lunes 08 de mayo de 2017
EDITORIAL
¡Demonios! Dos por uno
Fallo de la Corte Suprema. El máximo tribunal y el Gobierno equipararon los delitos comunes con los cometidos con el Estado. La incorrección política.
Es políticamente incorrecto. Está claro. Independientemente de los argumentos jurídicos que se puedan esgrimir para justificar el fallo de la Corte que concede el 2 x 1, por primera vez, a un condenado por delitos de lesa humanidad, lo cierto es que los tiempos políticos que se viven ayudan a semejante despropósito, en un país que fue arrasado durante 6 años por el terrorismo de Estado.
El clima político para este fallo no comenzó hace unos días, empezó desde el mismo momento que el presidente Mauricio Macri quiso imponer dos miembros de la Corte sin pasar por el Senado de la Nación. Siguió cuando varios funcionarios comenzaron a cuestionar la cifra de desaparecidos y sufrió una embestida estos últimos días, cuando la jerarquía eclesiástica –cuándo no– comenzó a hablar de "reconciliación". La sola palabra es un error, porque intenta poner en un pie de igualdad a los terroristas que usaron el Estado para delinquir con las víctimas de esas mismas violaciones a los derechos humanos.
Hay quienes, bienintencionadamente, intentan justificar desde el derecho lo que resolvió este miercoles la Corte Suprema de Justicia. Pero sabemos que ningún fallo del máximo tribunal está exento de lecturas políticas. En este caso, baste analizar dos datos para darse cuenta de hasta dónde este fallo es político.
1. De los tres votos positivos, dos son de los jueces propuestos por este gobierno, que en un principio intentó nombrar escandalosamente por decreto. El siguiente es el incomprensible voto de la única mujer del cuerpo, Elena Highton de Nolasco.
2. El otro dato a tener encuenta es que el propio presidente del Alto Tribunal, Ricardo Lorenzetti (el más político y el más hábil de los cortesanos) no se arriesgó a sumar su voto positivo. Recordemos: el presidente de la Corte es coautor, junto con Alfredo Jorge Kraut, del libro "Derechos humanos: justicia y reparación", que presentó en el año 2011. Ese libro está prologado nada menos que por el juez español Baltasar Garzón.
Lorenzetti no quiso rifar su prestigio avalando semejante fallo, aunque habría que ver de qué forma se operó dentro del Alto Tribunal a la hora de sacar esta sentencia.
En principio, creer que el gobierno y los climas políticos son ajenos es pecar de ingenuidad. Y en la Argentina política la ingenuidad fue extinguida hace rato.
Este fallo es una vuelta al pasado. Y no a las buenas épocas. Y el Gobierno es responsable también, por más que ahora hable de "respetar" a una Justicia que en muchos otros casos, en los que se ve afectado, no respeta.
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