miércoles, 11 de enero de 2017

A las puertas del Cielo...


A las puertas del Cielo...   (*)


Tres hombres llegan simultáneamente a las puertas del cielo.


San Pedro les dice:

-  "Tenemos malas noticias para dos de ustedes; se nos cayó el sistema que da las admisiones y solo puedo dejar entrar a uno de los tres esta semana, los otros dos tendrán que esperar en el infierno unos días mientras reparamos el fallo, lamentablemente no puedo hacer otra cosa.."


San Pedro continuó explicando:

-  "La persona que cuente la mejor historia de como murió en la tierra, será la que pueda entrar en el cielo hoy."


Los tres hombres asintieron...


San Pedro los hace pasar de uno en uno a su oficina para que los otros no escuchen y puedan mejorar su historia. 


El primer hombre pasó y empezó a relatar:

-  "Presentía que mi mujer me estaba engañando, así que esa tarde llegué temprano... 

Subí los 25 pisos del edificio por la escalera para no hacer ruido, abrí la puerta de mi apartamento y allí estaba ella... ¡tendida en el suelo desnuda! 

Sabía que la había sorprendido in fraganti. 

Corrí por todo el apartamento en busca del amante; arriba, abajo, debajo de la cama, en todos los armarios... 

Y... ¡NADA! 

Estaba a punto de pedirle disculpas por ser tan mal pensado, cuando oí unos ruidos en la ventana: ¡SCRATCH!, ¡SCRATCH!, ¡SCRATCH! 

Abrí la ventana y allí estaba el hijo de mil putas, colgando de la cornisa. Agarré mi bate de béisbol y le dí duro en la cabeza. Vi como se caía pero tuvo suerte y aterrizó en un montón de bolsas de basura. 

¡Se estaba moviendo! Desesperado porque se me escapaba, cargué el frigobar hasta la ventana, lo puse en la cornisa, pero al empujarlo se me enganchó la camisa, caí con el frigobar y encontré una espantosa muerte...

Pero estoy feliz... ¡porque me cargué al hijo de puta!"



San Pedro no podía imaginarse historia mas increíble, cuando hizo pasar al segundo hombre:


-  "Bueno, yo soy un limpiador de ventanas. 

Estaba haciendo mi trabajo en un piso alto, cuando una de las cuerdas repentinamente se rompió y me agarré de la plataforma, pero se me fueron resbalando las manos hasta que caí al vacío. 

Levanté las manos pensando en mi muerte y esperando que Dios me recogiera. Afortunadamente logré agarrarme a una de las cornisas del edificio. ¡¡¡ESTABA SALVADO!!! 

Empecé a rascar en la ventana para que alguien me ayudara, cuando repentinamente un pelotudo abrió la ventana y en lugar de ayudarme, ¡me pegó un tremendo golpe con un bate de béisbol 

Caí al vacío otra vez maldiciendo... 

Cuando mi ángel de la guarda me permitió seguir viviendo, poniendo un montón de bolsas de basura justo bajo mi cabeza... 

Cuando conseguí abrir los ojos para agradecer a Dios tanta fortuna, un frigobar estaba cayendo encima de mi y se oían terribles alaridos. Comprendí que Dios me quería a su lado.... 

Sin duda era mi destino y así encontré la muerte".



San Pedro estaba estupefacto. Hizo pasar al otro hombre y le dice:

"Hijo, mas vale que tengas una muy buena historia, porque las dos anteriores... ¡son realmente increibles!"



El Tercer hombre lo miró y comenzó:

-  "Bien, seré breve, imagínate esto: estoy en pelotas, escondido en un frigobar... 



Y lo interrumpe San Pedro: 

-  NAAAAAAAAAAAA...








*   Aportado por   Luisa Renée STITZMAN de GIANTOMASI







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