jueves 27 de abril de 2017
Las canastas de pobreza e indigencia subieron mas que el IPC
Economía
LAS CANASTAS DE POBREZA E INDIGENCIA DEL INDEC AUMENTARON POR ARRIBA DEL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR.
La inflación es alta, pero para los pobres es peor
El aumento de precios en alimentos y servicios encareció durante marzo 3,05 por ciento el valor de las canastas básicas requeridas por una familia tipo para no ser considerada pobre o indigente, según cifras oficiales. El incremento de estas cestas de bienes de primera necesidad se ubicó más de medio punto porcentual por encima del 2,4 por ciento de inflación promedio que también informó el Indec para marzo. Una familia con cuatro miembros (dos adultos y dos menores) requirió de 14.090,52 pesos para no caer en la pobreza por ingresos, mientras que con la misma composición se necesitó de 5798,57 pesos para no ser indigente, ambas con la misma suba mensual. Respecto de un año atrás es imposible hacer la comparación, debido a que el gobierno mantuvo el apagón estadístico desde que asumió hasta abril del año pasado, los meses de mayor impacto de la devaluación en los precios internos. El índice de precios minorista porteño, que se acerca al comportamiento de estas canastas, arrojó en marzo pasado un alza de 2,9 por ciento contra febrero y 35 por ciento interanual.
En marzo comenzó a regir el segundo ajuste consecutivo en la tarifa eléctrica que el gobierno desdobló entre febrero y el mes pasado para evitar que todo el peso recayera sobre los días de mayor consumo por las altas temperaturas. Como resultado, los usuarios de Edesur y Edenor experimentaron aumentos en sus boletas de luz de entre 61 y 148 por ciento, que impactaron en el IPC porteño a través del rubro Vivienda, con 1,1 punto porcentual de la variación en el mes. En el trimestre, la inflación acumulada ascendió a 7,1 por ciento, según el ente porteño, mientras que para el Indec ese incrementó fue del 6,2 por ciento.
Para la medición del Indec, la suba del IPC durante marzo también estuvo impulsada principalmente por los rubros Educación (5,6 por ciento), Indumentaria (4,8), Alimentos y Bebidas (3,0) y Vivienda (2,2). La inflación núcleo, la cual excluye a los precios regulados y estacionales, fue de 1,8 por ciento ante febrero previo, lo que mantiene un piso alto para el año. El Gobierno insiste en la posibilidad de cerrar 2017 con una inflación que no supere el techo del 17 por ciento anual, aunque en sólo tres meses ya se alcanzaron más de dos tercios (36,5 por ciento) de ese objetivo.
El ente estadístico que conduce Jorge Todesca informó ayer las canastas básica alimentaria y total (que incluye servicios). Para una familia compuesta por un hombre de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8 años, se requirieron 5798,57 pesos para cumplir con la alimentación necesaria para no ser considerado indigente. En lo que va del año esa canasta se incrementó en un 6,2 por ciento respecto de los 5458,86 que costaba en diciembre, cifra cercana a la inflación del período informada por el Indec. En caso de la canasta básica total que incluye servicios, movilidad y la indumentaria mínima que una familia necesita para no ser pobre, asciende a 14.090,52 pesos, un 7,1 por ciento por encima de los 13.155,83 de diciembre, un incremento similar al informado por el ente estadístico porteño.
Si se calcula el acumulado respecto del dato de abril -aumento de los últimos once meses- la canasta alimentaria acumula para una familia tipo un alza de 24,5 por ciento, mientras la básica total, que incluye servicios y otros no alimentarios, un 23,9.
Pese al impacto de los tarifazos en el bolsillo, la suba de precios no se circunscribe a factores coyunturales como el aumento de los servicios, por lo que el endurecimiento de la política monetaria no basta para alcanzar los resultados prometidos por el gobierno. Por el contrario, la inflación es el resultado de la aplicación de una serie de medidas que mantiene la tensión en los precios, la cual impacta en mayor medida en los sectores de menores recursos debido a que dedican una parte más importante de sus ingresos a la compra de alimentos y servicios de primera necesidad.
Estimaciones de consultoras y asociaciones de consumidores aseguran que se mantiene la tendencia inflacionaria en alimentos que componen la canasta básica. La asociación Consumidores Libres relevó en la primera quincena de abril un incremento de 1,5 por ciento en esa canasta que incluye 38 artículos de supermercados y comercios minoristas. Según la medición, entre los productos que más subieron se encuentran naranja (13,9 por ciento), papa (12,1), asado (6,4), tapa empanada (5,8), carnaza (5,2), leche (4,9), falda (3,1), manteca (2,62), detergente (2,5) y yerba mate (2,41), entre otros.
La inflación es alta, pero para los pobres es peor
Las canastas de pobreza e indigencia subieron mas que el IPC
LAS CANASTAS DE POBREZA E INDIGENCIA DEL INDEC AUMENTARON POR ARRIBA DEL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR.
La inflación es alta, pero para los pobres es peor
Según el Indec, las canastas básica y alimentaria se encarecieron 3,05 por ciento en marzo, cuando la inflación fue del 2,4.
Por Cristian CarrilloEl aumento de precios en alimentos y servicios encareció durante marzo 3,05 por ciento el valor de las canastas básicas requeridas por una familia tipo para no ser considerada pobre o indigente, según cifras oficiales. El incremento de estas cestas de bienes de primera necesidad se ubicó más de medio punto porcentual por encima del 2,4 por ciento de inflación promedio que también informó el Indec para marzo. Una familia con cuatro miembros (dos adultos y dos menores) requirió de 14.090,52 pesos para no caer en la pobreza por ingresos, mientras que con la misma composición se necesitó de 5798,57 pesos para no ser indigente, ambas con la misma suba mensual. Respecto de un año atrás es imposible hacer la comparación, debido a que el gobierno mantuvo el apagón estadístico desde que asumió hasta abril del año pasado, los meses de mayor impacto de la devaluación en los precios internos. El índice de precios minorista porteño, que se acerca al comportamiento de estas canastas, arrojó en marzo pasado un alza de 2,9 por ciento contra febrero y 35 por ciento interanual.
En marzo comenzó a regir el segundo ajuste consecutivo en la tarifa eléctrica que el gobierno desdobló entre febrero y el mes pasado para evitar que todo el peso recayera sobre los días de mayor consumo por las altas temperaturas. Como resultado, los usuarios de Edesur y Edenor experimentaron aumentos en sus boletas de luz de entre 61 y 148 por ciento, que impactaron en el IPC porteño a través del rubro Vivienda, con 1,1 punto porcentual de la variación en el mes. En el trimestre, la inflación acumulada ascendió a 7,1 por ciento, según el ente porteño, mientras que para el Indec ese incrementó fue del 6,2 por ciento.
Para la medición del Indec, la suba del IPC durante marzo también estuvo impulsada principalmente por los rubros Educación (5,6 por ciento), Indumentaria (4,8), Alimentos y Bebidas (3,0) y Vivienda (2,2). La inflación núcleo, la cual excluye a los precios regulados y estacionales, fue de 1,8 por ciento ante febrero previo, lo que mantiene un piso alto para el año. El Gobierno insiste en la posibilidad de cerrar 2017 con una inflación que no supere el techo del 17 por ciento anual, aunque en sólo tres meses ya se alcanzaron más de dos tercios (36,5 por ciento) de ese objetivo.
El ente estadístico que conduce Jorge Todesca informó ayer las canastas básica alimentaria y total (que incluye servicios). Para una familia compuesta por un hombre de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8 años, se requirieron 5798,57 pesos para cumplir con la alimentación necesaria para no ser considerado indigente. En lo que va del año esa canasta se incrementó en un 6,2 por ciento respecto de los 5458,86 que costaba en diciembre, cifra cercana a la inflación del período informada por el Indec. En caso de la canasta básica total que incluye servicios, movilidad y la indumentaria mínima que una familia necesita para no ser pobre, asciende a 14.090,52 pesos, un 7,1 por ciento por encima de los 13.155,83 de diciembre, un incremento similar al informado por el ente estadístico porteño.
Si se calcula el acumulado respecto del dato de abril -aumento de los últimos once meses- la canasta alimentaria acumula para una familia tipo un alza de 24,5 por ciento, mientras la básica total, que incluye servicios y otros no alimentarios, un 23,9.
Pese al impacto de los tarifazos en el bolsillo, la suba de precios no se circunscribe a factores coyunturales como el aumento de los servicios, por lo que el endurecimiento de la política monetaria no basta para alcanzar los resultados prometidos por el gobierno. Por el contrario, la inflación es el resultado de la aplicación de una serie de medidas que mantiene la tensión en los precios, la cual impacta en mayor medida en los sectores de menores recursos debido a que dedican una parte más importante de sus ingresos a la compra de alimentos y servicios de primera necesidad.
Estimaciones de consultoras y asociaciones de consumidores aseguran que se mantiene la tendencia inflacionaria en alimentos que componen la canasta básica. La asociación Consumidores Libres relevó en la primera quincena de abril un incremento de 1,5 por ciento en esa canasta que incluye 38 artículos de supermercados y comercios minoristas. Según la medición, entre los productos que más subieron se encuentran naranja (13,9 por ciento), papa (12,1), asado (6,4), tapa empanada (5,8), carnaza (5,2), leche (4,9), falda (3,1), manteca (2,62), detergente (2,5) y yerba mate (2,41), entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario