miércoles 09 de enero de 2019
Deutz apaga sus motores
en Argentina
La industria cae en picada: 13 % en un año, según el Indec. Deutz, una industria emblemática del intento de industrializar la explotación agropecuaria argentina, cierra sus puertas. Con plantas en General Rodríguez y Heado - provincia de Buenos Aires - la compañía de tractores, motores y generadores tiene a la mayoría de sus empleados suspendidos y se encuentra en parate productivo. Fue la primer empresa que produjo motores en Argentina, atravesó todas las crisis y sobrevivió a todos los gobiernos, hasta que Cambiemos logró doblegarla.
(Publicidad Deutz de la década del ´80)
El INDEC acaba de dar a conocer los datos de noviembre respecto a la situación de la industria con números alarmantes que hablan de un derrumbe: la industria registró el peor retroceso de la gestión Cambiemos al marcar una caída del 13,3 por ciento en relación a igual período del año pasado y acumula once meses en rojo, con una baja del 3,8 por ciento, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Es en este contexto de desindustrialización generalizada que la firma de maquinaria agrícola Deutz Agco cerrará sus plantas de motores, generadores, y tractores ubicadas en distintas localidades de la provincia de Buenos Aires. Según informan fuentes del sindicato SMATA y delegados de la empresa, a fines de enero bajará la persiana la fábrica de Haedo (Morón), donde se desempeñan 70 personas. En la planta de General Rodríguez, donde sus 190 operarios han sufrido suspensiones, se teme el cierre en el mes de mayo. Hoy casi no están desarrollando actividad. De esta forma doscientas sesenta familias se sumarían a la ola de despidos provocado por el cierre incesante de fábricas, comercios, y el goteo imparable de cesantías anunciado desde el Estado. Pero el cierre de Deutz tiene un valor simbólico adicional, fue la primera empresa en producir motores en Argentina, se radicó en estas tierras proveniente desde Alemania, y en ese lapso de tiempo pudo sobrevivir a las recurrentes e innumerables crisis argentinas, al paso de tantos gobiernos y conflictos, sequías tempestades, inundaciones. Pero frente a la economía macrista, anuncian que paran los motores.
La Argentina es uno de los 40 países en el mundo que produce automóviles. Y lo ha hecho desde muy temprano en el desarrollo de la industria mundial. La planta de Ford en Pacheco estuvo entre las primeras que se abrieron fuera del territorio norteamericano. Deutz se ha dedicado siempre a los motores en una gran gama de posibilidades.
En 1864 Nicolaus August Ott y Eugen Langen fundan la empresa N.A. Otto &Cie. en Colonia, cuando aún Alemania no era un Estado unificado. La empresa que se iba a convertir en Deutz fue la primera fábrica de motores del mundo. Es la época de lo que los historiadores han denominado “la segunda revolución industrial”. Comenzó así la motorización del mundo, un nuevo paradigma tecnológico que tuvo al motor como centro de un desarrollo extraordinario. Los trenes, los barcos, los automóviles, los aviones, los tractores y las fábricas se empezaron a mover con motores, y la medida de su capacidad de trabajo se hizo con los parámetros de un paradigma en retirada: los caballos de fuerza. El motor diesel fue inventado en 1893 por el ingeniero alemán Rudolf Diesel.
Tan temprano como en 1884, DEUTZ ya se encontraba en Argentina cuando uno de sus motores, junto a un generador, fueron los primeros en dar energía a la ciudad de Buenos Aires. En 1900 establecieron una filial permanente: “Cía. de Motores Otto Deutz”, dedicada a la comercialización de motores, tractores y camiones. El campo argentino estaba en la búsqueda de su salto cualitativo en producción. Los sueños de la época hablaban de una Argentina proveedora de alimentos a todo el mundo, sueños de grandeza.
En 1953, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, se proyectó una fábrica de tractores nacional: se instaló en Córdoba bajo la órbita de IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), con apoyo de FIAT y la fabricación de los motores a cargo de DEUTZ. Fue cuando se creó el Tractor Pampa, con la idea de industrializar la producción agrícola con maquinaria producida en Argentina. La idea era salir paulatinamente del país agroexportador rumbo al industrial. Industrializar de la mano del desarrollo agrario.
Cabe destacar que entre 1956 y 1959 se ensamblaron tractores con un muy alto porcentaje de piezas importadas, ascendiendo a un total de 5650 unidades.
Las inversiones continúan y el 26 de Octubre de 1962 se inaugura la segunda planta en la localidad de Haedo, vecina a la primera. Las instalaciones ocupaban 12.000 m2 de superficie cubierta levantados en un predio de 12 hectáreas. En su discurso inaugural, el Vicepresidente de la empresa y a su vez Presidente de la casa matriz alemana, Ingeniero Enrique Jakopp, destaco el hecho de ser la primera inversión de la empresa fuera del país desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. El personal ocupado se incrementa notablemente pasando de los 102 integrantes iníciales en 1959 a 1.130 personas en 1963.
En 2010 se anunciaron inversiones por $ 11 millones que se destinarán al reequipamiento tecnológico de la planta y al lanzamiento para los próximos años de un nuevo producto, los motores Deutz Serie 914 de actual producción en Alemania –que cumple con todas las normas existentes de medio ambiente. La entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, junto a los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Economía, Amado Boudou, recibió a ejecutivos de la empresa que hasta ese momento tenían proyectado un crecimiento estratégico en la región. Venían bien y de pronto pasaron cosas.
La caída de ventas y la perspectiva de pérdida del mercado brasilero precipitaron las decisiones.
La debacle industrial tiene cada día una historia triste para contar. En este caso es una historia que empezó a mediados del S XIX, durante el mismísimo nacimiento de la industria en Argentina.
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