lunes 28 de noviembre de 2016
Vidal, la astilla Pro de la reforma electoral
La gobernadora también se opuso al proyecto de la Casa Rosada. Otro eje de tensión con Macri.
Por Gabriela Granata
El empecinamiento del presidente Mauricio Macri por empujar el cambio de sistema electoral se encontró con el inesperado escollo de la provincia de Buenos Aires. La gobernadora María Eugenia Vidal dentro del Pro, fue la menos interesada en modificar el sistema de la boleta papel, que le da un rol de peso a los intendentes y jefes de distrito. A contramano de la modernización y "transparencia" que pregona su (¿ex?) jefe político, Vidal no tiene apuro por el cambio porque hizo un trabajo efectivo para abrochar acuerdos con intendentes de todos los partidos políticos y está segura de que van a trabajar duro para honrar sus compromisos.
"La reforma electoral no le conviene a quienes controlan el aparato. Y hoy el control del aparato en la provincia lo tiene Vidal", señala un dirigente radical bonaerense que observa con simpatía como la dirigente del Pro se hace fuerte y tensiona con la Casa Rosada. Aunque ese movimiento acorrale un poco a sus correligionarios.
La gobernadora no parece temer que el poder a los intendentes le haga perder el control, sino todo lo contrario, que en el reparto equilibrado está su poder que le permite mantener sin sobresaltos la administración a pesar de los cimbronazos económicos. El mensaje del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, acerca de que, quienes se oponen a la reforma electoral están especulando con "ventajitas" parece tener destinatarios afuera pero también adentro del oficialismo.
El proyecto de reforma electoral que quiere el Ejecutivo, mientras tanto, naufragó en el Congreso nacional, y en 2017 se seguirá votando con la boleta papel, una derrota para Macri; una media sonrisa para la gobernadora.
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