lunes 30 de mayo de 2016
Un panorama preocupante
Por Pablo Galand
El debate generado a partir de la iniciativa sindical de sancionar una ley que evite los despidos laborales puso a las pequeñas y medianas empresas en una situación incómoda. Por un lado, son las principales colocadoras de trabajo al cubrir cerca del 70% de la demanda laboral. Pero, a su vez, la carga laboral en sus estructuras de costos es mayor que en las grandes empresas, y desde ese lugar plantearon sus objeciones a la ley antidespidos. Lo cierto es que el fuerte aumento de las tarifas energéticas, la caída del consumo que golpea en las ventas y el aumento en el ingreso de productos importados ponen a las pymes frente a un escenario muy similar al de los '90, donde muchas de ellas desaparecieron. Las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno suenan más a un paliativo que a una política integral que las tenga realmente en cuenta.
Un reciente informe de la Fundación Observatorio Pyme revela que la ocupación en este sector cayó un 0,9% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo período del año pasado, y un 1,2% en referencia al período octubre-diciembre. Pero en el caso de las empresas que emplean entre 10 y 50 trabajadores, la caída llega al 1,5%. La situación laboral no se presenta tan grave en el caso de las empresas con planteles que oscilan entre los 50 y los 200 empleados, donde no registraron despidos significativos, según dicho informe. Las actividades en las cuales se produjeron la mayor cantidad de despidos están vinculadas a los metales comunes, maquinaria, alimentos y bebidas. La mayoría de los trabajadores que perdieron su empleo mantenían un vínculo informal con respecto a la empresa, por lo que en muchos de los casos ni siquiera lograron percibir algún tipo de indemnización.
En lo que tiene que ver con las ventas, la situación también se presenta preocupante. Siempre tomando como referencia el primer trimestre del año, el descenso fue del 4,5% en comparación con el último trimestre del año pasado y del 1,6% con respecto al mismo período del año pasado. Vale señalar que en el informe difundido a fines de 2015 el Observatorio Pyme había indicado que por primera vez desde 2011 este segmento de empresas habían registrado un crecimiento de la actividad superior al de las grandes empresas, una tasa anual del 3,8% y que la ocupación había crecido levemente (1,5%), por primera vez desde 2010. Incluso indicaba que "todo el crecimiento anual registrado se produjo durante el segundo trimestre, fruto de la fuerte influencia de las políticas de incentivo a la demanda del gobierno anterior". Sin embargo, como lo muestran los registros de este año, el escenario cambió abruptamente desde diciembre del año pasado con las nuevas políticas económicas.
En el caso específico de la producción textil, el panorama aparece más desolador que el que se da en general en todo el mundo pyme. A partir de una liberalización de las importaciones que autorizó el gobierno nacional, la actividad textil registró en lo que va del año una caída del 25%, de acuerdo a un informe de la Fundación Pro-Tejer, especializada en monitorear dicha actividad. Para el titular de esta organización, Jorge Sorabilla, la retracción de la actividad se explica "un tercio por la liberación de las importaciones, que crecieron un 7%, y el resto por una caída de las ventas por menor poder adquisitivo de la gente, expectativas y una retracción de la gente a consumir".
El factor importaciones resulta significativo de acuerdo con lo que revela el informe de Pro-Tejer. Durante el primer trimestre del año registraron un aumento del 6,6% en cantidad y del 5% en dólares en comparación con el mismo período del año pasado. En el caso de las prendas de vestir, el incremento es muy superior, alcanza el 19% en dólares y el 33% en cantidad. El mayor ingreso de las importaciones proviene de China (un 43% del total), secundado por Brasil.
"La política económica que puso en marcha el actual gobierno afecta a las pymes desde un doble componente; por un lado, caída del consumo por retracción del mercado interno y por el otro, el fuerte ingreso de las importaciones", señala ante Veintitrés Eduardo Fernández, titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Productores (Apyme). De acuerdo con relevamientos internos llevados adelante por esta entidad, el actual escenario generó en el primer cuatrimestre del año una caída de la actividad que en promedio oscila entre el 5% y el 7% pero que en algunos rubros alcanza al 40%. "Los sectores más afectados son los vinculados al sector manufacturero, que apunta al mercado interno y en el caso del comercio, los que venden bienes de consumo durable como electrodomésticos", completa Fernández. Al igual que en Pro-Tejer, desde Apyme registraron una caída pronunciada en la producción y la venta de la actividad textil, "pese a que estamos en el período de cambio de temporada y que suelen ser los mejores meses del año para el sector", indica Fernández.
Raúl Zylberstein, secretario general de la Confederación General de Empresas de la República Argentina (CGERA), considera que como consecuencia de las actuales políticas económicas "las pymes hemos perdido un enorme capital de trabajo". Enumera cuatro factores que llevaron a una situación crítica en el sector: la devaluación, que aumentó los costos de producción por los insumos importados; la caída en las ventas como consecuencia de la importación y el achicamiento del mercado interno; el meteórico aumento de las tarifas energéticas y una serie de modificaciones en la política tributaria de la AFIP, que achicó los plazos de pagos de impuestos adeudados y elevó del 24% al 35% su financiación. Como consecuencia de todo este combo, Zylberstein asegura ante Veintitrés que "el 10% de las pymes están trabajando con capital negativo, eso quiere decir que están fundidas".
La quita de subsidios y la consecuente alza de las tarifas de luz y gas resultaron un verdadero mazazo en la estructura de costos de las pymes. Según la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), en el área metropolitana la suba promedio, a partir del relevo en 500 establecimientos, alcanzó el 247,7%. Pero en el interior del país también se registraron monumentales subas. "En el cordón industrial de San Francisco (Córdoba), el aumento del gas en las fábricas fue del 1.500%", asegura Fernández. Los impuestos municipales y provinciales también significaron un duro golpe en los costos de las empresas. "En la ciudad de Córdoba, las alícuotas subieron un 40%", apunta el titular de Apyme.
Para morigerar los efectos recesivos, a través del Ministerio de la Producción que dirige Francisco Cabrera, el Gobierno lanzó una serie de anuncios. Por ejemplo, alivió la carga fiscal de las pymes al permitir el pago del IVA 90 días después de haber facturado sus ventas. A su vez, actualizó los mínimos para tener que aplicar retenciones de IVA y Ganancias, que estaban congelados desde los años 2000 y 2003, respectivamente. Según las estimaciones de la AFIP, estas medidas aliviarán la presión tributaria de unas 280.000 pymes.
Los empresarios consultados celebran estas medidas pero entienden que no son suficientes. "No alcanzan, pero creemos que van en la dirección correcta", señala Zylberstein. Más crítico, Fernández entiende que "aparecen más como un parche que como medidas tomadas desde la visión de un proyecto productivo". Para el directivo de la CGERA, "falta alivianar todo lo que es impuestos al trabajo. De cada 100 pesos que una empresa paga en concepto de recursos humanos, al bolsillo del trabajador llegan apenas 48 pesos. Y de esos 48 pesos paga 21% de IVA y 4% de ingresos brutos. Para consumir bienes le queda muy poco de su salario, y nosotros vivimos de ese consumo. Sacarle impuestos al trabajador genera un círculo virtuoso, porque se reactiva el trabajo y el consumo y al Estado se le abre la posibilidad de recaudar más a través de IVA", señala. Para no desfinanciar el sistema de previsión social, desde la CGERA proponen pagar las cargas sociales a cuenta de IVA.
En general, la iniciativa de las centrales obreras de una ley de emergencia ocupacional generó la oposición de las cámaras vinculadas a las pymes. Zylberstein, por ejemplo, entiende que "no soluciona ninguno de nuestros problemas y a su vez nos puede traer algún tipo de conflicto porque es un gran negocio para abogados inescrupulosos", afirma. De un modo similar se expresaron otras entidades industriales como la UIA y la CAME. Pero en el caso de Apyme tienen otra visión frente a la ley. "Nosotros creemos que su aplicación no nos perjudica; si dentro de un año hay empresas que van a concurso por quiebra, no va a ser porque tuvieron que pagar doble indemnización sino porque le cayeron las ventas y la producción", señala Fernández.
Ambos dirigentes indican que todavía no se han registrado despidos masivos de trabajadores y que en el peor de los casos las empresas decidieron suspender personal o reducir las jornadas laborales. "En general, la última medida que toma el pequeño y mediano empresario es desvincularse de su personal, porque es parte esencial de su capital de trabajo", indica Zylberstein. Con todo, los dos empresarios destacan que la iniciativa sindical ayudó para poder instalar en la agenda la problemática del sector. "El Gobierno escuchó el mensaje de la calle y de las cinco centrales sindicales. Reaccionó de una manera proactiva a la demanda del sector", asegura Zylberstein. "Si los muchachos (por los dirigentes sindicales) no hubieran iniciado este reclamo, hoy no se estaría hablando de las pymes y de la necesidad de encontrar soluciones para un sector clave en la generación de empleo", sostiene Fernández. Queda ahora ver si el Gobierno ofrece las respuestas adecuadas.
Los números del sector
- 70% del empleo es generado por las pymes.
- 1,2% cayó la ocupación en el sector pyme durante el primer trimestre de este año, en comparación con el último de 2015.
- 1,5% es la caída en empresas que poseen entre 10 y 50 empleados.
- 4,5% cayeron las ventas en el primer trimestre del año con respecto al trimestre anterior y un 1,6% en comparación con el mismo período de 2015.
- 25% de caída en la actividad del sector textil en lo que va del año.
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