diversificación masiva en renovables intermitentes, a pesar de tener la Argentina ingentes recursos fósiles, más económicos para su explotación y claves para un sistema energético cuyo suministro sea progresivamente accesible y asequible. Asimismo, si lo que se busca es una Argentina industrial y autosuficiente, las fábricas y empresas necesitan energía abundante, barata y regular en su suministro. Tales atributos, únicamente pueden ser asegurados por los combustibles fósiles, verdaderos motores del despegue industrial de las naciones hoy desarrolladas. Volvamos ahora a Arabia Saudita. Se trata de una potencia petrolera y sus reservas de crudo alcanzan no sólo para cubrir la demanda local sino también para generar saldos exportables.
En este sentido, cualquier herramienta que tienda a la sustitución de este recurso natural puertas adentro redundará en mayores beneficios comerciales, asumiendo por supuesto que la renta petrolera sea efectivamente puesta al servicio de su pueblo. Pero la República Argentina no es un país petrolero ni gasífero, sino uno con petróleo y gas que ha recuperado buenos niveles producción y de reservas entre 2003 y 2015, luego de la nefasta herencia exportadora gasífera y la estafa de Repsol al frente de YPF. En nuestro caso, exportar masivamente petróleo y gas significaría, lisa y llanamente, desabastecer al mercado interno y dejarlo sin el combustible más barato y abundante del que dispone el país. Y esto es precisamente lo que el macrismo se propone, por cierto, ningún secreto, aunque con un agregado en relación al menemato: la incorporación masiva de renovables intermitentes al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Fuente: Elaboración OETEC en base a datos del ENARGAS, Tablas Dinámicas.
La variación interanual de usuarios totales (residenciales, comerciales, industriales, etc.) es entre diciembre del año señalado y el siguiente. Entre 1997 y 2002, la caída deliberada de la incorporación de nuevos usuarios permitió acrecentar saldos exportables para empresas que si invertían sólo lo hacían en función de mayores ventas al extranjero. A diferencia de aquellos años, el neoliberalismo del siglo XXI cuenta ahora con una nueva herramienta para generar saldos exportables de gas y petróleo: las renovables intermitentes (eólica y solar). Dichas energías, como se demuestra en todos aquellos países o regiones que las implementan, promueven una caída de la demanda al requerir de incrementos progresivos y exponenciales de la tarifa. El ejemplo aquí brindado de los móviles que llevan a Arabia Saudita a diversificar con eólica y solar permitirá comprender la médula de la política energética macrista.
"El principal productor de la OPEP se está convirtiendo a la energía eólica y solar"
La nación más identificada con sus reservas masivas de petróleo se está convirtiendo a la energía eólica y solar para generar electricidad en el hogar y ayudar a extender la vida de su franquicia de crudo.
Fuente: Bloomberg (ver bibliografía). Los llamados a licitación para construir 700 megavatios de renovables (entre plantas eólicas y solares) comenzarán el próximo 20 de marzo y las adjudicaciones se anunciarán en abril.
A partir de allí y hasta fines de julio, los proyectos seleccionados iniciarán las obras. Los más destacados son: una instalación solar de 300 megavatios en Sakaka, provincia norteña de Al Jouf, y una planta eólica de 400 megavatios en Midyan, provincia noroccidental de Tabuk. Con la incorporación de renovables, el país planea adicionar casi 10 gigavatios de energía eléctrica para 2023, lo que requerirá una inversión de 30 mil a 50 mil millones de dólares.
A partir de este año y hasta 2023, Arabia Saudita planea desarrollar casi 10 gigavatios de energía renovable, comenzando por la instalación de parques eólicos y solares en el vasto desierto situado al noroeste del país. De esta manera, podrían reemplazarse unos 80.000 barriles de petróleo al día [la Argentina produjo un promedio de 530.000 barriles diarios en 2016]. Según la consultora Wood MacKenzie Ltd, si a esto se le suman los proyectos de gas natural, que comenzarán a finales de esta década, los sauditas cuadruplicarían dicho número, lo cual equivaldría a suplantar todo el crudo quemado en el reino durante los meses de invierno…
El economista jefe del Standard Chartered Plc [una de las bancas más poderosas del mundo (origen británico) que opera en Asia, África y el Medio Oriente, involucrada por supuesto en el financiamiento de los proyectos renovables saudíes], Mario Maratheftis, manifestó en declaraciones a la prensa que "la energía renovable ya no es un lujo". Y agregó "si el uso doméstico continúa así, eventualmente los saudíes no tendrán petróleo de repuesto para exportar".
Fuente: Bloomberg. Las exportaciones sauditas de petróleo subieron de 7,39 millones de barriles en 2015 a 7,65 millones durante el año pasado.
Por su parte, la producción aumentó de 10,19 millones de barriles diarios en 2015 a 10,46 en 2016. Dichos números parecen no contentar a las autoridades saudíes. El economista jefe del Standard Chartered Plc, Mario Maratheftis, manifestó en declaraciones a la prensa que "si el uso doméstico continúa así, eventualmente los saudíes no tendrán petróleo de repuesto para exportar". ¿Recuerda el lector una preocupación similar en boca de Mauricio Macri y Aranguren?
Sin fuentes de energía alternativas, incluyendo el gas y las renovables, el reino se vería obligado a aumentar el uso de crudo. Eso implicaría quemar hasta 900.000 barriles diarios de petróleo durante los meses de verano, según datos de la Joint Organizations Data Initiative.
Arabia Saudita ya está tomando medidas para sustituir el petróleo por el gas natural en las centrales eléctricas, lo cual ha tenido "un inmenso impacto", según informó la OPEP en su Informe Mensual del Mercado Petrolero publicado en enero. De esta manera, el uso de petróleo para abastecer la demanda de energía doméstica cayó casi un tercio desde que la planta de gas de Wasit comenzó sus operaciones en marzo de 2016.
300.000 barriles
Saudi Aramco [empresa nacional de hidrocarburos de Arabia] pondrá en marcha un proyecto gasífero del tamaño de Fadhili en el este del país a terminarse para fines de esta década. Dicho proyecto, junto con los renovables previstos a 2023, ahorrarán cerca de 300.000 barriles de petróleo, según estimaciones basadas en datos de la IEA y la OPEP.
Fuente: Hidrocarbons Technology (ver bibliografía).
En la imagen puede verse la construcción de la central termoeléctrica de Fadhili, un proyecto ubicado a 30 kilómetros al oeste de Jubail, en la provincia oriental de Arabia Saudita, y a cargo de la empresa Saudi Aramco. Programada su finalización para 2019, la planta suministrará energía a través de la quema de gas natural y ayudará a reducir la dependencia que el país tiene del petróleo. Esto generará a su vez mayores saldos exportables.
Hasta aquí, lo más valioso del artículo de Bloomberg.
Macrismo saudí
Como afirmábamos en nuestro artículo "Reivindicación histórica de la política gasífera K (cuando siquiera FIEL puede callar la estafa energética macrista) - Tercera parte" (ver bibliografía), el kirchnerismo (2003-2015) logró incorporar un 60% más de ciudadanos al servicio de gas que diez años de neoliberalismo (1993-2003). A propósito de esto, insistíamos en que un modelo energético eficiente no es aquel que exporta más o registra menor déficit de la balanza comercial energética, sino el que obtiene una mayor incorporación de usuarios a los servicios de energía, con tarifas sociales y acordes a los costos argentinos, tanto para la ciudadanía como para los distintos actores económicos.
Dicho modelo energético se implementó entre 2003 y 2015. Pero ahora, el macrismo planea volver exactamente al mismo punto de desabastecimiento energético por el que transitó el país desde los noventa hasta fines de 2002, con un plus: la incorporación de renovables intermitentes al SIN, incorporación que se propone igual objetivo que Arabia Saudita con su programa en eólica y solar, esto es, reducir el consumo doméstico de combustibles fósiles con vistas a generar mayores saldos exportables. Cabe recordar que la nación árabe se propone instalar nueva potencia en solar (300 MW) y eólica (400 MW) bastante inferior a la ya adjudicada por el Plan RenovAr, como se aprecia de la tabla que sigue:
Fuente: OETEC. El RenovAr lleva adjudicados 2.400 MW.
La generación estimada rondará los 8.300 GWh. Por su parte, la incorporación de renovables en Arabia se calcula en casi 10 GWh para 2023. No se explica la baja generación para la Argentina, siendo que instalará el triple de potencia.
El resultado será en calamitoso: no sólo pasaremos a exportar masivamente crudo y gas (a la vez que aumentando la dependencia importadora de GNL, negocio del Grupo Shell), sino que a cambio obtendremos un sistema eléctrico mucho más inestable (dada la alta dependencia climática de las fuentes "limpias"), irregular (dada su baja eficiencia) y con tarifas exponencialmente más caras (traslado de costos de inversión e importación de equipos a la ciudadanía). Consecuencias lógicas de la convergencia de las petroleras y el fundamentalismo ambiental en el poder.
Conclusiones
¿Por qué analizamos Arabia Saudita, nación que nada tiene que ver con la Argentina? Porque desenmascara magistralmente la política energética macrista. En efecto, desde el 10 de diciembre de 2015 a la fecha, el cartel de empresas al frente del Ministerio de Energía de la Nación - en connivencia con el fundamentalismo ambiental, lobbista de la burguesía "verde" europea, estadounidense y asiática - están implementando una diversificación masiva en renovables intermitentes, a pesar de tener la Argentina ingentes recursos fósiles, más económicos para su explotación y claves para un sistema energético cuyo suministro sea progresivamente accesible y asequible.
Asimismo, si lo que se busca es una Argentina industrial y autosuficiente, las fábricas y empresas necesitan energía abundante, barata y regular en su suministro. Tales atributos, únicamente pueden ser asegurados por los combustibles fósiles, verdaderos motores del despegue industrial de las naciones hoy desarrolladas. Volvamos ahora a Arabia Saudita.
Se trata de una potencia petrolera y sus reservas de crudo alcanzan no sólo para cubrir la demanda local sino también para generar saldos exportables. En este sentido, cualquier herramienta que tienda a la sustitución de este recurso natural puertas adentro redundará en mayores beneficios comerciales, asumiendo por supuesto que la renta petrolera sea efectivamente puesta al servicio de su pueblo.
Pero la República Argentina no es un país petrolero ni gasífero, sino uno con petróleo y gas que ha recuperado buenos niveles producción y de reservas entre 2003 y 2015, luego de la nefasta herencia exportadora gasífera y la estafa de Repsol al frente de YPF. En nuestro caso, exportar masivamente petróleo y gas significaría, lisa y llanamente, desabastecer al mercado interno y dejarlo sin el combustible más barato y abundante del que dispone el país. Y esto es precisamente lo que el macrismo se propone, por cierto, ningún secreto, aunque con un agregado en relación al menemato: la incorporación masiva de renovables intermitentes al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Dicha incorporación, con el agravante de tratarse de equipos importados en más del 95% de lo licitado (ver bibliografía), se propone reducir drásticamente el consumo doméstico de combustibles fósiles -en un perfecto trabajo de pinzas con la deliberada política de deteriorar los aparatos productivo, comercial e industrial nacionales-, de tal forma de volcar el nuevo excedente a los mercados extranjeros. En paralelo, se cuidará de no reducir la participación de los combustibles fósiles en la matriz, pues si al Grupo Shell le conviene una Argentina importadora de gas (principal insumo de las matrices primaria y secundaria), a la industria petrolera privada le conviene tener asegurado un comprador local de crudo y combustibles.
Fuente: Bloomberg. Se lee: "Los picos de consumo se dan en verano, consumiendo el crudo que podría exportarse".
Los máximos obedecen a saudíes prendiendo los aires acondicionados, que demandan más electricidad, cuyo combustible proviene principalmente de los productos derivados del petróleo. El neoliberalismo agro-hidrocarburífero exportador, también advierte como problema el consumo excesivo, aunque no culpa de las estaciones sino de la "pesada herencia".
Para finalizar resulta ilustrativo volver a repasar las declaraciones del economista jefe del Standard Chartered Plc, Mario Maratheftis, una de las bancas más poderosas del mundo (origen británico) que opera en Asia, África y el Medio Oriente, involucrada en el financiamiento de los proyectos renovables saudíes. Pues bien, Maratheftis expresó en declaraciones a la prensa sobre la política saudí en materia de renovables: "si el uso doméstico continúa así, eventualmente los saudíes no tendrán petróleo de repuesto para exportar". ¿Recuerda el lector una preocupación similar en boca de Mauricio Macri y Aranguren? De concretarse los planes oficiales, la eólica y la solar contribuirán a reducir enormemente el consumo doméstico de hidrocarburos, con los problemas que esto traerá aparejado para el pueblo argentino y una nación autosuficiente y moderna.
Declarar al 2017 el "Año de las Energías Renovables", como insistió el Presidente en su alocución en el Congreso, es vital a los intereses exportadores del cartel de empresas en poder del Ministerio de Energía.
Bibliografía
OETEC (25/01/2017) Reivindicación histórica de la política gasífera K (cuando siquiera FIEL puede callar la estafa energética macrista) - Tercera parte
OETEC (23/01/2017) Reivindicación histórica de la política gasífera K (cuando siquiera FIEL puede callar la estafa energética macrista) - Primera parte
OETEC (18/01/2017) Bienvenido el binomio "Exportador-Importador" del gas natural (análisis de la Resolución 8)
OETEC (7/12/2016) El Plan RenovAr reserva a la industria nacional un 5,9% de participación en la potencia instalada adjudicada
OETEC (29/11/2016) China y España: las ganadoras del Plan RenovAr (o la derrota de la industria y el empleo argentinos)
OETEC (23/11/2016) Río Turbio, el Plan RenovAr chino y la hipocresía "verde"
OETEC (08/11/2016) La "pesada herencia" en renovables y la velocidad de diversificación de la matriz
OETEC (21/10/2016) Metas Nacionales de Energías Renovables 2018-2025. Implicancias de una masiva incorporación de renovables "intermitentes"
OETEC (31/07/2016) Plan de Energías Renovables: premio al negoción privado de la importación
Nota original:
Bloomberg (14/2/2017) OPECs top producer is turning to wind and solar power
Bloomberg (20/2/2017) Saudis Kick Off $50 Billion Renewable Energy Plan to Cut Oil Use
Bloomberg (20/2/2017) Saudi Arabia Breaks Records on Oil Exports and Output for Year
Hidrocarbons Technology Fadhili Gas Plant, Jubail, Saudi Arabia
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