martes, 28 de febrero de 2017

¿QUÉ ES UNA GROSERÍA?




¿QUÉ ES UNA GROSERÍA?


#   Grosería es...  comparar la jubilación de un senador con la de            una viuda.

#   Grosería es...  que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para        una jubilación y a los senadores les baste sólo con tres o con            seis según el  caso y que los  miembros del gobierno para cobrar      la  pensión máxima sólo  necesiten jurar el cargo.


#   Grosería es...   que los senadores sean los únicos trabajadores          (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su            sueldo del  IRPF.

#   Grosería es...  colocar en la administración a miles de asesores        (léaseamigotes) con sueldos que ya desearían los técnicos más          cualificados.


#   Grosería es...  el ingente dinero destinado a sostener a los                  partidos  aprobados por los mismos  políticos que viven de ellos.


#   Grosería  es...  que a un político no se le exija superar una                mínima prueba  de capacidad para ejercer su cargo (y no                  digamos intelectual o cultural).


#   Grosería es...  el costo que representa para los ciudadanos, sus          comidas,  coches oficiales, choferes, viajes (siempre en gran            clase) y  tarjetas de  crédito por doquier.


#   Grosería es...  que sus señorías tengan casi cinco meses de                vacaciones al año (48 días en Navidad-enero, unos 17 en                  Semana Santa… a pesar de  que muchos de ellos se                          declaran laicos…  y unos 82 días en verano) y no tributen                impuestos.


#   Grosería es...    que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan      un  colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.


#   Grosería es...  que ex ministros, ex secretarios de estado y altos        cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de      este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario        público.


#   Grosería es... que se utilice a los medios de comunicación                oficiales para transmitir a la sociedad propaganda del                        gobierno.


#   Grosería es...  que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a      la sociedad contra quienes de verdad les sirven. Mientras,                ¿hablan de política social y derechos sociales?


#   Grosería es...  que los gobernantes le pidan a los Policías que            efectúen declaración jurada de bienes y no lo hagan con sus              amigotes que ocupan los cientos de cargos de confianza tanto          del gobierno central  cuanto los departamentales....



¡Qué grosería!

Ésta debiera de ser una de esas cadenas que no se rompen, pues sólo nosotros podemos ponerle remedio a esto. 
Sería, además, una "grosería"
que no lo reenviaras...

Aún con su tufillo gorilón.






   




Gentil aporte de Carlos RODECKER

TERCERA EDAD




TERCERA EDAD

'Ramble Tamble'. "Sin Jauretche, la oscuridad" . (¡NO DEJEN DE LEERLO! ¡IMPERDIBLE!


martes 28 de febrero de 2017




Sin Jauretche, la oscuridad





Cuando uno descubre la actividad que realmente lo apasiona, algo no tan habitual en la vida de los seres humanos, intenta realizarla siempre. Esto no implica dejar de lado afectos y vínculos. Pero condiciona el armado mismo de la vida en derredor de una tarea. Precisamente porque no se siente como una tarea, sino como un placer, en tanto se admita que el placer se desarrolla cuando es en serio. No me atrae un montón de papafritas que resuelven simplemente reír y decirse a sí mismos qué bien la pasamos. El gusto pleno por un trabajo se percibe al encararlo con dedicación, tiempo y convicción.


Todas las cosas pueden remitirse al fútbol, claro. Allí encontraremos el sentido profundo de la realización. Quien piense que jugar o ver fútbol es "divertido" y pretenda identificar la complejidad del juego en un festejo, se equivocará de palmo a palmo. Habrá algún caso extraordinario de quien pueda jugar bien sin entrenar, pero es una rotunda excepción. Quien no está dispuesto a las dificultades de la práctica, no estará genuinamente capacitado para el clímax que implica la contienda en sí misma.¿Adónde voy? Bueno, estoy hablando de periodismo.


Esta es una nota que me debo hace rato. Viene rondando mi cabeza desde las épocas lejanas de la Agencia Latinoamericana Prensa Latina. Se reforzó en Question Latinoamérica y se corroboró por estos tiempos con el trabajo en La Señal Medios entre varios espacios. Ha sido parte de las conversaciones con varios compañeros; entre otros Julio Fernández Baraibar, con quien nos dedicamos a desmalezar la información internacional para hallar la punta correcta de la razón en informaciones confusas y con ejes zigzagueantes. Vamos a una aseveración inicial, ligada al arranque: no se debe ejercer el periodismo sin leer.


Alguien objetará "no se puede" y aclaro que si, como se visualiza día a día, se puede; sólo que me siento obligado a sincerar el planteo y decir que no está bien, porque así se generan productos de baja calidad y superficialidad analítica. La franqueza no nos hará libres, sólo nos deparará nuevos adversarios, pero en determinada instancia, resulta inevitable: en este rubro comunicacional hay una gran masa de trabajadores de prensa que no logra percibir lo que tiene delante ni hilvanar las conexiones existentes entre los distintos hechos que narra día a día. Serán buenos tipos, amables contertulios, pero en el trasfondo de sus artículos se percibe que no captan historia, entorno, intereses, sentido de lo que están indicando.


Este grupo masivo está expuesto a adoptar como propios los lineamientos editoriales ajenos y no sólo por pertenecer a un medio, es decir, por un vínculo contractual con una empresa, sino porque terminan creyendo en esas ideas. Así pueden llegar a suponer que una recriminación a CNN es un atentado contra la libertad de prensa; que – caso contrario - esa libertad implica adjetivar a diestra y siniestra como burgueses, explotadores y opresores; o, quizás peor, recurrir de continuo a frases genéricas sobre la libertad y los derechos civiles extrapoladas y descontextuadas con las cuales logran quedar bien ante tirios y troyanos en las redes sociales. Hay más, pero esos tres casos son bien característicos.


Si quieren escribir sobre algo, amigos, no hay atajos: es preciso adentrarse en la historia de ese algo. Las secciones pueden ser política nacional, internacional, cultura, espectáculos, deportes, o la que deseen. Pero sea cual fuere el ítem, es preciso conocer lo que ha ocurrido y lo que ocurre en la zona abordada. De otro modo – en el fútbol esto es habitual - se recurre al "antes esto no pasaba" o "en otros tiempos se jugaba mejor" o "ahora el juego carece de técnica". Tonterías generales que se escuchan a diario y están asentadas en el desconocimiento profundo de la disciplina que se está cubriendo. Ni hablar de asuntos políticos (nos vamos zambullendo en el nudo del artículo, fíjense): ya está bien de periodistas latinoamericanos que se refieren al peronismo como una "fuerza de derechas" o que utilizan sin especificar el concepto "liberal" como si encarnara lo mismo en el Sur que en el Norte. 


Después de ese grupo de colegas amplio, emerge una zona importante del gremio con cierto "nivel analítico". Está compuesta por aquellos periodistas que, efectivamente, conocen trayectorias y antecedentes, están bien informados sobre la actualidad y tienden a proyectar algunos desarrollos y consecuencias. En ocasiones, pese a las diferencias ostensibles que surgen entre sus orientaciones, brindan datos relevantes y logran situar al lector en el lugar de conocimiento adecuado para empezar a entender lo que se está informando. Se han preocupado por horadar la cuarta pared que nos separa del ayer y, lejos de englobar lo pasado, intentan reconocer procesos y diferenciar períodos. 


Por ejemplo, vienen surgiendo escritores que más allá de escandalizarse y denunciar los crímenes de Al Qaeda y su hijo predilecto, el ISIS, rastrean un poco y se preguntan "¿puede ser que los pueblos árabes sean responsables de esto? ¿quién provee armamentos a tales organizaciones? ¿de dónde sacan sus recursos? ¿porqué atacan a quienes atacan?". Naturalmente, estas preocupaciones implican, para el receptor, un nivel más elevado de intelección que las campañas contra morenos y barbudos tan habituales en los medios concentrados. Lo mismo para aquellos que al hablar de mediocampistas dejan de focalizar todo en la dualidad comparativa Maradona–Messi y evocan a Bochini, Alonso, Jota Jota, Brindisi, pero no olvidan a los de contención, tantos cincos que facilitaron la gestión de las grandes estrellas.


Es decir, la formación, la lectura, ayudan. Pero el lector perspicaz ya entenderá que falta algo. Que lo afirmado está bastante bien pero necesita un giro más de taladro para ahondar en algo semejante a la verdad. Voy de lleno entonces, a lo que podríamos llamar periodismo latinoamericano popular, progresista, izquierdista. Involucra a una gran cantidad de compañeros de todo el subcontinente. Desde Prensa Latina hasta Página/12, desde La Jornada hasta Marcha, desde Telesur hasta C5N, desde Le Monde Diplomatique hasta Raíces, desde Red Voltaire hasta El Argentino. Y los demás que le vengan a la memoria, también.


Esto es delicado, porque todo el mundo tiene derecho a creer en lo que cree; pero el comentario presente se basa en la obligación adquirida de jugar en serio. Es decir, de formarse con todos los elementos disponibles. El periodismo no suele ser, salvo algunas excepciones, un oficio escogido por descarte. Tal vez algunos, en ciertos momentos de la vida, quisimos ser astronautas o futbolistas, pero a decir verdad quien trabaja en este mundo de diarios, webs, revistas, canales y radios lo hace porque le agrada, porque anhelaba hacerlo. Para concretar su aspiración, insisto con el arranque, necesita entrenarse. Si no, como ha dicho el amigo antes citado, "yo quiero saber hablar chino pero no tengo la menor intención de sentarme a estudiarlo". Es decir, no deseo hacerlo realmente.


Ahí voy: tantas décadas después de su elaboración y desarrollo, es inadmisible que el periodismo popular latinoamericano se siga guiando únicamente por autores europeos o seguidores de los mismos, sin asomarse al pensamiento nacional surgido en el Sur del continente. Como dato vale añadir que este, a su vez, está ligado a escritores del Sur–Centro que se conocen pero no se vindican adecuadamente, como Raúl Haya de la Torre, Juan Carlos Mariátegui, o el mismo Hugo Chávez. Sólo por citar algunos enormemente mencionados.El desconocimiento de la tarea político cultural de analistas de primerísimo primer nivel como Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz, daña las posibilidades de análisis de actualidad.


Sin anestesia: la tarea de las izquierdas argentinas desde 1940 hasta el presente, con excepción de la llamada Izquierda Nacional y varias dignas variantes con orientación latinoamericana, no ha sido otra, en el plano subcontinental, que explicar que el peronismo era el modo burgués escogido en la Argentina para evitar el avance hacia el socialismo de nuestro pueblo. Esa definición que, palabras más, palabras menos, incluía motes como autoritarismo, fascismo y el ya consabido populismo, calzó profundo en el resto de los movimientos populares de la región y persiste como una pesadilla en la mente de las generaciones presentes. La efectividad de la prédica ha resultado intensa debido a que se combinó con la gran labor de inteligencia inglesa y norteamericana a través de sus medios y sus políticos, para identificar al peronismo con el hitlerismo.


Claro: si los pueblos, y los periodistas latinoamericanos, recibieron durante más de siete décadas la advertencia del Partido Comunista y de la Sociedad Interamericana de Prensa sobre la orientación derechista del peronismo, ¿cómo iban a confiar en sus principales pensadores? Los resultados son dolorosos en el ámbito del reconocimiento a varios luchadores, y dramáticos en el del análisis político concreto de actualidad. El primer punto lo quiero mencionar pues lo tengo atorado desde hace mucho y sólo me parece justo, aunque quizás sin derivación: en Cuba pocos evocan a Rodolfo Walsh, John William Cooke, Gustavo Rearte y menos aún se animan a historiar profundamente a Juan Domingo Perón. En Venezuela no hay un solo profesional de prensa que conozca el pensamiento nacional argentino, pese a que Chávez se nutrió insistente y lúcidamente de Perón, Jauretche, Galasso, entre tantos.


Este párrafo reciente merece una aclaración, pues nace del conocimiento directo. La mayor parte del plantel de Prensa Latina rara vez oyó hablar de Walsh, quien junto a Jorge Ricardo Mascetti fundó la experiencia. Intenté vanamente introducir elementos analíticos que fueran más allá del esquema izquierda–derecha para situarse en nación– antinación y sólo en determinadas ocasiones lo logré. Como he narrado en otra ocasión, cuando tuve la posibilidad de dialogar mucho tiempo con Fidel Castro, le pregunté por Perón y me respondió "siempre actuó a favor nuestro". En cuanto a la patria bolivarianaHugo Chávez pedía insistentemente al director de Question en Venezuela, Aram Aharonián, textos como los que estamos nombrando. Con el "Turco" los reuníamos acá y se los enviábamos; el líder los devoraba y cuando venía a la Argentina afirmaba a voz en cuello "soy peronista". ¡Es que ambas revoluciones eran a su vez sociales…  y nacionales!


Ahora bien, vamos a lo más grave. En la década reciente, América latina se encaminó – y lo seguirá haciendo en el futuro pese a los vaivenes que suele prodigar la historia - hacia una unidad con rasgos terceristas y confederados con proyectos locales asentados en economías mixtas: rol rector del Estado, impulso a los emprendimientos sociales y lugar controlado para la empresa privada. Prioridad productiva por sobre la financiera. Derechos sociales extendidos y alza de los consumos internos. Como los medios antes mencionados, entre tantos, insisten en desconocer la labor interpretativa jauretcheana (es una flecha, un cursor indicativo, pues tenemos que señalar a Scalabrini, Hernández Arregui, Jorge Abelardo Ramos, Jorge Spilimbergo, Alberto Methol FerréCooke, Walsh, Fermín Chávez y tantos más), terminan reduciendo semejantes construcciones complejas a la dualidad izquierda–derecha que empobrece el análisis y deja al lector inerme ante las maniobras de los espacios comunicacionales concentrados.


De ahí, en buena medida, la efectividad de la prédica antinacional y antipopular de los medios corporativos en Venezuela, Brasil, Argentina y tantos otros lugares clave del continente. Nuestros colegas no comprenden lo que está pasando ante sus narices y caracterizan de fascistas, xenófobos, antidemocráticos a conjuntos políticos y culturales variados en realidad situados en un renglón que amerita análisis profundos. Repasemos las temáticas: los nacionalismos populares en Medio Oriente, el emerger de los acuerdos chino – ruso, el armado regional interior del PT, los gobiernos kirchneristas, las elecciones en los Estados Unidos, la política interna mexicana, el rol de los socialistas chilenos, la identidad social tejida en derredor del sandinismo nicaragüense, los discursos patrióticos encendidos de Chávez. ¡La función política de Jorge Bergoglio como Papa y el sentido simultáneo de Techo Tierra Trabajo y ¡Estamos en Guerra!


En charlas recientes con analistas políticos venezolanos me encontré con estas aseveraciones: "nosotros sabemos que el chavismo es de izquierda, por eso lo apoyamos; con el peronismo no nos metemos, Argentina es muy complicado y no tenemos opinión al respecto". Casi textual, si la memoria no me falla. Esto no es un tema de orgullo nacional: no me importa que no comprendan lo que pasa en nuestro país; es ostensible que esa lejanía de autores que están en la web tan al alcance de la mano como Eduardo Galeano o Ignacio Ramonetdamnifica su propia capacidad de análisis sobre los procesos que están atravesando en vivo y en directo. Y así se termina confundiendo a Chávez con un marxista clásico, a Perón con un populista de derechas y a Cristina como alguien "que ha hecho muy bien en alejar al pueblo del peronismo".Esta última frase también SIC y hay que tener panorama para entenderla y cuestionarla a fondo.


El volumen de lo realmente existente pesa aunque se lo niegue. Es más, si se lo barre bajo la alfombra como inexistente, se genera una distorsión. Es decir: el pensamiento nacional argentino es creación de una región de los pueblos latinoamericanos. Como la obra de García Márquez, los postulados de Paulo Freire; más lejos, la sagacidad de José Martí, o más cerca, la hondura de García Linera. Entre tantos. La justa absorción de estos amerita la consideración de los otros. Aquella vulgar campaña propagandística surgida de la inteligencia estratégica de Winston Churchill y el alineamiento externo de Vittorio Codovilla, opaca la mirada de quienes la obedecen sin sospechar su origen y el sentido de semejantes mandatos.


Como en otros textos escritos estos meses, el presente configura un alivio para mí. Ojalá sirva para algo. Pero, sin claudicar en un realismo que fuerza el optimismo a la hora de evaluar el andar de nuestros pueblos, mantengo mi prevención ante las capas intelectuales que protagonizan la comunicación popular en la región. Adecuar los procesos a la idea previa, sin preguntarse por qué la interpretación no cierra, puede constituirse en un vicio cómodo; y lo que es peor, prestigioso. La gran obra colectiva de los pueblos latinoamericanos merece "ojos mejores" para ver la Patria Grande . (La expresión corresponde a don Arturo, en polémica abierta con Payró. ¿Vale la aclaración?)



(*)   Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.








A Lousteau no le interesa ser ministro de Economía

     Diario     
POPULAR

martes 28 de febrero de 2017



A Lousteau no le interesa ser ministro de Economía






  
Para el embajador en los Estados Unidos, a quien tampoco lo seduce la posibilidad de ser presidente, el sentido de participar en política es "contribuir a que se genere un mandato de cambio real".
El embajador argentino en EE.UU., Martín Lousteau, aseguró que no le "interesa" ser ministro de Economía y ratificó que ECO, la alianza política porteña que lidera, "participará en las elecciones" legislativas de este año, en las que deslizó la posibilidad de ser candidato a "diputado o legislador".

"ECO participará en las elecciones. El objetivo es transformar la Ciudad y cómo construiremos ese camino surgirá del consenso colectivo. Puedo dejar Washington, ser diputado o legislador", dijo en una entrevista publicada ayer en un matutino.

Lousteau dijo que "la discusión hoy es cuán importante es un buen desempeño electoral versus desde qué lugar cada candidato de ECO se fortalece para que le sirva a un fin último: modificar la realidad en la Ciudad".

De ese modo evitó confirmar si será candidato este año en la Capital Federal, donde en 2015 perdió por escaso margen en el balotaje con el actual jefe de gobierno porteñoHoracio Rodríguez Larreta, pero volvió a insistir en que su coalición competirá en los comicios de medio término.

"No me interesa ser ministro de Economía, como tampoco me veo algún día como Presidente, aunque me pidan que no lo diga", sentenció.

"No me interesa un cargo si no puedo transformar cosas. En la Ciudad eso se puede hacer desde arriba. A nivel nacional, no", insistió Lousteau, para quien "sólo tiene sentido participar y contribuir a que se genere un mandato de cambio real en el país".

"Creo que la política es el arte de administrar los espacios públicos que compartimos, que no son sólo plazas y parques, sino también la educación y salud públicas. En el ideal de sociedad al que aspiro, esos espacios son privilegiados. Y eso no pasa en la Ciudad. La visión en la Nación es distinta, porque Cambiemos tiene más voces", analizó el líder de ECO.

Por último, evaluó que "cuanto más plural sea Cambiemos, más le aportará al país" y que "sería un legado revolucionario si al finalizar su gobierno el Presidente lograra consolidar a la coalición como un frente con distintas líneas internas que logró una alternancia con el peronismo".





Sospechoso faltante de 140 expedientes en la Secretaría de Derechos Humanos



martes 28 de febrero de 2017





Sospechoso faltante de 140 expedientes en la Secretaría de Derechos Humanos



Se trata de carpetas con la tramitación de la reparación histórica a los sobrevivientes de la dictadura. En el área de Avruj buscaron minimizarlo al sostener que eran sólo cuatro.





   Por        Martín Piqué 
    @MartinPique



El hecho salió a la luz el 23 de diciembre, cuando empleados del área de Leyes Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos descubrieron un faltante de carpetas. Lo que buscaban eran legajos con la carátula de color terracota, entre naranja y rosa, con tres datos que suelen estar escritos a mano: el nombre y apellido de la persona que reclama un subsidio o una reparación histórica a partir de las variadas leyes sancionadas por el Congreso desde el retorno de la democracia como indemnización y desagravio por la persecución política, la privación de la libertad y los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura. Las carpetas que faltaban correspondían a la última ley sancionada con ese fin: la ley 26913/13, de pensión graciable para ex presos políticos de 1976 y 1983 y también para encarcelados en los últimos años del gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón en condición de 'detenidos especiales' – a partir de septiembre de 1974 - y sin las garantías amparadas por la Constitución. En un primer momento, la Secretaría de Derechos Humanos que encabeza Claudio Avruj intentó minimizar el faltante. La directora de Asuntos Jurídicos en Materia de DDHH, Rosana Gargiulo, aseguró que se habían perdido "cuatro expedientes y varios más". Sin embargo, a partir de un cable de la agencia Télam, como también de la insistencia de varios damnificados, entre ellas la misionera Amelia Báez, detenida en 1976 y ex subsecretaria de Derechos Humanos en su provincia, se comprobó que las carpetas extraviadas eran muchas más.

En realidad, los expedientes que desaparecieron misteriosamente del segundo piso de la sede de avenida de 25 de Mayo 544 eran 140. Se encontraban en las oficinas de la Dirección de Gestión de Políticas Reparatorias que gestionan los pedidos de indemnización para las víctimas del Terrorismo de Estado y de la escalada criminal del último período del gobierno de Isabel. Los sectores ultraconservadores, en buena medida apologistas de la dictadura, suelen cuestionar el cobro de esos subsidios con descalificaciones de todo tipo hacia los beneficiarios. Otro hecho llamativo es que la Secretaría de Derechos Humanos realizó la denuncia ante la seccional 1ª de la Policía Federal, Lavalle 451, recién diez días después de comprobado el extravío. Una de las primeras reacciones públicas de la Secretaría fue difundir como perdidos los legajos con las solicitudes de José Lázaro Alonso, Santiago Catalino Andes, Oscar Norberto Miller y Víctor Canotia. Pero para calcular la dimensión real del robo hay que multiplicar este número por 35.

Fuera de la sede de Derechos Humanos de 25 de Mayo 544/552 – las oficinas de Avruj se encuentran en la ex ESMA - el primer indicio de que en la Secretaría había sucedido algo extraño lo tuvo Báez. Detenida en septiembre de 1976 con 18 años, cuando formaba parte de la UES y estudiaba Trabajo Social en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, Báez fue subsecretaria de Derechos Humanos del gobierno provincial hasta el 15 de septiembre del año pasado. En 1976, mientras su entonces compañero se encontraba clandestino y prófugo (lo detuvieron tres meses después, aunque logró sobrevivir), Báez fue llevada por la fuerza a la Jefatura de la Policía de Posadas, el mayor centro clandestino de la zona. Estuvo 4 días detenida en la jefatura. Luego salió con el régimen de libertad vigilada, con cuatro agentes de la policía provincial que se rotaban 24 horas para observarla tanto en la puerta de la casa de sus padres como en los distintos movimientos que hiciera en la ciudad. Mientras fue funcionaria provincial, Báez reunió a buena parte de los familiares de desaparecidos y sobrevivientes de la dictadura en Misiones para organizar la presentación en los juicios. El máximo responsable de la represión en esa provincia fue el coronel del Ejército Carlos Humberto Caggiano Tedesco, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. Caggiano Tedesco fue el firmante de un acta enviada a los interventores de todas las facultades en las que se aconsejaba la desafectación de las aulas y los claustros, como la investigación de cada caso, de estudiantes y docentes acusados de pertenecer o adherir a 'organizaciones subversivas'. Báez se encontraba en ese listado.

En la última década, la ex subsecretaria de DDHH de Misiones integró durante un tiempo el Consejo Federal de los Derechos Humanos. Esa participación le permitió tener una agenda poblada con ex presos de la dictadura y encarcelados durante el gobierno de Isabel, a partir de septiembre del '74. A finales de enero, desde la oficina de ANSES de Posadas –donde se inicia el trámite para acceder a la pensión graciable contemplada en la ley 26913- le advirtieron que se había perdido toda su documentación y que la debía presentar nuevamente. "Me parece grave, gravísimo, que toda esta documental, que todo lo que refiere a esto tan siniestro que vivió nuestro país, que cuesta mucho conseguir, que costó tanto reunir, se pierda en una institución nacional que debería velar por la protección de todo esto", contó Báez en diálogo telefónico con Tiempo. Tras varios días de llamados y comunicaciones con distintos puntos del país, Báez comprobó que los expedientes perdidos eran muchos más. "Yo empecé a indagar en algunas provincias, para ver si a otros compañeros les habían perdido los legajos. Y así nos empezamos a enterar que habían perdido la documentación de unos cuantos. Pero la cifra concreta de que eran 140 la dio (José Brian) Schapira", informó. Se refería al abogado proveniente de un estudio jurídico de la elite más conservadora (Estudio Bunge), con máster en la Southern Methodist University de Texas (EEUU), allegado al embajador en Portugal, Oscar Moscariello, y al propio Avruj, a quien trató mucho mientras el hoy secretario fue director ejecutivo en la DAIA. Schapira hoy reviste como subsecretario de Protección de Derechos Humanos, virtual número 2.

Hace una semana, Schapira confirmó efectivamente que el extravío de carpetas de la Dirección de Gestión de Políticas Reparatorias alcanzaba la cifra de 140. Ese número sorprendió al fiscal a cargo del hecho, Ramiro González, a quien delegó la investigación el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. El jueves pasado, las oficinas de 25 de Mayo 544/552 fueron escenario de varias medidas de prueba realizadas por la División de Delitos Complejos de la Policía de la Ciudad. Consultado por este diario, el fiscal González aclaró que la orden que se concretó el jueves no se trató de una "inspección ocular" sino de "reciclar toda la situación, recoger testimonios, ver mapas, croquis" y comprobar "si en el lugar habían cámaras y todo eso". "Ya se ordenaron un montón de medidas. Y hemos hecho varias. Se encomendó a una fuerza a que se constituyera allí, que viera, con orden de presentación y allanamiento. Y se le dio una serie de ítems para desarrollar", informó.

En la investigación ya se ordenó tomar declaración testimonial a Giraudo, Mónica Gavilanes y Roxana Lódico, tres coordinadoras del área afectada por el extravío. "Se va a analizar todo. El objeto de la presentación ya está en curso y, más allá de si son 1 o 140 legajos, más allá de que hay una diferencia importante, no es lo mismo, la investigación está en curso. Puedo tener varias hipótesis de lo que sucedió, pero todavía es aventurado decirlo",  agregó González.

Anoche, este diario se comunicó con la secretaría de DDHH para consultar la opinión oficial de Avruj. Desde la secretaría informaron que el funcionario se encontraba de viaje y que no había más voceros en condiciones de responder la consulta. En la sede de 25 de mayo 544/552 ya se ordenaron varios sumarios administrativos.