viernes, 25 de noviembre de 2016

Ley de urbanización sin mapa

PÁGINA/12

viernes 25 de noviembre de 2016



SANCIONARON EN LA LEGISLATURA UNA NORMA PARA LA VILLA 20 DE LUGANO
Ley de urbanización sin mapa

La Legislatura porteña aprobó por unanimidad la urbanización de la Villa 20. Proyecta la construcción de 1500 viviendas, refacciones y redes cloacales y de electricidad y telecomunicaciones. Pero no hay planos de calles.



La Legislatura porteña sancionó por unanimidad la ley de urbanización de la Villa 20, en Lugano. El proyecto prevé, para 2019, la construcción de más de 1500 viviendas y la refacción de casas y redes de cloacas, electricidad y telecomunicaciones en el barrio porteño. Sin embargo, en la propuesta del oficialismo no se especificaron los planos de integración ni las calles que provocarán la apertura de la villa: "Estamos a favor, pero nos preocupa lo que no vemos. No hay una decisión real sobre qué calles se van a abrir o en el diseño de planos. Es como una mesa sin patas", explicó a este diario, Hernán Rossi del bloque SUMA +.

Con 56 votos afirmativos y ninguno en contra, los legisladores porteños aprobaron el proyecto de ley de urbanización en la Villa 20, situada en Lugano, barrio al sur de la Ciudad. En principio, se dispuso la creación de una Mesa de Gestión Participativa para discutir e instrumentar el proceso de integración del barrio. Allí se deberán establecer los plazos para la creación de las unidades habitacionales, la reparación de las propias casas de la villa y el trazado de calles para la urbanización. 


Precisamente, la falta de definición del proyecto es una de las principales críticas de los legisladores opositores. "No es la ley de urbanización que nosotros haríamos. Si se quiere urbanizar, se deben discutir las cuestiones de fondo, es decir, qué calles se van a abrir, cómo se van a modificar las casas del barrio, las redes de servicios. Se estiman 1500 viviendas, pero ni siquiera están confirmados los planos", expuso Rossi.


Para el año 2019, en el proyecto votado se contempla la construcción de nueve unidades habitacionales que generarán un total de 1500 viviendas para los residentes de la Villa 20. "Tenemos diferencias estratégicas con el tipo de urbanización superficial que viene desarrollando el PRO, pero votamos a favor porque 1500 viviendas nuevas, si bien representan un porcentaje menor de esa población, le van a cambiar sustancialmente para mejor la vida a esa cantidad de familias, y a eso no nos podemos oponer", expresó Javier Gentilini, del Frente Renovador. 


De acuerdo con las estadísticas que se expusieron en el debate legislativo de ayer, la Villa 20 cuenta con 27.000 habitantes, donde el 14 por ciento de ellos vive en condiciones de hacinamiento crítico y sólo un cuatro por ciento de los hogares tiene electricidad.


Además de la creación de nuevas viviendas, en el proyecto de urbanización sancionado se proyectó la refacción de 4581 viviendas y la conexión de redes de servicios de agua, electricidad, cloacas y telecomunicaciones. A su vez, las obras de infraestructura incluyen nuevos trazados de calles y espacios necesarios para la integración con el tejido urbano.


El financiamiento del plan de urbanización también generó quejas entre los legisladores opositores. Andrea Conte, del bloque Nuevo Encuentro-FpV, explicó a este diario que "para el Gobierno, la única manera de subvencionar la urbanización de un barrio es vender terrenos de la Ciudad a privados. Finalmente siempre se genera una brutal transferencia de recursos del Estado a las empresas".



























OPINIÓN

Macri, Temer y Peña Nieto, huérfanos de Clinton



Por     Emir Sader




Estaba todo listo para que Hillary Clinton sembrara aquello por lo cual había trabajado tanto. Al final, había sido ella la principal responsable por la nueva forma de golpe de Estado en América latina, con la destrucción del gobierno de Manuel Zelaya en Honduras, después de que el último intento de golpe militar clásico en Venezuela, en 2002, hubiera fracasado. Ella y su gobierno apoyaron el golpe en contra de Fernando Lugo, que siguió el mismo guión, así como Hillary y Obama se callaron, de forma cómplice, frente al golpe en Brasil.

Obama ya había viajado a Argentina para congratularse con la victoria de Mauricio Macri y anunciar una nueva época en las relaciones entre los dos gobiernos, felicitando al presidente argentino por los primeros pasos dados en dirección del viejo modelo neoliberal. El secretario de Estado de los EE.UU., John Kerry, a su vez, vino a establecer relaciones cordiales con el presidente golpista Michel Temer.

Sumándose al gobierno mexicano de Peña Nieto, tradicional adepto del neoliberalismo, el escenario parecía listo para que Hillary comandara la utilización del nuevo eje Brasil-Argentina, agregado al de México, para definir un campo pro-norteamericano en la región, que pudiera no sólo apoyar a esos países en la dirección del modelo siempre promovido por los EE.UU., como hacer de ese eje la base para atacar a Venezuela, a Bolivia y a Ecuador. Controlando a las tres más grandes economías del continente, con modelos económicos similares – lo cual no ocurría desde 2003 –  EE.UU. se preparaba para imponer de nuevo su politica sin contrapesos en el continente.

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra, siempre de forma desafortunada, se había referido a la posibilidad de que Trump fuera elegido presidente de EE.UU. como una pesadilla, con la cual esos gobiernos ahora tienen que convivir. La derrota de Hillary produjo desconcierto y hasta miedo en los gobiernos neoliberales, por la ausencia de Hillary y por los anuncios de política internacional de Trump, que apuntan hacia un escenario a contramano de aquel al que esos desnortados gobernantes están conduciendo a sus países.

México es, desde luego, una víctima privilegiada de Trump, porque el tema de los inmigrantes sirvió de chivo expiatorio para los problemas del empleo en EE.UU., así como el Tratado Transpacífico, que el nuevo presidente norteamericano pretende revisar. Con un comercio exterior totalmente dependiente de EE.UU. –con el 80 por ciento de sus exportaciones hacia el vecino del norte – y dependiendo también de la remesa de ayuda de los mexicanos en EE.UU. a sus familias en México, que tendrían más dificultades a partir de ahora o por las cuales se cobrarían impuestos para construir el malhadado muro en la frontera, México entró en pánico con la elección de Trump y sus amenazas. 

De nada sirvió la grotesta invitación que hizo Peña Nieto a que lo visitara, con efectos negativos para la imagen del ya desgastado presidente mexicano. 

Pero Macri y Temer tampoco salen de su estupefaccción, no tienen idea de cómo reaccionar, más allá de los mensajes protocolares. En el momento en que se disponen a colocar a Argentina y a Brasil de nuevo en el rumbo de la globalización neoliberal, creyendo que van a recibir entusiastas elogios del Imperio –
que Obama ya empezó a repartir – se dan cuenta de que los dos países que habían hasta aquí fungido como las dos cabezas del bloque imperialista – Gran Bretaña y EE.UU. – se desvían del camino que ellos mismos habían destacado como la vía única e inevitable para el mundo entero. En ese momento, cuando el fortalecimiento de los procesos de integración regional y un acercamiento mayor a los Brics es la vía alternativa, Macri y Temer llevan a sus países a la misma vía de México, de dependencia directa y absoluta de EE.UU., a caminos superados por las mismas potencias centrales del sistema.

¿Cómo avanzar con el Tratado de Libre Comercio del Mercosur con Europa, cuando EE.UU. cancela definitivamente su tratado con el Viejo Continente? ¿Cómo debilitar al Mercosur, a la Unasur y a la Celac, cuando el proteccionismo norteamericano requiere más y no menos comercio regional? ¿Cómo no aprovechar el Banco de Desarrollo de los Brics, cuando la economía occidental profundiza todavía más su recesión y las fórmulas del Banco Mundial y del FMI aumentan la extensión de la crisis recesiva y del desempleo?

Macri, Temer, Peña Nieto hacen que Argentina, Brasil y México paguen el alto precio de las opciones equivocadas que ellos han hecho, de subordinar las economías de sus países a la de los EE.UU., de obedecer a lo que Washington planteaba hasta aquí – el camino del libre comercio y de la apertura de los mercados nacionales a la globalización –.  No les queda a esos países, claves en el continente, sino cambiar radicalmente su orientación y adecuarse a los nuevos horizontes internacionales, con el agotamiento de la globalización y del modelo neoliberal. Cuanto más esos gobiernos persistan en esa vía equivocada y superada, más se debilitarán y prepararán las condiciones de sus derrotas y su sustitución por gobiernos posneoliberales.


























DEL COMPROMISO DEL EMPLEO INCUMPLIDO A UNA TÍMIDA "APELACIÓN" A NO DESPEDIR

Emergencias y compromisos no asumidos

Desde la ley de emergencia laboral vetada por Macri en mayo, y el Compromiso por el Empleo incumplido por los empresarios, a este nuevo "acuerdo" sin obligaciones legales para los empleadores, según admitió un alto directivo de la Unión Industrial.

Por       Raúl DellaTorre




El 27 de abril de este año, el Senado aprobaba un proyecto de emergencia laboral, que prohibía los despidos sin causa por 180 días y establecía la doble indemnización como sanción. Dos días después, el 29, una movilización de las cinco centrales sindicales colmó las calles en una inédita muestra de unidad gremial. 

El 9 de mayo, tras intentar en vano frenar el proyecto en el Congreso, el gobierno convocó a un centenar de empresarios de primera línea a la Casa Rosada, que debieron firmar un "compromiso de no reducir nuestros planteles de empleados durante, al menos, 90 días", considerando además que "la ley antidespidos que tiene media sanción en el Congreso introduce un cepo al empleo que dificultará las nuevas inversiones y generará un efecto contrario al que dicen buscar". Los textos estaban preparados de antemano, sin participación de quienes luego debieron firmarlo.

El 18 de mayo, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de emergencia laboral. El 23 de mayo, negando la existencia de una emergencia en materia de empleo, y apoyado en el documento firmado por la cúpula empresaria el día 9, el Poder Ejecutivo vetó la ley por decreto 701/2016 con la firma de Mauricio Macri. 

Pese a la afirmación en contrario del gobierno, los despidos en el sector privado siguieron, inclusive en alguna planta perteneciente a los grupos empresarios que suscribieron el Compromiso por el Empleo el 9 de mayo. Las estimaciones privadas acerca de la cantidad de despidos ascienden a 180 mil en lo que va del año. Es decir, no se detuvieron después de aquel compromiso moral asumido por los empresarios en contra de su voluntad, pero a pedido del gobierno. 

Sin embargo, en el mes de agosto, cuando vencía el plazo del compromiso por 90 días, era el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien se apuraba a señalar, días antes de que se cumpliera el plazo, que el gobierno no iba a renovar el compromiso porque no lo consideraba necesario. "La tendencia negativa del empleo comenzó a cambiar, se estabilizó", señalaba Triaca, citado por el diario La Nación. Eran los primeros días del mes de agosto. 

Otros tres meses han pasado, la situación se ha agravado en diferentes sectores industriales y las proyecciones de caída de la producción para el año son peores que las de meses anteriores. Así lo admitieron las autoridades de la UIA en la convención nacional que, este martes, cerró el presidente de la Nación. Esas mismas autoridades debieron volver, junto a otros colegas, hoy a la Casa Rosada para estampar la firmar en un nuevo compromiso por el empleo, esta vez expresando la voluntad de mantener los planteles hasta marzo de 2017.   

Tras la experiencia anterior había, por supuesto, curiosidad por conocer en qué medida el acuerdo comprometía, efectivamente, a los empresarios a respetar las condiciones laborales de sus empleados. 

Triaca, al presentar el acuerdo, utilizó la expresión "concordamos" para referirse a los términos del compromiso, pero no llegó a despejar las dudas. Daniel Funes de Rioja, titular de la cámara de empresas productoras de alimentos (COPAL) y hombre clave en la estructura de la UIA en materia laboral (Director del departamento respectivo hace largos años) fue más explícito. "Es una apelación, no una obligación; lo que se acordó es mantener los puestos de trabajo y trabajar para crear nuevos, pero lo firmado no tiene carácter legal ni consecuencias", explicó al portal de noticias Letra P. 

 "Tiene que quedar claro que esto que figura en el acta no tiene alcance legal, o sea, no es obligatorio", reiteró Funes de Rioja. Al ser consultado por el mismo medio si este mismo criterio había sido expuesto ante los funcionarios, respondió que "por supuesto; tanto es así que estuvimos dos horas discutiendo las condiciones del acta que finalmente firmamos".




























MUESTRAS

Esclavas y tulipanes

La exposición "Todo sigue igual", de la artista inglesa Jimini Hignett con residencia en Amsterdam, desarma el relato oficial de "las putas felices" del Barrio Rojo para denunciar la prostitución como un fenómeno mundial apañado por el Estado desde la atracción turística y como fuente de divisas, y promovido por una industria que gana millones de euros utilizando los cuerpos de las mujeres.



Por         Roxana Sandá





Imagínense a las puertas de un espacio donde los espera la escultura en dimensión extrema de una mujer desnuda y tallada en madera. La barbilla en alto, su pierna izquierda levemente adelantada y los brazos en jarro desafiando el horizonte despoblado del Pasaje Rivarola. Es una réplica en idéntica escala de "Bella", la estatua-homenaje a las prostitutas del Barrio Rojo en Amsterdam que la artista inglesa Jimini Hignett instaló en el Museo de la Mujer Argentina para su muestra "Todo sigue igual", y denuncia "el concepto falso de que la explotación sexual y los cuerpos tarifados de las mujeres es trabajo".

No es la primera vez que Hignett está en Buenos Aires pero es su debut en esta última edición de La Noche de los Museos, excusa perfecta para quedarse hasta mediados de diciembre y mejorar su baile de tango en las milongas. "Me fascina esta ciudad por su intensidad y sus leyes de avanzada en cuestiones muy sensibles para las mujeres y las diversidades sexuales. Es un gran campo de ideas y movilizaciones." Todavía la conmueve la tormenta del Paro Nacional de las Mujeres, al que acudió envuelta en telas negras y se dejó llevar por una multitud que nunca antes había visto. "Participé en muchísimas protestas, pero nada se iguala con lo que viví ese día. ¡Y esa lluvia! 'Confirmado, Dios es hombre', les dije a las que me rodeaban. 'Miren el temporal que nos están mandando'. Fue duro, y aun así nadie abandonó la marcha. Seguimos hasta el final por las que no están y por todas las que luchamos."





© Jimini Hignett


La muestra multimedia que culmina el 30 de noviembre revela en muchos sentidos su búsqueda, acaso declaración de principios impresa en uno de los textos que cuelgan de las columnas del Museo: ¿Cómo hacer arte cuando todo está jodido? "Es pregunta y respuesta, es la cuestión que me pregunto cada vez y el discurso que trato de sostener. Porque estoy haciendo arte de los dramas de otras y otros. ¿Quién soy yo para hacer arte de esas desgracias? ¿Estoy abusando de personas vulnerables? Y al mismo tiempo es un camino de solidaridad y de hermandad con esas personas segregadas, al borde de sí mismas." Sus dibujos y retratos son crudos – 'no puedo hacer dibujos lindos para exponeren el mundo; mi trabajo tiene que ver con la invisibilidad" –  no emplea filtros que destaquen o ensombrezcan luces que no siempre le juegan a favor en esos ambientes estrechos, donde mujeres africanas o de Europa del Este rescatadas de la trata para explotación sexual en Holanda, intentan recomponer lo que quedó de sus vidas.

"Elegí la prostitución porque es una bandera en Holanda y me toca muy de cerca como mujer. Viven con anteojeras para poder autodenominarse el país más liberal del mundo y para sostener el gran negocio de la prostitución. Hasta el alcalde de Amsterdam participa de un video institucional en defensa del Barrio Rojo y de su fama mundial. Venden merchandising de miniaturas donde mezclan tulipanes, suecos y molinos de viento con figuras de mujeres desnudas posando, las  piernas abiertas en imanes, ceniceros y postales, un montón de mierda costosa para turistas."

Jimini trabaja como voluntaria en un refugio para mujeres sobrevivientes de trata subsidiado por el Estado, aunque prefiere decir que es "una compañera de crisis". De allí surgió su libro Mulier sacier, que escribió a partir de relatos encendidos por el engaño de la captación, las líneas de fuga de sus comunidades en Africa subsahariana o del bloque oriental europeo, por otros entornos violentos y por las desigualdades de origen. "Esas historias develan entramados sociales plagados de misoginia y abuso, y exponen la dolorosa e inquietante realidad en el núcleo de la industria de la prostitución. Revelan la tenacidad de un supuesto derecho masculino y los privilegios de raza y clase." 




Jimini Hignett


 Así como en la serie de videos Monólogos de la prostitución que integra la muestra, detalla las trayectorias de cuatro mujeres indocumentadas hasta convertirse en cautivas de un proxenetismo devastador contado por actrices y actores en un primer plano hipnótico y con intención de proteger sus identidades, las fotos extraídas de Mulier sacier defienden ese anonimato esta vez con bolsas de papel que tapan las cabezas de esas rescatadas pero también les provee un rostro nuevo, dibujado con manos repentinamente infantiles. "Ellas tomaron los pinceles y las témperas y dibujaron sus rostros en el papel madera mientras se miraban al espejo. Tener una máscara te da poder sobre los otros, no logramos verlas mientras que esas otras que son pueden observarnos, aunque en lo personal me genera un sentimiento contradictorio porque una bolsa sobre la cabeza tiene signos que remiten a la tortura y al castigo."

Los Países Bajos legalizaron todos los aspectos de la prostitución en el 2000, incluidos burdeles y proxenetismo bajo la categoría de "profesiones normales". Se calcula que produce una renta equivalente al 5 por ciento del PBI holandés, cifra sólo superada por los ingresos del sector de armas.

El riesgo de clausurar esta megaindustria podría ser una de las mayores razones por la que el gobierno holandés se resiste a reconocer el sufrimiento derramado en miles de mujeres. "Y apoyado por una fuerte propaganda política e institucional, como la revista La trabajadora sexual, publicada por el Centro de Salud en la Prostitución", explica Hignett. "Es una publicación costosa subvencionada por el gobierno que promueve la idea del sexo como trabajo regulado y contiene entrevistas a 'propietarios' (proxenetas)." El lado B son las sugerencias para las mujeres en letra chica, recomendándoles tomar algún curso de defensa personal. En esa promoción tramposa de normalidad que hasta arranca la sonrisa plastificada de la reina Máxima, se inscribe el peligro de no diferenciar entre la prostitución forzada y la voluntaria, dice la artista, porque nubla las nociones sobre prostitución encubriendo hasta las violencias intrínsecas y haciendo invisibles las experiencias de las mujeres. En 2006, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUCD) ubicó a Holanda en el grado de "país de destino: muy alta". Es uno de los diez países del mundo que ostentan esa calificación.

Cuando se le pregunta sobre el debate argentino en torno al abolicionismo, los proyectos de reglamentación y la prostitución como trabajo sexual, no vacila en responder "no es trabajo", en tanto no existe una elección genuina. "Estamos atravesando momentos de desigualdad estructural en el mundo. No podemos naturalizar la paga para poder tener sexo, es una violencia estigmatizante. No soy puritana, pero creo que decidir cuándo, cómo y con quién tener sexo es una especie de regalo. Entiendo que desde un determinado feminismo dicen ´yo soy libre y elijo si quiero vender mi cuerpo´, pero en realidad esas mujeres están sufriendo un abuso. Y lo saben." 

Todo sigue igual. Hasta el 30 de noviembre. Martes a sábados de 15 a 20 en el Museo de la Mujer Argentina. Pasaje Rivarola 147. CABA.   









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