domingo 13 de noviembre de 2016
LA INCREÍBLE HISTORIA DE FRANCO Y MAURICIO
CON TRUMP EN NUEVA YORK: LOS NEGOCIOS, LA
MAFIA Y EL PODER
Il capo di tutti capi
Por Martín Granovsky
La escena transcurrió en Nueva York. Franco Macri volvía a su hotel cuando una limusina frenó al lado suyo. Se abrió una puerta del vehículo interminable y el empresario fue invitado a subir. Franco declinó el convite pero dos grandotes lo persuadieron. El jefe del clan Macri se dio cuenta de que algunas invitaciones son imposibles de rechazar. Entró.
Por esos días estaba satisfecho. Había cerrado trato para comprar una propiedad y construir un edificio de 124 pisos nada menos que en Manhattan. Su mano derecha Orlando Salvestrini, que durante su carrera junto a los Macri fue representante en los Estados Unidos del Banco Provincia, le había franqueado las puertas para poner un pie en la primera potencia del mundo.
Una versión dice que dentro de la limusina estaba Trump. Las consultas de Página/12 a personajes que conocen la historia de los Macri y a quienes frecuentaron los recovecos del poder en Nueva York dieron como resultado que Trump no fue el anfitrión del paseo. Sostienen que quien conversó con Franco era un neoyorquino de origen itálico vinculado a las grandes familias de la ciudad. Una historia para Los Soprano.
Lo seguro es que el señor fue convincente, porque Macri bajó del auto con dos certezas. Una, que no sería broker inmobiliario en Nueva York. Otra, que volaría de inmediato a Buenos Aires.
Amable, el anfitrión de la limusina lo compensó como para que se fuera con algo entre manos. Le prometió que los Macri serían contratados para azulejar las nuevas torres que se levantarían, sin ellos, en Manhattan. Un premio consuelo para el dueño de una de las grandes fortunas de la Argentina.
Franco se llevó otra sorpresa más. Había pensado que la resistencia podía estar en la comunidad judía de Nueva York. Hasta pidió a varios amigos argentinos con buenos contactos que transmitieran un mensaje: de ninguna manera él era un antisemita. Sin embargo no parece haber calculado que el problema no estaba en la tribu de Woody Allen. Quienes lo dejarían fuera del American dream eran paisanos suyos sin otra diferencia que el sitio al que habían emigrado. Los Estados Unidos en lugar de la Argentina.
Un capo
En 2005 Mauricio Macri relató a TyC Sports su participación en las negociaciones.
"¿Alguna vez en tu vida jugaste con un peso pesado, con un tipo muy importante para cerrar negocios?", le preguntaron.
"Sí, con un tipo que se llama Donald Trump", informó Macri. "Después quedamos amigotes y cada vez que voy a Nueva York lo visito, voy a comer con él, con la mujer..."
Macri también contó que para conseguir negocios se dejó ganar al golf por Trump y lo definió con admiración con una frase: "capo di tutti capi". El jefe de todos los jefes. Trump no lo era, pero la frase del 2005 marca la visión del empresario Mauricio Macri sobre el empresario Donald Trump. Una visión distinta a la que dio este año siendo ya presidente y con Trump de aspirante a la Casa Blanca. "Está chiflado", dijo. El chiflado ganó.
Según el periodista norteamericano Joe Goldman, en 1984 Trump visitó la Argentina y Mauricio Macri fue el encargado de pasearlos a él y a su esposa de entonces, Ivanna, y agasajarlos con algún buen asado en el campo.
Reinvención
La relación entre Trump y Macri la contó muy bien otro periodista norteamericano, Wayne Barrett, en una biografía aparecida en 1991 y reeditada este año con un título que, traducido al español, sería así: "Trump: el mayor show sobre la tierra. Los negocios, la caída, la reinvención".
Un personaje clave de la historia es Conrad Stephenson, en aquella época jefe del área inmobiliaria neoyorquina del Chase Manhattan Bank. No es un área cualquiera. En 1982, cuando Trump tenía 36 años y Mauricio Macri 23, Stephenson, de 53 años, o sea uno más que Franco Macri, ya manejaba una cartera de 2700 millones de dólares. El Chase conocía bien a los Trump. Fred, el padre de Donald, había sido un cliente importante durante 20 años. El banco había financiado proyectos suyos en Brooklyn y Queens. La confianza en Fred era tal que en 1980 Conrad le abrió a Donald una línea de crédito por 35 millones de dólares sin necesidad de garantía alguna. En el 82 su objetivo era posicionar al Chase como el instrumento crediticio de la élite. Donald usó parte del crédito para el Hyatt y parte para el Trump Plaza de Atlantic City, el equivalente de Las Vegas en el Este.
Franco y Mauricio querían hacer un gran emprendimiento en Lincoln West, al Oeste de Manhattan. Costaría 500 millones de dólares y cobijaría 4300 departamentos.
Barrett cuenta en el libro que Franco veía el proyecto como el trampolín para convertir al grupo en una potencia internacional. Durante cinco años alquiló un departamento en la Quinta Avenida para visitas de una semana o tomaba una habitación de 800 dólares la noche en el Helmsley Palace para viajes más cortos. Narra que solía preguntarse delante de su abogado de Nueva York, Ralph Galasso, por qué Trump cautivaba al Chase más que él, pero que igual veía a Trump como símbolo del empuje que tenían los negocios en los Estados Unidos.
En una entrevista realizada en 1990 Franco mismo contó que en la Argentina Donald jugaba al golf con Mauricio y se mostró receloso porque Trump se comportaba "como el dueño de Nueva York y me veía como un principiante, como si yo fuera campesino bananero de Sudamérica".
Recién llegaron a un principio de acuerdo en julio de 1983, cuando en los Estados Unidos gobernaba Ronald Reagan y en la Argentina el dictador Reynaldo Benito Antonio Bignone. El proyecto de los Macri, Lincoln West, se llamaría Trump City. Para financiarlo, el Chase impuso como condición que Trump y Macri contrataran a un broker inmobiliario, Joseph Comras, y a una compañía de seguros, Travelleres Insurance.
El acuerdo definitivo no prosperó porque Macri comenzó a buscar financiamiento alternativo y el Chase endureció su posición. Tras una serie de idas y vueltas terminaron firmando el 15 de diciembre. Franco fue sin abogados, acompañado de Salvestrini y de Diego Arria, firmó sin leer y le dijo a Mauricio que hiciera lo mismo. Curiosidad: el venezolano Arria es la misma persona que hoy integra el pelotón opositor a Nicolás Maduro.
Mauricio también firmó sin leer. Gabriela Cerruti contó en su libro "El pibe" que cuando le preguntó a Macri por sus actividades en esa época recibió esta respuesta: "Yo creo que me ayudó en esa negociación la audacia de mis veintipico. Trump era loco y caprichoso y yo llegaba tarde a las reuniones, se las cambiaba de horario". Una frase de Macri según hace constar Cerruti: "No, Donald, salgamos con chicas esta noche y mañana reunámonos a la tarde".
El actual presidente argentino confirmó de esa manera su participación precoz al lado de su padre en los negocios del grupo Sociedades Macri, Socma. Tuvo un protagonismo que se repetiría en la Argentina con Sideco y en Brasil con las empresas creadas por Fleg Trading, la compañía offshore cuyos movimientos le valieron una imputación por presunta infracción al artículo 303 del Código Penal, es decir lavado de activos, de parte del fiscal Federico Delgado en una causa que lleva el juez Sebastián Casanello.
Martínez de Hoz
Garrett escribió que Macri hizo la jugada de firmar sin leer para que Trump cayese en sus redes. El problema fue que cuando Franco leyó el texto se dio cuenta de que las condiciones admitidas eran peores que la carta de intención de julio. El otro problema fue que tanto Macri como Trump le escondieron a Stephenson que firmarían el arreglo. Y el tercer problema es que el banquero se enojó. Herido por la mengua de su autoridad sobre Nueva York, el Chase maniobró para que Trump se saliera del arreglo con Macri. Fue en una de las fintas posteriores que Franco empleó para una misión especial a una persona que, sabía, era de confianza personal de David Rockefeller, presidente del Chase hasta 1981: José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía en los primeros cinco años de la dictadura.
Ya en plena democracia, entonces, Martínez de Hoz viajó a Nueva York de incógnito y se encontró con Rockefeller. Nada que hacer. El propio David llamó a la oficina de los Macri en Manhattan para decir que no podía mover un dedo para reflotar el proyecto.
De inmediato surgió otro problema: el municipio de Nueva York agregó condiciones de último momento para dar el permiso definitivo de rezonificación y permitir la construcción en Lincoln West. Franco comenzó a sospechar de dos personas que tenía cerca suyo. Sospechaba de Abe Hirschfeld. Y sospechaba de Jim Capalino, presidente de Lincoln West Associates.
Capalino había sido asesor parlamentario hasta 1977 de una celebridad política, Ed Koch. Nacido en 1924 y muerto en 2013, Koch fue alcalde de Nueva York entre 1978 y 1989. Es decir que Koch era el alcalde mientras Macri, Trump, el Chase y la ciudad de Nueva York iban y venían, disputaban y se traicionaban, acordaban y combatían.
Por esos años crecía la influencia de otra figura destinada a ganar importancia. Rudolph Giuliani, nacido en Brooklyn en 1944, fue jefe de Gabinete del fiscal general de los Estados Unidos entre 1981 y 1983. En 1983 fue nombrado fiscal del Distrito Sur de Nueva York. Uno de los puestos más importantes de la carrera, porque se trata de la fiscalía que tiene a su cargo Wall Street.
Giuliani es el mismo Rudy que fue electo y reelecto alcalde de Nueva York entre 1994 y 2001.
Es el famoso Rudy Giuliani que convirtió en un emblema mundial la política de "tolerancia cero", es decir que ni siquiera se admitía la impunidad ante la simple rotura de una ventana de un piedrazo. La baja de la violencia en Nueva York es atribuida por el propio Giuliani a esa estrategia. Los Clinton siempre sostuvieron que se debía a la baja del desempleo. Bill Clinton fue presidente parte de esos años, entre enero de 1993 y enero de 2001. Una tercera hipótesis es que Giuliani era el alcalde ideal para lograr que la mafia dejara a Nueva York como zona intangible si al mismo tiempo podía reciclarse en otros negocios y otros aires.
La popularidad de Rudy creció el 11 de septiembre de 2001, cuando se puso en primera fila en los operativos de rescate luego del ataque a las Torres Gemelas. Su sueño fue convertirse en presidente. En las últimas elecciones jugó fuerte a favor de Trump, quien lo buscó especialmente en el primer mensaje tras la victoria, en la madrugada del miércoles 8, y lo hizo subir al escenario. Podría ser el fiscal general (ministro de Justicia) de su gobierno. "Nadie en los Estados Unidos conoce ese organismo como yo", dijo Giuliani, que en 2014 aceptó viajar a la Argentina invitado por Sergio Massa.
El jueves último Barrett concedió una entrevista a la periodista Amy Goodman de Democracy Now en la que conjeturó que Giuliani podría desatar, desde el gobierno, una persecución contra Hillary Clinton por el meneado caso del uso de una cuenta privada de mail para asuntos públicos cuando era secretaria de Estado. Barret recordó una frase de Giuliani: "Podría construir el caso judicial en dos meses, o en una semana". Dijo el periodista que a Giuliani le gustaría hacerlo pero aclaró: "No creo que sea el camino en el que Donald quiera meterse". Para Garrett, la prioridad número uno de Trump no será Hillary sino la lucha contra los inmigrantes. Eso a pesar de que, subrayó, la Associated Press informó que Melania, "la esposa del candidato presidencial que basó toda su campaña en la inmigración, es una inmigrante ilegal".
Sospechas
En 1984, mientras Koch se consagraba y Giuliani trepaba en su carrera dentro del poder, Macri y Trump terminaron sin concretar nada. Luego Trump contrató a Ralph Galasso y así Franco agregó un sospechoso a su lista. Otro de los consultores de Macri, Stanley Friedman, según Garrett estaba directamente a las órdenes de Stephenson.
Capalino aumentó su influencia y en 1985 fue jefe de la última campaña electoral de Koch mientras en secreto asesoraba a Trump, que así reforzaba su cercanía con la administración municipal. Trump también contrató a otro abogado, Allen Schwartz, que era amigo de Koch desde 1965 y terminaría representándolo para contratos particulares.
Se aceptan apuestas sobre quién invitó a Macri a dar un paseo en limusina.
OPINIÓN
Un dilema distinto
Por Martín Granovsky
A fines de los 70 y principios de los 80, cuando los Macri intentaron desembarcar en Manhattan, el dilema de Mauricio Macri era claro: cómo ser un número dos eficaz de Franco, su padre, el jefe del clan familiar y el holding empresario.
En 2016 el dilema de Mauricio Macri es otro: cómo gobernar la Argentina y estabilizar su poder en una economía global que ya era hostil y, quién sabe, podría ponerse peor.
La historia del desembarco fallido tiene mucho de película. Pero no es una ficción. Sería incomprensible sin colocarla en su época. En el último tramo de la dictadura el grupo Macri ya era uno de los más sólidos de la Argentina. Eran titulares, entre otras empresas, de Socma, Sevel y Sideco. Igual que otros grupos, entre ellos Acindar, ligada a José Alfredo Martínez de Hoz, licuaron sus pasivos con la estatización de las deudas privadas. De ese modo la suma de las deudas privadas engrosó una deuda pública que se convertiría en el azote de la transición democrática.
El Banco Central les cobró a las grandes empresas su deuda en pesos sin variar la tasa acordada mientras éstas se capitalizaban gracias a la variación fenomenal del tipo de cambio en un mil por ciento solo en un año.
Hubo una causa que se abrió y se cerró. Y en 2011 el fiscal Federico Delgado, el mismo que ahora investiga presuntos delitos de Macri en el marco de Panamá Papers, pidió otra reapertura más.
El proyecto de los Macri de invertir 500 millones de dólares en una megaconstrucción dentro de Nueva York tiene, al menos, dos explicaciones.
Una, la fe del grupo en que nada ni nadie impediría que recalase también en los Estados Unidos. Ni siquiera podría frenarlos la entente neoyorquina de demócratas y republicanos articulados con y por los negocios inmobiliarios y las grandes familias.
Otra explicación es que, además del financiamiento pedido al Chase Manhattan, el grupo Macri tenía cómo apalancarse con fondos propios. Que esos fondos fuesen aportados, en verdad, por los ciudadanos argentinos gracias a la maniobra del Banco Central era apenas una anécdota – un fenómeno natural como la lluvia o el viento – en el mundo de los capitanes de la industria.
En los Estados Unidos los Macri quisieron ser tan capitanes como los capitanes norteamericanos de la industria, las finanzas, el juego y los negocios inmobiliarios, cuyos intereses se habían ido entrelazando desde los últimos años del siglo XIX.
Como se cuenta en estas páginas, apelaron a todos los recursos. Incluso se hicieron los chiquitos cuando en realidad se consideraban tanto o más importantes que la familia Trump. Buscaron seducir. Imaginaron caminos. Soñaron con diagonales.
Es difícil saber cómo se cobrará Trump la mala praxis del Gobierno, mantenida hasta el último día, de exponer en público el corazón innecesariamente en la política interna de los Estados Unidos. No es un tema personal. Trump será el 20 de enero el jefe de Estado del país más poderoso de la tierra y los Estados como el norteamericano tienen memoria. Una memoria, por supuesto, que puede depositarse en un archivo o ser colocada a flor de piel de acuerdo con los intereses de cada momento. En todo caso la futura administración de Washington se quedó con una carta en la mano regalada por la administración argentina.
El problema más importante a futuro, sin embargo, es para qué mundo se prepara el Gobierno. La economía global ya no estaba en crecimiento y el comercio internacional sufre un parate. Si esta tendencia se profundiza en caso de que Trump desatara una guerra cambiaria el diseño oficial argentino será aún menos funcional que hoy.
Sin cerrarse de manera anacrónica, los países funcionan dentro de bloques. El Mercosur ya venía en una meseta y desde la asunción de Mauricio Macri primero y de Michel Temer después perdió densidad regional, para usar un concepto de Aldo Ferrer. La búsqueda de una pelea con Venezuela, además, solo debilita más al bloque y jaquea la importancia alternativa – respecto de los organismos como el Banco Mundial y el FMI – de los Brics, el grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que había empezado a construir herramientas de ayuda y financiación de obras públicas.
El dilema de hoy no es el futuro de un grupo sino de un país entero. Y no sería inteligente confundir una cosa con otra.
OPINIÓN
Trump: ¿existe un populismo de derechas?
Por Jorge Alemán *
No deja de sorprender que Donald Trump y sus seguidores hagan permanentes referencias a la "clase trabajadora", matizada con una retórica "antisistema". Incluso sazonada con algunas declaraciones contra los organismos internacionales y su supuesta amistad con Putin. Pero finalmente se hace evidente el elemento que resignifica todo su discurso: un racismo y una xenofobia monstruosa. En este aspecto, Trump es el emergente culminante de una lógica social que atraviesa la vida social norteamericana.
¿Es esto populismo de derechas? No lo admito, la matriz subyacente de ese discurso es la que –inspirándome en Lacan – se puede adjudicar a la lógica masculina, y digo lógica para no recubrirla directamente con una cuestión de género. La lógica masculina, que busca en la identidad la cuestión esencial a custodiar y recuperar en su totalidad. Para constituir esta totalidad es necesario que exista una excepción amenazante que hay que destruir y expulsar. Nada de la Hegemonía en la articulación lógica de un sujeto popular se pone en juego. En esto discrepo de mis compañeros y compañeras "posmarxistas" que aceptan, al ser el populismo un modo de ser de lo "político" mismo, que el mismo se reparta a izquierda y derecha.
Comparto con los llamados posmarxistas la crítica a la metafísica de la izquierda que desea que la "lucha de clases" sea un motor objetivo de la Historia que funciona como una ley ineluctable de la misma, sin embargo, pienso que el populismo es el modo radical de pensar los antagonismos que instituyen políticamente lo social frente al orden dominante del neoliberalismo. Entre los cuales, sin duda, tiene un lugar destacado pero no el único, la explotación de la fuerza de trabajo en la forma mercancía. Por eso considero que podríamos caracterizar al "fenómeno Trump" como neofascismo neoliberal, a sabiendas del carácter en principio antinómico de los términos .
Los demócratas que ahora se horrorizan frente al surgimiento del monstruo contribuyeron con su surgimiento, confiando siempre exclusivamente su política a las élites y las grandes fortunas. Solo Bernie Sanders fue capaz de señalar en distintas ocasiones que el capital oligárquico, desde hace tiempo, se ha adueñado del Estado norteamericano y sólo a partir de un trabajo con los verdaderos antagonismos populares puede surgir un proyecto popular de izquierda. Vaya como ejemplo su lucha contra la gran estafa de las industrias farmacéuticas. Por esta razón, podríamos pensar que el triunfo de Sanders era estructuralmente imposible en los Estados Unidos. Una de las tendencias del Neoliberalismo actual, en su captura de la Democracia es, salvo excepciones, que las elecciones propongan disyuntivas aparentes entre lo malo y lo peor.
Pero el Imperio de un modo u otro, además del expolio de los demás, que apunta a un nuevo modelo de acumulación donde el escándalo de la corrupción y la intervención permanente en guerras sin declarar no sólo no constituyen anomalía alguna, sino que más bien revelan su auténtico modo de ser.
En este aspecto, el neoliberalismo ha inscripto un nuevo capítulo en nuestro horizonte histórico, finalizar con el mundo y consumar por fin el ciclo de la pulsión de muerte.
* Psicoanalista y escritor.
PÁGINA/12 PRESENTA MAÑANA SU NUEVA EDICIÓN
DIGITAL
La otra mirada
Las claves del relanzamiento de la página web del diario, que inicia el camino para consolidar su espacio como una alternativa en todas las ofertas comunicacionales.
En los albores de los 90 se empezó a desarrollar el primer software para masificar el uso de un invento que cambiaría la historia: internet. A lo largo de treinta años el impacto de las pantallas en la vida cotidiana sigue sorprendiendo y superando a las imaginaciones más audaces. En este lapso, Página/12 surgió y se consolidó como la "otra mirada" en el periodismo diario de papel. A partir de mañana, los lectores podrán descubrir su nuevo rostro digital.
El director periodístico Ernesto Tiffenberg analiza el contexto y los desafíos que implica para el periodismo la explosión digital: "Contrariamente a lo que se piensa, la aparición de internet y de múltiples canales de acceso a la información tendieron a concentrar aún más los medios de comunicación y los mensajes que le llegan a los usuarios de las redes en cualquiera de sus formas. El bombardeo informativo es prácticamente infinito pero son cada vez menos los contenidos que terminan abriéndose paso en medio de la maraña que se genera. Los mensajes son aparentemente muy diversos pero las ideas fuerza que los sustentan construyen un 'sentido común' simplificado que la potencia de la tecnología personaliza cada vez más, impidiendo el choque de ese relato con otras visiones de la realidad".
A partir de ese diagnóstico, el director del diario hizo hincapié en que "por eso es tan importante que los que plantean un enfoque alternativo puedan ocupar su lugar en las nuevas ofertas comunicacionales. Desde su nacimiento, Página/12 se propuso abrir un espacio para construir en conjunto otra mirada. Una aproximación a la realidad que ponga en discusión ese 'sentido común' impuesto por el relato único de los medios hegemónicos, en todas sus variantes. Ese mismo objetivo, en las condiciones actuales, está en la base de la presentación de la nueva página web del diario y su despliegue en las redes sociales".
Tiffenberg explica que "aún con la limitada oferta actual, el diario recibe cada día a cientos de miles de usuarios de todo el mundo ávidos por compartir una mirada diferente sobre las noticias. La evolución digital del diario busca responder también a esa demanda. Permitir un acceso más fácil y placentero a un diario que trascienda su glorioso pasado en la 'Galaxia Gutenberg' y se proyecte como medio global en un mundo cada vez más digital".
En la primera fase de la digitalización integral se decidió la reformulación del diseño de Página/12 como nave insignia de las otras publicaciones del Grupo Octubre: Planeta Urbano, Caras y Caretas, Diario Z, Latinoamérica Piensa, y las radios AM750 y FM89.1Malena. Federico Maisonave, gerente de proyecto de la empresa Globant –que junto a Guillermo Ariel Carreras, Julio César De Salvo y Milton Turin encabezó al grupo de 23 personas que llevó adelante el desarrollo de la plataforma–, señaló que el objetivo es "convertir a Página en una publicación líder, sustentable y referente de la estrategia de contenido e innovación digital, aprovechando la calidad de su contenido editorial, su prestigio y trayectoria".
La investigación cuantitativa y cualitativa que encaró Globant para la reformulación de la imagen digital partió de la corroboración del perfil del lector del diario en las redes. "Encontramos algunos hallazgos –precisó Maisonave–, el lector promedio de Página pasa mucho más tiempo leyendo que el de cualquier otro medio, busca notas de mayor profundidad y opinión. Notamos también que el rango etario de la gente que lee Página es cada vez más joven y accede a través de medios portátiles como celulares o tablets".
La asimilación del y al mundo digital se transformó en una necesidad de sobrevivencia del periodismo. En el mundo, y la Argentina no es la excepción, los medios gráficos están sufriendo una reducción considerable de sus ingresos mientras que el acceso a los formatos digitales tiene una demanda exponencial. Como ejemplo, Globant señaló que The New York Times tiene 5 millones de lectores en papel, 20 millones en teléfonos celulares y unos 30 millones en computadoras de escritorio.
Página/12 Digital tendrá en la edición en papel uno de sus principales insumos en la formulación de su propia agenda noticiosa. La actualización durante el día llegará al lector en un formato atractivo y con el desarrollo de un software que facilitará el posicionamiento en los buscadores de Internet tanto de la página web como en las redes sociales. La apuesta seguirá siendo la misma: informar con rigor y mirada crítica, compartir sensaciones y ocupaciones con los lectores y generar espacios de reflexión. Todo, claro, sin perder la preocupación estética ni el sentido del humor.
OPINIÓN
El futuro de los medios y la reconversión digital
Por Mariano Blejman
Dos semanas antes de las elecciones que dieron ganador a Donald Trump en Estados Unidos, una empresa de Internet que se dedica a la inteligencia artificial publicó un informe diciendo que el magnate republicano iba a ganar las elecciones. El sistema ya había predicho correctamente las últimas tres elecciones presidenciales de Estados Unidos, y aunque la noticia fue levantada por la mayoría de las plataformas digitales, nadie puso las manos en el fuego por ella. Nadie quería aceptar la realidad: el sistema MogIA de Sanjiv Rai tomó en cuenta 20 millones de datos sistemáticos extraídos de Google, Facebook, Twitter y YouTube, y acertó. En este caso, básicamente, la inteligencia artificial hizo predicciones de resultados en base a comentarios, expresiones de valor, cantidad de menciones, etcétera.
¿Cuál va a ser la nota más leída de mañana? Seguramente los algoritmos ya lo saben, e incluso las máquinas pueden escribir esas historias sin necesidades de la intervención humana. Associated Press, por ejemplo, puede generar hasta 2000 artículos por segundo de decente lectura a través de su proyecto Automated Insights que toma reportes de la bolsa, y resultados deportivos y los convierte en artículos dignamente legibles. En Argentina hay también algunos experimentos.
Y vamos a tener que acostumbrarnos. El periodismo está reconstruyendo sus reglas, mientras la industria de Internet le come los talones. En las redacciones más innovadoras se usa la tecnología para la cobertura: las elecciones ya no sólo se realizan sólo con periodistas en los búnkers y encuestadores profesionales, sino también con equipos interactivos que visualizan datos en tiempo real. Las encuestadoras ya no son telefónicas sino que se trackean las redes sociales con cientistas de datos, generalmente matemáticos o físicos, y los editores tienen que romper las burbujas que crean las redes sociales (uno lee lo que quiere leer, lo que leyó antes y lo que las redes sociales piensan que es importante para uno, dicen Google y Facebook). Los editores "humanos" están dando esa pelea entre lo que se debe saber y lo que se quiere saber.
Los medios están desesperados por recuperar el negocio de la atención y administrar la distribución. En las redacciones más avanzadas se habla de recuperar el análisis de audiencias para no delegar el análisis demográfico a las redes sociales, de tener modelos estadísticos para detectar nuevas temáticas. Se juega con testeo de títulos para captar más audiencias, se invierte en realidad virtual, en realidad aumentada, se arman equipos interactivos, se trabaja en mejorar la experiencia de los usuarios.
Las redes sociales, los sitios de ventas de autos, los sistemas de recomendaciones, cambiaron las reglas del juego. El lugar de los medios con la irrupción de Internet se modificó con una velocidad inusitada como no había ocurrido desde las primeras versiones de diarios hace 300 años. Nunca antes tantos actores agresivos se habían metido en negocios que fueron monopolio de los medios.
Finalmente, los medios se concentran en lo que mejor saben hacer: administración de reputación, generación de valor agregado, atención de sus lectores y comunidades. En la industria se habla hace un tiempo del efecto Jeff Bezos. El exitoso dueño de Amazon compró el histórico Washington Post, y aunque muchos lo vieron como una amenaza para la independencia editorial, vale la pena estudiar el impacto del cruce de culturas (el de Internet, con el de la prensa tradicional). Una de las primeras decisiones de la nueva administración fue la de tratar a la redacción como una empresa de tecnología. En el primer año el área editorial pasó de tener 3 programadores de software a más de cien. No entraron a administrar la web, ni a configurar servidores, sino a hacer contenido. Y tuvo su resultado: según comScore, el Post desplazó al New York Times en tráfico en octubre de 2015, y no ha parado de crecer.
¿El secreto? No hay secreto, sino ejecución. Ya lo había descubierto Buzzfeed: cada artículo periodístico es una pequeña empresa que tiene su vida propia, sus canales de distribución, su experiencia de usuario, y equipos pensando en cómo hacer que los lectores permanezcan más tiempo, interactúen mejor, y les dejen más datos que puedan ser monetizados. Por cierto, al New York Times ya lo había pasado Buzzfeed que entendió todo de Internet y lo supo aprovechar. Al fin y al cabo, a quién no le gusta compartir fotos de gatitos.
Twitter: @blejman
LOS DIPUTADOS DEL FPV-PJ APOYARON A CRISTINA
KIRCHNER
Con respaldo del bloque
La bancada que conduce Héctor Recalde atribuyó al "revanchismo político" la confirmación del procesamiento de la ex presidenta por el dólar futuro. "La causa no tiene pies ni cabeza", señaló Kicillof.
Cristina Kirchner fue procesada por Bonadío y la Cámara Federal ratificó el viernes esa medida.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ expresó su solidaridad con Cristina Kirchner ante "la parcialidad manifiesta" de la Cámara Federal porteña que confirmó su procesamiento en la causa dólar futuro. "La persecución y el hostigamiento constante de la Justicia contra la ex presidenta se vinculan con el interés por minar su imagen de cara a 2017 ante el temor que generan su capacidad de liderazgo y convocatoria, algo que ningún otro dirigente del país tiene", expresaron. El ex ministro Axel Kicillof, también procesado, destacó que "es una causa netamente política" que "no tiene pies ni cabeza" y advirtió que el juez federal Claudio Bonadio "cambió de rumbo para cubrir a los funcionarios de (Mauricio) Macri".
Los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun confirmaron el viernes quince procesamientos, que también incluyen al ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, por el delito de administración fraudulenta. "Era esperable porque ya se sabe cómo viene fallando permanentemente la Cámara, con esa inclinación política que se vio en otras decisiones, así que no guardábamos demasiada esperanza en que se discutiera esto con algún nivel de racionalidad jurídica", analizó Kicillof en diálogo con la AM 750. "No hay un solo abogado, jurista o especialista que haya manifestado que esto tenga algún sentido jurídico, ni siquiera los que hicieron la denuncia", agregó.
El ex ministro explicó que "la causa va mutando y haciéndose cada vez más ridícula e insostenible" y la enmarcó en "una especie de persecución como si fuera un caso de corrupción". Bonadio "busca a quién teóricamente le vendimos dólar futuro cuando nosotros no sabíamos quiénes eran los que compraban". "Y ahí es donde llega la primera sorpresa: lo que se encuentra es que entre los que compraron dólar futuro había un montón de personas que entonces estaban vinculadas al Gobierno de la Ciudad y hoy están en el Gobierno Nacional", agregó. "Bonadio cambió de rumbo para cubrir a los funcionarios de Macri. El juez no tiene pruebas que demuestren que el Poder Ejecutivo presionó al Banco Central", sostuvo, y repudió que "usen el instrumento de la justicia para proscribir a algunos dirigentes".
Desde el bloque que preside Héctor Recalde advirtieron que "un grupúsculo del Poder Judicial actúa guiado por el revanchismo político y coloca un hito más en la persecución contra los funcionarios de nuestro gobierno". Las imputaciones contra CFK y Kicillof "rayan en lo ridículo, ya que desconocen las facultades de un gobierno para fijar el valor de la moneda". "Si hubo algún delito en esta causa habría que imputárselo a los actuales funcionarios que con una devaluación del 50 por ciento fueron los que perjudicaron el tesoro nacional, en varios casos en beneficio personal ya que ellos mismos habían comprado dólar futuro", destacaron.
EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE MACRÌ REIVINDICA
EL ESPIONAJE CONTRA PUEBLOS ORIGINARIOS
Celebrar la ilegalidad
El gobierno reivindica como política de seguridad oficial las prácticas ilegales contra comunidades indígenas. La administración anterior las atribuyó a actitudes individuales de un agente de la AFI, que está procesado por ello. La Corte Suprema había rechazado la aplicación de la ley antiterrorista a una agrupación mapuche, que mantiene un litigio con Benetton por la propiedad de sus tierras ancestrales. También la Corte Interamericana rechaza que se juzguen estos casos como terrorismo.
Durante el juicio, el jefe de gabinete Pablo Noceti (detrás de la mujer), analizando la criminalización de los derechos indígenas.
Para el gobierno nacional los reclamos de los pueblos originarios por sus tierras ancestrales no constituyen un derecho garantizado por la Constitución sino un delito federal "ya que se proponen imponer sus ideas por la fuerza", según un informe de gestión del Ministerio de Seguridad fechado el 30 de agosto. El gobierno atribuye a la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) "hechos delictivos como usurpaciones de territorios, incendios, daños, amenazas en las provincias de Chubut y Río Negro" y dispuso que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) centralice "las tareas de investigación", cosa que no guarda relación con su especialidad. El informe de Bullrich fue escrito ocho meses después de que la Corte Suprema de Justicia rechazara el carácter federal y la aplicación de la ley antiterrorista a la causa que se instruía contra Martiniano Jones Huala y otros representantes mapuches. Por el voto de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton y Juan Carlos Maqueda, la Corte remitió el expediente a la justicia provincial, adhiriendo a los fundamentos del Procurador Fiscal Víctor Abramovich. Esa causa, por los delitos de usurpación y abigeato, está para ser elevada a juicio en los tribunales provinciales de Chubut y otra paralela, en la que Chile solicitó la extradición del dirigente mapuche Facundo Jones Huala (sobrino de Martiniano) fue declarada nula por el juez federal Guido Otranto. La apelación se discute ahora ante la Corte Suprema de Justicia. La sentencia de nulidad destacó las prácticas ilegales con las que se llegó a formular la solicitud de extradición (uno de los testigos en contra del líder mapuche había aportado datos bajo tortura). Dos fiscales y dos comisarios provinciales fueron indagados y está procesado un agente de la AFI que los abasteció de inteligencia sobre movilizaciones sociales y marchas contra la instalación de una mina. Jones Huala estaba procesado en Chile por los delitos de incendio en lugar habitado y portación de arma de fuego de fabricación artesanal en enero de 2013 pero no se presentó el día del juicio, por lo que se ordenó su detención.
Del disimulo a la jactancia
El Power Point del Ministerio de Seguridad ilustra la situación con una fotografía de tres hombres que reivindican la recuperación de territorio mapuche y un cartel en reclamo de la libertad de Facundo Jones Huala, a quien menciona como el Lonco Weichafe. El informe oficial del 30 de agosto se refiere al juicio por la extradición que se inició al día siguiente, el 31. El juez federal Guido Otranto rechazó la extradición. Para el ministerio a cargo de Patricia Bullrich la "problemática mapuche" consiste en que "se arman comunidades" (sic) y "se toman tierras en zonas petroleras o gasíferas impidiendo constantemente la normal explotación de los pozos. Estos delitos de usurpación, turbación en la posesión y extorsión afectan un servicio estratégico de los recursos del estado: han estado detenidos 200 pozos (según informó YPF)". La participación de fuerzas federales de seguridad e inteligencia en tareas de espionaje a la población ya había sido denunciada por la Asociación de Abogados/as de Derecho Indígena (AADI) en una nota dirigida en agosto al presidente Maurizio Macrì y al gobernador de Chubut Mario Das Neves, que no tuvo respuesta. La nota objetó la respuesta penal a los reclamos territoriales del pueblo mapuche. Lo ejemplificó con "la recuperación de tierras" cuya propiedad se disputan la empresa trasnacional Benetton y la Comunidad de Resistencia Mapuche en el departamento Cushamen, donde se produjeron "formas de actuación estatal excesivas, o directamente ilegales". En especial, mencionó a un miembro de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que se encuentra procesado por la Justicia Federal "por espiar actividades lícitas de la población, recopilando datos prohibidos por la ley de inteligencia N° 25.520 referidos a reclamos indígenas y a vecinos que se oponen a la megaminería", y por la pretensión de "aplicar a este caso por supuesta usurpación de tierras, la ley antiterrorista N° 26.734", pese a la resolución en contrario de la Corte Suprema. El año pasado, cuando el funcionario de la AFI fue puesto en evidencia, aunque su nombre se mantiene en reserva, el entonces administrador de Inteligencia, Oscar Parrilli, declaró que ese agente había actuado a título personal y transmitió a las víctimas las disculpas de la ex presidente CFK. Por dudoso que fuera ese deslinde, contrasta con la situación actual ya que el nuevo gobierno lejos de ocultar esas actividades las reivindica como una exitosa política oficial.
La AADI también detectó la presencia en Esquel del Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad Pablo Noceti, cuya fotografía durante una audiencia del juicio fue publicada por el medio local Noticias de Esquel. En una entrevista con la Radio Nacional de Esquel, Noceti dijo que estaba evaluando la comisión del delito federal contemplado en el artículo 213 bis del Código Penal, que reprime hasta con ocho años de prisión la pertenencia a una agrupación cuyo objeto principal o accesorio fuera "imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor" (Noceti es el funcionario que negoció la entrega de Ibar Pérez Corradi con sus abogados Juan José Ribelli y Carlos Broitman, en la fallida operación que intentó involucrar al ex ministro Aníbal Fernández en la trama del narcotráfico pero que terminó enchastrando al asesor presidencial Ernesto Sanz). La nota de la AADI destaca la existencia de "un hilo conductor entre las actuaciones estatales ilícitas, la ignorancia de los derechos de los pueblos indígenas por ese mismo Estado, la persecución criminal a sus líderes y el estereotipo que generan los medios de comunicación, generando la falsa idea de que los indígenas son una amenaza, exacerbando viejos conflictos". El caso se emparenta con la detención en Jujuy de Milagro Sala, cuya libertad inmediata fue solicitada al gobierno nacional por el grupo de trabajo sobre detención arbitraria de las Naciones Unidas, que constató la violación de las garantías del debido proceso y de un juicio por un tribunal imparcial e independiente.
¿Terrorismo a piedrazos?
El dictamen de Abramovich que la Corte Suprema hizo propio narra que en marzo de 2015 quince miembros de la Comunidad de Resistencia del Departamento Cushamen habrían ingresado sin autorización a la estancia Leleque, repelido con piedras el intento policial de desalojarlos, cortado la ruta nacional 40 y solicitado la intervención de autoridades nacionales para conformar una mesa de diálogo sobre el reclamo por la propiedad ancestral de esas tierras. El juez provincial se declaró incompetente, considerando que estaba afectada la seguridad interior, con "la agravante prevista en el último párrafo del artículo 41 quinquies del Código Penal, de competencia federal", que incrementa al doble la pena prevista. El juez federal sólo aceptó su competencia por la irrupción del tránsito en la ruta nacional pero consideró inaplicable la agravante ya que el reclamo indígena por la propiedad o posesión de la tierra impide calificar los hechos como actos terroristas, ya que el propio artículo 41 quinquies del Código Penal exceptúa los hechos que "tuvieren lugar en ocasión del ejercicio de derechos humanos y/o sociales o de cualquier otro derecho constitucional" y recordó que el artículo 75 inciso 17 de la Constitución garantiza la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan los pueblos indígenas argentinos". Según la decisión de la Corte Suprema, no se advierten en el caso los fines previstos en el artículo 41 quinquies de "aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo". Tampoco encerrarían "algún tipo de conflictividad de la clase contemplada en los instrumentos internacionales sobre prevención y sanción del terrorismo". Por el contrario, "están enmarcados en una protesta llevada adelante en reclamo de derechos sociales". En 2014, en el caso Norin Catriman, también la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Chile por aplicar la legislación antiterrorista a un grupo de activistas mapuche y señaló que debía adecuar su legislación interna para compatibilizarla con el principio de legalidad del artículo 9 de la Convención Americana.
El gobierno nacional reivindica como logros de gestión el tratamiento de los derechos indígenas como una amenaza a la seguridad y el espionaje ilegal contra las comunidades.
Al solicitar la nulidad del pedido de extradición de Facundo Jones Huala, su defensora Elisabeth Gómez Alcorta señaló que la alerta roja que el gobierno de Chile solicitó a Interpol para averiguar el paradero del líder mapuche entró en vigencia el 6 de febrero de 2015. Pero la información que permitió ubicarlo fue obtenida tres días antes de que llegara el pedido, por el oficial principal de la policía de Chubut Pablo Carrizo, segundo jefe de la División Policial de Investigaciones de Esquel. Lo logró luego de los apremios o torturas aplicados en la comisaría de Gualjaina al detenido sin orden judicial ni abogado defensor Gonzalo Cabrera, quien así reveló que alojaba a Facundo Jones Huala en casa de su madre de crianza. La novedad fue puesta en conocimiento de Interpol cuando no existía orden de captura en su contra y fue el verdadero origen de su solicitud. Cabrera contó en el juicio de extradición, "muerto de miedo, cómo fue golpeado cuando lo subieron al patrullero y luego en la comisaria, cómo lo hicieron firmar un acta falsa, cómo fue obligado, coaccionado, golpeado". Carrizo comunicó lo actuado a su superior, Leonardo Bustos y el 5 de febrero dirigió un oficio a la Oficina de Extradiciones de Interpol en Buenos Aires, preguntando si había algún pedido de captura internacional contra Jones Huala, quien, dice, estaría residiendo en la zona. Hasta ese momento, Chile no había pedido la extradición. Un segundo oficio del policía a Interpol reproduce una denominada "Acta Entrevista", del 4 de febrero, en la que Cabrera revela lo que sabe sobre Jones Huala: que lo buscaba la policía de Chile, donde había estado preso; que había participado en la quema de un camión de carga en la Ruta Nacional 40, a la altura de Leleque, y que planeaba realizar pintadas y "tomar tierras de los huincas", en el paraje Las Canchas cerca de Esquel, y en Leleque, disputadas con Benetton. Sobre estos datos el juez de Esquel Oscar José Colabelli ordenó una serie de allanamientos que se realizaron el 3 de febrero, es decir un día antes de la entrevista, "algo fácticamente imposible". Colabelli tiene una larga tradición de violencia institucional contra los más débiles. En 2002, ordenó el desalojo violento de una pareja mapuche, por lo que el tribunal de enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura lo destituyó en 2004, pero en 2010 fue repuesto, debido a que uno de los miembros del tribunal que lo juzgó no reunía los requisitos para integrarlo. En 2012 fue denunciado cuando pretendió impedir la realización de un aborto no punible, solicitado por la madre de una niña de 12 años, víctima de una violación. En febrero de 2015 Colabelli ordenó la detención de Jones Huala y Chile pidió su extradición sobre la base de la falsa secuencia de los acontecimientos urdida por los policías. Carrizo no estaba solo, porque también un agente de la Delegación Trelew de la Secretaría de Inteligencia se presentó en mayo de 2015 ante el fiscal provincial Fernando Rivarola y le ofreció la información que durante un año había reunido sobre el grupo mapuche que estaba realizando tareas de recuperación territorial. Los archivos que entregó revelan la realización de tareas de inteligencia de carácter ilegal sobre Facundo Jones Huala y el Grupo RAM, incluyendo fotos y filmaciones así como seguimientos al grupo "No a la mina".
El juez Otranto declaró inválida la investigación policial, porque sin la coacción física y psíquica a Cabrera, Chile no hubiera tomado conocimiento de la presencia de Jones Huala en la zona ni formalizado el pedido de extradición y de detención preventiva. Cabrera fue detenido muy borracho cuando trataba de robar una estación de servicio en Gualjaina. Sin que se explique por qué, mientras estaba detenido por ese hecho atribuyó a Facundo Jones Huala unas pintadas de la resistencia mapuche que habían aparecido en la zona, a raíz de lo cual un juez provincial de garantías autorizó que la policía allanara el domicilio de Cabrera, donde no encontraron a Jones Huala pero sí una copia de su documento de identidad, aerosoles, una carabina .22 y un rifle de aire comprimido. Con estos datos, el oficial Carrizo solicitó a la Oficina de Interpol de Buenos Aires que consultara a su par en Chile si había algún requerimiento judicial contra Jones Huala, quien se encontraría en Chubut. La respuesta fue que existía un pedido de captura en Chile, pero ninguna orden de detención internacional, que recién se produjo como consecuencia posterior de esta gestión. La División de Investigaciones de la policía solicitó al juzgado federal el allanamiento de cuatro viviendas, sin explicar por qué sospechaba que Jones Huala pudiera estar en alguna de ellas. El juez negó el allanamiento y ordenó profundizar la investigación para dar con su paradero. El 5 de marzo, al solicitar la detención preventiva, la Corte de Apelaciones chilena de Valdivia consignó que Jones Huala se encontraría en Esquel, "de acuerdo a información proporcionada por Interpol Buenos Aires… en forma reservada al Estado de Chile". Dos semanas después, el agente de inteligencia de la AFI se involucró activamente sin orden judicial en la investigación. El juez federal lo procesó por desarrollar funciones de investigación criminal sin autorización legal ni requerimiento judicial realizado en una causa concreta. La detención de Jones Huala recién se produjo el 25 de mayo de 2016, en el predio ocupado. El oficial Carrizo procedió con una orden del juez provincial, pero no lo informó al juzgado federal, que también lo buscaba. Si la Secretaria federal María Silvina Salvaré no hubiera hecho honor a su nombre y reclamado su puesta a disposición de Otranto, es probable que lo hubieran entregado en la frontera sin proceso de extradición. "De la exposición anterior se ve con nitidez que la información referida a que Jones Huala estaba en la región tiene un único origen: las manifestaciones extrajudiciales realizadas por Gonzalo Cabrera", escribió el juez Otranto. Al declarar como testigo, el oficial Carrizo dijo que entrevistó a Cabrera en la División Policial de Investigaciones de Esquel, a la que fue conducido por personal policial luego de que recuperara la libertad en la causa por la que fue detenido. "Cabrera sólo formalmente estaba en libertad", objeta el juez. Según Carrizo, en esa entrevista surgió la conexión de Jones Huala con el incendio de un camión, con sus planes para iniciar procesos de recuperación territorial y con su condición de prófugo de la justicia chilena. Al mismo tiempo, el agente de inteligencia que realizaba tareas de investigación sin requerimiento judicial instaba a la policía para que "detuviera a la persona que consideraba que se trataba de Jones Huala y hasta llegó a increpar al Ministro de Seguridad de la Provincia de Chubut por lo que él consideraba una inactividad policial". El juez señala con asombro que no se ve el motivo por el cual Cabrera "espontáneamente empezó a incriminar a Jones Huala sino es por la coacción que refirió durante el debate". Carrizo reconoció haberlo visto golpeado, pero recién lo hizo ante una pregunta de Otranto, y lo atribuyó a golpes sufridos cuando fue detenido, que hasta ese momento no constaban en ninguna actuación policial ni judicial. "Alcoholizado yo rompí vidrios y entré a robar a una estación de servicio, me detuvieron y tuve que declarar todo", dijo Cabrera. Ante una pregunta de la defensa dijo que tuvo que declarar porque lo golpearon y le preguntaron por las cosas halladas en su casa, que ya había sido allanada. Si no incriminaba a Facundo, le dijo la policía, "me iban a echar la culpa a mí". Luego de declarar lo que le exigían le concedieron la detención domiciliaria. Hasta que Cabrera no lo mencionó bajo coacción los investigadores policiales no tenían conocimiento de Jones Huala ni de sus actividades. Las autoridades chilenas tampoco sabían que estaba en la Argentina. "No se puede autorizar la extradición solicitada sin violar su garantía al debido proceso legal", concluyó el juez al declarar la nulidad del informe policial y ordenar que se investigue si Cabrera sufrió una vejación o un apremio ilegal (artículo 144 bis inciso 3º del Código Penal, penado con prisión de uno a cinco años), o una tortura (artículo 144 ter inciso 1º, cuya pena va de 8 a 25 años). Tal como hizo con los responsables de la desaparición de Iván Torres en 2003, el gobierno de Chubut respaldó ahora a sus fuerzas de seguridad. El jefe de policía, comisario Juan Luis Alé (quien en 2008 respaldó las aspiraciones presidenciales del gobernador Mario Das Neves porque le parece "un gran ser humano"), anunció después de la sentencia que denunciaría al juez Otranto ante el Consejo de la Magistratura y negó apremios o torturas. Dijo que la entrevista fue filmada y muestra un trato cordial entre Cabrera y los policías, a los que incluso les ceba mate. Lo que en realidad se ve en la filmación es al detenido con un ojo en compota, cosa que el médico policial no consignó en el acta. Alé sabía entonces que no sólo lo respaldaba De las Neves, sino también Macrì y Patricia Bullrich.
Sin peros
Por Horacio Verbitsky
En pocas líneas y sin peros, repudio los golpes propinados a Nicolás Wiñazki en La Plata mientras grababa una nota sobre Ofelia, la madre de CFK. Ignoro quién se los dio y sus ideas. Lo que me preocupa es su proyección colectiva porque no es admisible desde un punto de vista moral ni sirve a ninguna política legítima. La degradación del periodismo de la que el Grupo Clarín es emblema, su escamoteo y banalización de los problemas argentinos, la permanente distorsión de los hechos y los insultos cada día más soeces con que trasluce la impotencia expresiva y la pobreza analítica de sus operadores no se corrigen a trompadas y empujones sino enmendando los propios errores y confusiones. Ellos seguirán cumpliendo su tarea. Si la respuesta es a puñetazos se la harán mucho más fácil y fructífera.
Claves
- Un grupo mapuche disputa con Benetton, por la ocupación de sus tierras ancestrales. Uno de sus líderes es Martiniano Jones Huala.
- Chile pidió la extradición de su sobrino, Facundo Jones Huala, quien fue detenido en Chubut.
- Un agente de la AFI de Trelew realizó tareas ilegales de inteligencia sobre los mapuche y el movimiento No a la Mina, y un policía provincial torturó a un detenido para que revelara el paradero de Facundo Jones Huala.
- La alerta roja de Interpol con fines de extradición se fraguó sobre datos falsos así obtenidos. Por eso la justicia federal anuló el proceso.
- El gobierno anterior sostuvo que el agente de la AFI actuó por su cuenta. El actual reivindica ese accionar y lo incluye entre sus planes de seguridad.
- Para la Corte Suprema de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos no puede aplicarse la legislación antiterrorista a los conflictos por las tierras de los pueblos originarios.
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