miércoles 02 de enero de 2019
POLÍTICA
Ciencia cero: una meta del macrismo para el 2019
Cinco de los ocho directores del CONICET (Dora Barrancos, Francisco Tamarit, Miguel Laborde, Roberto Rivarola y Tulio Del Bono) firmaron el viernes una Declaración en la que denuncian la grave situación del CONICET y por la cual le reclaman a Mauricio Macri una urgente respuesta por el ajuste y la crítica situación presupuestaria por la que atraviesa el organismo.
“Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico , y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia.” Con esta frase de Bernardo Houssey se inicia el comunicado casi a modo de partida de defunción publicado hoy por la comunidad científica.
Integrantes del directorio del Consejo Nacional de Investigaciones científicas y técnicas (CONICET) expresaron su enorme preocupación por la situación presupuestaria y salarial que está atravesando el organismo. “Estamos próximos a finalizar un nuevo año de serias dificultades para el sistema científico- tecnológico nacional, que quedará signado por la incomprensible decisión de suprimir el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva de la Nación. Con mucha tristeza e impotencia vivenciamos mes a mes un sistemático deterioro en la capacidad institucional de promover la producción, transmisión y transferencia del conocimiento “ dice el parte.
Como es sabido, a lo largo de estos tres años, el CONICET sufrió un profundo deterioro tanto de los salarios como de los estipendios de sus trabajadores, trabajadoras, becarios y becarias con remuneraciones que al día de hoy se sitúan por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo este año, la crisis en ciencia, tecnología e investigación llegó a su punto más alto no sólo por el recorte en los presupuestos destinados a tal fin sino por haber sufrido la manifestación de uno de los peores síntomas de retroceso de una Nación: la expatriación de científicos.
El comunicado continúa diciendo: “Los fondos para funcionamiento, infraestructura y financiación de la investigación y sus tareas subsidiarias han disminuido drásticamente año a año en valores reales pero también incluso en forma nominal, frente a un complejo proceso inflacionario y devaluatorio que ha minado nuestra capacidad de promover la producción científica, el desarrollo tecnológico y la innovación de los procesos productivos.”
Tal como están las cosas, el presupuesto previsto para el 2019 deja al organismo imposibilitado de financiar sus instrumentos de promoción y afectará severamente no sólo a toda la red institucional sino también a todas las instituciones asociadas a él. Hace pocos días, se supo mediante un comunicado que muy pocos medios difundieron, que se hubo resuelto no otorgar los subsidios para reuniones científicas por falta de financiamiento, motivo que traerá graves perjuicios puesto que nuestro país tiene una larga tradición de reuniones nacionales, regionales e internacionales. A esto se suma que el presupuesto aprobado para el 2019 está previsto en un 23% con respecto al de este año considerando un índice de inflación mayor al 46%.
“Argentina tiene una enorme capacidad de producción de conocimiento , creada con el esfuerzo de muchas generaciones, que le ha permitido alcanzar destacados logros científicos y tecnológicos. Poner en riesgo esa capacidad de transformación sería echar por tierra los sueños de poder superar las grandes falencias estructurales que nos aquejan desde hace siglos. Hacer de la ciencia y la tecnología una política de Estado no es sólo un postergado sueño de nuestra comunidad, sino ante todo una urgente necesidad de nuestra sociedad.”
De esta manera, los científicos expresaron su extrema preocupación por la situación, “sin distinción de simpatías partidarias”, y apelaron “a la comprensión del Señor Presidente de la Nación para que dé solución rápida a estos problemas presupuestarios.”
Hasta el momento de publicación de esta nota, no se habían dado a conocer los resultados de las convocatorias para el año próximo que, dicho en criollo, significa que hasta el último día hábil del año hay quienes todavía no tienen la confirmación de la continuidad de su fuente laboral.
Por lo visto, la ciencia no es un interés prioritario, ni siquiera es un interés, para este gobierno que sí tiene para invertir fortunas en eventos como el G20. En aquellas mentiras de campaña, allá por 2015, donde decía “pobreza cero” debimos haber leído “ciencia cero”, una de las metas para un país que apuesta al retroceso, a la pobreza y a la ignorancia.
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