jueves 11 de mayo de 2017
El tiempo está después
El macrismo vino a ordenar sus propios papeles, a liberar a sus amigos presos, a hacer negocios y a blindarse para lo que pueda venir después. El fallo de la Corte que beneficia con el 2×1 a genocidas, demuestra que nada de lo conquistado es de una vez y para siempre. La justicia se defiende todos los días.
La justicia se defiende todos los días. No lo vimos venir, no lo supimos ver, no lo imaginábamos, no creíamos que pudiera suceder, no pensamos que se iban a animar a tanto. Sin embargo, ahí está el fallo que concede el 2×1 a genocidas. Y ahí están, ansiosos por salir, casi a punto de abandonar la cárcel, un grupo de hombres que torturó y mató que están a nada de andar caminando en la calle como vos y yo.
Sabíamos y sabemos quiénes son los que hoy integran el gobierno. Sabemos de dónde vienen, sabemos cuáles son sus implicancias con la dictadura cívico-militar pero aun así creíamos que había situaciones del pasado cuya impunidad estaba saldada, actos de justicia históricos que no se iban a revertir. Si algo aprendemos con el fallo del 2×1 a genocidas es que nada de lo conquistado es de una vez y para siempre, que cada logro obtenido y cada victoria colectica es necesario defenderla todos los días y en todos los espacios sociales.
El macrismo crea a sus precursores. Puede parecer exagerado pero algo de ese orden se hace presente con esta especie de indulto a genocidas. El macrismo muestra con estos hechos cuál es su tradición, cuál es la sociedad que quiere. El macrismo inventa a sus precursores, los rescata y los resucita para tender una línea de continuidad. El macrismo es el golpe del 76. Son ellos mismos, son con los que hicieron negocios, con los que estatizaron sus deudas, con los que hicieron desaparecer obreros, con los que los ayudaron a quedarse con empresas ajenas. Eso es el macrismo, una generación que es hija de la revolución "fusiladora", de la dictadura, de la patria financiera. El macrismo vino a ordenar sus propios papeles, a liberar a sus amigos presos, a hacer negocios y a blindarse para lo que pueda venir después. El macrismo deja en la calle potencialmente a casi 300 genocidas que quieran o no, que les guste o no, son los precursores del macrismo.
No es un hecho aislado. El 2×1 a genocidas no es un hecho que sale de la nada, que irrumpe en la vida política y social como un meteorito. Desde que arribó al gobierno que el macrismo prepara el terreno para llegar hasta este fallo de la impunidad. Lopérfido dijo que no eran 30 mil, Gómez Centurión negó el Terrorismo diciendo que no había sido un plan sistemático, quisieron cambiar de fecha el 24 de marzo, cambiaron el prólogo del Nunca Más, resucitaron la teoría de los dos demonios y hasta pusieron un cartel en Tecnópolis diciendo que los desaparecidos/as habían sido 9 mil. Todos estos actos se articulan a favor de generar un clima propicio para la impunidad, para desandar los procesos de Memoria, Verdad y justicia.
El tiempo está después. Ya sabemos que el tiempo no es lineal, que el tiempo es un efecto extraño, que el tiempo se expande y se contrae, que el pasado no es una materia perpetua, inamovible. Sabemos que la historia y le memoria son construcciones continuas, territorios en disputa. El escenario de una lucha cuyos resultados tienen efectos en el presente y en nuestro devenir como pueblo. Tenemos registro de los Derechos Humanos como Política de Estado y ahora tenemos registro también de la impunidad. Vamos a dar las batallas que sean necesarias, vamos a estar en las calles y en todos lados defendiendo la memoria de los compañeros/as detenidos, torturados y desaparecidos/as. Los que nos sabemos eslabones de una lucha que empezó antes que nosotros y que nos excederá sabemos que no podemos ser vencidos. El tiempo está después.
@mfmacha
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