domingo, 30 de abril de 2017

A los pies de Rocca


domingo 30 de abril de 2017



Economía



OPINIÓN



A los pies de Rocca




La foto del presidente Mauricio Macri con casco industrial junto a Paolo Rocca, líder de la trasnacional Tenaris, con sede en Luxemburgo, acompañados de funcionarios del gobierno y ejecutivos de la empresa, en Bay City, Texas, Estados Unidos, tiene una carga simbólica y práctica difícil de no impactar. Sin personal contratado de sonrisas forzadas ni el montaje de un colectivo en un descampado, es una instantánea que retrata la esencia de un gobierno de y para las elites. También expone la debilidad como motor del desarrollo de lo que a esta altura resulta desatinado definir burguesía nacional. 

En la misma semana que el Indec de Macri informó que la recesión no terminó, al reportar una fuerte caída de la actividad en febrero y un persistente deterioro en la industria en marzo, la máxima autoridad política del país festeja la apertura de una planta industrial en Estados Unidos de un grupo económico que reduce producción y empleo en Argentina. Conglomerado que tiene además activa participación en el mundo de la política local a través del denominado "círculo rojo" de lobby del poder económico.

La inversión de Techint en Estados Unidos es una decisión empresaria en función de su plan de negocios global, que en el caso de esa fábrica de tubos sin costura involucró 1800 millones de dólares y generó 600 puestos de trabajo directos y otros 500 de modo indirecto. La participación de Macri en esa ceremonia exhibe, en cambio, sin maquillaje de la red de propaganda oficial, la ausencia de un plan de desarrollo industrial de una administración desorientada por los malos resultados económicos que se acumulan mes a mes. 


Datos duros


Mientras Paolo Rocca lo sacó a pasear a Macri por uno de sus territorios, la economía no arranca por el castigo deliberado al consumo popular, el modesto comportamiento de las exportaciones y las escasas inversiones del sector privado, excepto en el área núcleo del complejo agrario y en la actividad energética. En ese contexto de retroceso económico, que pone bajo tensión electoral al oficialismo, el Grupo Techint muestra esa inversión millonaria en Estados Unidos.   

Despidos, suspensiones y reducción de producción en su planta en Campana es parte del "relato del kirchnerismo" se atajó Techint a través de la corporación mediática Clarín, su socio histórico en el lobby sobre el poder político. Les molestó la tapa de PáginaI12 del jueves pasado con el título "Lluvia de inversiones (en Estados Unidos)". Para contrarrestar el impacto de esa insólita foto en Houston, en esa misma columna en Clarín dicen que van a incorporar 400 trabajadores en la fábrica de Campana,  incentivados por las promesas de inversiones en Vaca Muerta.  

Los números duros del balance de Siderar lo desmiente: menos producción y menos trabajadores. En 2016, los despachos locales de la empresa del Grupo T en Argentina disminuyeron 14 por ciento, parcialmente compensados con un aumento de las exportaciones, principalmente con destino a los mercados de Estados Unidos y Paraguay. El año concluyó con despachos de 2,3 millones de toneladas de aceros planos, que representó una caída neta del 11 por ciento con respecto a 2015. En la Memoria Anual se informa que "durante al año 2016, Siderar redujo los niveles de producción en las instalaciones de las áreas primarias en comparación con los niveles productivos alcanzados en el año previo". 

En el capítulo Recursos Humanos indica con sutileza la política de despidos, al señalar que "la dotación de personal de Siderar al 31 de diciembre de 2016 fue de 5342 personas, nivel ligeramente inferior al registrado al cierra del ejercicio anterior".  No hubo incorporaciones en lo que va de este año.

El balance del primer trimestre del año, presentado en la Bolsa de Buenos Aires el mismo día de la recorrida de Macri en la planta en Houston, siguió mostrando una actividad local en declive. Los despachos de acero bajaron 7,0 por ciento con respecto al trimestre previo y 2,3 por ciento en relación a los deprimidos de igual período de 2016, con una caída superior (4,5 por ciento) en el mercado interno.

Sin el aporte de ganancias de subsidiarias y asociadas de Siderar (Tx-México, Usiminas-Brasil, y otras por 1281 millones de pesos), el resultado hubiese dado por debajo del mismo período de 2016, que fue un mal año. El resultado operativo sumó 1093 millones de pesos en comparación con los 1598 millones del primer trimestre de 2016. Pese al retroceso en la actividad productiva local y de la escasa vocación inversora en relación a la que emprende en mercados externos, el grupo de control de Siderar decidió distribuir dividendos en efectivo por 1201,5 millones de pesos (equivalente a unos 80 millones de dólares), dinero que estuvo a disposición de los accionistas a partir del 20 de abril pasado. La familia Rocca recibió de ese total unos 50 millones de dólares correspondientes a su participación accionaria. Inversiones en Houston y distribución de ganancias en Campana.  


Tomo todo


La familia Rocca consolidó su liderazgo en la siderurgia con la colaboración relevante de recursos públicos. Durante varias décadas obtuvo contratos de obras públicas, gasoductos y rutas que implicaron un desarrollo sostenido de su área de ingeniería y construcción. Recibió millonarios subsidios por regímenes de promoción industrial con exenciones impositivas, por el fomento de exportaciones industriales y por preferencias arancelarias que brindaron protección del importado. Se benefició de la licuación de pasivos financieros a través de la regulación de la tasa de interés o del sistema de seguros de cambio para la deuda externa privada. Aprovechó la Ley de Compre Nacional que implicó que el Estado pagara sobreprecios amparado en esa norma. Contabilizó ganancias extraordinarias por su participación activa en privatizaciones, por ejemplo con su inversión en el consorcio de Telefónica que se quedó con la mitad de ENTel. La enajenación de activos estatales también afianzó el corazón del grupo  –  la siderurgia  –  con su desembarco en empresas proveedoras de insumos básicos de esa actividad (producción y transporte de gas, petróleo y energía eléctrica) y con el asalto de Somisa. Con las privatizaciones, el grupo logró un muy importante grado de integración vertical en el rubro energético y siderúrgico. Además consiguió una concentración y diversificación de sus negocios que tuvo como saldo un extraordinario crecimiento patrimonial. 

Uno de los últimos trabajos publicados por el Cefid-Ar (octubre 2015), antes de ser desmantelado por el macrismo al desembarcar en los principales bancos públicos, entidades que financiaban ese centro de investigación de excelencia, fue "Los efectos de la internacionalización y extranjerización de los grandes grupos empresarios argentinos. Los casos de Techint, Eurnekian y Fortabat". Alejandro Gaggero, autor de ese documento, explica que hubo una modificación central en la elite empresaria local con la internacionalización de algunos de sus grupos, uno de ellos Techint.  Explica que en ese proceso llevaron adelante procesos de reestructuración que incluyeron la creación de empresas controlantes fuera de las fronteras nacionales, en distritos de baja o nula tributación. Luxemburgo fue el país con esas características elegido por la familia Rocca. El investigador advierte que ese proceso no sólo modificó la estructura productiva de los grupos analizados, sino también los flujos de capital a su interior, imitando a los de las empresas trasnacionales. Avanzaron en un diseño organizacional que incluye mecanismos que les permite la elusión y evasión fiscal, a través de la transferencia de activos en el exterior y simulando flujos asociados al desarrollo del negocio.

En la década del 90 Techint comenzó un proceso de internacionalización para disputar el liderazgo del mercado mundial de tubos de acero sin costura. De ese modo, en un cambio radical de su organización productiva, hoy la mayor parte de su producción proviene de plantas ubicadas fuera de Argentina, como la última inaugurada en Houston. Esa expansión internacional de Techint derivó también en una reorganización de la estructura funcional del Grupo. Creó Tenaris con sede en Luxemburgo, firma que pasó a ser controlante de sus principales empresas radicadas en diferentes países (por caso, Siderca-Argentina, Tamsa-México y Dálmine-Italia). Empezó a cotizar acciones de Tenaris en las bolsas de Nueva York, Milán y Buenos Aires. El capital flotante, o sea el de intercambio fluido entre inversores en las plazas bursátiles, es del 38,8 por ciento, mientras que el resto de las acciones de control está en manos de la familia Rocca. 

Para el investigador, el detalle de la organización T es muy ilustrativo de su internacionalización. Tenaris estaba controlada por Sidertubes (retenía el 61 por ciento de las acciones), una compañía radicada en el Gran Ducado de Luxemburgo, que por su régimen impositivo es considerado un paraíso fiscal. Sidertubes, a su vez, era controlada por Rocca & Partners, una corporación de las Islas Vírgenes Británicas. Esa estructura societaria fue modificándose para hacerla aún más opaca. Gaggero explica que hoy Tenaris es controlada por Techint Holdings (Luxemburgo), propiedad de San Faustin (Luxemburgo), que a su vez es controlada por Rocca & Partners Stichting Administratiekantoor Aandelen San Faustin, inscripta como una fundación holandesa. 









La guerra contra las mujeres


domingo 30 de abril de 2017



La guerra contra las mujeres






Nunca hubo más leyes, nunca hubo más literatura circulando sobre derechos de la mujer, nunca hubo más premios y reconocimientos por acciones en este campo, y sin embargo las mujeres continuamos muriendo. La antropóloga feminista, Rita Laura Segato, asegura en su último libro "La guerra contra las mujeres", que asistimos a una fase del capital en la que se redujo la empatía humana y se entrena a las personas para que consigan convivir con actos de crueldad cotidianos.
                                                                Por      RITA LAURA SEGATO                                                                     Antropóloga

La privatización, minorización y transformación de los asaltos letales contra las mujeres en "problemas de interés particular" o "temas de minorías" es consecuencia de ese tránsito del patriarcado de baja intensidad de la parcialidad masculina en el mundo comunitario al patriarcado colonial-moderno de alta intensidad propio del dominio universal. El efecto de la minorización es sentido, por ejemplo, en la forma en que feminicidios y crímenes homofóbicos tienen un valor residual, siendo rebajados a casi apenas un espectáculo en la práctica jurídica y en los estandards mediáticos de América Latina; al mismo tiempo, las feministas, y nuestras demandas, nos plegamos a tratarlos como temas particulares, compartimentados y del gueto. De esta forma se pasa por alto que todas esas violencias a "minorías" no son otra cosa que el disciplinamiento que las fuerzas patriarcales nos imponen a todos los que habitamos ese margen de la política. Se trata de crímenes del patriarcado colonial moderno de alta intensidad, contra todo lo que lo desestabiliza, contra todo lo que parece conspirar y desafiar su control, contra todo lo que se desliza hacia fuera de su égida, con las varias estrategias y tácticas diarias con las que muchos de nosotros, a propósito o inadvertidamente, nos deslizamos y escabullimos de la vigilancia patriarcal y la desobedecemos. Expurga de ese modo todo lo que no le concede el reconocimiento debido a su forma de estructurar y disciplinar la vida, a su forma de habilitar y naturalizar un camino de asimetrías y dominaciones progresivas.
Por otro lado, y éste es el núcleo de mi argumento aquí, si observamos los crímenes contra las mujeres que marcan el presente y buscamos entender qué expresan, qué dicen y qué ocasionan, podremos observar su fuerte conexión con la fase histórica que atravesamos como sociedad. Así como comprender la historia del patriarcado es entender la historia de la esfera pública y del Estado, de la misma forma y en el centro de todas las cuestiones, entender las formas de la violencia de género hoy es entender lo que atraviesa la sociedad como un todo.
Si tuviéramos que construir una alegoría gráfica, pictórica, del mundo hoy, en esta modernidad avanzada, la alegoría sería una de esas pirámides invertidas que forman los acróbatas en los circos, donde una a una se van superponiendo hileras de equilibristas hasta armar un edificio completo de gente a duras penas superpuesta, pies sobre cabezas, estrato sobre estrato, pero allá abajo, en la fundación, en la base de la pirámide, yacería, sustentando el edificio todo, un cuerpo de mujer. Muchas veces me imagino esa estructura, porque me parece ser lo único capaz de explicar por qué permanece imposible algo que a simple vista se presenta tan sencillo de realizar como retirar a la mujer de la posición de subordinación en que se encuentra, castigada, subyugada, agredida; impedir que continúe siendo violada, traficada y esclavizada por la trata, cosificada y desmembrada por el ojo del lente mediático. No sería una tarea difícil, bastarían unas pocas acciones, unas pocas medidas, intervenciones puntuales no muy complicadas. Pero por alguna razón no se puede. Se presenta imposible. Nunca hubo más leyes, nunca hubo más clases de derechos humanos para los cuerpos de seguridad, nunca hubo más literatura circulando sobre derechos de la mujer, nunca hubo más premios y reconocimientos por acciones en este campo, y sin embargo las mujeres continuamos muriendo, nuestra vulnerabilidad a la agresión letal y a la tortura hasta la muerte nunca existió de tal forma como hoy en las guerras informales contemporáneas; nuestro cuerpo nunca fue antes tan controlado o médicamente intervenido buscando una alegría obligatoria o la adaptación a un modelo coercitivo de belleza; nunca tampoco como hoy se cerró el cerco de la vigilancia sobre el aborto que, sintomáticamente, nunca antes fue un tema de tan acalorada discusión como lo es hoy, en la modernidad avanzada.
Al pensar el tema desde esa perspectiva, al sospechar que su victimización cumple allí con la función de proveer el festín en que el poder se confraterniza y exhibe su soberanía, discrecionalidad y arbitrio, entendemos que algo muy importante debe seguramente depender, apoyarse, en esa destrucción constantemente renovada del cuerpo femenino, en el espectáculo de su subyugación, en su subordinación de escaparate. Algo central, esencial, fundacional para el "sistema" debe ciertamente depender de que la mujer no salga de ese lugar, de ese papel, de esa función.
Desmontar la minorización del tema de la mujer equivale a aceptar que, si entendiéramos la formas de la crueldad misógina del presente, no solamente entenderíamos lo que está pasando con nosotras las mujeres y todos aquellos que se colocan en la posición femenina, disidente y otra del patriarcado, sino que también entenderíamos lo que le está pasando a toda la sociedad. Los indicios muestran que se trata de un edificio cuyo material está formado por la amalgama de las corporaciones y el Estado; por alianzas de todo tipo entre actores corporativos, lícitos e ilícitos o de ambas cualidades a la vez, y agentes de gobierno; por razones que se invocan como "razones de Estado" y son, en verdad, "razones de empresa". De algo tengo certeza: para pensarlo, tenemos que retirar del gueto el problema de la mujer, pensarlo entrelazado como cimiento y pedagogía elemental de todas las otras formas de poder y subordinación: la racial, la imperial, la colonial, la de las relaciones centro-periferia, la del eurocentrismo con otras civilizaciones, la de las relaciones de clase.
En un mundo en el que ya en 2015 el 1 % de sus habitantes alcanzó a concentrar en sus manos más riqueza que el restante 99 %; en el que 62 personas son dueñas de la misma riqueza que la que posee la mitad más pobre del planeta, a un creciente ritmo de concentración  (1), en el que 1 % de la población de Estados Unidos es dueña de la totalidad de la tierra utilizable de ese inmenso país; en el que apenas nueve familias son propietarias de toda la extensión de la costa marítima chilena… se constata que el correlato de la financiarización del capital es la más contundente de todas las formas de propiedad: el acopio, la concentración de la tierra en pocas manos, el neo-rentismo y la patrimonialización creciente de la gestión estatal. Un escenario de esas características indica que ya no podemos hablar de mera desigualdad, como hacíamos en los años setenta, sino que el tema hoy es la dueñidad o señorío  —  (lordship).
Señorío tiene aquí el sentido muy preciso de que un pequeño grupo de propietarios son dueños de la vida y de la muerte en el planeta. Son sujetos discrecionales y arbitrarios de un poder de magnitud nunca antes conocida, que vuelve ficcional todos los ideales de la democracia y de la república. El significado real de este señorío es que los dueños de la riqueza, por su poder de compra y la libertad de circulación offshore de sus ganancias, son inmunes a cualquier tentativa de control institucional de sus maniobras corporativas, que se revelan hoy desreguladas por completo. Esta inmunidad del poder económico inaugura una fase apocalíptica, completamente anómica del capital, y nos remite a la etapa final, descompuesta y ya transicional del Medievo, cuando los señoríos eran inconmensurablemente mayores pero igualmente regidos por un modo del ejercicio del poder de corte feudal ejercido como crueldad ejemplar sobre los cuerpos, a la manera en que Foucault lo describió.
La dueñidad en Latinoamérica se manifiesta bajo la forma de una administración mafializada y gangsteril de los negocios, la política y la justicia, pero esto de ninguna forma debe considerarse desvinculado de un orden global y geopolítico sobreimpuesto a nuestros asuntos internos. El crimen y la acumulación de capital por medios ilegales dejó de ser excepcional para transformarse en estructural y estructurante de la política y de la economía.
En este nuevo mundo, la noción de un orden del discurso pautado por la colonialidad del poder se vuelve prácticamente insuficiente. De ese patrón emerge, nuda y cruda, la práctica del barrido de los pueblos de los territorios de ocupación tradicional o ancestral. De la colonialidad se consuma un retorno a la conquistualidad, sin los amarres o arrestos que por lo menos en alguna medida y en algunos casos la presencia de la Iglesia impuso un día a la avidez colonial (Gott, 2002). Para nuestro continente, América Latina, las formas extremas de crueldad que se expanden desde México, América Central y Colombia hacia el sur, su atmósfera dramática, caótica y crecientemente violenta pueden ser atribuidas a la idea de que en nuestros paisajes la Conquista nunca se completó, nunca fue consumada, y es un proceso continuo todavía en marcha.
Para este contexto histórico, la compasión, la empatía, los vínculos, el arraigo local y comunitario, y todas las devociones a formas de lo sagrado capaces de sustentar entramados colectivos sólidos operan en disfuncionalidad con el proyecto histórico del capital, que desarraiga, globaliza los mercados, rasga y deshilacha los tejidos comunitarios donde todavía existen, se ensaña con sus jirones resistentes, nulifica las marcas espaciales y puntos de referencia de cuño tradicional sagrado que obstaculizan la captura de los terrenos por el referente universal monetario y mercantil, impone la transformación de oikonomias de producción doméstica y circuitos de mercadeo local y regional en una única economía global, introduce el consumo como meta antagónica por excelencia y disruptiva con respecto a las formas de felicidad relacionales y pautadas por la reciprocidad de la vida comunitaria. En esta fase extrema y apocalíptica en la cual rapiñar, desplazar, desarraigar, esclavizar y explotar al máximo son el camino de la acumulación, esto es, la meta que orienta el proyecto histórico del capital, es crucialmente instrumental reducir la empatía humana y entrenar a las personas para que consigan ejecutar, tolerar y convivir con actos de crueldad cotidianos.
Debe ser por eso que una estrategia central de las guerras contemporáneas, guerras ya no entre Estados, guerras de un alto grado de informalidad, en América Latina y Medio Oriente, es la estrategia de la profanación (Segato, 2014; Kaldor, 2012). No es por otra razón que los expertos hablan hoy de una "feminización de la guerra". Existen innumerables pruebas en documentos humanos de todo tipo y lugar de que es la posición femenina la que custodia, encarna y representa el arraigo territorial, lo sagrado, la vincularidad y la comunidad. Chile y Qatar proporcionan los dos modelos que exponen las tendencias de la presente fase —apocalíptica— del proyecto histórico del capital. Chile, con la aplicación ortodoxa de la receta de Milton Friedman, que conduce a un régimen societario regido por el mercado. La tristeza que impregna la sociedad chilena es frecuentemente asociada por la propia gente al efecto de precariedad que ese modelo le imprime a la vida, en un sentido del término precariedad que lo desvincula de la idea de pobreza o carencia, para significar con precisión precariedad de la vida vincular, destrucción de la solidez y estabilidad de las relaciones que arraigan, localizan y sedimentan afectos y cotidianos. La experiencia de intemperie y desprotección se apodera así de una nación. Qatar, por otro lado, epitomiza el fenómeno de un gobierno de propietarios y la extensión territorial de la nación se confunde con la idea de un inmueble. La abstracción estatal no existe y el Estado es neta y literalmente patrimonial: un Estado de dueños. En América Latina, el patrimonialismo constitutivo de las repúblicas criollas corre un serio riesgo de qatarización. La reprimarización de la producción, la megaminería, la agricultura extractivista y el turismo extractivista son los correlatos del régimen absolutista de mercado y de la fusión del poder político con la dueñidad, de allí resulta la agresión al ser humano y a su medio en forma extrema, sin dejar más que restos a su paso. Intemperie progresiva de la vida, mercadeo de todo y reserva de seguridad exclusiva para los propietarios y controladores de los mecanismos de Estado. Radicalización del despojo, etnocidio, genocidio y conquistualidad.
Tal escena está ligada al ejercicio de la indiferencia frente a la crueldad, ensayada y entrenada, con saña impune, sobre el cuerpo de la mujer y de los jóvenes, como en Ayotzinapa —cuerpos que no representan al antagonista bélico, sujetos que no corresponden al soldado de la corporación armada enemiga. El terror de Estado de las dictaduras ha dejado paso a un terror difuso que se instala capilarmente en la sociedad. Afirmé que las nuevas formas de la guerra, en nuestro continente, son guerras represivas o guerras mafiosas, o quizás más exactamente una combinación de ambas a la vez, como un golpe que nos llega desde otro lugar, desde una Segunda Realidad (Segato, 2014). Creo inclusive que es posible hablar de una nueva forma de terror asociada a lo que he llamado aquí "intemperie" y que no sería otra cosa que un limbo de legalidad, una expansión no controlable de las formas paraestatales del control de la vida apoderándose de porciones cada vez mayores de la población, en especial de aquellos en condición de vulnerabilidad, viviendo en nichos de exclusión. Ese terror es la constatación, para muchas personas, de que el control estatal y la protección del Estado, así como las leyes republicanas son, y quién sabe si han sido siempre, una ficción, "un sistema de creencias", apenas una fe proveedora de una gramática estable para la interacción social y los límites de la conducta humana. Es posible que las dictaduras terminaran cuando ya habían preparado el terreno para las nuevas formas del terror. Ya no un terror de Estado, sino un entrenamiento para llevar la existencia sin sensibilidad con relación al sufrimiento ajeno, sin empatía, sin compasión, mediante el gozo encapsulado del consumidor, en medio del individualismo productivista y competitivo de sociedades definitivamente ya no vinculares. Algo que remite a la diferencia apuntada por Hannah Arendt entre soledad y aislamiento, este último precondición del control totalitario.
Defendí por mucho tiempo la separación de los feminicidios íntimos de los feminicidios públicos, bélicos, en una fase informal de las guerras. Hoy la lección de la guerra informal, paraestatal, en sus varias formas, ha entrado en las casas, y el umbral de sufrimiento empático se ha retirado. En Guatemala la guerra dejó una secuela de hogares indígenas y campesinos ultra-violentos — atención: no fue al contrario, como sostiene un cierto pensamiento feminista eurocéntrico. La violencia sexual y feminicida no pasó de los hogares a la guerra, su derrotero fue el inverso. En nuestros días, como demuestran una serie de casos en todo el continente, el crimen íntimo pasa a tener características de crimen bélico: la desova de la víctima al aire libre, en las zanjas, basurales y alcantarillas, la espectacularidad de los asesinatos, que han pasado a perpetrarse también en lugares públicos. Asimismo, hablan de ese terror difuso las ejecuciones sumarias, extrajudiciales y a manos de agentes estatales, que sin explicación aumentan cada día en América Latina y especialmente en Brasil, agrediendo la lógica, la gramática que permite tener una expectativa estabilizada de mi relación con los otros.
Es por todo esto que podemos aventurar que, si cada época tiene una personalidad modal, funcional a su fase propia de relaciones económicas (histeria para la revolución industrial, esquizofrenia con su delirio en la expresión artística del modernismo), la estructura psicopática se presenta hoy como la personalidad modal. La personalidad psicopática parecería ser hoy la estructura de personalidad mejor equipada para operar de forma funcional en el orden de la fase apocalíptica del capital. El perfil psicopático, su ineptitud para transformar el derrame hormonal en emoción y afecto, su necesidad de ampliar constantemente el estímulo para alcanzar su efecto, su estructura definitivamente no-vincular, su piel insensible al dolor propio y, consecuentemente y más aún, al dolor ajeno, su enajenación, encapsulamiento, desarraigo de paisajes propios y lazos colectivos, la relación instrumental y cosificada con los otros… parece lo indispensable para funcionar adecuadamente en una economía pautada al extremo por la deshumanización y la ausencia de límites para el abordaje de rapiña sobre cuerpos y territorios, dejando solo restos. Es así que una pedagogía de la crueldad se presenta como el criadero de personalidades psicopáticas apreciadas por el espíritu de la época y funcionales a esta fase apocalíptica del capital.
El extraño destino de la película británica La naranja mecánica, de 1971, basada en la novela homónima de Anthony Burgess, a su vez escrita bajo el impacto de la violación sufrida por la esposa del autor en Londres durante la Segunda Guerra Mundial por parte de soldados estadounidenses, parece confirmar mi tesis sobre la abrupta y funcional reducción de la empatía en nuestro tiempo. La naranja mecánica, dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada de forma inolvidable por Malcolm McDowell, fue una de las películas más censuradas de la historia del cine en varios países, inclusive en la propia Inglaterra. En ella se suceden escenas de golpizas, violaciones, asesinatos y un feminicidio. Alex, el personaje central, pasa de la total ausencia de empatía como victimario a un estado de empatía y vulnerabilidad al sufrimiento ajeno, logrado por medio de un tratamiento psiquiátrico experimental, que lo transforma inevitablemente en víctima. No hay posición intermedia entre la personalidad del victimario y de la víctima, el antes y el después del experimento "terapéutico", es decir, si la posición de victimario es abandonada, no resta alternativa que volverse vulnerable. Pero lo más extraordinario del caso es que hoy, 40 años después de su estreno y como el propio McDowell ha reconocido (2009), aquel espanto con que los públicos recibieron esta obra ha desaparecido por completo, dando lugar a la risa del público ante algunas de las que fueron, en el pasado, sus escenas más horrorosas. Claro indicio este de la naturalización de la personalidad psicopática y de la violencia, en especial de la violencia contra la mujer, secuencia central de la película.
Se trata de un signo incontestable del proceso de los tiempos y del modo de vida que se ha impuesto en el capitalismo tardío. En esta era, el sufrimiento y la agresión impuestos al cuerpo de las mujeres, así como la espectacularización, banalización y naturalización de esa violencia constituyen la medida del deterioro de la empatía en un proceso adaptativo e instrumental a las formas epocales de explotación de la vida.


NOTAS:
(1)    Según OXFAM, en 2010, 288 personas tenían la misma riqueza que la mitad más pobre; eran 177 en 2011, 159 en 2012, 92 en 2013, 80 en 2014 y 62 en 2015. Véase OXFAM, «62 personas poseen la misma riqueza que la mitad de la población mundial», 18 de enero de 2016; disponible en Internet.

Fuente: "La guerra contra las mujeres", Rita Laura Segato, 'Traficantes de Sueños'





“La única alternativa es la unidad”


domingo 30 de abril de 2017



El país




FERNANDO ESPINOZA HABLÓ CON PÁGINA/12 SOBRE EL PERONISMO BONAERENSE Y LAS ELECCIONES.



"La única alternativa es la unidad"




El titular del PJ bonaerense dice que "si hace falta habrá PASO", pero confía en cerrar "un gran frente de unidad contra el neoliberalismo". También destaca que CFK es favorita en las encuestas, pero que el peronismo tiene otros candidatos "excelentes".
"Vamos a llegar unidos a octubre", asegura Fernando Espinoza. 

Por            Nicolás Lantos   




Fernando Espinoza, presidente del PJ bonaerense, dice tener una sola cosa en mente: conseguir que el peronismo en el distrito más importante del país llegue unido a las elecciones de octubre. Con ese objetivo, alterna llamadas telefónicas, reuniones en Palermo y La Matanza, apariciones mediáticas, asados y tertulias con intendentes, legisladores, sindicalistas y referentes de distintos sectores, tratando de juntar lo que, desde la derrota de 2015, permanece fragmentado. Cuando recibe a Página/12, se muestra optimista y piensa que para mediados de junio, cuando cierren las listas, habrá cumplido su cometido. "Si hace falta habrá PASO pero yo creo que vamos a terminar cerrando un gran frente de unidad contra el neoliberalismo", asegura.

–  ¿Están dadas las condiciones para la unidad del peronismo en la provincia?
–  Nosotros terminamos de sellar la unidad del peronismo a partir de la cumbre de San Vicente. Ahí los distintos sectores dijimos "vamos a construir un gran frente electoral para ponerle un freno a las políticas neoliberales y el brutal ajuste económico que está llevando adelante  Macri". A partir de ahí, democráticamente, a través de una gran elección primaria o partir de un consenso, vamos a llegar unidos a octubre con los mejores candidatos.

–  Ese es el punto de la discordia...  pareciera que no hay acuerdo en cuáles son los mejores candidatos.
–  Hoy Cristina encabeza ampliamente, según cualquier encuesta. Hasta la encuestadora más cercana al macrismo dice que ganaría las elecciones si fueran mañana. Si es candidata o no, es una decisión que tiene que tomar nuestra querida ex presidenta y estamos todos esperando a ver qué decisión toma. Pero si no, el peronismo tiene excelentes candidatos para ofrecerle a la sociedad y ganar las elecciones en octubre.

–  ¿Los peronistas bonaerenses pueden ir a las PASO y después juntos a las generales? La última interna dejó demasiados heridos.
–  El peronismo de hoy no es el mismo de las elecciones de 2015. Supimos aprender de nuestras equivocaciones, corregimos nuestros errores y hoy estamos preparados para ser la alternativa a este gobierno de derecha, conservador y neoliberal que encabeza el presidente Macri, que nos llevó en nada más que quinientos días de gobierno a una Argentina totalmente empobrecida. Las encuestas dicen que hay un 80 por ciento de los argentinos que económicamente están peor o mucho peor que hace 15 meses, cuando asumió Macri. Hace muchísimos años que no tenemos un Día del Trabajador tan triste, con casi setecientos mil trabajadores que perdieron su empleo, un millón y medio de nuevos pobres. Seiscientos mil nuevos indigentes. Estamos ante una Argentina en la que volvió el hambre, no hay trabajo, la gente no llega a fin de mes, hay una clase media absolutamente desesperanzada, con mucha incertidumbre. Este gobierno de Macri fracasó porque la economía está cada día generando más pobres. El presidente tiene que entender que debe cambiar el rumbo económico. Es una vergüenza que las paritarias docentes no estén cerradas. La CGT todavía está esperando que le contesten después del paro mientras el gobierno busca flexibilizar el mercado laboral. Este es el plan de Macri. Frente a ese escenario, la única alternativa es la unidad del peronismo.

–  Desde el Gobierno van a insistir en que Cambiemos representa lo nuevo y la oposición es la vieja política. ¿Puede el peronismo dar soluciones a las nuevas demandas de la sociedad además de prometer el regreso a las políticas de 2003 a 2015?
–  El peronismo es la columna vertebral de un gran frente electoral, donde hay sectores políticos que le creían a Macri y se sintieron estafados por lo que pasó este tiempo. Hay pequeños productores rurales, hay comerciantes; todos están incluidos en este gran frente con el que vamos a ganar las elecciones de este año y desde el Congreso poner un freno a esta Argentina para ricos que quiere Macri. Pero el peronismo cambió, se está modernizando. Hoy estamos generando un peronismo que se adapta a las nuevas formas de comunicación y de hacer política. Claramente se ve que hoy hay un peronismo políticamente organizado que va a poder mostrar sus propuestas a todos los sectores. Y también vamos a derribar la idea de que Macri es lo nuevo. Lo que está haciendo ya lo conocemos. Nos endeudamos en un año lo mismo que la dictadura se endeudó en siete. Macri va a pasar a la historia como el gran endeudador. Nos prestaron en estos quince meses prácticamente la misma cantidad de dinero que Néstor Kirchner le hizo ahorrar a los argentinos, más de setenta mil millones de dólares. 

–  ¿Cuáles son las principales propuestas ante ese escenario?
–  Queremos generar un nuevo régimen de arancelamiento para las importaciones. Cada naranja de Brasil, cada textil chino, cada zapatilla que entra son cientos de miles de trabajadores argentinos menos. Urgente hay que cambiar esta apertura indiscriminada. Macri está tan afuera de la realidad que hasta dirigentes supercapitalistas, como Donald Trump, cierran sus fronteras y él deja entrar cualquier producto importado a la Argentina como si nada. Otra propuesta pasa por el régimen tarifario. Hay que tener tarifas diferenciadas de luz, de gas y de agua para los jubilados, para las pequeñas industrias, para los barrios obreros. Hay que generar una Argentina con consumo interno, el mundo hoy no te compra tus productos.

–  Usted mencionaba el Congreso como el ámbito donde se puede limitar el poder del Gobierno. Sin embargo, en estos quince meses, muchos legisladores que llegaron por una boleta peronista terminaron votando las leyes que pedía el Ejecutivo...
–  El otro día un jubilado me decía: "Fernando, ¿cómo podemos hacer para que aquel diputado que yo voté, si se va a otro partido político, pierda la banca? Porque yo voté por unas ideas para la Argentina y hoy veo que hay varios que en el Congreso votan en contra de esas ideas". Y le dije, "quédese tranquilo Don Carmelo porque esta vez no nos vamos a equivocar en la confección de las listas, aprendimos de nuestros errores y los diputados que usted vote van a responder a la idea de esta Argentina con justicia social que queremos".

–  ¿Cualquier candidato que quiera dar una interna en el peronismo tendrá garantizada esa posibilidad o hay algún filtro previo?
–  Los que agitan ese temor en realidad quieren generar algún tipo de división. El peronismo selló su unidad, cualquier candidato que se quiera presentar por adentro, se puede presentar. Podemos tener primarias y si algunos dirigentes que ya manifestaron su voluntad se presentan, a través de elecciones el peronismo elegirá a sus candidatos. Yo creo que como decía el general Perón, los peronistas escuchamos la melodía más maravillosa que es la palabra del pueblo argentino. Después de lo que pasó en marzo, cómo no vamos a ir unidos si el pueblo argentino nos está pidiendo que ganemos en octubre para parar a este gobierno de CEOs que no tienen ni un ápice de solidaridad social.

–  La gobernadora María Eugenia Vidal sigue siendo la dirigente con mejor imagen del país. ¿Cómo se hace campaña contra eso?
–  Vidal es Macri, es igual a Macri. Algunos asesores de marketing político la tratan de mostrar distinta, Macri es el ogro y ella es el hada buena. Pero eso es una ficción. Si fuera distinta, no habría aplicado el mismo aumento de tarifas del mil por ciento que aplicó Macri. Si fuera distinta, ya habría dado a los docentes un aumento mínimamente acorde al sentido común. Está claro que Vidal es lo mismo que Macri. El peronismo va a ganarles a los dos este año en la provincia de Buenos Aires y después vamos a prepararnos para gobernar la provincia y el país a partir del 2019.








Victoria Donda denunció a Macri por la venta de fondos de jubilados

domingo 30 de abril de 2017



POLÍTICA



PARA BENEFICIAR A AMIGOS



Victoria Donda denunció a Macri por la venta de fondos de jubilados






La diputada Victoria Donda presentó la acusación en el Juzgado 11 a cargo del juez federal Claudio Bonadío, contra el presidente y varios funcionarios de la actual gestión. En el escrito es por la venta de acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Previsional, en benficio de Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin y otros amigos del presidente como el magnate inglés Joe Lewis.






Redacción de DIARIO REGISTRADO





La diputada Victoria Donda denunció al presidente, Mauricio Macri, y varios funcionarios del gobierno nacional por la venta de acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Previsional. De acuerdo al escrito la operatoria benefició a Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin, que además es el propietario de la empresa elecrtica Ednor, en sociedad el magnate inglés Joe Lewis, amigo personal del presidente. La denuncia recayó en el Juzgado 11 a cargo del juez federal Claudio Bonadío.

La empresa de Mindlin y Lewis se quedó con el total del paquete accionario de Petrobras Argentina, del que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad poseía un 12%.

"La denuncia se basa en que fue una operación habilitada por el Comité Ejecutivo del Fondo de Garantía, sin que existieran los requerimientos que por ley necesita el ANSES para vender activos; en que la operación se hizo a un precio por acción por debajo del que calculaban el costo consultoras privadas especializadas, lo que representó para el Estado Nacional a través del FGS entre mil y tres mil millones de pesos de pérdidas", acusó la diputada Donda.

En la causa también se menciona que YPF, una empresa con mayoría estatal y competidora de Pampa Energía en el mercado hidrocarburífero decidió prestar a Mindlin 140 millones de dólares para financiar la compra/absorción de Petrobras por parte del holding de los amigos del presidente.

"Se trata de una operación en la que el Estado nacional, por medio de la venta de activos de un Fondo destinado a cuidar el patrimonio de los jubilados de nuestro país, favoreció a empresarios muy ligados al entorno presidencial. 'Llamativamente´ estos empresarios están haciendo negocios en uno de los sectores más rentables de nuestra economía como lo es el energético, en donde por otra parte, existen empresas nacionales y provinciales que son en muchos casos competidoras con las privadas en la explotación del recurso", afirmó Donda.









Además de tubos y limones

domingo 30 de abril de 2017



El país




LOS DOCUMENTOS DESCLASIFICADOS QUE TRUMP ENTREGÓ A MACRI.



Además de tubos y limones




Los documentos que Trump entregó a Macrì sobre los años del espanto muestran el rol descollante de la Argentina en la Operación Cóndor, con el entrenamiento en Buenos Aires de los equipos operativos enviados a Europa a cometer asesinatos. Es instructivo un primer repaso de su contenido, mientras esperamos con los dedos cruzados cuál será la contraprestación coreana por el ingreso de los limones argentinos al mercado estadounidense.

POR          HORACIO VERBITSKY



La segunda tanda de documentos desclasificados sobre el periodo de la última dictadura argentina no se aparta de una pauta férrea: cuando hay algún elemento significativo sobre cuestiones operativas de la represión, la fuente son las embajadas estadounidenses en distintos países de la región o el Departamento de Estado en Washington, que pese a su nombre se encarga de las relaciones exteriores. Desoyendo el pedido de los organismos argentinos defensores de los Derechos Humanos, comunicado tanto al gobierno argentino como al estadounidense, hay muy pocos documentos de origen militar, de seguridad nacional o inteligencia. Y los pocos que aparecen de la CIA y del Consejo de Seguridad Nacional contienen evaluaciones académicas sobre lineamientos políticos, cuyo interés cuatro décadas más tarde sólo alcanza a los especialistas. Vale la pena recapitular esta historia.




Manchas



La primera tanda de desclasificación fue solicitada por organismos argentinos (Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS) el 16 de agosto de 2000, durante la visita a Buenos Aires de la secretaria de Estado Madeleine Albright. La solicitud fue concedida de inmediato, acaso como parte de una vendetta. Luego del juicio político que impulsaron los republicanos por los usos del cigarro en el despacho oval, el presidente demócrata Bill Clinton accedió a la muy esperada desclasificación documental sobre la intervención en Chile comandada por Henry Kissinger durante la presidencia del republicano Richard Nixon. Las manchas que Nixon y Kissinger dejaron en Chile no se limpian en ninguna tintorería.

Para obtener el mejor resultado de esa disposición favorable, el CELS celebró un convenio con la ONG estadounidense National Security Archives, especializada en la investigación sobre materiales públicos compartimentados. Su labor había sido muy eficaz en la desclasificación previa de documentos sobre Chile, Guatemala y El Salvador. Esa experiencia enseñó que era preciso refinar la búsqueda, de modo de no ir tras una aguja en un pajar. La formulación de interrogantes precisos sobre ciertos episodios y personas, tanto víctimas como victimarios, con la mayor exactitud posible de tiempo y lugar, ordenó la requisitoria. La calidad de la pregunta anticipa la de su contestación. Al cumplirse dos años de aquel encuentro, llegaron cuatro cajas de documentos. Se trata de comunicaciones que funcionarios de la embajada en Buenos Aires remitieron en aquellos años al gobierno de Washington, demostrativos de la organización estatal del terror y refutadores de la pretensión de que pudo tratarse de excesos o errores de grupos aislados. Entre ambas fechas cambiaron el gobierno de los Estados Unidos y el contexto mundial. Clinton fue sucedido por el republicano George W. Bush, y Colin Luther Powell reemplazó en Relaciones Exteriores a Madeleine Albright. Luego de los ataques del 11 de setiembre de 2001 contra el World Trade Center y el Pentágono, el gobierno de Washington hizo de la denominada "guerra contra el terrorismo" el eje de su política exterior e interior. El proceso de desclasificación se detuvo. Se reanudó, a raíz de una carta del CELS a Powell, con una salvedad: una segunda revisión para eliminar nombres de personal del Departamento de Estado, como parte de la omnipresente war on terror. Es difícil imaginar dos personalidades tan distintas como la académica centroeuropea Albright y el general afroamericano Powell, por no hablar de Clinton y Bush. Sin embargo todos ellos coinciden en un punto de extrema importancia para nuestro país y éste es que la desaparición forzada de personas, las torturas a detenidos, las ejecuciones clandestinas constituyen crímenes contra la humanidad, que la comunidad internacional no consiente, bajo ninguna circunstancia. Hasta el presidente argentino Maurizio Macrì, cuya fortuna familiar se multiplicó con los negocios espurios que se facilitaban a los responsables civiles de la dictadura, tiene que plegarse a los repudios y las conmemoraciones, con el puño cerrado y la boca apretada.






En junio de 1976 gobernaba en Estados Unidos el republicano Gerald Ford, cuya política exterior, conducida por Kissinger, era continuidad de la de Nixon, que instrumentó en todo el continente la doctrina de la seguridad nacional. Kissinger se reunió en Chile con su contraparte argentina, el almirante de la Armada golpista de entonces, César Guzzetti, quien le expuso los pormenores del plan de exterminio que se estaba aplicando. Kissinger, quien había sido el principal ideólogo del golpe militar que llevó al poder de Santiago al dictador Augusto Pinochet, le dijo que se apuraran a concluir su faena, porque no tenían mucho más tiempo. No se equivocaba. En enero de 1977 asumió la presidencia el demócrata James Carter, cuyo gobierno enarboló la defensa de los derechos humanos como estandarte de una nueva era. Su primer Secretario de Estado, Cyrus Vance, y su secretaria de asuntos humanitarios, Pat Derian, presentaron al gobierno militar argentino una lista con 7.000 nombres sobre los cuales el gobierno de Carter reclamaba información. Pero en uno de los documentos desclasificados ahora se estima el número en 15.000*. También exigieron que se admitiera la visita al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuyo informe fue un punto de inflexión, el principio del fin. Aunque faltaba y sigue faltando la desclasificación de los datos que guardan el Pentágono y la CIA, los que la cancillería estadounidense entregó hace quince años, más los que Barack Obama trajo en su visita del 24 de marzo de 2016 sirvieron para agregar nuevas piezas al rompecabezas que los organismos de derechos humanos vienen armando desde el momento mismo en que los hechos sucedieron, valiosas para completar el cuadro general pero también para avanzar en las causas judiciales concretas abiertas, dentro y fuera del país.

Como dice la introducción del Departamento de Estado, no todos los documentos se relacionan específicamente con la Argentina. Algunos fueron seleccionados por su importancia para otros aspectos de la política estadounidense hacia Latinoamérica, y brindan el contexto para las relaciones entre Estados Unidos y la Argentina de 1977 a 1980.



Ser o no ser


A pedido de Carter, su asesor de Seguridad Zbigniew Brzezinski preparó una evaluación global de política sobre América Latina. "¿Necesitamos una política latinoamericana?" es la pregunta con que comenzó su análisis el asesor de Brzezinski para la región, Robert Pastor. A su juicio, la idea de Latinoamérica es un mito, porque "está compuesta por economías y políticas muy distintas, que sólo pueden agruparse para formar una posición colectiva cuando existe necesidad simbólica de confrontar con los Estados Unidos. En realidad, las cuestiones más importantes para los gobiernos del hemisferio, se tratan en forma bilateral o global. Un síntoma de esta tendencia hacia el globalismo y el bilateralismo, es la declinación de la OEA". Esto fue escrito hace 40 años. Pastor concluye que la respuesta a la pregunta es No. "En términos objetivos, no necesitamos una política latinoamericana y espero que en el futuro no la tendremos". Sería interesante cotejar esta visión del académico Pastor con las tomas de posición que todos los años presentan al Congreso los generales que conducen el Comando Sur. 




El 24 de marzo de 1977 el Secretario de Estado Cyrus Vance dirigió un cable a las embajadas de Estados Unidos en Asunción, Brasilia, Buenos Aires, La Paz, Montevideo y Santiago con el escueto título "Operación Cóndor". Afirma que se trata de un esfuerzo cooperativo de los servicios secretos de Chile, la Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil para combatir el terrorismo y la subversión. Cita como fuente un informe de la CIA. Dice que comenzó como un mecanismo de intercambio de información sobre los grupos subversivos pero "discusiones posteriores incluyeron la realización de asesinatos en el exterior. Mientras los servicios de la Argentina, Chile y Uruguay acordaron enviar para ese fin equipos operativos a Europa, los de Brasil, Bolivia y Paraguay aparentemente no se comprometieron con este aspecto de la operación". Luego, los equipos que irían a Europa recibieron entrenamiento en Buenos Aires. Un equipo de argentinos y uruguayos fue enviado a operar contra "terroristas uruguayos" pero fracasó porque la operación se filtró. Esto hizo dudar a los uruguayos acerca de la participación en otras operaciones conjuntas Cóndor. Fuera de los países involucrados la operación se limita a la recolección de información sobre los extremistas. Si esa información incluye el paradero de un extremista fuera del área de cobertura podría enviarse un equipo Cóndor, "pero sólo a verificar la presencia del extremista y determinar sus movimientos futuros. Si fueran deseables indeterminadas acciones contra un determinado extremista, el Servicio Cóndor pedirá que las realice a un servicio de seguridad del país donde reside el extremista". Si un país miembro rehúsa participar en un programa Cóndor, es excluido de cualquier reunión posterior de ese programa (se entiende que por programa se refiere a una operación específica). El llamativo punto final informa que la Operación Cóndor estaría derivando hacia actividades "no violentas", y pone como ejemplo una reunión realizada en diciembre de 1976 cuyo tema principal fue la planificación de operaciones de guerra psicológica contra grupos de izquierda y radicales (lo cual no debe confundirse con grupos de la UCR). Con anterioridad se había aprobado un programa por el que un país miembro publicaría piezas de propaganda útiles para otro miembro, de modo que el país más interesado no quedaría al descubierto como fuente de la información falsa. Este programa de guerra psicológica requiere un intenso uso de los medios de comunicación. Parece el identikit de la Operación Colombo, de 1975, cuando con publicaciones en Brasil y la Argentina se intentó simular la muerte en enfrentamientos entre facciones guerrilleras chilenas en la Argentina de 119 personas que habían sido secuestradas, torturadas y asesinadas en Chile.



El Cóndor pasa


El 9 de mayo de 1977 la CIA preparó un documento, cuya nómina de circulación aún sigue en secreto, de la cual sólo se desclasificó a partir de la segunda foja. Se titula Contraterrorismo en el Cono Sur. Dice que las operaciones ilegales contra exiliados en otros países se frustraron porque los servicios extranjeros de seguridad conocen la existencia del Cóndor (afirmación curiosa, ya que en septiembre de 1976 fue asesinado en Washington por esta organización el ex canciller chileno Orlando Letelier). El documento menciona una larga historia de esfuerzos bilaterales para controlar la subversión en los países del Cono Sur, que a principios de 1974 derivó en el enfoque regional del Cóndor cuando funcionarios de seguridad de todos esos países, salvo Brasil, acordaron establecer canales de contacto para facilitar sus movimientos de un país a otro en misiones oficiales. Entre sus objetivos iniciales figuraba el intercambio de información sobre la Junta Coordinadora Revolucionaria, que coordina actividades y provee apoyo logístico y de propaganda a sus miembros bolivianos, uruguayos, chilenos, argentinos y paraguayos. La Junta tiene representantes en Europa y se cree que intervinieron en los asesinatos de un diplomático boliviano y un agregado militar uruguayo en Francia. El agregado militar "había participado en la exitosa campaña para eliminar a los terroristas uruguayos tupamaros" (todo parece indicar que se refiere al coronel uruguayo Ramón Trabal y al general y embajador boliviano Joaquín Zenteno Anaya, asesinados en París con sendos disparos de una misma pistola el 19 de diciembre de 1974 y el 11 de mayo de 1976. Una investigación periodística publicada en 2001 afirma que los ejecutores fueron dos miembros franceses de una Brigada Internacional maoísta). La CIA añade que los miembros del Cóndor se reunieron en Santiago el último verano (no aclara si septentrional o boreal) para sistematizar sus planes de largo plazo, que incluyen "el desarrollo de una base de datos electrónica en Santiago, a la que todos los miembros aportarán información sobre terroristas conocidos o sospechosos. Brasil proveerá los aparatos de comunicación de la red 'Condortel' y Uruguay aceptó sumarse a Chile y la Argentina en las operaciones en Europa contra la JCR". La misión básica consistirá en liquidar a los principales líderes terroristas en el exterior. Pero no sólo a ellos. "Entre los candidatos al asesinato también se menciona a personas que no son terroristas, como el dirigente político opositor uruguayo Wilson Ferreyra Aldunate, si viajara a Europa, y algunos líderes de Amnesty International. Sin embargo, Ferreyra pudo haber sido quitado de la lista porque se cree que tiene buenos contactos en el Congreso de los Estados Unidos". También se consideró el envío de un equipo a Londres, caracterizado como empresarios, para supervisar "actividades sospechosas". Otra propuesta en estudio incluye la reunión de material sobre la integración, ubicación y actividades políticas de grupos de Derechos Humanos, para identificar y exponer sus vínculos socialistas y marxistas. Similares datos se buscaría sobre "grupos tercermundistas y comunidades eclesiásticas". El documento también se refiere al sistema de comunicaciones Cóndor, que utiliza tanto la voz como teletipos. "Los países miembros se comunican por radio y cada uno debe mantener un canal abierto. Utilizan equipos no comerciales pero cada país puede monitorear las conversaciones de los otros en la red Cóndor. Los datos sensibles que no interesan a todos los miembros se envían por valija diplomática. Alguien cuyo nombre fue tachado afirma que "Cóndor sufre de cierta desorganización pero esto no ha inhibido su eficacia general. Cóndor ha hecho más estrictas sus medidas de seguridad en su centro operativo en Buenos Aires y se incrementó la compartimentación". Cóndor es un paraguas, fuera del cual también es fuerte la cooperación entre otros organismos de seguridad en la región, como los servicios de informaciones de la Argentina, Uruguay y Chile, que envían delegados a los otros países, en primer lugar para identificar a subversivos en el exilio. El 13 de agosto de 1978, la embajada de Estados Unidos en Asunción informa a la Secretaría de Estado sobre sus investigaciones respecto del asesinato de Letelier. El Jefe de Estado Mayor, General Alejandro Fretes Dávalos le leyó al embajador la minuta de una reunión con el jefe de la Inteligencia chilena, general Orozco. El texto no menciona el caso Letelier pero sí la coordinación de recursos de inteligencia para controlar y eliminar la subversión, mediante el intercambio de información, el uso compartido de instalaciones de comunicación, el monitoreo de subversivos, su detención y "entrega informal de un país a otro". Dijo que los jefes de inteligencia de los países del Cono Sur se reunían todos los años y que ese sistema nació "como defensa ante la amenaza de que la subversión argentina se expandiera hacia otros países". Pero esas reuniones ya no son útiles, porque "la principal amenaza, que provenía de la Argentina ya ha sido eliminada". Añadió que seguían en contacto por medio de la red de comunicaciones de la Zona del Canal de Panamá, que cubre toda América Latina. Este sistema de comunicaciones de los Estados Unidos es utilizado principalmente por los oficiales que estudian allí para llamar a sus países, pero también para coordinar información de inteligencia entre los países del Cono Sur. La confidencialidad de las comunicaciones a través de estas instalaciones estadounidenses en Panamá se mantiene mediante el uso de códigos bilaterales". Pero el general paraguayo sorprendió a su interlocutor estadounidense al afirmar que "a su juicio toda esta red de comunicación es inútil y sirve sobre todo para que los jefes de inteligencia exageren su declinante importancia". Según el embajador White los dos agentes del FBI asignados allí evalúan que la existencia del Cóndor puede salir a la luz durante el juicio en Estados Unidos por el atentado a Letelier. Y termina el cable con esta frase extraordinaria: "Si la descripción del general Fretes Dávalos es exacta sobre el uso de un sistema encriptado dentro de la red de comunicación estadounidense, parecería aconsejable revisar este acuerdo para asegurar que su continuación sea en el interés de Estados Unidos. Pero yo no sé si esto es cierto". Es razonable que un diplomático no conozca estos detalles, pero cuarenta años después parecería aconsejable que el Pentágono, que manejaba la zona del Canal, o la CIA que tal vez compartía su red de comunicaciones, hicieran conocer esos detalles al extraordinario líder que preside el país que acaba de recibir los documentos y gran amigo del presidente Trump.




Pero la CIA, no se digna bajar a estos pormenores. Cuando se escucha su voz, adopta un tono doctoral, para decir, por ejemplo, que "el juicio sobre a qué derechos pueden aspirar todas las personas es subjetivo, y varía de cultura en cultura". Por eso, "al tratar de definir Derechos Humanos es difícil aventurar generalizaciones sobre una región geográfica, como el Cono Sur. Sin embargo, pueden discernirse algunos rasgos comunes". Apasionante. 




*   Briefing Memorandum From Richard Feinberg of the Policy Planning Staff to Secretary of State Vance, Washington, November 19, 1977.