jueves, 13 de abril de 2017

Los 4 legados de Eduardo Galeano que no dejan de arder


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jueves 13 de abril de 2017



CULTURA



Los 4 legados de Eduardo Galeano que no dejan de arder



 Por         Natalia Arenas






El escritor uruguayo dijo adiós el 13 de abril de 2015 y nos dejó la incertidumbre de imaginarnos cómo hubiera narrado estos tiempos álgidos de su América Latina. Pero también nos dejó el análisis y la reflexión de un pasado que siempre nos permitirá desentramar el presente ya no con su pluma precisa, pero sí con su fuego.

Eduardo Galeano le gustaba representar al mundo como un "mar de fueguitos"
Así lo perpetuó en un microcuento que forma parte de El libro de los abrazos, una recopilación de relatos breves que se publicó por primera vez en 1989.
"No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende", concluye el texto que fue reproducido miles de cientos de veces por miles de cientos de personas en diversas plataformas, ciudades, países. Fueguitos, decía Galeano. Eso somos.
Galeano escribió otros libros antes y después de El Libro de los abrazos.  Su consagración internacional, desde su Montevideo natal, llegó con Las venas abiertas de América Latina, en 1971, un texto que le costó, además, su exilio dos años después. Después vendría la trilogía de Memoria del fuego, Mujeres, Patas Arribas. La escuela del mundo al revés, Los hijos de los díaspor nombrar sólo algunos.
Los textos de Galeano – desde los más político ideológicos hasta los más literarios - pueden leerse y releerse y nunca perderán actualidad. 
La coherencia de su pensamiento, la minuciosidad de su análisis, la precisión en su narrativa y el constante compromiso con los derechos humanos lo mantienen vivo, ardiente, siempre dispuesto a alumbrar. Para que se encienda quien se acerque a mirar.










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