jueves, 10 de noviembre de 2016

Ideal reaccionario


jueves 10 de noviembre de 2016



OPINIÓN



Ideal reaccionario





Por         Juan Tokatlian



Terminó la "intrusión Trump" en la política electoral de Estados Unidos con todas sus aseveraciones disruptivas y promesas galvanizadoras. Ese fenómeno culminó con un éxito resonante que merece un análisis más pormenorizado: él será el nuevo Presidente en un país atravesado por hondas fisuras sociales, económicas, culturales y políticas. De ahora en más comienza la "tentativa Trump"; es decir, el despliegue eficaz y la concreción específica de sus anuncios e iniciativas. En esa dirección, es importante destacar que su proyecto no es conservador – propiciar cambios muy incrementales en el marco de la afirmación de un orden establecido y con una mirada cautelosa de la razón humana y el futuro. Su proyecto es reaccionario – regenerar una suerte de arcadia regresiva o edad de oro en que el país gozaba de un esplendor material, la sociedad era bastante armónica y la nación resultaba más soberana. habrá que ver si la "tentativa Trump" puede hacerse efectiva en el marco interno y el contexto externo. Algunos preanuncian que sus dichos de campaña y sus proclamas provocadoras eran apenas funcionales para su triunfo electoral y que una vez llegado a la Casa Blanca él se automoderará, el sistema de pesos y contra-pesos institucionales reducirá su vehemencia y la realidad internacional le colocará límites a su ambición de transformación radical. Me inclino por ser más realistas y asumir que buscará, por todos los medios a su disposición, tanto en el campo doméstico como el mundial, para avanzar su ideal reaccionario; un ideal que apela a los miedos, ansiedades y resentimientos extendidos en una parte muy amplia de la sociedad estadounidense.



































Las razones por las que ganó



Esta columna, escrita en julio del año pasado por el cineasta en su blog, michaelmoore.com, generó un gran revuelo en su momento, porque muy pocos analistas pronosticaban una victoria de Trump. Hoy sirve para entender por qué pasó lo que pasó.
Por          Michael Moore



Amigos: Siento ser el portador de malas noticias, pero ya se los advertí el verano pasado cuando dije que Donald Trump sería el candidato republicano a la presidencia. Y ahora traigo una noticia aún peor y más deprimente: Donald J. Trump va a ganar las elecciones en noviembre. Este desgraciado, ignorante, peligroso y miserable payaso a tiempo parcial y sociópata a tiempo completo será el próximo presidente de Estados Unidos. Presidente Trump. Vamos, vayan practicando, porque será así como nos tendremos que dirigir a él durante los próximos cuatro años: "PRESIDENTE TRUMP".

Nunca en mi vida he deseado estar equivocado tanto como ahora.

Me imagino lo que estarán haciendo ahora mismo. Estarán negando con la cabeza y mientras piensan: "No, Mike, no va a ganar". Por desgracia, viven en una burbuja con una cámara de resonancia acoplada en la que tanto ustedes como sus amigos están convencidos de que los estadounidenses no van a elegir como presidente a un idiota. (...) Tienen que salir de esa burbuja inmediatamente. Tienen que dejar de negar lo evidente y enfrentase a la verdad que en el fondo saben que es muy muy real. (...) Estas son las cinco razones por las que Trump va a ganar:


1 El Brexit del medio oeste de Estados Unidos. Creo que Trump va a centrar gran parte de su atención en los cuatro estados azules de Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. Cuatro estados tradicionalmente demócratas, pero que han elegido a gobernadores republicanos desde 2010 (Pensilvania es el único que finalmente ha elegido a un demócrata ahora). En las primarias de Michigan de marzo, 1,32 millones de habitantes votaron a los republicanos frente a los 1,19 millones que votaron a los demócratas. Según las últimas encuestas de Pensilvania, Trump está delante de Hillary; y en Ohio están empatados. ¿Empatados? ¿Cómo es posible que esta carrera sea tan reñida después de todo lo que dijo e hizo Trump? Quizá se deba a que este dijo (y dijo bien) que el apoyo de los Clinton al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ayudó a destruir a los estados industriales de la zona norte del medio oeste de Estados Unidos. Trump va a machacar a Clinton con este tema y con el hecho de que haya apoyado el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y otras políticas de comercio que perjudicaron a los habitantes de esos cuatro estados. Durante las primarias de Michigan, Trump amenazó a la empresa Ford Motor con que si seguían adelante con el cierre de la fábrica que tenían previsto y se trasladaban a México, pondría un impuesto del 35 por ciento a todos los coches construidos en México que se enviaran a Estados Unidos. Fue música para los oídos de la clase trabajadora de Michigan,y cuando lanzó otra amenaza a Apple y dijo que les obligaría a dejar de fabricar iPhones en China y a fabricarlos en Estados Unidos todos quedaron embelesados y Trump se llevó una gran victoria que debería haber sido para el gobernador de al lado, John Kasich.

La zona que abarca desde la ciudad de Green Bay (Wisconsin) hasta Pittsburgh (Pensilvania) es la mitad de Inglaterra: rotas, deprimidas y en pésimas condiciones funcionan las chimeneas esparcidas por el campo en el esqueleto de lo que antes llamábamos clase media. Trabajadores (y no trabajadores) amargados y enfadados a los que Reagan engañó y que fueron abandonados por los demócratas, que siguen intentando persuadir de forma deshonesta pero solo quieren aprovecharse de la situación codeándose con lobistas de Goldman Sachas que les puedan extender una gran cheque antes de abandonar la habitación. Lo que ha pasado con el Brexit en Reino Unido también va a pasar aquí. Elmer Gantry aparece como Boris Johnson y dice lo que se le ocurre para convencer a la gente de que ¡esta es su oportunidad! De quedarse con todos, con todos los que hicieron añicos su Sueño Americano. Y ahora Donald Trump, el forastero, llegó para limpiarlo todo. ¡No hace falta que estén de acuerdo con él! ¡Es su cóctel molotov personal, el que pueden lanzar en medio de los bastardos que les hicieron esto! ¡ENVIEN UN MENSAJE! ¡TRUMP ES SU MENSAJERO!

Y aquí es donde entra en juego las matemáticas. En 2012, Mitt Romney perdió por 64 votos electorales. Sumemos los votos electorales de Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. Son 64. Lo único que Trump necesita para ganar es mantenerse, tal y como se espera, en la franja de estados tradicionalmente republicanos de Idaho a Georgia (estados en los que nunca ganará Hillary Clinton), y ganar en Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. No necesita ganar en Florida. No necesita Colorado ni Virginia. Solo Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Y eso le colocará en la cima. Y eso es lo que va a pasar en noviembre.


2 El último bastión de los Hombres Blancos Enfadados. El gobierno de Estados Unidos que lleva 240 años dominado por hombres llega a su fin. ¡Una mujer está a punto de llegar al poder! ¿Cómo sucedió esto? Delante de nuestras narices. Hubo señales de peligro, pero las ignoramos. Nixon, el traidor del género, impuso el Título IX, la ley por la que, en la escuela, las alumnas deberían tener las mismas oportunidades a la hora de practicar deporte. Y luego les dejaron pilotar aviones comerciales. Y antes de que nos diéramos cuenta, Beyoncé revolucionó la Super Bowl (¡nuestro juego!) con un ejército de mujeres negras que, con el puño en alto, dejaron claro que nuestra dominación había terminado. ¡Oh, la humanidad!

Ese es el pequeño resumen de la mente del Hombre Blanco en Peligro de Extinción. Hay una sensación de que el poder se les escapa de las manos, que su manera de hacer las cosas ya no es la manera en la que se hacen las cosas. Este monstruo, la "Feminazi", esa cosa que, como dice Trump, "sangra por los ojos o por donde sea", nos ha conquistado y ahora, después de haber tenido que pasar por ocho años en los que un hombre negro nos ha dicho qué hacer, ¿se supone que tenemos esperar sentados y aguantar ocho años que una mujer nos mandonee? ¡Después de eso serán ocho años de gays en la Casa Blanca! ¡Y luego transexuales! Puede ver a donde van las cosas. Para entonces, se les habrán concedido derechos humanos a los animales y el presidente del país será un hámster. ¡Esto tiene que acabar!


3 El Problema Hillary. Seamos sinceros, ahora que estamos entre amigos. Ante todo, déjenme decirles que me gusta Hillary – much o– y que creo que le han dado una reputpación que no se merece. Pero el hecho de que votara a favor de la guerra de Irak hizo que yo me prometiera que no la volvería a votar. Hasta la fecha, no he roto esa promesa. Para evitar que un protofascista se convierta en nuestro comandante en jefe, voy a romper esa promesa. Me entristece pensar que Clinton encontrará la manera de meternos en un conflicto militar. Es un halcón a la derecha de Obama. Pero el dedo psicópata de Trump estará listo para pulsar El Botón, así son las cosas.

Asumámoslo: Trump no es el mayor de nuestros problemas, es Hillary. Es altamente muy impopular: el 70 por ciento de los votantes piensan que no es confiabley es deshonesta. Representa a la política tradicional y no cree en nada que no sea lo que le haga ganar las elecciones. Por eso estuvo en contra del matrimonio homosexual en su momento y ahora lo defiende. Las mujeres jóvenes son sus mayores detractoras, cosa que tiene que dolerle considerando los sacrificios que ha hecho y las batallas que tanto Hillary como otras mujeres de su generación soportadron para que esta nueva generación nunca tuviera que aguantar que las Barbaras Bushes del mundo les manden callar y a hacer tortas. Pero no gusta a los jóvenes, y no pasa un día sin que oiga a un millennial decir que no la va a votar. Ningún demócrata, y por cierto ningún independiente, se va a levantar emocionado el 8 de noviembre por ir a votar a Hillary como lo hicieron cuando Obama ganó las elecciones o cuando Bernie Sanders era candidato en las primarias. No hay entusiasmo. Y, como estas elecciones solo van a depender de una sola cosa – de casa más gente de su casa y las atrae a las urnas – Trump lleva las de ganar.


4 El voto Deprimido a Bernie Sanders. No se preocupen por que los simpatizantes de Bernie no votemos a Clinton, porque la vamos a votar! Las encuestas ya muestran que máss votantes de Sanders votarán por Hillary este año que el número de votantes de Hillary en las primarias del 2008 quienes votaron a Obama. Ese no es el problema. Lo que debería alarmarnos es que cuando el simpatizante promedio de Bernie se arrastre a las urnas el día de las elecciones para votar a Hillary a regañadientes, a eso se le llamará "voto deprimido" (lo que significa que el votante no se lleva a cinco personas con él para que voten también, que no se ha presentado como voluntario para hacer campaña 10 horas al mes de cara a las elecciones y que no contesta con emoción cuando le preguntan por qué va a votar a Hillary. Un votante deprimido. Porque, cuando se es joven, se tiene tolerancia cero ante los farsantes y las mentiras. Para la gente joven, volver a la era de Clinton/Bush es como tener que pagar de repente por escuchar música, o volver a usar MySpace o a llevar un teléfono móvil como una maleta de grande. No van a votar a Trump; algunos votarán a un tercer partido, pero muchos se limitarán a quedarse en casa. Hillary Clinton va a tener que hacer algo para dar a los jóvenes una razón para que la apoyen; y elegir a un señor blanco, viejo, insulso y moderado como candidato a vicepresidente no es el tipo de decisión atrevida que pueda transmitir a los millennials que su voto es importante para Hillary. Que hubiera dos mujeres al frente era una idea interesante. Pero Hillary se asustó y decidió ir a lo seguro. Otro ejemplo más de cómo Clinton está matando poco a poco al voto joven.


5 El Efecto Jesse Ventura. Por último, no descontemos la capacidad del electorado para hacer el mal o para subestimar cuántos millones de ciudadanos se conciben a sí mismos como anarquistas encubiertos una vez que corran la cortina y se dispongan a ejercer su derecho al voto. Es uno de los pocos sitios que quedan en esta sociedad donde no hay ni cámaras de seguridad, ni dispositivos de escucha, ni parejas, ni hijos, ni jefes, ni policías, ni siquiera límite de tiempo. Se pueden tomar el tiempo que quieran y nadie puede obligarlos a hacer nada. Puede votar al partido que quieran o a Mickey Mouse y al Pato Donald. No hay reglas. Y precisamente por eso y por la ira que tienen algunos contra un sistema político inservible, millones de estadounidenses van a votar a Trump, y no porque estén de acuerdo con él ni porque les gusten la intolerancia y el ego que le caracterizan, sino porque pueden, simplemente. Para volcar la balanza y enfadar a papá y a mamá. E igual que cuando están al borde de las cataratas del Niágara y se preguntan por un instante cómo sería tirarse por ahí, habrá muchos a los que les encante sentir que son los que mueven los hilos y que pueden votar a Trump solo para ver qué pasa. Recuerdan cuando, en los noventa, los ciudadanos de Minnesota eligieron como gobernador a un ex luchador profesional? No lo hicieron porque fueran estúpidos o porque pensaran que Jesse Ventura era un estadista y un político intelectual. Lo hicieron porque podían. Minnesota es uno de los estados más inteligentes del país. Y también está lleno de ciudadanos que tiene un sentido de humor negro, así que para ellos votar a Jesse Ventura fue como hacerle un chiste práctico a un sistema político enfermo. Esto es lo que va a volver a pasar con Trump.

Regrasando a mi hotel después de participar en el programa especial de Bill Maher sobre la Convención del Partido Republicano en la cadena HBO, un hombre me paró por la calle. "Mike", me dijo, "tenemos que votar a Trump. TENEMOS que cambiar las cosas". Eso fue todo. Para él, era suficiente. "Cambiar las cosas". De hecho, es lo que Trump haría, y a gran parte del electorado le gustaría ser espectador de ese reality show.

























LA ELECCIÓN DE TRUMP COMO PRESIDENTE DE 

EE.UU. DIVIDIÓ LAS OPINIONES DE LA DIRIGENCIA 

POLÍTICA ARGENTINA



De las felicitaciones al rechazo




Un sector del macrismo elogió al líder republicano, mientras que la UCR se dividió entre la prudencia y las críticas. Scioli sostuvo que Trump fue "demonizado" y en el massismo se mostraron sorprendidos. Repudio de la izquierda.
Scioli, Alfonsín, Stolbizer y Taiana reflexionaron sobre la victoria republicana.



El triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de los Estados Unidos dividió opiniones en la dirigencia política local y al interior de las propias coaliciones electorales. En la alianza Cambiemos hubo felicitaciones, reclamos de prudencia y hasta consideraciones tales como: "la paz y la libertad en el mundo están amenazadas". Daniel Scioli dijo que él tuvo la "percepción" antes de la elección de que "había un voto de rebelión de la clase trabajadora, de pequeñas y grandes empresas tradicionales que se vieron afectadas por las políticas de apertura indiscriminada", mientras que otros peronistas le reprocharon a la Canciller argentina que "se comió la curva" al respaldar a Hillary Clinton. En el massismo consideran que en campaña se dice una cosa y que en el poder se hace otra.
- Daniel Lipovetzky (diputado PRO-Cambiemos): "Hay que felicitar a Donald Trump. Hizo una gran campaña. La peleó desde abajo en las encuestas y con los medios en contra! Congrats!", publicó en la red social Twitter y agregó: "más allá de los aciertos de la campaña de Trump, el resultado electoral en EE.UU. también revela que Hillary (Clinton) no era la mejor candidata".
- Ricardo Alfonsín (diputado UCR-Cambiemos): "De algo estoy seguro, desde hoy el mundo no será igual, desde hoy, la paz y la libertad están más amenazadas", dijo y sostuvo que "en el fondo es el capitalismo neoliberal, deshumanizado y salvaje, el que explica el nacimiento del 'trumpismo' no sólo en USA, sino en el mundo".
- Julio Cobos (senador UCR-Cambiemos): El mendocino observó que el primer discurso de Trump como presidente electo fue "mesurado y nada que ver con lo que dijo durante la campaña". "Nos queda la preocupación de muchos de sus dichos, de un nacionalismo exacerbado, y esto puede impactar en las relaciones con el mundo y con nosotros en particular", advirtió.
- Daniel Scioli (ex gobernador bonaerense PJ): "Hubo una demonización de un candidato que tuvo todo en contra menos la voluntad de un pueblo que quería cambiar determinadas políticas", sostuvo Scioli. El ex candidato presidencial del PJ dijo que estando en los EE.UU. durante los últimos días de campaña había tenido la "percepción" de que "había un voto de rebelión de la clase trabajadora, de pequeñas y grandes empresas tradicionales que se vieron afectadas por las políticas de apertura indiscriminada". "Este resultado exige reflexionar y repensar el rol de las estructuras políticas a las que Trump enfrentó", planteó Scioli para afirmar que la candidata demócrata al interpretar que el gobierno del demócrata ¡no estuvo a lado de la gente ni de sus necesidades!"
- Jorge Taiana (presidente del Parlasur-Movimiento Evita): "Este resultado pone en evidencia la crisis por la que atraviesa el proceso de globalización" y expresa "el malestar de amplios sectores sociales por la creciente desigualdad". "Trump expresa la idea del cambio por derecha", consideró el ex canciller y agregó que "otra de las consecuencias que muestra este resultado es la crisis del sistema político basado en los partidos". "Crecen la antipolítica y los liderazgos surgidos desde afuera de ella, como es el caso de los empresarios exitosos que se convierten en políticos."
- Julián Domínguez (ex presidente de la Cámara de Diputados FpV-PJ): "La curva que se comió Malcorra perjudica los intereses de nuestro país", dijo Domínguez sobre el apoyo de la canciller a Clinton y agregó: "Malcorra tuvo una actitud poco profesional en la elección de Norteamérica". "Hasta ahora nuestra Cancillería estuvo al servicio de una candidatura personal a la ONU", insistió.
- José Ignacio De Mendiguren (Diputado Frente Renovador): "Estamos todos un poco sorprendidos pero en EE.UU. existen instituciones tan sólidas, no es el presidencialismo norteamericano que llega alguien y hace lo que quiere, el equilibrio de poder funciona", aseguró el diputado massista desde los Estados Unidos. Marcó la diferencia de su discurso una vez que Trump ganó la elección: "cuando se está fuera del poder se dicen un montón de cosas y cuando se llega, la responsabilidad del cargo hace que se frene mucho más", señaló De Mendiguren.
- Margarita Stolbizer (diputada GEN): "El mundo parece ir camino a un incremento de la violencia en todas sus manifestaciones, como un sendero sin pistas para el retorno", señaló Stolbizer y remarcó que "esas expresiones han sido de lo más diversas, pero todas tienen en común el fundamentalismo extremo que las motiva". "Trump es un misógino explícito y sin vergüenza. Discrimina, excluye, expulsa. Y no está solo", sostuvo Stolbizer y lamentó que "no supimos ver que el mundo marcha hacia la intolerancia, la violencia y el sectarismo".
- Myriam Bregman (diputada FIT-PTS): "Primó el rechazo y la bronca al establishment de Washington, que evidentemente (Hillary) Clinton lo representaba muy bien". "Si Trump avanza con el proteccionismo, que tanto promulgó durante su campaña, puede complicarse el panorama económico de Macri, sobre todo en la entrada de capital especulativo financiero", afirmó Bregman.
















 OPINIÓN




Peligro



Por          Alfredo Zaiat


El triunfo de Donald Trump provoca interrogantes acerca de cuál puede ser el impacto de este imprevisible ciclo de la política estadounidense en la economía argentina. Es sencillo deducir que si durante el ejercicio de su mandato implementa la promesa de un mayor proteccionismo y de un alza de la tasa de interés las consecuencias serán negativas. Esta es la primera línea del análisis del peligro Trump.
Resulta indispensable avanzar desde esa coincidencia entre especialistas hacia la evaluación de qué tipo de defensas tiene la economía argentina para enfrentar shocks externos, como el que puede provocar la estrategia económica de Trump.
Economías como la argentina son muy sensibles a los movimientos de la tasa de interés internacional y de los precios de las materias primas. En ese contexto, el horizonte inmediato de Trump presidente es un problema. Pero lo es más porque el gobierno de Macri ha desplegado una política económica y de relaciones exteriores (minimizar el Mercosur, postergar los acuerdos con China y despreciar el vínculo con Rusia, lo que provocó la caída del proyecto de la represa Chihuidos) que agudizará los costos ineludibles de esa eventual política económica de la potencia mundial.
Desarmar mecanismos de defensa local como la administración del comercio exterior y la regulación de los flujos de capitales especulativos para enfrentar acontecimientos externos negativos es responsabilidad del gobierno de Macri. El peligro Trump no tiene nada que ver. Pero no fue sólo el despliegue de medidas que ampliaron la vulnerabilidad externa, que ahora queda aún más en evidencia con las dudas que dispara la futura administración Trump. Además hubo iniciativas deliberadas que debilitaron el mercado interno (paritarias por debajo de la inflación y tarifazos) con caída del ingreso real de trabajadores y jubilados y la actividad ingresó en una fuerte fase recesiva con una acelerada pérdida de puestos de trabajo. O sea, la política económica del macrismo eliminó defensas por el flanco externo y debilitó trincheras por el frente interno.
Trump, como lo ha hecho todo presidente de Estados Unidos, implementará la política económica más conveniente para su país. El impacto sobre otros países no les preocupa. Por eso son potencia. El autoritarismo, misoginia y racismo, además de la vulgaridad sin límites, exponente de la derecha radical y multimillonario de mala reputación, es motivo de angustia e incertidumbre de estadounidenses, como escribió en "An american tragedy" el editor de The New Yorker, David Rimnick, en un texto de angustia a pocas horas de la sentencia electoral.
El peligro para la economía argentina no es sólo ese Trump, que ya es lo suficientemente inquietante, sino la política del macrismo que amplifica los costos negativos de la estrategia económica de quien será el 45° presidente de Estados Unidos.

















LOS TRABAJADORES DEL ESTADO REALIZARÁN HOY 

UN NUEVO PARO Y UNA MOVILIZACIÓN



"No vamos a aceptar migajas"



El secretario general de ATE, Hugo "Cachorro" Godoy, explicó que reclaman la reapertura de la discusión salarial y la reincorporación de los despedidos. Habrá una movilización y asambleas en los organismos del Estado.
     "Tuvimos una reunión y la discusión salarial ni siquiera fue un tema de su agenda", dijo Hugo Godoy.

"Llegamos al séptimo paro porque no ha cambiado el rumbo del gobierno", señaló a Página/12 el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Hugo "Cachorro" Godoy, a poco de concretar la medida de fuerza. La CTA Autónoma acompañará la protesta como la Federación de Aceiteros y la Federación Universitaria Argentina (FUA), entre otros. La medida de fuerza se complementará con una movilización a la Plaza de Mayo que comenzará hoy a las 11.
"Tuvimos una reunión el martes y la reapertura de la discusión salarial ni siquiera fue un tema de su agenda", explicó el dirigente gremial criticando el accionar del gobierno de Mauricio Macri. Los trabajadores estatales de todo el país se movilizarán en una nueva jornada de protesta para reclamar el llamado a una mesa de negociación salarial para evitar perder el poder adquisitivo con la inflación. "Queremos la reincorporación de todos los despedidos y el pase a planta de los trabajadores precarizados", apuntó Godoy.
El 24 de febrero fue el primer paro realizado por la ATE Nacional, ante la primera oleada de despidos digitada por el gobierno de Cambiemos. Los estatales representan uno de los sectores más golpeados por las medidas económicas y políticas del gobierno nacional que incluyeron tarifazos, devaluación e inflación.
El paro que se desarrollará durante la jornada de hoy será acompañado por una movilización. Los trabajadores se concentrarán en la esquina de la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo a partir de las 11, y realizarán asambleas en todos los organismos de Estado. Además, los docentes universitarios nucleados en la CONADU Histórica realizarán clases públicas en distintas universidades nacionales y los estudiantes de la FUA también participarán de la protesta para exigir la implementación del boleto estudiantil en todo el país.
"Un aumento en el salario básico, el cese de los despidos y la inmediata reincorporación de todos los trabajadores injustamente despedidos", son parte de las exigencias que Godoy describió en una conferencia de prensa donde se anunciaron las medidas y la modalidad de la jornada. El dirigente recordó que ATE está solicitando al gobierno nacional "que asista financieramente a las provincias, y esta a los municipios para que la ayuda llegue a los trabajadores de todos los niveles del estado", y se puedan recomponer los salarios.
El secretario general de ATE destacó que llegaron "al séptimo paro porque no ha cambiado el rumbo del gobierno y no vamos a aceptar su juego de ofrecer migajas e intentar dividir a los trabajadores". El secretario adjunto de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró, apuntó que "la jornada tiene como objetivo plantarnos frente al ajuste", y agregó que "el camino de la resistencia al ajuste es la lucha, siempre tratando de masificar y unificar los reclamos para conseguir las respuestas que como pueblo exigimos del gobierno".




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