jueves 26 de mayo de 2016
EN CONTRASTE CON LAS FIESTAS POPULARES DE LOS
ÚLTIMOS AÑOS, CAMBIEMOS ORGANIZÓ SU 25 DE MAYO SIN
GENTE EN LA CALLE
Vallas en la Plaza y gente como uno en Olivos
El Presidente asistió al Tedéum con su gabinete protegido por vallas y una multitud de policías. Por la mañana dijo: “Estoy muy contento por cómo marchan las cosas”. Igual tuvo que escuchar que el arzobispo Poli le remarque la agudización de la pobreza.
Vecinos de Olivos compartieron el locro que empezó a servir el presidente Mauricio Macri acompañado por su vice, Gabriela Michetti.
Por Werner Pertot
No hubo espectáculos populares, ni fuegos artificiales, ni invitaciones a festivales masivos. Fue un 25 de mayo con la Plaza de Mayo vallada, con personas golpeando las rejas y reclamando poder ingresar. El presidente Mauricio Macri cruzó ese territorio bien vigilado desde la Casa Rosada hasta la Catedral y asistió al tradicional Tedeum, en el que el cardenal Mario Poli pidió “compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños”. El Gobierno se apuraría luego a afirmar que estaban de acuerdo en todo lo que dijo. En declaraciones al comienzo de la jornada, el presidente Macri advirtió: “Nos dejaron una bomba al borde de estallar y la tenemos que desarmar con mucho cuidado”.
Pulcra, ordenada, casi sin personas. Así lucía por la mañana la Plaza de Mayo, cuando el presidente y sus funcionarios cruzaron hacia la Catedral metropolitana acompañados por la tradicional fanfarria militar.
Un pequeño grupo de alumnos había acompañado más temprano al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a izar la bandera. Larreta se ocupó de justificar el vallado que impedía el acceso a la Plaza de Mayo.
“Se decidió vallar por seguridad. Acá hay un mecanismo de seguridad que se coordinó con el Gobierno de la Ciudad y con Nación. Acá no sé si hubo amenazas, siempre hay que estar precavidos”, aseguró.
La decisión va en contra de los proyectos que comentaban los macristas al comienzo de su Gobierno, hace apenas seis meses, cuando soñaban con levantar las vallas y mostrar una Casa Rosada con una mayor cercanía al pueblo. En los discursos de esa época, se dedicaron a describir a Macri como un presidente que, a diferencia de su antecesora, se mostraba cerca del pueblo.
Larreta consideró que el aniversario de la Revolución de Mayo se daba en “una Argentina distinta, una Argentina mucho más abierta al diálogo, en la que todos pueden expresar sus diferencias”. Un grupo de personas del otro lado de la valla se dedicaron a hacer eso. En un acampe a metros de distancia estaban los cooperativistas que dependen del Gobierno porteño, el Frente Popular Darío Santillán y el Polo Obrero, entre otros. Reclamaban un aumento para las cooperativas. Larreta sostuvo que eran “una minoría, menos del 10 por ciento de las cooperativas”.
Más tarde, otro grupo de personas reclamaron ingresar a la plaza golpeando las vallas. “Abrí la plaza la puta que te parió”, era uno de los cantitos preferidos. Varias mesas con comida se habían desplegado junto a la Pirámide de Mayo. A los funcionarios que habían sorteado el vallado y a los policías que custodiaban, se les ofreció churros y chocolate caliente, al igual que a los alumnos que habían asistido. Desde adentro, un grupo de jóvenes PRO culparon a los cooperativistas:
“Por unos inadaptados, una multitud se vio privada de asistir a los festejos”, señalaron.
A sana distancia de los que protestaban, Macri había hecho algunas declaraciones por Radio Nacional antes de asistir al Tedeum. “La rueda se empezó a mover, el mundo nos ha abierto la mano, confía en nosotros”, sostuvo, sobre el rumbo de la economía. “Estoy muy contento por cómo marchan las cosas”, aseguró. Antes de recibir una visión muy diferente por parte de la Iglesia, Macri se atajó: “Sé que han sido meses difíciles para muchos, comparto el dolor y las angustias. El sinceramiento de la economía ha sido muy duro, pero el segundo semestre va a ser mejor, la inflación va a bajar drásticamente”
Locro para pocos
El presidente escuchó el Tedeum, a cargo del arzobispo Poli, quien no le ahorró ningún repaso de la realidad, como el 35 por ciento de pobreza que señaló la UCA. “Que no nos paralicen las estadísticas, no perdamos la sensibilidad de escuchar y redoblar esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial”, pidió Poli. Macri lo escuchaba junto a la primera dama Juliana Awada y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Apenas concluyó la homilía, el jefe de Gabinete se apuró a aclarar que el Gobierno estaba “cien por ciento de acuerdo” con lo expresado por la Iglesia. Como si el mensaje hubiera sido dirigido a otro, Peña se limitó a desear que “haya más trabajo, mejores escuelas y hospitales sobre todo más unidos en torno a un sueño común”. Peña indicó que la celebración puertas adentro de Olivos “es mejor que lo que hemos vivido en los últimos años”.
Al salir de la Catedral, Macri se acercó a un grupo de personas a las que se le había permitido cruzar las vallas y los saludó. Incluso se probó el gorro negro de uno de ellos. Luego partió hacia la Quinta de Olivos, donde había un locro para 400 invitados especialmente seleccionados. También hubo empanadas criollas y como postre, pastelitos de dulce de membrillo y de batata. El acto iba a ser originalmente en la Plaza Colón, detrás de la Casa Rosada, pero fue cambiado a último momento. En el Gobierno negaron que el traspaso tuviera que ver con las protestas.
Las invitaciones a Olivos incluían a una selección de vecinos de la Quinta de Olivos a los que les tocaron el timbre en los últimos días para sumarlos a la invitación. Fueron los únicos que pudieron registrar con sus celulares lo que ocurrió allí, dado que no se permitió la entrada de periodistas. Las únicas transmisiones oficiales fueron cuidadosamente controladas desde el Facebook de Casa Rosada.
Al convite en la Plaza de Armas de Olivos, donde se usaron fardos de alfalfa para que las personas se sentaran, también fueron invitados diversos dirigentes sociales cercanos al macrismo. La dirigente del barrio Los Piletones Margarita Barrientos, finalmente, no asistió. Se quedó en su comedor, donde por la tarde se fotografió con la vicepresidenta Gabriela Michetti. Otros de los invitados fueron: Asociación Civil Niño Jesús, Grupo Comunitario Blanca Nieves, Ositos Cariñosos, Fundación Manos Abiertas, Comedor Comunitario Pamperito, Años Felices, Fundación Convivir y el Centro Comunitario Copitos. También asistieron cursos de escuelas de Hurlingham y de Vicente López. Todos comieron al son de un conjunto folklórico.
Antes de servir el primer cucharón de locro, que fue llevado a la mesa en un zapallo ahuecado, Macri dio allí un breve discurso en el que los invitó a “seguir trabajando juntos de cara al futuro y a cerrar la brecha entre lo que somos y podemos ser”. Finalizó con un sonoro “¡Viva la patria!”.
BULLRICH INTENTÓ INSTALAR QUE UNOS DETENIDOS IBAN A
LA PLAZA CON BOMBAS MOLOTOV
De comandos a quemacoches
La ministra de Seguridad alarmó con que se había apresado a un grupo con bombas molotov que “iban a la Plaza de Mayo”. Pero la desmintieron desde el Gobierno de la Ciudad y la propia Federal, que dijeron que los detenidos intentaban quemar un auto.
Efectivos de la Federal custodiaron las vallas de la Plaza de Mayo mientras Macri y su gabinete asistían al Tedéum.
Papelón y macartismo. Una vez más, la ministra de Seguridad de la Nación quedó descolocada, esta vez por hacer conjeturas políticas sobre un hecho policial. Para Patricia Bullrich un grupo de personas que fueron detenidas ayer en Núñez eran sospechosos con “bombas molotov” que iban a Plaza de Mayo, pero para el gobierno porteño eran “quemacoches”, y lo mismo indicaron a Página/12 fuentes judiciales del caso. En los hechos, las versiones de Bullrich y la Policía Federal, que desde enero está a cargo del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quedaron cruzadas y superan un mero “malentendido”.
“Sabemos que estamos en un momento en el que todos los días hay una provocación. Hoy a las 5 de la mañana, en Belgrano, agarramos un auto con seis personas con bombas molotov y un montón de elementos, que uno tiende a pensar que iban a la Plaza de Mayo”, sostuvo Bullrich en declaraciones por radio La Red. En este contexto, afirmó que “los niveles de violencia son muy altos” y que “se quiere generar una situación de descontrol en la calle por parte de grupos que están, permanentemente, todos los días, haciendo manifestaciones”. Y agregó: “Tenemos que tener cuidado de no entrar en situaciones de provocación que buscan poner al Gobierno en una situación límite”, en referencia a quienes protestan contra el ajuste.
Sin embargo, en un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Martín Ocampo, se informó que los sospechosos fueron apresados cuando “intentaban incendiar un Peugeot 408”. No se descarta que sea un grupo de “quemacoches” o de personas que están en contra de Uber, la aplicación para pedir autos de alquiler.
El hecho ocurrió ayer a la madrugada en O’Higgins y Arias, en Núñez, y fue advertida por personal de la comisaría 35 de la Policía Federal, que a su vez habría recibido el alerta por una llamada al 911. Según el comunicado de prensa, “los detenidos estaban junto a un Renault Megane taxi donde encontraron una bolsa plástica conteniendo mecheros caseros hechos con latas de gaseosa cortadas con estopa en su interior. Además hallaron una gomera de metal y bulones de rueda con una banda elástica que apretaba un papel blanco con la inscripción que decía ‘tenemos tu patente esto recién empieza´, una caja de fósforos grande y un guante de cuero”.
Los investigadores presumen los sospechosos primero utilizaban los bulones para romper el vidrio de un rodado y amenazar a los dueños de los autos para luego prenderlos fuego. “En el interior del Peugeot había una botella de Levite conteniendo nafta y un bidón con el mismo combustible. Además de elementos contundentes como una manopla de hierro negro, un bastón extensible y un gas pimienta”, agregaron.
Los seis sospechos son mayores de edad y quedaron a disposición del juez de instrucción porteño Santiago Quian Zavalía, a cargo de la causa, quien tiene previsto tomarles hoy declaración indagatoria por la tenencia de elementos inflamables. Para los investigadores la hipótesis de la ministra es “descabellada”, y destacaron que en la zona ya se han registrado otros hechos vinculados a los “quemacoches”.
En el marco de la supuesta escalada de violencia, Bullrich mencionó otro episodio. “En el caso de las trompadas a Kicillof, era una persona que había hecho inteligencia, no era alguien que se había parado en la calle, lo vio pasar y no le gustó Kicillof. Por eso, tenemos que bajar los niveles de agresión”, apuntó la funcionaria. Desde su asunción en el ministerio no es la primera vez que hace públicas versiones que finalmente resultan falsas, tal como sucedió en diciembre cuando fueron reprimidos los trabajadores de Cresta Roja en la autopista Riccheri, y el ministerio difundió que había identificado a un militante de un partido de izquierda en el aeropuesto de Ezeiza “con intenciones de tomarlo”.
EN EL TEDÉUM, EL CARDENAL DE BUENOS AIRES PIDIÓ QUE “NO PERDAMOS LA
SENSIBILIDAD ANTE EL DOLOR DE LOS MAS POBRES”
Poli renovó el reclamo de la Iglesia
En su primer Tedéum como presidente, Macri debió escuchar los reclamos del cardenal Poli, en la misma línea de los que viene manifestando la cúpula de la Iglesia. Marcos Peña se apresuró a aclarar que coincidían en un “ciento por ciento”.
El cardenal Poli recibió al presidente Macri y la vicepresidenta Michetti en la puerta de la Catedral Metropolitana.
Con la Plaza de Mayo vallada, un enorme operativo de seguridad para alejar manifestantes de la Catedral y un chocolate que sólo pudieron disfrutar policías y un puñado de invitados, Mauricio Macri participó ayer de su primer Tedéum como presidente. “No perdamos la sensibilidad de escuchar y redoblar esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial”, advirtió en su homilía el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, ante un auditorio que incluyó al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, a miembros del gabinete nacional y al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. El cardenal Poli hizo un llamado al diálogo para afrontar la crisis económica y la pobreza creciente y manifestó su deseo de “que todo argentino e inmigrante de buena voluntad que comparta nuestros días tenga tierra, techo, y trabajo, lo elemental”. “Compartimos el 100 por ciento”, avisó luego el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El primer Tedéum de Mauricio Macri como Presidente tuvo como escenario una Catedral Metropolitana colmada de invitados especiales, ante quienes el cardenal Mario Poli pronunció una homilía donde marcó las preocupaciones de la Iglesia frente a los problemas sociales, aunque con menos dureza que el del documento del sábado pasado en el encuentro de la Pastoral Social de Mar del Plata.
“Es horripilante que esté todo vallado. Ni en la última dictadura militar vi algo así”, soltó un jubilado de YPF mientras le mandaba fotos a sus amigos porque no le creían cuando les contó que no podía ingresar a Plaza de Mayo. Frente a la Pirámide se habían desplegado varias mesas en las que se ofrecía chocolate con churros, que degustaban mayoritariamente uniformados de distintas fuerzas.
Rodríguez Larreta y su esposa llegaron temprano para aguardar a Macri en la puerta de la catedral. En segundo término llegó la esposa del Presidente, Juliana Awada, en una camioneta. Poco antes de las 11, escoltados por el Regimiento de Granaderos a Caballo, cubrieron los 100 metros que separan Casa Rosada de la Catedral el Presidente junto con los miembros de su gabinete, que incluyó a la vicepresidenta Gabriela Michetti, al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y al titular de Diputados, Emilio Monzó.
Cerca de las 11.30 comenzó la homilía de Poli, quien llamó a la unidad de los argentinos y pidió ayudar a quienes más sufren. “Que no nos paralicen las estadísticas. No perdamos la sensibilidad de escuchar y redoblar esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren por carecer de lo esencial. Que la atención priorice a los chicos y los mayores, los más vulnerables. No permitas que nuestras promesas defrauden a la gente”, dijo el cardenal. “Danos coraje para crear espacios y mesas donde compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos, de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños”, agregó.
Poli también le pidió a Dios “para los que tenemos algún grado de dirigencia en la Argentina soberana, a que nos comprometamos cada vez a más a servir y no a ser servidos, a descubrir la grandeza y alegría del que sirve dejando de lado toda mezquina ambición”. “El pueblo que nos diste lo merece”, agregó. El arzobispo planteó que “la Patria no comienza ni termina con nosotros sino que nos trasciende, que es una tarea continua y de todos”, y pidió “fortaleza para ordenar toda nuestra inteligencia al servicio del bien común, que el genio que muchas veces nos distanció se convierta en ingenio para que todo argentino e inmigrante de buena voluntad que comparta nuestros días tenga tierra, techo, y trabajo, lo elemental”.
Al salir de la Catedral, Macri se acercó hacia una de las vallas y saludó a algunas personas. Uno de los pocos funcionarios que se acercó a hablar con la prensa fue Marcos Peña. “Compartimos el cien por ciento: un país de encuentro, de paz y de cuidar a los más débiles, como los más chicos y los abuelos”, dijo el jefe de Gabinete consultado sobre la homilía. Agregó que tanto en la Casa Rosada como en el Congreso están “abiertos” al diálogo y manifestó su “seguridad” de que la Argentina “es mejor que lo que hemos vivido en los últimos años”. “Vamos a lograr cosas que parecían imposibles y vamos a trabajar mucho para cambiar la realidad: que haya más trabajo, mejores escuelas y hospitales sobre todo más unidos en torno a un sueño común (que es) que nuestros hijos vivan mejor que como vivimos nosotros y que se pueda vivir en paz”, prometió.
Una situación “complicada”
La vicepresidenta Gabriela Michetti compartió una merienda con Margarita Barrientos, en Los Piletones. El acto incluyó la marcha de Gendarmería y niños bailando zambas. Barrientos había invitado a Mauricio Macri, quien mandó a Michetti en su lugar. La dirigente había quedado en el centro de la escena cuando cuestionó al papa Francisco por no recibirla. Michetti intentó detallar cuál es el estado de la relación del Gobierno con el Vaticano: “Es una situación bastante complicada. Por un lado, en alguna conversación que he tenido cuando Francisco era nuestro arzobispo sabe perfectamente que Mauricio es una persona de buena madera”. La vicepresidenta consideró que “la relación obviamente se modificó. Es una distancia en términos de comprender el proyecto político que estamos llevando adelante”. Enseguida, quiso aclarar: “No digo que no lo comprenda, digo que tal vez no hemos podido contarle hacia dónde estamos yendo. Mauricio no ha tenido una charla a fondo con el Papa para decirle: ‘Mire yo estoy yendo para allá’ y que la pobreza le parece un tema clave”.
LOS COOPERATIVISTAS HICIERON SU ACAMPE SOBRE
DIAGONAL NORTE
Con el reclamo tras las vallas
Son integrantes de varias cooperativas que desde hace semanas vienen reclamando al gobierno porteño por un aumento de salario y la apertura de nuevos puestos. Por miedo a su protesta, el Gobierno suspendió un acto en la Rosada y valló la plaza.
Los cooperativistas acamparon desde el martes a la noche cerca de la Catedral Metropolitana.
“Porque con el tarifazo y el ajuste no nos alcanza ni para parar la olla”, fue la consigna que gritaron con más insistencia los cooperativistas que acamparon desde la noche del martes sobre Diagonal Norte, a pocos pasos de la Catedral Metropolitana, donde el Presidente celebró ayer al mediodía el tradicional Tedéum, antes de partir rumbo a Olivos. Las vallas montadas por la Policía Federal y los cordones de Gendarmería actuaron como un muro de contención que los separaba del paisaje desierto de la Plaza de Mayo, adonde la comitiva oficial celebró, custodiada, la fecha patria. El calor humano de la protesta, envuelta en banderas, frazadas y fogones para capear el frío, contrastaba con la soledad de funcionarios y obispos, cercados por la policía y apenas acompañados por los granaderos a caballo, a esta altura el público más fiel de Macri en cada acto. “Al Presidente le diría que se acuerde de nosotros, los trabajadores. Que no solamente se tiene que sentar a dialogar con los empresarios”, soltó Dina, referente de la cooperativa Darío Santillán, donde trabajan otras 250 personas como ella por un salario mensual de 4500 pesos que paga el gobierno porteño.
“Imaginate…. con 4500 pesos, ¿alguien puede creer que una puede pagar los aumentos, mandar a los chicos a la escuela y cumplir con el alquiler?” se indignaba Erica, del Polo Obrero, en la noche del martes mientras se calentaba las manos en una fogata hecha de cartones y pedazos sueltos de madera. En su relato cabían los de centenares de los acampantes de ayer: “Yo soy madre soltera, y el resto de mis compañeras son jefas de familia. Si pudiéramos, tomaríamos otro trabajo, a pesar de que eso implicaría descuidar a los chicos, pero la realidad es que tampoco hay”, contó.
La mayoría de ellos viven en las villas y los barrios del sur de capital. La Boca, Lugano, la 1-11-14, la 21-24, la 31, Los Piletones y Soldati. El trabajo en cooperativas – mayormente de limpieza del espacio público, que dependen del programa “Veredas Verdes ”– es el principal sustento familiar. El acampe de ayer es la tercera medida de fuerza que adoptan en poco menos de un mes, en un conflicto que viene en escalada desde que las organizaciones tomaran el hall del nuevo edificio de la Jefatura de Gobierno, en Parque Patricios. El reclamo es por un aumento salarial del 40 por ciento y la apertura de nuevos puestos de trabajo.
“Somos los que vivimos en las villas que no están urbanizadas, las madres y los padres de los chicos de las escuelas de zona sur que se quedan sin vacante, de los chicos que no se pueden atender en los hospitales públicos por falta de presupuesto. Somos los y las que sufrimos el recorte de alimentos del gobierno de la Ciudad, su política de pobreza, su ocultamiento del dengue”, se definieron a sí mismos los maifestantes en los volantes que repartieron ayer.
El acampe en vísperas del 25 de mayo era en principio una carta que jugaban los cooperativistas en la negociación con el Ejecutivo porteño. En la tarde del martes, cuando se preparaban para marchar desde el Obelisco a Plaza de Mayo, el jefe de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Social de la ciudad, Juan Ignacio Maquieyra, dio por terminada la mesa de diálogo con un llamado telefónico. “Así, con estas medidas de fuerza, no hay más negociación”, comunicó a las organizaciones. Fue entonces que se desplegaron las carpas. Sólo que las vallas, montadas sobre todo el perímetro de la Plaza, los obligó a hacerlo sobre Carlos Pellegrini.
Desde entonces, el Gobierno optó por criminalizarlos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, difundió una información falsa que vinculaba a los manifestantes con un grupo de “quemacoches” que fueron detenidos en el barrio de Belgrano con seis bombas molotov, que fue desmentida por un comunicado de la Federal (ver página 2). El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, aportó enseguida que “no sé si hubo amenazas” (sic). No fue la primera vez que sucesor de Macri en la ciudad apunta contra los cooperativistas. Los había acusado de “violentos” tras la toma de la sede de su gobierno. Desde el acampe, la noticia fue recibida con sorna. “Che, ¿trajiste las bombas? No, estaban en camino, pero fueron interceptadas”, fue el chiste de la mañana entre los militantes.
Los manifestantes de ayer representan una porción no menor dentro del universo de las cooperativas. Aun así, según las organizaciones el aumento que reclaman le costaría al gobierno alrededor de dos millones de pesos por mes. “Es increíble, pero el verso del segundo semestre como salvación también lo escuchamos durante las negociaciones”, relató Leandro, vocero de la Federación de Organizaciones de Base (FOB), que estuvo presente en los tres encuentros con autoridades del gobierno previos al acampe. “Argumentan que la inflación va a bajar y que por eso tenemos que bajar también nosotros las pretensiones”, contó.
La situación económica es otra de las preocupaciones entre las organizaciones. “Hasta fines del año pasado, teníamos entre 30 y 40 chicos en el merendero." – describió Agustín, de Los Invisibles, que tiene su base en la 31 – "Ahora vienen de a 60 todos los días”. “No fue tanto el aumento de chicos en los merenderos”, contrastó Leandro, de la FOB, “sino que cada día tenemos más reclamos de compañeros que necesitan laburar y consultan cómo tienen que inscribirse en la cooperativa. Eso hace que la organización haya crecido muy rápido”. “Mi problema ahora es como voy a pagar el alquiler”, apuntó Lidia, que está anotada en la lista de espera que las organizaciones le entregaron al gobierno como reclamo.
“En febrero explotó el colchón”, aportó Dina, del Santillán. “Todos los días llega gente nueva a preguntar por trabajo”, dijo, y denunció que el gobierno porteño hizo su propio ajuste: “nos recortaron el cuarenta por ciento de la mercadería para los bolsones y encima empeoró drásticamente la calidad de la comida”.
Los militantes golpearon las vallas durante toda la mañana del 25, al compás de los bombos, intentando perforar el cerco aunque sea con el ruido. “Cooperativas/ trabajo ya/ si no hay aumento que quilombo se va armar”, cantaron. La ceremonia en la Catedral se montó mirando hacia la Casa Rosada, dándoles la espalda. “Que se joda por no venir, se perdió nuestra chocolatada”, bromearon algunos.
Informe: Matías Ferrari.
DIPUTADOS KIRCHNERISTAS PIDEN INFORMES SOBRE LA
ANSES
Para que muestren las cuentas
Axel Kicillof, Juan Carlos Díaz Roig y su aliado Carlos Heller reclamaron saber cuál es la situación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. El pedido busca romper con el hermetismo que el Gobierno mantiene al respecto.
La Anses no ha brindado información sobre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
Por Miguel Jorquera
El Gobierno prepara el anuncio para cancelar juicios por retroactividad de haberes a jubilados y pensionados (ver página 13), al tiempo que mantiene un hermetismo absoluto y un cepo informativo sobre la situación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) que sostiene todo el sistema previsional argentino. Por eso, los diputados del Frente para la Victoria Juan Carlos Díaz Roig y Axel Kicillof, con el respaldo de su aliado Carlos Heller (Partido Solidario), reclamaron a través de un proyecto de resolución que el director ejecutivo de la Anses, Emilio Basavilbaso, informe sobre el estado actual del FGS tras la devaluación, la política económica recesiva, la pérdida de empleos y la inflación desatada por los tarifazos. El gobierno de Mauricio Macri no rindió ningún informe bimestral sobre la evolución del FGS tras la devaluación y tampoco conformó el Consejo de FGS – con participación de funcionarios, empresarios, sindicatos y jubilados – ni la comisión Bicameral de seguimiento que debe ser conformada por seis senadores e igual cantidad de diputados. La página web del FGS no fue actualizada y todavía lleva las firmas de la “presidenta Cristina Fernández de Kirchner” y de Diego Bossio por la Anses.
En sus fundamentos, los diputados plantean que “las políticas económicas que se implementaron a partir del 10 de diciembre de 2015, entre ellas la enorme devaluación del peso que provocó una pérdida millonaria de los activos del Fondo y el aumento de la inflación” conspiran contra la rentabilidad del FGS, ya que “una de su principales finalidades es atenuar el impacto financiero que sobre el régimen previsional público pudiera ejercer la evolución negativa de variables económicas y sociales”.
De acuerdo al último informe bimestral presentado – y único durante la gestión macrista – el FGS tuvo una ganancia en pesos de 40,6 por ciento anual en 2015. “El informe omite aclarar cuál es la rentabilidad medida en dólares, habida cuenta de la devaluación que tuvo lugar el 17 de diciembre”, sostienen los diputados Díaz Roig, Kicillof y Heller.
El proyecto de resolución reclama diez respuestas a Basavilbaso, entre ellas, el valor total de la cartera del FGS en pesos y en dólares desde el 10 de diciembre de 2015 a la fecha, así como el “total de inversiones” en las mismas divisas y el mismo lapso de tiempo; las “colocaciones del FGS en acciones, títulos públicos, obligaciones negociables, disponibilidades, proyectos productivos o de infraestructura, depósitos a plazo fijo en pesos y en dólares” desde la asunción del gobierno de Cambiemos; el “rendimiento neto” y “tasa de crecimiento” del FGS desde el diez de diciembre a la fecha; el “Impacto de la devaluación del peso en la cartera del FGS” desde la devaluación macrista hasta la fecha y precisiones sobre “el programa de inversiones previsto para el año 2016”.
Los diputados recuerdan que la creación del Sistema Previsional Argentino (SIPA), por ley del Congreso en 2008, se propuso “unificar la política previsional bajo los principios de solidaridad, devolviendo al régimen público su rol inclusivo y redistributivo”. En este marco – agregan – “la creación del FGS tuvo como objetivo primordial evitar que los beneficiarios del Sistema Público de Reparto se constituyan en variable de ajuste de la economía en momentos en que el ciclo económico se encuentre en fases desfavorables”. Y sostienen que las propias medidas económicas del Gobierno macrista han “afectado el rendimiento del fondo”.
Los diputados detallan al respecto que “primero se devaluó abruptamente, se bajaron las retenciones, se empezó a abrir la economía a las importaciones y se elevó la tasa de interés encareciendo el crédito. El resultado de estas medidas es, como siempre ha sido, la inflación y la recesión económica”. Afirman que ahora hay “miles de desocupados, recesión, mayor déficit fiscal por menor recaudación, salarios a la baja, inflación descontrolada, aumento de la deuda externa, y solamente la espera y la promesa de que vendrán capitales a invertir, y generarán riqueza y derramarán pleno empleo, y pobreza cero y ocupación total. Todo agravado por la falta total de información”.
No solo el Gobierno no informó sobre la situación del FGS tras la devaluación, sino que a casi seis meses de gestión tampoco implementó los organismos de control del mismo, entre ellos el Consejo del FGS, incluido en la ley 26.425 que creó el SIPA tras la disolución del sistema privado de las AFJP y que funcionó hasta diciembre pasado y que no volvió a conformar. El Consejo debe estar integrado por representantes ad honorem de distintos organismo y entidades: uno por las Anses; uno por la Jefatura de Gabinete de Ministros; dos por el Organo Consultivo de Jubilados y Pensionados que funciona en el ámbito de la Anses; tres representantes de las organizaciones de los trabajadores más representativas; dos representantes de las organizaciones empresariales más representativas; dos representantes de las entidades bancarias más representativas; dos representantes del Congreso, uno por cada Cámara.
Tampoco conformó en el ámbito parlamentario la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social (creada por la misma ley 26.425) y que debería estar integrada por 6 senadores y 6 diputados. “Para cumplir su cometido, la citada comisión deberá ser informada permanentemente y/o a su requerimiento de toda circunstancia que se produzca en el desenvolvimiento de los temas relativos a la presente ley, remitiéndosele con la información la documentación correspondiente. Podrá requerir información, formular las observaciones, propuestas y recomendaciones que estime pertinentes y emitir dictamen en los asuntos a su cargo”, especifica su creación.
Hasta ahora el Gobierno esquivó la conformación de estos organismos y a pesar de la prédica macrista de “gobierno abierto” – a través del cual publicará los actos de la administración nacional – ni siquiera la página web del FGS ha sido actualizada y la única información existente se remite a la gestión de los gobiernos kirchneristas.
EL PRESIDENTE DEL PJ, JOSÉ LUIS GIOJA, MANDA SEÑALES A
SERGIO MASSA Y FLORENCIO RANDAZZO
“Quiero adentro a todos los peronistas”
En el PJ creen que en las elecciones legislativas bonaerenses del año que viene se define el escenario en el que se va a elegir el próximo presidente y aspiran a realizar una gran interna donde se resuelvan las diferencias hacia adentro.
José Luis Gioja y Daniel Scioli, presidente y vice del Partido Justicialista.
Por Nicolás Lantos
Ya normalizada la situación institucional del PJ, el peronismo mira hacia adelante con el objetivo de recuperar el poder en 2019. Pero ese camino tiene una escala clave en las elecciones de medio término, particularmente en la provincia de Buenos Aires. Bajo esta hipótesis, la nueva conducción partidaria comenzó a trabajar para volver a incluir bajo el paraguas justicialista a dos figuras de peso específico en ese distrito, con pasado peronista y que hoy en día hacen política por afuera de ese espacio: el diputado Sergio Massa y el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo.
“Me gustaría ver a todos los peronistas participando de una gran interna. Quiero adentro a todos los que tengan pensamiento justicialista y trabajando juntos para que el próximo presidente de la Nación sea alguien de nuestra fuerza”, dijo el flamante presidente del PJ, José Luis Gioja, mostrando las cartas. En las últimas semanas, en sendas reuniones, el diputado sanjuanino les había transmitido la invitación personalmente a los dos, y los canales de diálogo, que nunca estuvieron cortados, hoy son más y más frecuentes que nunca desde diciembre.
La lectura que prima en el PJ es que “en las elecciones legislativas bonaerenses se define el escenario en el que se va a elegir el próximo presidente” y que eso “no solo pasa por los resultados” sino “también habrá que prestarle atención a cómo se configura el mapa político” de cara a las PASO. Por eso creen que una gran interna justicialista en agosto del año que viene, donde se resuelvan, hacia adentro, las diferencias, dejaría al partido bien parado para ser más competitivo dos años más tarde, más allá de lo que pase en octubre.
Todavía no hubo una respuesta de los dos dirigentes al convite de Gioja. En el caso de Massa, hoy por hoy su prioridad es fortalecer el Frente Renovador, para evitar fugas hacia el peronismo y también hacia el PRO, que también tiene un déficit de dirigentes electoralmente competitivos en territorio bonaerense y ya está tentando a algunos dirigentes de ese espacio para que peguen el salto. “El proyecto de Massa es ser presidente. Y eso hoy parece mucho más factible por afuera del PJ que en una interna en la que jugaría de visitante”, analizan en su entorno. Sin embargo el tigrense es especialista en no cerrar del todo ninguna puerta.
Por su parte, Randazzo sigue cumpliendo a rajatabla el voto de silencio en el que se embarcó después de renunciar a la precandidatura presidencial del Frente para la Victoria y rechazar el ofrecimiento a correr por la gobernación. En las últimas semanas levanto levemente el perfil, haciendo algunas recorridas por la provincia y compartiendo una serie de reuniones políticas con figuras de distintos partidos. “Florencio tiene muy buena imagen positiva y le ofrecieron candidaturas de todos los colores para el año que viene. Todavía no decidió si va a jugar, ni siquiera. El no está apurado, así que van a tener que esperarlo”, explica un dirigente que lo conoce de cerca desde hace años.
Es cierto que todavía hay heridas abiertas: dentro del PJ, algunos intendentes se resisten a abrirle nuevamente la puerta a Massa, que les causó el año pasado serios problemas en sus distritos con el Frente Renovador. Hay también dirigentes que aún no le perdonan a Randazzo el tono que tuvo su campaña contra Daniel Scioli y su rechazo a ser candidato a gobernador de la provincia, y le adjudican responsabilidad en la derrota electoral del año pasado. “El peronismo no es una escuela de señoritas: hemos tenido internas muy duras, pero después nos ordenamos y seguimos al ganador”, suele decir Gioja cuando se lo consulta al respecto, relativizando la resistencia que podrían recibir los hijos pródigos a su regreso.
El operativo reunificación también apunta a juntar el bloque de diputados del PJ-FpV con los díscolos que partieron la bancada en el verano. Por ahora, los referentes del Bloque Justicialista descartan la movida, porque no se consideran representados por la actual conducción parlamentaria del peronismo, en manos de Héctor Recalde. Más difícil, pero no por eso fuera del radar, es la incorporación al boque de senadores que conduce Miguel Pichetto de los “peronistas disidentes”. Las charlas con puntanos, pampeanos y cordobeses están en marcha.
Mientras tanto, el martes que viene a las siete de la tarde en la sede nacional del PJ será la primera reunión del Consejo Nacional Justicialista desde que Gioja asumió como presidente. En el encuentro se discutirán los pasos a seguir aunque no se esperan mayores novedades. La más importante, acaso, será que el quincho de la calle Matheu ya no estará adornado por los retratos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que fueron retirados del lugar hace pocos días.
El futuro del campo popular
¿Cómo actuar políticamente?
Por Diego Conno *
Los acontecimientos recientes han sido y son motivo de angustia, temor y dolor; pero también deben constituir un estímulo para una paciente reflexión teórica y una prudente práctica política. Al menos implícitamente, dichos acontecimientos planten la pregunta sobre qué formas de pensamiento y de comunicación, de oposiciones y de luchas, de resistencia y de organización hay que adoptar para que la derrota electoral del campo nacional-popular no se convierta sin más en una derrota política. Dicho de otra manera, ¿cómo hacer para conservar y profundizar todo lo que se hizo en estos años en términos de democratización, inclusión social, redistribución del ingreso y ampliación de derechos?
La tarea en este sentido debe ser doble. Por un lado, es imprescindible conocer muy bien la identidad y las prácticas del nuevo Gobierno, no alcanza con las usuales caracterizaciones como “derecha”, “oligarquía”, “neoliberalismo”. La fuerza gobernante contiene todos estos elementos, que enhebran las fibras más dramáticas de la historia nacional; pero a su vez ellos deben ser analizados en la coyuntura actual. Se deberá reconocer –aunque las primeras medidas no lo demuestren– que las derechas también aprenden de sus experiencias políticas. Esto implica, fundamentalmente, un modo distinto de relacionarse con el Estado y con la sociedad.
Por otro lado, también se deberá conocer las diversas modalidades que van asumiendo las distintas luchas sociales y sus posibilidades de articulación; y cómo las subjetividades pueden vivir y constituirse en ese proceso. De ahí que el problema no parece ser tanto el de la conciencia política (cómo saber algo que no se sabe), sino un problema ético-político acerca de cómo se conforman los deseos individuales y colectivos. El neoliberalismo contemporáneo no es solo una ideología política o un sistema de creencias acerca del funcionamiento de la economía y del Estado; es una tecnología de gobierno que moldea nuestras subjetividades. Por eso, la resistencia no puede ser solo política en el sentido clásico, debe ser una apuesta ética y moral. Se deberá trabajar para constituir otras formas de subjetividades, donde la palabra ciudadanía o “Frente Ciudadano” ya parece empezar a tomar consistencia. Contra un tipo de ciudadanía abstracta de individualidades en competencia, un proyecto nacional-popular exige una ciudadanía activa. Desde esta perspectiva, la ciudadanía deja de ser solo un status jurídico-político y se convierte en práctica de subjetivación política, cuyo carácter performativo implica la realización de derechos en el mismo momento en que se los enuncia o ejerce.
Se requiere un trabajo de articulación de las diferentes luchas sociales, donde puedan converger las experiencias diversas de movimientos y organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, docentes y estudiantes, científicos, artistas y artesanos, trabajadores de la cultura en general. Se deberán ensayar formas novedosas de pensamiento y acción, para que cada ciudadano se transforme en legislador, en jurista, en intelectual, en comunicador, en político. Solo así las fuerzas nacional-populares podrán sostener su poder instituyente.
Se deberá conformar también un pensamiento colectivo y una práctica común de resistencia y organización, mucho más creativas e imaginativas, que no nieguen las mediaciones, las representaciones o los liderazgos, pero que tampoco las acepten como ya dadas, sino como compuestas día a día en la inmanencia de la vida social y productiva del país.
Política es el nombre de una potencia de afección. Las fuerzas democráticas deben recuperar la capacidad política de afectar y ser afectados por otros, por los que piensan distinto. Poder llegar a otros sectores y otras fuerzas sociales que en algún momento acompañaron el proyecto que se inició en 2003, y que por distintos motivos se fueron alejando. Pero también convocar a otros sectores y fuerzas sociales que quizás nunca se sintieron conmovidos. El kirchnerismo, como (des)borde del peronismo, deberá ampliar su núcleo duro. Esto también le cabe al peronismo. Y ese proceso tiene que venir no de arriba hacia abajo, o no tan solo, sino también y al mismo tiempo de abajo hacia arriba. Gramsci llamaba a este proceso de irradiación o ampliación político-cultural con el nombre de “hegemonía”.
Pero, fundamentalmente, lo que tenemos que hacer es algo que sabemos hacer y muy bien, porque es el lugar de donde venimos muchos de los que hemos apoyado el proyecto democratizador de los gobiernos kirchneristas, que no es el de las grandes empresas ni las corporaciones mediáticas, no es el de las consultoras ni las universidades privadas, no es el de los grandes estudios jurídicos ni las multinacionales, sino el de la lucha y la organización popular. Lucha y organización popular en cada uno de los espacios que habitamos, en las fábricas, las universidades, los sindicatos, los talleres, las organizaciones sociales, los partidos políticos, pero también en los barrios, las plazas, las calles, y en todas y cada una de las formas de la cultura: lucha y organización popular.
Tenemos que poder encontrarnos y saber reconocernos en estos espacios, para empezar a construir desde ahora un proyecto político alternativo, que pueda disputar el poder en cada proceso electoral, en legislativas, intendencias y gobernaciones, y desde ya, en las próximas elecciones presidenciales, pero también en cada uno de los resquicios donde se ponen en juego las formas de lo común. Nunca se toma el poder del Estado, se deviene Estado. El trabajo es arduo, lo sabemos. Pero solo así las fuerzas progresistas, democráticas, populares, emancipatorias, libertarias, que parecen estar de repliegue en América Latina, podrán encontrar cada una de ellas, pero también todas juntas, sus formas de volver.
* Politólogo.
La ola que viene
Por Mario Toer **
Desde hace varios años, el vicepresidente de Bolivia suele retomar una afirmación de Marx para relacionarla con los procesos que está viviendo nuestra región. Nos dice que los grandes cambios suelen producirse como oleadas; avanzan hasta cierto punto y después deben retroceder. Y no lo hace con afán poético, porque queda bien la metáfora. Está describiendo algo notablemente real. Cuándo se produce un avance de masas, no se establece hasta dónde debe llegar. Saben contra quién lo hacen y quieren llegar lo más lejos posible. Pero hay un momento en que las fuerzas no alcanzan, sentimos que el que estaba unido a mi brazo ya no está, y se asume que hay que retroceder. La costa vuelve a emerger y reconstruye algunas de sus defensas. Entonces nos reencontramos en un lugar en el que se puede cerrar filas. Y allí se deben sacar enseñanzas para que la ola que viene sea más profunda, resienta más aún las defensas de la costa. Porque la próxima ola va a venir. Vamos a volver. Por la sencilla razón de que no está entre las virtudes de quienes se encuentran en la costa resolver los problemas, las demandas de las mayorías. Cómo en la fábula del escorpión, es inherente a su naturaleza agravarlos, hacerlos más evidentes. Álvaro García Linera sale al paso, así, de aquellos que imaginan que puede construirse de manera indefinida, sin interrupciones, de la mano de la voluntad, un presunto socialismo periférico. Son los que confunden el movimiento de lo real con sus deseos. A todos nos puede pasar en alguna medida. Pero están los contumaces, recalcitrantes, que como no todo ocurre según lo imaginan, les echan la culpa a los dirigentes. Están presentes, casi siempre, desde un inicio. Su soberbia les impide ver el entramado y las complejidades del conflicto. Desprecian las razones por las que los pueblos reconocen a sus líderes. Aunque nunca son seguidos por más de un puñado, suelen crear confusión y desaliento. Errores existen a granel. Máxime cuando transitamos algo nuevo. Hay un aprendizaje obligado. Pero cuando nos referimos a quienes han venido estando a la cabeza de los procesos actuales en la región, tenemos que decir que, a lo principal, lo han hecho bien. A los errores debemos criticarlos en su contexto. Hoy contamos con protagonistas que hace quince años no existían. Y están para quedarse. No son una mera pueblada descontenta que se dispersa. No se pudo consolidar el bloque regional que aspirábamos. Hubo dificultades estructurales y otras propias del período de crisis que atravesamos. Pero hemos establecido códigos que resuenan en otras latitudes. Son más los que empiezan a comprender las diferencias entre el socialismo utópico y el socialismo científico. Y también los que entienden que esta época no es la del siglo XIX que entreveía el enfrentamiento decisivo en las principales metrópolis “clase contra clase”. Ni lo que signó al siglo XX, que llegó a soñar con una periferia unida que llevara a la implosión del centro. Nuestra época requiere de la confluencia de la rebeldía de la periferia con los avances de las mayorías del llamado “primer mundo”. En esta ola hemos dejado una señal que escucharon Iglesias, Mélenchon, Tsipras y otros. Y lo que es bastante más decir, en los últimos imperios surgen voces como las de Sanders y Corbyn, ya no les basta el discurso bien pensante o meramente solidario. Y por tanto convocan juventudes antes escépticas y legitiman que se trata de unirse contra el 1 por ciento. Comienzan a llamar a las cosas por su nombre. Y, seguramente también, esas señales fueron captadas por los Manning, Assange, Snowden y como se llame el de los “paraísos fiscales” (no son estrellas fugaces, son signos de nuevos tiempos).
La contraofensiva derechista sacó sus conclusiones y extrema una estrategia con cuatro vectores: (1) acallar la voz rebelde por todos los “medios”; (2) desprestigiar e ilegalizar a quienes han emergido como liderazgos populares; (3) cerrar el grifo de los recursos posibles para el armado político del campo popular (“si inventan tres burgueses generosos, los metemos presos; nosotros tenemos a todos los demás”); (4) extremar el camuflaje propio para pasar por conciliadores, generosos, alegres, dispuestos a “conservar lo bueno”. Por poco tiempo puede funcionar. Máxime cuando la crisis potencia las dificultades. Pero el maquillaje no tarda en estropearse y asoma el grotesco. Las enseñanzas para la próxima ola tienen que devenir de madurar estas circunstancias. Los medios alternativos tienen que aprender a ser sutiles, irónicos y profundos. No ayuda la retórica reiterada. El aporte popular tiene que ser el centro de nuestros recursos. Si lo hace Sanders ¿por qué no nosotros? (a escala propia, se entiende). Que sea bien distintivo que hacemos política desde abajo, de una manera diferente (en las mayorías tiene que dejar de resonar el “son todos lo mismo”). Nunca más les tiene que resultar sencillo apropiarse de los temas de “seguridad”, “corrupción” y “eficiencia” ¡si ellos son los inventores de la desgracia! El intercambio, la reciprocidad, con las fuerzas alternativas de las metrópolis tiene que ser prioritario. Cuando cantemos “el que no salta es un inglés”, tenemos que agregarle un asterisco “excepto los que votan Labour”… Y todo “desde el pie”. También el humor tiene que ser nuestro, porque si hay algo que nos pertenece y debe nutrir la próxima ola es la alegría de vivir.
** Profesor de Política Latinoamericana (UBA).
EL GOBIERNO RESOLVIÓ QUE LOS OPERADORES DE
TELEVISIÓN CODIFICADA DEBEN LIBERAR FRECUENCIAS
La batalla por el control del espectro
La medida afecta a decenas de empresas y cooperativas que brindan servicios de televisión paga por aire. En la resolución oficial se afirma que es para sumar espectro al despliegue de la TDT abierta, pero podría ir a manos de las telefónicas.
Miguel De Godoy, titular del Enacom, firmó la resolución que les apunta a los operadores codificados.
Por Fernando Krakowiak
El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) resolvió que todos los operadores de televisión codificada por aire que operan en la banda de 512 a 698 MHz deberán liberar sus frecuencias en un plazo de dos años. La resolución ya fue firmada por el titular del organismo, Miguel De Godoy, aunque todavía no se publicó en el Boletín Oficial. En los considerandos de la norma, se justifica la medida debido a la necesidad de contar con espectro suficiente para el despliegue de la Televisión Digital Terrestre (TDT) que se emite en abierto. Sin embargo, el destino final de esa valiosa banda de frecuencias dependerá de la atribución que se le asigne al momento de licitarla. Página/12 adelantó el sábado 14 de mayo que el gobierno tenía decidido avanzar en esta dirección, pero no para promover la TDT sino debido a la presión de las empresas de telefonía móvil que buscan quedarse con una porción de ese activo.
En la banda que va de 512 a 698 MHZ (canales 21 a 51) ya operan canales de TDT en abierto. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, las personas que tienen un televisor con receptor digital incorporado o un televisor analógico con un conversor digital pueden captar en los canales 22 a 25 las señales públicas (Canal 7, Paka Paka, Encuentro, etc.) y en los canales 33, 34, 35 y 36 los espejos en digital de los canales analógicos 13, 9, 11 y 2, respectivamente, entre otras señales. Ese tipo de radiodifusores que tienen licencia para emitir televisión digital en abierto no corren riesgo, pues la medida oficial le apunta a las compañías que brindan televisión codificada por aire (no por cable ni por satélite) a lo largo de todo el país. En este último grupo, por ejemplo, se encuentran Carboteco de Lobos, Cuyo Servycom S.A. de Mendoza, Televisión Multicanal Codificada de Córdoba, Cablevisión de La Plata, Rauch y Azul, Canal del Viento de Chubut, Antina TV en el Gran Buenos Aires, Las Flores Color Visión de Las Flores, Fortín Rural de 25 de mayo, TV Tandil y Siglo XXI de Villaguay, entre otras. Todas esas compañías ahora deberán migrar a una banda mucho más alta, que va de 12,2 a 12,7 GHz, desde la cual se les dificultará mucho seguir prestando el mismo servicio. La resolución firmada por Miguel De Godoy además establece que las televisoras codificadas que en mayo de 2014 fueron desplazadas de la banda de 700 MHz (698 a 806 MHz) y todavía no habían abandonado su posición en el espectro también deberán migrar a la banda de 12,2 a 12,7 GHz.
Los radiodifusores sospechan que son las telefónicas las que están detrás de esta nueva embestida. En 2014 se quedaron con la banda de 700 MHz, amparados en las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y desde entonces han venido presionando para conseguir más espectro, preferentemente frecuencias más bajas que les permitan asegurarse mayor cobertura con una inversión relativa menor. Uno de los más interesados en acceder a la banda de 600 es el magnate Carlos Slim, pues Claro ingresó relativamente tarde al mercado argentino y tiene fundamentalmente frecuencias altas.
El avance de las telcos sobre la banda de 600 MHz forma parte de una tendencia regional. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos informó en febrero que los radiodifusores de ese país cederán espectro de esa banda a firmas como T-Mobile, AT&T, Verizon, Sprint y Dish, las cuales podrían estar dispuestas a desembolsar en una subasta hasta 60.000 millones de dólares en conjunto para repartirse ese activo. También se mencionó a la firma América Móvil, la dueña de Claro, entre las interesadas. En México la tendencia es similar. A mediados del año pasado, el comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones, Fernando Borjón, adelantó que el organismo tiene previsto liberar la banda de 600 MHz para servicios de telecomunicaciones en 2018.
En este contexto regional, es difícil suponer que el gobierno de Macri va a liberar el bloque de bandas de 614 a 698 MHz sólo para promover la TDT, ya que en esos 84 MHz podrían transmitirse decenas de canales de televisión abierta digital y hasta el momento no pareciera haber demasiadas empresas interesadas en ofertar dinero en una licitación para quedarse con una porción del espectro en la que sólo podrían ofrecer un servicio gratuito que se financia con publicidad. La televisión abierta ha sido históricamente un negocio oligopólico, con cuatro o cinco jugadores en las ciudades donde ha habido más competencia, como el Área Metropolitana de Buenos Aires. El gobierno anterior incrementó esa oferta con señales públicas como Encuentro, Paka Paka e Incaa TV, y también subiendo a la plataforma estatal de TDT a radiodifusores privados como CN23 y 360TV, pero sin ese apoyo del Estado es difícil suponer un incremento significativo del número de señales abiertas porque el crecimiento de la torta publicitaria no va de la mano de la oferta de canales. Por lo tanto, se corre el riesgo de que la banda de 600 terminen siendo subutilizada.
Una posibilidad es que se flexibilice el uso del espectro radioeléctrico para que en una determinada banda los licenciatarios no sólo puedan brindar radiodifusión sino también telecomunicaciones. Héctor Huici, secretario de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, dio una pista en ese sentido el mes pasado al exponer en las I Jornadas de Telecomunicaciones y Medios Electrónicos que se realizaron en la Universidad Abierta Interamericana. “Tenemos que replantearnos, sobre todo en un escenario convergente, cómo vamos a administrar el espectro de radiodifusión. Si vamos a seguir teniendo divisiones tan tajantes o vamos a dar más flexibilidad en su uso para que cuando alguien encuentre socialmente útil hacer televisión haga televisión y cuando encuentre útil vender un servicio de transmisión de datos haga eso y si quiere agregarle movilidad también pueda hacerlo”, aseguró. Si se avanza con esa flexibilización, entonces podría ser que en la banda donde supuestamente se quiere promover la TDT los operadores terminen brindando otros servicios que consideren más rentables, como telefonía móvil.
BUSCAN ATRAER FONDOS PARA CANCELAR JUICIOS
JUBILATORIOS
A la espera del blanqueo
“Vamos a pedirles una ayuda a aquellos que tienen, para que pongan el hombro, blanqueen y paguen el costo de no haberlo declarado antes”, aseguró Macri. Con ese dinero cancelarían deuda con los jubilados.
Macri dijo que los detalles de la propuesta para los jubilados se conocerán mañana.
El presidente Mauricio Macri afirmó ayer que el Gobierno pagará los juicios por reajuste de haberes a los jubilados y que los fondos para hacer el desembolso saldrán de lo recaudado en el blanqueo. “Estuvimos trabajando mucho con el equipo y el viernes (por mañana) vamos a hacer una propuesta para terminar con este flagelo al que están sometidos los jubilados, que inician juicios y en muchos casos no llegan a ver el resultado final. Queremos terminar con eso. Pagar todos los juicios pendientes. Para eso vamos a pedirles una ayuda a aquellos que tienen, para que pongan el hombro, blanqueen y paguen el costo de no haberlo declarado antes. Eso nos va a ayudar a cumplir este compromiso con los jubilados y varias cosas más”, aseguró. Se estima que la medida del gobierno beneficiaría a cerca de 300 mil jubilados que iniciaron juicio.
Macri aseguró que confía en que la exteriorización de capitales arrojará resultados muy positivos. “Estamos muy contentos. (El blanqueo) va a ser un éxito porque se da en un momento del país en el que no paran de llegar inversiones. La rueda se empezó a mover. El mundo nos ha abierto la mano”, sostuvo, aunque los resultados en materia de inversiones extranjeras directas todavía no son alentadores. En el primer trimestre, hubo una entrada de inversiones productivas del exterior de 500 millones de dólares, una cifra casi idéntica a la registrada en los últimos cinco años.
Distintas versiones aseguran que la alícuota del blanqueo ascenderá al 10 por ciento y que apuntará tanto a tenedores de pesos como de dólares sin declarar. La propuesta incluiría una moratoria con condonación de impuestos y, posiblemente, la elevación del piso a pagar de impuestos a los bienes personales hasta el millón de pesos (hasta ahora el monto es de 305 mil pesos, cifra vigente desde 2007). La alícuota máxima sería del 10 por ciento, aunque la tasa iría bajando en función de la inversión que se realice con el capital blanqueado. El inversor que deje el dinero en el exterior pagará más respecto de aquellos que decidan ingresar los recursos para comprar bonos, adquirir un inmueble o hacer un proyecto productivo. El proyecto de Cambiemos iría en sintonía con las amnistías fiscales promovidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) antes del inicio del intercambio tributario informativo entre más de 100 países, que comenzará en 2017.
El presidente aseguró que en los últimos meses se tomaron decisiones de política económica que impactaron en algunos sectores, pero reafirmó la idea de que esta batería de medidas (quita de retenciones, devaluación, aumento de tarifas de servicios públicos, entre otras) era necesario para evitar una “explosión” del país. “Sé que han sido meses difíciles para muchos argentinos. Comparto el dolor, las angustias. Sincerar ha sido muy duro pero nos dejaron una bomba a punto de estallar”, aseguró. Los números de las consultoras, en cambio, muestran otra realidad. La actividad económica avanzaba al 2 por ciento el año pasado, mientras que para 2016 se espera una caída de entre el 1,5 y el 2 por ciento. A su vez, la inflación de 2015 se ubicaba en torno del 20 al 25 por ciento, cuando las expectativas del mercado para este año son que el alza de precios cierre por encima del 40 por ciento.
Macri dijo que en el segundo semestre del año todo empezará a calmarse. “La segunda parte de 2016 va a ser mejor, la inflación va a bajar drásticamente”, subrayó. “Confíen que vamos por el camino correcto. Hemos tenido que hacer cosas que duelen, que me duelen en lo personal porque sé lo que cuesta llegar a fin de mes, pero fue para el bien de todos los argentinos. Acá hay que construir confianza, esa plantita que hay que regar y jamás voy a defraudar esa confianza que es buena para el conjunto. Voy a enfrentar todo problema, toda mafia, toda corrupción en el camino de construir un mejor futuro”, insistió el mandatario.
http://www.pagina12.com.ar/diario/principal/index.html
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