sábado 23 de abril de 2016
Por David Cufré
El ajuste recesivo que provocó el Gobierno con la devaluación, la quita de retenciones, el aumento de tarifas y los despidos no es un efecto no deseado de la política económica, es el punto de partida de un programa orientado a modificar estructuralmente la distribución del ingreso. Mientras más tarden en asumirlo los sectores afectados, que son las mayorías populares, más a fondo avanzará el macrismo en la configuración de un nuevo escenario social. La respuesta del Presidente al proyecto de ley que busca poner freno a las cesantías es el ejemplo de esta semana. Si realmente estuviera preocupado por la ola de despidos acompañaría esa iniciativa, que en 2002 y 2003 resultó efectiva como dique de contención a la sangría laboral, en lugar de amenazar con vetarla. Pero lo cierto es que fue el Gobierno quien empezó a agitar las aguas de la desocupación con la expulsión de miles de trabajadores del sector público. Tras ello se montaron empresas del sector privado, en parte como respuesta defensiva a la contracción del consumo que dañó sus negocios. Otra muestra en la misma dirección de la política oficial son las trabas que está poniendo el Ministerio de Trabajo para continuar con los Repro, el plan de sostenimiento del empleo que arrancó en 2009 luego del estallido de la crisis financiera internacional. En aquel momento el Estado llegó a destinar recursos hasta para defender puestos de trabajo en una multinacional como General Motors. Ahora se crean cada vez más obstáculos y, en lugar de los Repro, el Gobierno proyecta un aumento en el monto del subsidio por desempleo. Es decir, se pasó de proteger al trabajador a facilitar su salida. Un tercer ejemplo es el anuncio de 2500 despidos por parte de YPF, que achicó para este año sus proyectos de inversión.
En un contexto internacional difícil, con Brasil hundido en la depresión económica luego de devaluar y profundizar el ajuste fiscal desde enero del año pasado –en un plan comprado por Dilma Rousseff al banquero que puso como ministro de Hacienda, Joaquim Levy–, el Gobierno lanzó una batería de medidas que pegaron en el principal sostén que tenía la economía nacional: el mercado interno. No fue un error. Fue un acto deliberado, cuyo objetivo es el disciplinamiento social. A nadie escapaba que soltar el tipo de cambio provocaría una estampida inflacionaria, lo mismo que bajar retenciones y subir tarifas. Eliminar las estructuras creadas en el Estado para controlar la formación de precios tampoco podía redundar en una baja de la inflación. Subir a 38 por ciento las tasas de interés de referencia del Banco Central no podía favorecer nunca a los sectores industriales ni promover el consumo. Quitar la obligación a bancos y compañías de seguros de destinar una parte de sus carteras al financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura no se condice con ningún plan de desarrollo. Liberar a los bancos de la obligación de ajustar las tasas de interés para los ahorristas en línea con las subas de las tasas para los créditos solo puede satisfacer al sector financiero. Paralizar obras públicas, proyectos como Atucha III y el satélite Arsat III, evidencia el desinterés del Gobierno en áreas estratégicas del desarrollo nacional y el desprecio por sus trabajadores.
Frente a todo ello, la mayor capacidad que demostró Cambiemos desde la campaña electoral hasta el presente es el manejo político. Seguramente le hubiera resultado más difícil sin el acompañamiento del aparato mediático, que hasta logró disimular la decena de sociedades offshore que tiene el Presidente y su familia en guaridas fiscales, lo mismo que otros destacados representantes de la alianza de gobierno. Pero el macrismo consiguió un apoyo social decisivo para avanzar hasta donde llegó. Primero la promesa fue que ninguna de las medidas que tomaría desde el poder afectaría las conquistas del kirchnerismo. El punto de partida de esa estrategia fue la noche del triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballotage porteño, cuando Macri se disfrazó de peronista y dijo que su fuerza venía a construir sobre lo construido. Ya en el poder, el Presidente cambió ese discurso por el de la pesada herencia para justificar las medidas antipopulares. Es un recurso que aún le rinde frutos, por más que el Indec lo desmintió reconociendo que en 2015 la economía creció 2,1 por ciento y los registros de la AFIP dieron cuenta de la generación de cerca de 150 mil empleos privados el año pasado. De todos modos, la imposibilidad de tapar el sol con la mano está obligando al Gobierno a hacer un tercer giro, que tomará cada vez más forma, hacia la gastada teoría del derrame. El argumento es que los sectores populares deben aceptar un sacrificio inicial para permitir un aumento de la rentabilidad empresaria, que supuestamente luego redundará en una economía pujante que incluirá a todos. La experiencia nacional e internacional demuestra que el derrame nunca se produce, mientras que los sacrificios requeridos y la pérdida de derechos sociales son cada vez mayores.
El principal elemento de seducción que presenta ahora el Gobierno para convencer a la sociedad de seguir creyendo en la teoría del derrame es el plan deuda. La emisión de bonos por 16.500 millones de dólares esta semana, después de recibir ofertas de inversores internacionales por 68.000 millones, fue presentada por el equipo económico como la comprobación del éxito de su gestión, dedicada casi en exclusividad durante cuatro meses a arreglar con los fondos buitre y volver a los mercados. La reinserción de la Argentina en la lógica del capitalismo financiero es funcional al objetivo de producir un cambio profundo en la orientación del ingreso, a favor de sectores concentrados y en contra de los trabajadores. En ese proceso, la vuelta del Fondo Monetario Internacional es un elemento clave.
Una vez instalada la muletilla de que sin financiamiento en los mercados el país no tiene destino, lo que seguirá será una sucesión interminable de medidas para demostrar a los inversores que pueden seguir dando crédito. El arreglo con los buitres fue la primera muestra de cómo opera esa matriz de ceder primero para tener como recompensa el acceso a moneda dura. La apertura de la cuenta capital se inscribe en la misma línea. La libre entrada y salida de divisas es una concesión primaria a los mercados, lo que a su vez agilizará la fuga de recursos generados en el país a plazas extranjeras. Si la fuga de capitales era uno de los mayores problemas de la economía nacional, el Gobierno lo agigantó con esa decisión, y para compensarlo lo que ofrece es aceptar las condiciones que impongan los financistas para comprar títulos de deuda a tasas generosas.
El ajuste de las cuentas públicas, reformas en leyes laborales, previsionales y del sistema educativo, privatizaciones, corrimiento del Estado como regulador del poder económico irán apareciendo en la agenda del Gobierno de aquí en más. No es una predicción arriesgada. Es lo que pasó en los '90, una etapa de la que el macrismo es heredero. El FMI y los mercados ocuparán el mismo rol que entonces, funcionando como escudo del oficialismo frente a la sociedad para que vaya aceptando cada pérdida de derechos como un mandato inevitable. Por eso la actual recesión y la angustia de trabajadores y empresarios que dependen del mercado interno no es una falla del sinceramiento económico, es el inicio del plan.
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, se sumó al coro de voces oficiales contra el proyecto impulsado por toda la oposición para declarar la emergencia económica, al que evaluó como "peligroso". "No nos hagan creer en esta sensación térmica de que estamos teniendo pérdidas notables del empleo. Estamos en una situación delicada, pero no es muy diferente a la de los últimos seis o siete años", sostuvo Prat-Gay, eufórico en el día del pago a los fondos buitre. Respecto al proyecto propiamente dicho, el ministro aseguró que "todas las veces que se hizo en la historia, en Argentina o en cualquier otro lugar, este tipo de proyectos, los empresarios, por las dudas, hicieron los despidos que tal vez no querían hacer, para estar limpios cuando llegue esa doble indemnización". En ese contexto, consideró "muy peligroso que tengamos estas discusiones, porque en un momento en que la situación ocupacional es delicada, no de emergencia, esta decisión del Congreso puede transformarla en delicada, y por eso la dureza con la que ayer salió" el presidente Macri a rechazar la iniciativa.
PANORAMA ECONÓMICO
Distribución del ingreso
El ajuste recesivo que provocó el Gobierno con la devaluación, la quita de retenciones, el aumento de tarifas y los despidos no es un efecto no deseado de la política económica, es el punto de partida de un programa orientado a modificar estructuralmente la distribución del ingreso. Mientras más tarden en asumirlo los sectores afectados, que son las mayorías populares, más a fondo avanzará el macrismo en la configuración de un nuevo escenario social. La respuesta del Presidente al proyecto de ley que busca poner freno a las cesantías es el ejemplo de esta semana. Si realmente estuviera preocupado por la ola de despidos acompañaría esa iniciativa, que en 2002 y 2003 resultó efectiva como dique de contención a la sangría laboral, en lugar de amenazar con vetarla. Pero lo cierto es que fue el Gobierno quien empezó a agitar las aguas de la desocupación con la expulsión de miles de trabajadores del sector público. Tras ello se montaron empresas del sector privado, en parte como respuesta defensiva a la contracción del consumo que dañó sus negocios. Otra muestra en la misma dirección de la política oficial son las trabas que está poniendo el Ministerio de Trabajo para continuar con los Repro, el plan de sostenimiento del empleo que arrancó en 2009 luego del estallido de la crisis financiera internacional. En aquel momento el Estado llegó a destinar recursos hasta para defender puestos de trabajo en una multinacional como General Motors. Ahora se crean cada vez más obstáculos y, en lugar de los Repro, el Gobierno proyecta un aumento en el monto del subsidio por desempleo. Es decir, se pasó de proteger al trabajador a facilitar su salida. Un tercer ejemplo es el anuncio de 2500 despidos por parte de YPF, que achicó para este año sus proyectos de inversión.
En un contexto internacional difícil, con Brasil hundido en la depresión económica luego de devaluar y profundizar el ajuste fiscal desde enero del año pasado –en un plan comprado por Dilma Rousseff al banquero que puso como ministro de Hacienda, Joaquim Levy–, el Gobierno lanzó una batería de medidas que pegaron en el principal sostén que tenía la economía nacional: el mercado interno. No fue un error. Fue un acto deliberado, cuyo objetivo es el disciplinamiento social. A nadie escapaba que soltar el tipo de cambio provocaría una estampida inflacionaria, lo mismo que bajar retenciones y subir tarifas. Eliminar las estructuras creadas en el Estado para controlar la formación de precios tampoco podía redundar en una baja de la inflación. Subir a 38 por ciento las tasas de interés de referencia del Banco Central no podía favorecer nunca a los sectores industriales ni promover el consumo. Quitar la obligación a bancos y compañías de seguros de destinar una parte de sus carteras al financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura no se condice con ningún plan de desarrollo. Liberar a los bancos de la obligación de ajustar las tasas de interés para los ahorristas en línea con las subas de las tasas para los créditos solo puede satisfacer al sector financiero. Paralizar obras públicas, proyectos como Atucha III y el satélite Arsat III, evidencia el desinterés del Gobierno en áreas estratégicas del desarrollo nacional y el desprecio por sus trabajadores.
Frente a todo ello, la mayor capacidad que demostró Cambiemos desde la campaña electoral hasta el presente es el manejo político. Seguramente le hubiera resultado más difícil sin el acompañamiento del aparato mediático, que hasta logró disimular la decena de sociedades offshore que tiene el Presidente y su familia en guaridas fiscales, lo mismo que otros destacados representantes de la alianza de gobierno. Pero el macrismo consiguió un apoyo social decisivo para avanzar hasta donde llegó. Primero la promesa fue que ninguna de las medidas que tomaría desde el poder afectaría las conquistas del kirchnerismo. El punto de partida de esa estrategia fue la noche del triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballotage porteño, cuando Macri se disfrazó de peronista y dijo que su fuerza venía a construir sobre lo construido. Ya en el poder, el Presidente cambió ese discurso por el de la pesada herencia para justificar las medidas antipopulares. Es un recurso que aún le rinde frutos, por más que el Indec lo desmintió reconociendo que en 2015 la economía creció 2,1 por ciento y los registros de la AFIP dieron cuenta de la generación de cerca de 150 mil empleos privados el año pasado. De todos modos, la imposibilidad de tapar el sol con la mano está obligando al Gobierno a hacer un tercer giro, que tomará cada vez más forma, hacia la gastada teoría del derrame. El argumento es que los sectores populares deben aceptar un sacrificio inicial para permitir un aumento de la rentabilidad empresaria, que supuestamente luego redundará en una economía pujante que incluirá a todos. La experiencia nacional e internacional demuestra que el derrame nunca se produce, mientras que los sacrificios requeridos y la pérdida de derechos sociales son cada vez mayores.
El principal elemento de seducción que presenta ahora el Gobierno para convencer a la sociedad de seguir creyendo en la teoría del derrame es el plan deuda. La emisión de bonos por 16.500 millones de dólares esta semana, después de recibir ofertas de inversores internacionales por 68.000 millones, fue presentada por el equipo económico como la comprobación del éxito de su gestión, dedicada casi en exclusividad durante cuatro meses a arreglar con los fondos buitre y volver a los mercados. La reinserción de la Argentina en la lógica del capitalismo financiero es funcional al objetivo de producir un cambio profundo en la orientación del ingreso, a favor de sectores concentrados y en contra de los trabajadores. En ese proceso, la vuelta del Fondo Monetario Internacional es un elemento clave.
Una vez instalada la muletilla de que sin financiamiento en los mercados el país no tiene destino, lo que seguirá será una sucesión interminable de medidas para demostrar a los inversores que pueden seguir dando crédito. El arreglo con los buitres fue la primera muestra de cómo opera esa matriz de ceder primero para tener como recompensa el acceso a moneda dura. La apertura de la cuenta capital se inscribe en la misma línea. La libre entrada y salida de divisas es una concesión primaria a los mercados, lo que a su vez agilizará la fuga de recursos generados en el país a plazas extranjeras. Si la fuga de capitales era uno de los mayores problemas de la economía nacional, el Gobierno lo agigantó con esa decisión, y para compensarlo lo que ofrece es aceptar las condiciones que impongan los financistas para comprar títulos de deuda a tasas generosas.
El ajuste de las cuentas públicas, reformas en leyes laborales, previsionales y del sistema educativo, privatizaciones, corrimiento del Estado como regulador del poder económico irán apareciendo en la agenda del Gobierno de aquí en más. No es una predicción arriesgada. Es lo que pasó en los '90, una etapa de la que el macrismo es heredero. El FMI y los mercados ocuparán el mismo rol que entonces, funcionando como escudo del oficialismo frente a la sociedad para que vaya aceptando cada pérdida de derechos como un mandato inevitable. Por eso la actual recesión y la angustia de trabajadores y empresarios que dependen del mercado interno no es una falla del sinceramiento económico, es el inicio del plan.
PARA EL GOBIERNO LOS DESPIDOS SON UNA "SENSACIÓN
TÉRMICA"
Que no pare la alegría
Macri, Insfrán, Frigerio y Buryaile en el acto de ayer en Formosa.
Imagen: Télam.
El presidente Mauricio Macri volvió a criticar duramente ayer los proyectos que buscan declarar la emergencia laboral y fijar la doble indemnización. Desde Formosa, apeló a los mismos argumentos con los que ya intentó impugnar más de una vez el avance de las iniciativas que impulsa la oposición en el Congreso para atenuar la ola de despidos: "Van a favor de la arbitrariedad y alejan las inversiones". También que "no podemos repetir errores con fórmulas que ya probamos en el pasado" y "no hagamos cosas que no sirven, trabajemos juntos en lo que suma", fueron algunas de las ideas que reiteró el Presidente. Eufórico tras concretar el pago a los fondos buitre, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay fue más allá todavía y consideró los cuestionamientos por los despidos masivos tanto en el ámbito público como privado como "una sensación térmica" (ver recuadro). El escenario elegido para el discurso fue la ciudad formoseña de Clorinda, donde Macri anunció la construcción de una planta potabilizadora de agua en compañía del gobernador Gildo Insfrán, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, el ministro de Agricultura, el formoseño Ricardo Buryaile, y el responsable del Plan Belgrano, José Cano. Tras finalizar el discurso, cerca del mediodía, Macri volvió inmediatamente a Buenos Aires.
Desde la Casa Rosada dejaron correr ayer otra vez la versión de que el Gobierno está dispuesto a vetar las iniciativas en caso de que sean aprobabas en el Congreso.
El proyecto que establece la emergencia económica, prohibiendo los despidos y estableciendo la doble indemnización cuenta con el respaldo de los bloques del FpV, el Justicialista, el Frente Renovador, Progresistas y el FIT, y con el apoyo de las tres CGT y las dos CTA. Mientras que las cámaras empresarias como la UIA, la CAME y la CAC manifestaron su oposición, como era previsible. "La ley antidespidos es un cepo laboral", lanzó ayer en línea con el Gobierno el directivo de la UIA José Urtubey.
Sobre el trámite se expresó el jefe de la bancada de diputados del PRO, Nicolás Massot, para quien los proyectos "son oportunistas". Massot reflotó, como contrapartida, un proyecto de primer empleo similar al que implementó el macrismo en la Ciudad. "Es híper ambicioso", opinó.
A la par de lo que podría ser su primera derrota legislativa, en el Gobierno se muestran preocupados por la instalación del desempleo en la agenda pública. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, intentó minimizar ayer el problema. "No hay despidos masivos ni crisis en materia de empleo. Todos los indicadores están hablando de variaciones que son más bien reducidas, que tienen que ver con algunos sectores en particular y en los que estamos trabajando para reactivar", esgrimió luego de una ronda de anuncios en materia ambiental junto al ministro del área, Sergio Bergman.
Ante el rechazo frontal del Gobierno al proyecto, los legisladores que lo impulsan salieron a respaldarlo. "Nosotros estamos muy preocupados con lo que está sucediendo", explicó el diputado y dirigente sindical Omar Plaini. "Estamos hablando de trabajadores, personas de carne y hueso. Mientras nosotros hablamos por radio están despidiendo a un argentino en algún lugar del país que entre hoy y mañana no podrá poner un plato de comida en su casa", sostuvo Plaini en una entrevista. "Nos llenamos la boca hablando y anunciando por todos lados 'Pobreza cero' y resulta que dejamos que despidan miles y miles de trabajadores. ¿Cómo es el tema?", insistió.
Desde la Casa Rosada dejaron correr ayer otra vez la versión de que el Gobierno está dispuesto a vetar las iniciativas en caso de que sean aprobabas en el Congreso.
El proyecto que establece la emergencia económica, prohibiendo los despidos y estableciendo la doble indemnización cuenta con el respaldo de los bloques del FpV, el Justicialista, el Frente Renovador, Progresistas y el FIT, y con el apoyo de las tres CGT y las dos CTA. Mientras que las cámaras empresarias como la UIA, la CAME y la CAC manifestaron su oposición, como era previsible. "La ley antidespidos es un cepo laboral", lanzó ayer en línea con el Gobierno el directivo de la UIA José Urtubey.
Sobre el trámite se expresó el jefe de la bancada de diputados del PRO, Nicolás Massot, para quien los proyectos "son oportunistas". Massot reflotó, como contrapartida, un proyecto de primer empleo similar al que implementó el macrismo en la Ciudad. "Es híper ambicioso", opinó.
A la par de lo que podría ser su primera derrota legislativa, en el Gobierno se muestran preocupados por la instalación del desempleo en la agenda pública. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, intentó minimizar ayer el problema. "No hay despidos masivos ni crisis en materia de empleo. Todos los indicadores están hablando de variaciones que son más bien reducidas, que tienen que ver con algunos sectores en particular y en los que estamos trabajando para reactivar", esgrimió luego de una ronda de anuncios en materia ambiental junto al ministro del área, Sergio Bergman.
Ante el rechazo frontal del Gobierno al proyecto, los legisladores que lo impulsan salieron a respaldarlo. "Nosotros estamos muy preocupados con lo que está sucediendo", explicó el diputado y dirigente sindical Omar Plaini. "Estamos hablando de trabajadores, personas de carne y hueso. Mientras nosotros hablamos por radio están despidiendo a un argentino en algún lugar del país que entre hoy y mañana no podrá poner un plato de comida en su casa", sostuvo Plaini en una entrevista. "Nos llenamos la boca hablando y anunciando por todos lados 'Pobreza cero' y resulta que dejamos que despidan miles y miles de trabajadores. ¿Cómo es el tema?", insistió.
Luego de haberse mostrado muy cerca de las políticas oficiales, el diputado del Bloque Justicialista Diego Bossio en los últimos días buscó acentuar su perfil crítico al Gobierno. Ayer, Señaló que el presidente Macri "no da ninguna solución para proteger el empleo" y "no dice cuáles son sus planes". Como Plaini, Bossio también marcó la contradicción respecto a la promesa electoral de "Pobreza cero". "La realidad que vivimos con Macri presidente es pobreza en aumento, desempleo masivo y tarifazos brutales", afirmó.
Desde los sindicatos recordaron el perjuicio que sufrieron los trabajadores en estos meses. Según la Uocra, son ya 30 mil puestos de trabajo perdidos sólo en ese rubro. Desde la UOM también acusaron el golpe y anunciaron un paro de 48 horas a partir del 5 de mayo, no sólo por la falta de acuerdo paritario sino también en respuesta a los 3 mil despidos y 9 mil suspensiones que sufrieron sus afiliados. Por otro lado, las cinco centrales obreras organizan una inédita movilización conjunta para el 29 de abril.
"Proyecto peligroso"
PANORAMA POLÍTICO
Autoayuda
"Es el neoliberalismo, estúpido", diría Bill Clinton a los que hablan de pesada herencia. Medido de año a año, pero en especial a partir de diciembre del año pasado y considerando la devaluación, el tarifazo y las paritarias, los sectores de menos ingresos perdieron un 25 por ciento de su capacidad adquisitiva. En la otra punta, los bancos ganaron un 65 por ciento más que el año pasado, en especial por la devaluación y el aumento de las tasas de interés, medidas que tomó el nuevo gobierno. Los cincuenta mil millones de pesos que hasta el año pasado pagaban las mineras, los exportadores de granos y la industria por retenciones a la exportación, ahora los pagan los hogares por consumo eléctrico sin subsidios. Lo que han ganado los bancos y los exportadores, lo perdieron los trabajadores por la carestía de la vida. El 10 de diciembre se dio vuelta la taba. Eso se llama transferencia de riqueza de los que menos tienen a los que más tienen. Es la ruta del dinero M hacia las off shore de los ricos entre los cuales figuran el presidente y varios de sus ministros y colaboradores.
Los sacrificados en el altar del libremercadismo son los pobres y las capas medias, o sea, la mayoría. Los ricos han engrosado sus billeteras en estos meses. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se han perdido más de 142 mil puestos de trabajo, más de la mitad de ellos en la actividad privada, sobre todo en la construcción, y gran parte en la industria. Y entre los empresarios se ha instalado la modalidad de despedir sin causa. Van a juicio y a pagar cuando sea, total la indemnización se la come el tiempo con la inflación.
En cuatro meses, el país ha tomado 20 mil millones de dólares de deuda para pagar deuda. Es plata que sale por la misma puerta que entró y lo único que deja son vencimientos altísimos (se agregan cerca de dos mil millones de dólares anuales a los pagos preexistentes) que serán usados como excusa para los ajustes. Más ajustes en el futuro próximo además de los recientes. Lo que se festeja es ajuste más ajuste. Gran éxito del ministro Prat-Gay que logró un record para la Argentina: en la historia de las deudas externas, es la economía emergente que más se endeudó de un solo saque. Se festeja que la demanda para comprar deuda argentina haya sido mucho mayor que la oferta. Si con los fondos buitre el gobierno demostró que está dispuesto a pagarles más del 1600 por ciento de ganancia, todo el mundo se pelea para negociar con el pagador bobo, o "el campeón", según calificó Paul Singer a Macri como si se tratara de su Hereford en la Rural. El argumento que el gobierno usa como "esperanzador" es que se endeudaron para poder endeudarse más. De toda la que entró, no vieron un peso y van por más. Lo más desopilante es que después de la sangría y el esfuerzo que implica pagar cifras usurarias a los fondos buitre, se aplaude que las tasa de interés promedio del 7,14 de la nueva deuda sean más bajas que el 8,75 que logró el gobierno anterior, pero se oculta que son tasas de interés más altas que las de cualquiera de los países vecinos, incluyendo a Brasil con su furiosa recesión.
Ni siquiera los golpes militares, que desde 1955 se plantearon metas similares, pudieron avanzar a la velocidad con que lo hizo el macrismo. Es probable que la diferencia sea que, por primera vez, la derecha y sus programas tomaron el gobierno por la vía democrática y no gracias a proscripciones, al fraude "patriótico", a los golpes militares o a disfrazarse de peronistas o radicales. Es la primera vez que tienen legitimidad abierta como derecha. Esa novedad, sumada al blindaje mediático, les ha dado una libertad de acción que no tuvieron las dictaduras por lo que el proceso de transformacióndestrucción, que tuvieron tiempos más prolongados con los militares, tomó ahora un ritmo vertiginoso.
En menos de cuatro meses ya se empieza a visualizar otra vez un país fundido con muchos desocupados y más pobres. Eso sí, con el propósito de combatir la pobreza, el presidente se reunió con sus ministros y los del gabinete bonaerense para una charla motivacional en el CCK. Les hablaron Margarita Barrientos, y dos ex pobres, Toty Flores –el piquetero reformado de Carrió– y el "ex gerente de felicidad" Daniel Cerezo. Con el conurbano al borde del incendio, los tres ex pobres les contaron a los funcionarios cómo son los pobres. "Todos somos pobres en lo que nos falta –se dijo ante una platea de funcionarios millonarios, empresarios y ceos de grandes empresas– y todos somos ricos en lo que podemos dar." No tienen la más mínima idea. Esa combinación entre ricos, pícaros que combaten la pobreza con autoayuda y la crisis socioeconómica, es altamente inflamable.
La reunión en el Centro Cultural Kirchner, que sigue cerrado al público para ser usado como palacio del presidente en eventos sociales, surgió de la intranquilidad del macrismo en la provincia de Buenos Aires. Es un territorio donde el blindaje de la corporación mediática que protege al oficialismo tiene menos efecto que en el ámbito porteño. Las encuestas muestran una caída en picada del gobierno. Después de muchos años, miles de ciudadanos han vuelto a caer por debajo de la línea de pobreza, a miles no les alcanza para llegar a fin de mes y arrastran a sectores de las capas medias que vivían del consumo que se perdió. Como señala Washington Uranga, han vuelto a surgir y multiplicarse los comedores populares. Es un escenario que no se puede tapar. No hay blindaje mentiroso que resista esa realidad.
El gobierno provincial no tiene respuestas para esa catástrofe. Los intendentes le piden plata y la gobernadora se la pide al gobierno nacional. Macri no se la da, pero en cambio sí le da una estimulante charla motivacional para que su gabinete no pierda la esperanza. Aunque suene absurdo, Macri confía en esas charlas, como las que se estilan en las grandes corporaciones norteamericanas y japonesas.
La oposición es pragmática y no cree en los gurúes de autoayuda. Los movimientos que produjo ratifican que también registran el panorama social difícil que han creado en estos pocos meses las medidas del gobierno. El massismo, los disidentes justicialistas, y el seudoprogresismo, que apostaban a una primera etapa de alianza con el oficialismo para quebrar al FpV como mayor fuerza de oposición, se vieron obligados a consensuar entre ellos y con el FpV una ley que frene los despidos. Macri mintió y dijo que esa ley había fracasado cuando se aplicó en 2002 porque lo cierto es que a partir de ese año y el siguiente comenzaron a disminuir los despidos. El acuerdo para este proyecto de ley produjo un cambio de frente y por primera vez estas fuerzas se pusieron en sintonía y no acompañaron al oficialismo. Es un síntoma.
Como también lo fue el retorno de Cristina Kirchner con una propuesta como la del Frente Ciudadano, que trata de englobar una estrategia muy amplia e inorgánica de alianzas que puede tener expresiones circunstanciales como la que se produjo a nivel parlamentario para la ley antidespidos o formas a nivel territorial entre movimientos sociales y vecinales que ocupan la primera trinchera contra la crisis. Lo que está diciendo con una propuesta tan abierta es que en este momento hay que impulsar todo tipo de alianzas o acuerdos contra la pobreza en cualquier nivel y con el grado de organicidad que sea.
Síntoma de este proceso que se desarrolla en forma tan vertiginosa también fue la reunión de la ex presidenta con los intendentes bonaerenses que constituyen el corazón territorial del peronismo. De los 55 asistieron 52. Fue casi asistencia completa. Gabriel Katopodis había avisado que no asistiría. Los otros dos son disidentes hace bastante tiempo. Y el participante especial fue Fernando Espinoza, titular del PJ bonaerense y referente de La Matanza, el distrito electoral más grande del país, donde el FPV ganó con más del 60 por ciento de los votos. La ex presidenta se limitó a escucharlos. No hubo bajada de línea, como dijo Clarín, pero en el peronismo se entienden esas señales: la convocatoria fue muy alta. Lo que implica también que la situación en el conurbano es difícil y que no se vislumbra que a Vidal le dé el piné.
En el encuentro con los senadores hubo más faltazos, pero la señal más importante tenía que provenir desde el territorio bonaerense, donde la permanencia o la recuperación es esencial para el macrismo y el peronismo. Los demás gobernadores toman nota del devenir bonaerense.
El gobierno sabe que no puede aspirar a una mejora de la situación social, porque piensa que lo de los años que pasaron fue derroche, que se vivió una ilusión. Y apuesta a la naturalización de lo precario en complicidad con sus aliados de la corporación mediática que desde diciembre abusan con artículos sobre los beneficios para la salud de los ventiladores frente a los acondicionadores de aire, sobre la importancia que tiene un "changuito inteligente" en los supermercados (hay que saber comprar), en las virtudes de las caminatas para ir al trabajo o en la excelencia del "gourmet austero". Son formas de engatusar a una clase media que perderá muchos de los beneficios a los que accedió en los últimos años. Es más difícil engatusar al hambre. Pero para contener a los sectores más humildes está el miedo al desempleo.
SUJARCHUK, INTENDENTE DE ESCOBAR, SOBRE LA REAPARICIÓN
DE CFK Y EL FUTURO DE LA PROVINCIA
"Las banderas no cambian"
Ariel Sujarchuk habló con Página/12 del papel del Frente para la Victoria en la oposición y del rol de los intendentes y contó detalles del encuentro que esta semana tuvieron con Cristina Kirchner. "Yo voy a trabajar para que el peronismo esté unido y fortalecido", afirmó.
Sujarchuk llegó a la intendencia de Escobar como parte de la renovación de liderazgos municipales.
Por Nicolás Lantos
Opacada por el cambio de signo político en nación y provincia, en diciembre pasado se produjo acaso la renovación de liderazgos municipales más importante desde el regreso de la democracia en 1983. "Somos el fruto de esa invitación a participar políticamente que nos hizo Néstor Kirchner", asegura uno de ellos, el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk. En esa generación de dirigentes, que atraviesa transversalmente todo el arco político, se encuentra la clave para un futuro de "más diálogo" para "buscar soluciones en conjunto" y menos conflictividad política. En diálogo con Página/12, Sujarchuk consideró auspicioso el regreso a la política de Cristina Fernández de Kirchner aunque advirtió que es necesario "resignificar las banderas", criticó a los legisladores peronistas que rompieron con el Frente para la Victoria y defendió su buena relación política con la gobernadora María Eugenia Vidal: "No podemos privilegiar las cuestiones partidarias a nuestros deberes como intendentes", explicó.
–¿Qué novedades aportó la reaparición pública de la ex presidenta?
–Creo que la novedad que introdujo el regreso de Cristina es que cumplió con lo que había dicho al final de su mandato, que seguiría siendo una militante y eso es lo que mostró cuando reapareció después de unos razonables días de silencio. Cuando fuimos a verla los intendentes, dijo que esto no era una demostración de fuerza, si había treinta o cincuenta, eso lo dejaba para un cuadrilátero de boxeo. Que acá solo nos unía la convicción, porque no hay una chequera gubernamental detrás. Otro factor importante entre lo que dijo es que si bien todos estamos a favor de la unidad, hay que ver si esa unidad se da en torno a ideas o a personas. Yo me siento más cómodo discutiendo alrededor de ideas, y después lo de las personas vamos viendo. No se trata de acumular dirigentes sino de representar a la gente, dijo. Si juntás a todos los dirigentes pero no representas a la sociedad, la sociedad va a elegir a otro, aunque sea de otro partido. Si uno no está a la altura de las circunstancias, entonces las circunstancias te llevan puesto.
–¿Esas ideas son las mismas que fijaron el rumbo durante los doce años y medio de kirchnerismo o son otras?
–Las banderas no cambian, pero sí las circunstancias que las resignifican. Que seamos opositores y no gobierno hace que ya no podamos mirar más las cosas con la lupa del pasado sino que debemos construir una nueva lente que permita mirar las cosas desde otro ángulo. La gente busca un eje, que converge en otras ideas y no es el mismo que hubo los últimos doce años sino que es uno nuevo, hacia el futuro.
–¿Cual sería ese eje?
–Un eje que contemple una política social muy activa, de ampliación de derechos. Que muestre que se puede tener una política económica con crecimiento e inclusión y que no debe dejar afuera a los sectores medios, que no pueden no ser contemplados en esa ecuación económica. Acá la pirámide es invertida, viene de la base hacia los sectores más concentrados, y no viceversa. Necesitamos una nueva interfase para que estas ideas se decodifiquen en el conjunto de la sociedad. Reconstruir un mensaje que sea bien aceptado por los sectores populares y medios.
–¿Con qué dirigentes, organizaciones o sectores del peronismo se siente más identificado para llevar adelante esa agenda?
–Yo me siento cómodo con aquellos que quieren construir buscando la mayor base de consensos posible. Además, pertenezco a una generación que llega a la política como fruto de esta invitación que en su momento hizo Néstor Kirchner y somos muchos nuevos intendentes que pensamos así, en el caso de la primera sección la mayoría de los intendentes que ganamos en diciembre somos nuevos. Tenemos una lógica que es de gestión y de asumir un desafío nuevo y muy importante. Tenemos que ser cuidadosos con las expresiones que tenemos porque tanto la provincia como la nación pertenecen a otro signo político y, por el bienestar de nuestros representados, que no son todos del mismo partido, no podemos privilegiar las cuestiones partidarias a nuestros deberes como intendentes. Eso no significa bajar las banderas sino discutir, dialogar con todos, sin abdicar de las ideas sino buscando la mejor manera de resolver los problemas, buscando convencer, no encerrarse. Debemos ser prudentes y gestionar para nuestras localidades.
–Similar argumento dieron los legisladores que se fueron del Frente para la Victoria para votar a favor del endeudamiento con los fondos buitre...
–Creo que es un papelón lo que están haciendo los diputados y senadores nacionales y provinciales que han partido sus bloques. Ningún intendente se ha ido del Frente para la Victoria, y eso que tenemos más responsabilidades que ellos. Mientras algunos me insultan por sacarme una foto con la gobernadora diciéndome "asfaltista", yo me reivindico como asfaltista, cloaquista, como alguien que prioriza todo aquello que lleva bienestar a Escobar. Los diputados y los senadores no tienen responsabilidad y, como decía Eva Perón, por unas monedas nos han traicionado. El fraccionamiento de la oposición beneficia siempre al oficialismo y quienes lo encabezan son funcionales a eso. Que en tan pocos días desde que asumieron hayan decidido romper demuestra que no tuvieron en ningún momento voluntad de estar unidos. Yo voy a trabajar para que el peronismo esté unido y fortalecido. En la provincia lo que viene va a ser la hora de los intendentes, porque somos los que podemos expresar la renovación de todo el arco del peronismo. El peronismo siempre ha tenido la capacidad de renovarse a sí mismo y la hora requiere un cambio de figuras. Algunos se autoproclaman candidatos desde el pasado y eso le quita al partido visión de futuro. Lo que la sociedad también votó y hay que entenderlo es que hay que pasar a una nueva etapa.
–¿Quién podría encabezar en las elecciones de 2017 al peronismo que usted imagina?
–Sería incongruente pensar ya en figuras. Primero hay que buscar las ideas y después vemos. Quiero apoyar a un candidato que siento que me representa, no que se sienta a sí mismo nacido para ser candidato.
–¿Cómo evalúa los primeros meses de gestión de Vidal?
–Hasta el momento no ha producido hechos políticos que permitan decir que se avanzó en algo. Hay que reconocer que la gestión de la provincia es compleja y arrastra problemas históricos. Sí es cierto que hay mucho diálogo. Hicimos muchas preguntas. Nos faltan las respuestas. Veo sectores del gobierno provincial que muestran mucha predisposición y otros que hasta el momento no mostraron señales de existencia. Esperamos que la gobernadora retribuya ahora el gesto que hemos tenido de acompañar el comienzo su gestión permitiendo un importante endeudamiento y nos responda con mejoras a los municipios. Nosotros tenemos problemas muy pedestres: caminos, cloacas, hospitales, escuelas; esa es nuestra prioridad.
CARTA DE LOS CURAS EN OPCIÓN POR LOS POBRES CON CRÍTICAS
AL GOBIERNO
"El ajuste que genera hambre"
Es la quinta epístola que sacan dirigida a los fieles católicos advirtiendo sobre la situación actual, en la que subrayan la "brutal transferencia de ingresos" hacia los sectores más concentrados, que lleva adelante el macrismo.
Los Curas en la Opción por los Pobres estuvieron en la isla Maciel junto a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Por Washington Uranga
El Grupo de Curas argumenta que instrumentó el mecanismo de las "cartas al pueblo de Dios" como un recurso para sortear el bloqueo informativo que imponen los medios que cuentan con mayor circulación. Las misivas son leídas por los propios sacerdotes en los oficios religiosos. La metodología es similar a la que en su momento utilizó el obispo mártir salvadoreño Oscar Romero en los 70 cuando la dictadura militar el aquel país impedía la circulación de la información. Entonces Romero, hoy en proceso de canonización por la Iglesia, había convertido sus homilías en fuente de información para la población.
Las epístolas tienen también un fuerte contenido religioso. En la última puede leerse, por ejemplo, que "Dios se hace presente en la historia. Y es en la historia –nuestra historia– que Jesús se manifiesta a la humanidad". Pero, agregan "no se trata de una suerte de energía, de ondas, de espiritualismo light, sino de un amor concreto y militante el que nos convoca y compromete". Por tal motivo, dicen, "como curas no podemos sino mirar y denunciar para mirar desde el amor los dolores de nuestras hermanas y hermanos, y desde allí señalar que el amor no pasa por discursos, sino por servicio; el amor no pasa por buenas ondas sino por un compromiso militante ante el dolor, en especial ante el dolor causado por la injusticia, el egoísmo o la indiferencia".
La extensa carta de los Curas incluye también la denuncia acerca de la situación e la Biblioteca Nacional, "en un virtual estado de parálisis, con un director ausente, numerosos despidos y presencia policial intimidatoria", agregan que el gobierno nacional y el porteño buscan "transformar Buenos Aires en una ciudad apta para la generación de empresas offshore", mientras se produce la "muy grave la desarticulación de los programas de Agricultura Familiar que perjudican a campesinos".
En el texto se recogen además testimonios de situaciones que tienen que afrontar trabajadores por despidos y descuentos aplicados como sanción, atropellos por parte de funcionarios, señalando que estos hechos ocasionan graves consecuencias incluida la muerte. En particular se mencionan los casos de "las dolorosas muertes de Yolanda Mercedes (Mar del Plata) y Melisa Bogarín (Las Breñas, Chaco)".
En la carta, de aproximadamente ocho carillas, se da cuenta de situaciones de despidos indiscriminados ("unos 600 en la industria electrónica de Tierra del Fuego, amenaza de 2400 despidos en la central nuclear de la estatal Atucha II, 1000 suspensiones en Techint de Campana"), se señala a funcionarios de la actual gestión y se repudia "la negociación llevada a cabo por el Ministerio de Finanzas y el ministro a cargo Alfonso Prat-Gay de contratar a siete bancos, Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS para emitir los bonos de deuda con que se les pagara a los fondos buitres, diligencia por la cual percibirán intereses del 0,18% del total de la deuda o sea 27 millones de dólares". Al hacerlo los sacerdotes recuerdan que "el Ministro Prat Gay fue ejecutivo del JP Morgan y Luis Caputo, Secretario de Finanzas, empezó su carrera en ese banco y luego fue el Director del Deustche Bank de Buenos Aires".
Por todo ello, los sacerdotes católicos opinan que "la desconexión entre gobierno y necesidad del pueblo es más que peligrosa" porque "no bastan los slogans de autoayuda y los "expertos en felicidad", dado que "el Estado debe tomar decisiones políticas claras y urgentes frente a los derechos amenazados de la población". Agregan los Curas que "parece un chiste que el presidente 'rete' a los empresarios para que inviertan como si les pidiera un favor" en vista de que "por definición el Estado debería obligarlos a distribuir la riqueza y controlar la fuga de capitales con políticas públicas, algo que el mismo gobierno ha decidido no hacer precisamente para beneficiar a los dueños del capital".
En el texto se hace también mención a la muerte de jóvenes ocurrida durante una fiesta en Costa Salguero, reclamando una investigación para determinar la eventual responsabilidad del Gobierno de la Ciudad, y que "mirando la causa llamada 'de dólar futuro', y mirando quiénes son los que se han beneficiado con ello no podemos sino concluir que acusar en un lado para moverse por otro es una política 'del tero' a la que nos vamos acostumbrando con la evidente complicidad de miembros del Poder Judicial". En el documento se incluye una dura crítica al Poder Judicial al que se considera "desprestigiado" y poco "creíble".
Los Curas señalan en otro aparte de su epístola que "hay que reconocer que con el apoyo de los medios hegemónicos de comunicación oral, escrita, radial, televisiva y digital, el gobierno se ha apropiado del 'sentido' de esta y otra palabras remitiéndonos a tiempos como el de 'algo habrán hecho'. Los despedidos son personas, con familias y el trabajo es un derecho humano. Un derecho más importante que la propiedad privada. Los despedidos no reciben explicaciones de ningún tipo además de que a menudo se vulnera su intimidad en las redes sociales". Dicen también que "los aplausos del FMI a las medidas del nuevo gobierno, y su regreso a fiscalizar la economía argentina nos resultan alarmantes y nos retrotraen al nefasto pasado reciente de comienzos de la década del 2000".
En el único reconocimiento que se le hace al Gobierno, los Curas dicen que "vemos en una primera mirada como positivo: la ampliación de la AUH a monotributistas, la magra devolución del IVA a los sectores de menores ingresos y el aumento del seguro de desempleo (en lugar de destinar el dinero a la generación de empleo genuino)", si bien "no podemos menos que señalar que en muchos aspectos, esto puede asemejarse más a la limosna que a dar pasos en pro de la consecución de la anhelada justicia social".
DENUNCIAN PRESIONES PARA QUE MÁXIMO KIRCHNER SEA
INVOLUCRADO EN UNA CAUSA JUDICIAL
"Quieren ocultar el desastre que hacen"
Una diputada provincial dijo que el dirigente de La Cámpora recibía dinero que traía Milagro Sala. Para Kirchner, es una respuesta a que CFK mencionara a Sala en su discurso en Comodoro Py.
El diputado y dirigente de La Cámpora Máximo Kirchner desmintió la acusación que lo involucra.
La diputada provincial de Jujuy Mabel Balconte, que formaba parte de la red de organizaciones sociales de la Tupac Amaru, pidió ayer ampliar su declaración indagatoria en la causa que el gobierno provincial impulsa contra Milagro Sala por asociación ilícita, malversación de fondos y extorsión. Elizabeth Gómez Alcorta, defensora de Milagro Sala, denunció que "según indicaron personas cercanas a la diputada, que pidieron reserva de su identidad por temor, el martes en altas horas de la noche subieron a la legisladora en una camioneta en la que se encontraba junto a otra persona el abogado Guillermo Puerta. Allí la amenazó. Le dijo que, además de denunciar a Milagro Sala, debía implicar a Julio De Vido, a Máximo Kirchner, a Andrés Larroque, a José López y a Germán Nivello en su declaración y que de no hacerlo ella y sus hijos inmediatamente serían detenidos". Y ayer Balconte declaró que desde Jujuy se trasladaba plata en valijas a la Quinta de Olivos y que era el propio Máximo Kirchner quien la recibía. "Cristina en Comodoro Py se preguntó por qué está detenida Milagro Sala y ahora llegó la respuesta", dijo ayer Kirchner y recordó que ya lo habían involucrado en una cuenta en un banco en Estados Unidos, cosa que resultó falsa.
"Entre 2 y 15 valijas viajaban con destino al departamento de Milagro Sala y de ahí a Olivos", dijo Balmonte al declarar, según informó su flamante abogado. Agregó que también involucró a dirigentes de La Cámpora, como Máximo Kirchner y Andrés Larroque. En el ámbito local apuntó contra Germán Noro, de la Tupac Amaru. Dijo que este dirigente le sacaba parte de la dieta todos los meses y que por eso renunció al bloque del que formaba parte. "Me enteré por los medios que me quedaba con dinero de la diputada", dijo Noro.
"Esta acusación es producto de lo que se está viviendo en el país, para ocultar el desastre que se está produciendo. Los trabajadores tienen que negociar paritarias con los telegramas de despido arriba de la mesa. Las palabras alegría y esperanza por sí solas no significan nada. Tiene que haber hechos que acompañen. Y no hay", dijo el diputado y dirigente de La Cámpora ayer por la noche al hablar por Radio del Plata. También recordó que en Jujuy, donde Milagro Sala está presa hace ya tres meses, el gobierno de Gerardo Morales amplió la Corte Suprema y luego nombró como integrantes a diputados que habían votado esa ampliación. "En Jujuy, Gerardo Morales decide quién va preso y quién no", afirmó.
"Nos dijeron que nosotros los investigábamos y los perseguíamos, pero no fue así. Nos enteramos de muchas cosas por la investigación de Panama Papers, que salió desde Alemania. Yo no tengo la culpa de lo que hace Mauricio Macri, ni su familia, ni Néstor Grindetti", dijo Kirchner en relación a la revelación sobre las cuentas offshore del Presidente y funcionarios del gobierno.
Sobre la causa jujeña, Gómez Alcorta aseguró que luego del episodio de amenazas del martes, Balconte, sin dar explicaciones, designó a Puerta como su abogado. Y que ayer "cumplió con el guión a rajatabla en consonancia con la estrategia nacional de implicar al gobierno saliente en el uso indebido de fondos".
La declaración de Balconte fue publicada por medios jujeños incluso antes de que la mujer terminara de hacerla en los tribunales. El diario digital Jujuy al Día, tituló en su portal "Develan Nueva Ruta del Dinero K: "Buenos Aires - Jujuy". Por la tarde, el hecho llegó a los grandes medios nacionales.
En relación a las declaraciones en su contra, Germán Noro señaló: "Me enteré por los medios que me quedaba con la plata de Balconte y que la compartía con los Kirchner. Los diputados cobran por el cajero, como cualquier empleado público. Su denuncia carece de fundamento". Sin embargo, también expresó su preocupación por la diputada que "está sufriendo un momento muy duro junto a su familia, soportando presiones por parte del gobierno provincial para que declare en función de un guión. Por eso, a pesar de sus denuncias no puedo más que solidarizarme con una mujer que es víctima de una operación política".
OPINIÓN
Capitalismo y subjetividad
Por Jorge Alemán *
Cualquiera que sea la posible caracterización del capitalismo, en su mutación neoliberal, hay un hecho que se impone: el carácter ilimitado del mismo. El capitalismo se comporta como una fuerza acéfala, que se expande ilimitadamente hasta el último confín de la vida. Esta es precisamente la novedad del neoliberalismo, la capacidad de producir subjetividades que se configuran según un paradigma empresarial, competitivo y gerencial de la propia existencia. Es la "violencia sistémica" del régimen de dominación neoliberal: no necesitar de una forma de opresión exterior, salvo en momentos cruciales de crisis orgánicas y en cambio lograr que los propios sujetos se vean capturados por una serie de mandatos e imperativos donde los sujetos se ven confrontados en su propia vida, en el propio modo de ser, a las exigencias de lo "ilimitado".
Desde muy temprano las vidas deben pasar por la prueba de si van a ser o no aceptadas, si van a tener lugar o no, en el nuevo orden simbólico del mercado. El mercado funciona cómo un dispositivo que se nutre de una permanente presión que impacta sobre las vidas marcándolas con el deber de construir una vida feliz y realizada, la creciente expansión del fenómeno de la autoayuda da testimonio de ello, construcción imposible ya que lo "ilimitado" de las exigencias del capital están hechas para impedir la realización plena que se demanda. Es una explotación sistemática del "sentimiento de culpabilidad" que formalizó Freud en "El Malestar en la Cultura".
De este modo, las epidemias de depresión, el consumo adictivo de fármacos, el hedonismo depresivo de los adolescentes, las patologías de responsabilidad desmedida, el sentimiento irremediable de "estar en falta" el "no dar la talla", la asunción como "problema personal" de aquello que es un hecho estructural del sistema de dominación, no son más que las señales de que el capitalismo contemporáneo nace tal como lo confirma la cultura norteamericana con la primacía del yo y los distintos relatos de autorrealización formulados para sostenerla.
Las exigencias de lo ilimitado del Capital no van sin la propagación de la autoayuda, la inflación de la autoestima cuyo reverso obsceno esconde la peor condena de la propia existencia. Hasta el extremo de provocar en los sujetos un sentimiento de culpabilidad por el hecho de la propia finitud. La dominación de lo ilimitado necesita colaboradores culpables y deudores de algo imposible de satisfacer.
Ya no se trata de la clásica alienación, esa parte extrañada de uno mismo, ahora el neoliberalismo se propone fabricar un "hombre nuevo", sin legados simbólicos, sin historias por descifrar, sin interrogantes por lo singular e incurable que habita en cada uno. Todo esta dimensión de la experiencia humana debe ser abolida al servicio de un rendimiento, que esta por encima de las posibilidades simbólicas con las que los hombres y mujeres ingresan al lazo social. En este aspecto hay que recordar que la experiencia del amor, de lo político, de la invención poética y científica, exigen siempre de la referencia al límite. Lo que hace pensar que el carácter ilimitado de la voluntad del capital por perpetuarse, expandirse y diseminarse por doquier, introduce una inevitable pobreza de la experiencia. Que significa pensar, hacer política, desear transformar lo real, operaciones siempre limitadas cuando se enfrenta al poder ilimitado del capital. Esta condición ilimitada, y por tanto sin salida, no es el viejo panóptico ni el Leviatán, es una mezcla de Matrix con Alien, una voluntad que "se quiere a si misma" en una reproducción ilimitada que se presenta cómo un fin de la historia catastrófico.
Cabe preguntarse qué tipo de santidad laica debe abrirse ante nosotros, para salir del circuito culpabilizante de la "salud mental" neoliberal y no ceder a los designios del "consumidor consumido" con las que se regodea el tiempo histórico que nos toca vivir. Aunque sea metafóricamente, intentamos hablar aquí de un nuevo tipo de militancia.
* Psicoanalista y escritor.
OPINIÓN
Costa Salguero: tragedia y desquicio
Por Ernesto López *
El estremecedor episodio de Costa Salguero oscila entre la tragedia y el desquicio. La muerte de cinco jóvenes y el cuadro agudo de otros cinco perfilan lo trágico. Aunque todavía no esté del todo clara la reconstrucción de los hechos, puede ya decirse que el descontrol reinante en el predio que alojaba la fiesta condujo a ese terrible resultado. Y que nada de lo acontecido el sábado a la madrugada puede ser atribuido a circunstancias reunidas por el azar.
Con el correr de las horas y de los días se fue haciendo claro, a raíz de declaraciones de jóvenes que estuvieron en el festival y de otras personas que hablaron en programas de radio y televisión, que en los eventos de este tipo es usual que se venda y se consuma droga, especial pero no exclusivamente pastillas. Hoy, no parece ser un secreto para nadie. Pues bien, esta es una de las más inquietantes puertas de entrada al problema porque coloca estos interrogantes, entre otros: ¿es aceptable este laissez faire?, ¿la sociedad – parientes, parejas, instituciones, medios, etc. – no tuvo nada que decir ante este peligroso patrón de comportamiento que parece no ser demasiado nuevo?, los que dicen que sabían ¿callaron?, ¿hablaron pero no fueron escuchados?
Por otra parte, también hay que prestar atención al desempeño del Estado en este específico caso. Fue un desmadre por donde se lo mire, tanto en el plano municipal como en el nacional. La oferta de pastillas circulaba a piacere (como si se vendiera choripanes en una cancha de fútbol, señaló un fiscal); la provisión y venta de agua – un negocio dentro del negocio – fue dramáticamente insuficiente; el lugar estaba tan abarrotado de concurrentes que los servicios (baños, dispensers) resultaron insuficientes; el control, la vigilancia y la prevención fueron notoriamente deficientes; y la seguridad – al parecer – fue parte del problema. Las querellas entre jurisdicciones se reiteran. Algunos funcionarios han brillado por su ausencia, como el jefe de Gobierno de la ciudad y otros por su escasa competencia, como la ministra de Seguridad. Todo lo cual, que no agota la descripción sino que apenas la esboza, marca un nivel de desquicio que se eleva hasta el umbral de lo alucinante cuando se repara en la sospecha de que las pastillas podrían haber estado "envenenadas", es decir fabricadas con algún componente altamente tóxico.
A la luz de lo que se acaba de exponer, puede quizá sostenerse que la Argentina está parada sobre una ondulante napa freática de anomia que se acerca menos o más a la superficie, que se manifiesta como una continuada surgencia, pero a veces irrumpe también con fuerza. La corrupción es ejemplo de lo primero; Cromañón, los saqueos ocurridos en un pasado cercano y ahora Costa Salguero lo son de lo segundo. Por otra parte, también pueden percibirse los vicios y las limitaciones del accionar estatal.
Todo esto complica las cosas en términos de la búsqueda de soluciones para la problemática de las drogas y las narcoactividades. La anomia inevitablemente nos seguirá acompañando. Se superará con el tiempo si hay un desarrollo económico que redunde en mejoras de los comportamientos sociales y de la calidad tanto de las instituciones como de las relaciones interpersonales. El Estado, por su parte, no obstante sus déficit, está en condiciones de tener una actuación positiva. Sus capacidades mejorarían si comprendiera que al aceptar acríticamente modalidades de cooperación internacional que lo acercan a necesidades de terceros y lo alejan de los problemas propios, se priva de tener un diagnóstico integral de lo que ocurre en el país; y que como consecuencia de ello, tampoco tiene agenda propia. Y por otro, que tiene que abandonar la concepción errónea de la cuestión que aún conserva. Predomina en su interior un esquema prohibicionista y punitivo que poco ayuda a resolver las cosas.
Argentina debe abrirse a un nuevo paradigma que dé prioridad a las personas y no a las sustancias y por lo tanto se oriente a contemplar y reducir los factores de vulnerabilidad de aquellas; que entienda de una vez que la acción punitiva centrada sobre la oferta y el tráfico no sólo no ha dado resultados favorables sino que ha abierto la puerta a efectos no deseados tan deletéreos como la corrupción; que afirme que la manera correcta de enfrentar el problema es tener una política de salud, de educación, de empleo, de juventud, de derechos humanos tanto o más eficiente que una política criminal; que asuma que una política de reducción de daños es mucho más efectiva que saturar las cárceles de pequeños dealers; y que postule que no hay una solución inmediata para esta problemática sino que hay que desplegar iniciativas de mediano y largo plazo, que coloquen a la gente como prioridad.
Todo esto ha sido traído a colación por Costa Salguero. Sencillamente porque lo que ha mostrado y muestra es lamentable e inaceptable.
* Sociólogo.
COMPETENCIA DE CIENTÍFICOS QUE BUSCAN RESOLVER
PROBLEMAS LATINOAMERICANOS
Mentes al servicio de la región
Desde la detección rápida del dengue hasta un sensor de minas antipersona. A mediados de 2015, investigadores de Argentina, México, Colombia y Brasil se agruparon en TECNOx, una iniciativa para fomentar la inserción social de la ciencia. Ayer presentaron los proyectos.
TECNOx tuvo su semana de cierre en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA
Por Nicolás Camargo Lescano *
¿Qué pasa cuando científicos latinoamericanos se ponen a pensar soluciones para problemáticas latinoamericanas? La competencia científica TECNOx puede condensar muy bien la respuesta: los proyectos presentados van desde la detección rápida del dengue hasta un sensor de minas antipersona, pasando por problemáticas como el glifosato, el síndrome urémico hemolítico y la contaminación por mercurio.
Iniciada a mediados del año pasado, el evento tuvo su semana de cierre en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, con las palabras del ministro de Ciencia, Lino Barañao, y la presentación de todos los proyectos que participaron. Se trata de una iniciativa única, ya que incluyó a universidades de Argentina, Brasil, México y Colombia y donde los participantes eran no sólo investigadores y docentes, sino también estudiantes de grado. Cada grupo trabajó – y, en muchos casos, todavía lo hacen – en problemáticas puntuales de su entorno a partir de las herramientas de la biología sintética o las TICs, lo que posibilitaría opciones más económicas o más rápidas que las ya existentes.
Los impulsores de esta iniciativa, Alejandro Nadra e Ignacio Sánchez, son dos investigadores del Conicet y doctores en Química que participaron – con mucho éxito – en un evento similar en Estados Unidos, aunque ellos propusieron una filosofía diferente para esta competencia. "En lo posible intentamos promover la responsabilidad que tenemos los científicos para involucrarnos en el contexto en el que estamos. Es decir, estar atentos a qué herramientas tenemos para mejorar nuestro entorno", asegura Nadra.
Ambos resaltan que, en realidad, la idea de la competencia era una excusa, ya que el objetivo final es fortalecer los vínculos científicos de la región e impulsar el desarrollo de este tipo de tecnologías al servicio de la sociedad. "Se trata de formar una red de investigadores con visión innovadora y con ganas de crear y fomentar el concepto de comunidad", subraya Sánchez. En este sentido, se espera que haya una segunda edición de TECNOx, a llevarse a cabo el próximo año en México.
La ceremonia de cierre de ayer incluyó también la entrega de premios y distinciones para los todos grupos. Y hasta allí se distinguió la fuerte impronta local, ya que se entregaban diplomas con la figura de aves autóctonas como el colibrí, el pingüino y el cóndor, que representan el nivel de avance de cada proyecto.
Además, se entregaron premiaciones según diversos rubros: así, el grupo de Brasil, que trabajó en la biorremediación de mercurio, fue distinguido por el arraigo de su proyecto con la comunidad; el de la Facultad de Agronomía, que busca desarrollar un detector de glifosato, fue destacado por el trabajo en comunidad y la colaboración; y el de la Universidad Nacional de San Martín, que trabaja en el diseño de un biofilm para estructuras sumergidas, recibió la distinción por el entusiasmo y el contagio científico. Otros proyectos incluyen el desarrollo de una curita inteligente, un biosensor para detectar melatonina y un dispositivo para identificar flúor en el agua.
"Estamos muy contentos con esta experiencia, es importante incentivar este tipo de competencias entre estudiantes universitarios porque son las bases que asientan el comienzo de la construcción real de la ciencia latinoamericana", asegura Brenda Guzovsky, licenciada en Ciencias Biológicas e instructora del equipo que busca desarrollar un sensor de dengue económico, portátil y de fácil uso. El proyecto recibió la distinción en el rubro "Relevancia Social".
"Esta experiencia generó una forma de trabajo y una organización distinta, porque era individualizar un problema primero y generar después una solución precisa. En ese sentido fue una gran innovación", destaca Javier Santos, uno de los instructores del grupo que busca detectar de manera fácil y económica la bacteria que produce el Síndrome Urémico Hemolítico y que también fue distinguido por el jurado. Cuestiones como el trabajo interdisciplinario y la posibilidad de que estudiantes de grado participen de forma activa en los proyectos también fueron destacadas por los investigadores.
En paralelo con el evento de cierre de TECNOx se llevó a cabo el workshop del Celfi (Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria), "Interdisciplina aplicada y tecnologías disruptivas para Latinoamérica", donde diversos especialistas expusieron sobre problemáticas puntuales del diálogo multidisciplinario, el impacto de las nuevas tecnologías y la democratización de conocimientos.
* Agencia CTySUNLaM.
EN NUEVA YORK, 175 PAÍSES FIRMARON EL ACUERDO SOBRE
CAMBIO CLIMÁTICO EN LA SEDE DE LA ONU
El tratado internacional que es record
Más de 60 jefes de Estado participaron en la ceremonia de la firma, que compromete a los países involucrados a limitar el aumento de la temperatura debajo de los 2º C. Es la primera vez que tantos países firman un acuerdo internacional en la misma jornada.
El acuerdo continúa en la línea de lo acordado en la Conferencia del Clima de París, de 2015.
El Día Mundial de la Tierra que se conmemoró ayer marcó un hito: 175 países – entre ellos los dos más grandes emisores de gases de efecto invernadero, Estados Unidos y China – firmaron en la ONU el acuerdo sobre cambio climático, un record de firmantes para un tratado internacional en una sola jornada. Más de 60 jefes de Estado y de gobierno participaron en la ceremonia que se llevó a cabo en Nueva York. Además, quince países, la mayoría de ellos pequeñas islas, ya ratificaron el acuerdo destinado a combatir el calentamiento global. El anterior record de naciones firmantes de un tratado internacional en un día databa de 1982, cuando 119 países suscribieron la Convención de la ONU sobre Derecho Marítimo.
Con la esperanza de mantener el impulso de la conferencia de París llevada a cabo en diciembre pasado, el acuerdo sobre cambio climático rubricado ayer en Naciones Unidas compromete a sus firmantes a limitar el aumento de la temperatura "bien por debajo de 2 ºC" y a "continuar sus esfuerzos" para limitar esta alza a 1,5 ºC. Si bien es un primer paso, ya que luego deberá ratificarse según las reglas de cada país, el acuerdo tiene connotaciones históricas. "Nunca antes un número tan grande de países había firmado un acuerdo internacional en un solo día", afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Para entrar formalmente en vigencia, el acuerdo de París tiene que ser ratificado por 55 países que representen el 55 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En ese sentido, el presidente francés François Hollande – quien fue el primer mandatario en estampar su firma – instó a los miembros de la Unión Europa (UE) a "dar el ejemplo" y ratificar este año el acuerdo. Hasta el momento, según la ONU, 15 países, la mayoría pequeñas islas, ratificaron el texto.
Además del mandatario francés, entre los más de 60 jefes de Estado y de gobierno presentes en la ceremonia se encontraban el presidente peruano Ollanta Humala, el boliviano Evo Morales, la brasileña Dilma Rousseff, el viceprimer ministro chino Zhang Gaoli, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, el primer ministro italiano Matteo Renzi y el secretario de Estado estadounidense John Kerry, quien llevó al estrado a Isabelle, su nieta de dos años, y desató una ovación.
Humala, primer orador por América latina, destacó el papel de su país, que organizó en Lima en 2015 la reunión preparatoria para la cita de París y celebró el "triunfo del diálogo y la solidaridad". Por último, aseveró: "Esto no es el final; esto es sólo el principio".
A continuación, Evo Morales señaló que se trata de un "paso importante, pero no suficiente para salvar la Madre Tierra", y advirtió que "si no cumplimos los acuerdos y nuestros compromisos de París, en los próximos 20 o 30 años la temperatura subirá cinco o seis grados centígrados y seremos testigos de la destrucción del planeta y de la vida". En su intervención, el presidente boliviano afirmó que "el enemigo de la vida es el sistema capitalista, por tanto hay que erradicarlo", y reclamó establecer un tribunal de justicia climática que "juzgue y sancione" a los Estados responsables de la crisis del clima y a las empresas que causan daños al medio ambiente.
Dilma Rousseff fue la octava oradora y dedicó casi todo su discurso a la cuestión climática. La mandataria manifestó el "orgullo por el trabajo hecho" por su gobierno en las negociaciones y recordó la necesidad de "resultados concretos" para los "inmensos desafíos" pendientes. La mandataria brasileña no hizo mención explícita de los procesos llevados adelante en su país, pero deslizó que el pueblo "sabrá impedir cualquier retroceso".
También presente en el plenario, el actor Leonardo DiCaprio afirmó que "llegó la hora de un acción audaz y sin precedentes" para promover las energías renovables. "Nuestro planeta no podrá ser salvado si no abandonamos las energías fósiles", señaló DiCaprio durante un discurso pronunciado ante el pleno durante el encuentro.
El año pasado, el uso de las energías renovables registraron un crecimiento record de +8 por ciento, los precios bajos del crudo frenaron las inversiones costosas de los grupos petroleros y el sector del carbón registra dificultades. En China, el consumo bajó en 2014 y 2015, a raíz de la desaceleración de la economía, pero también de la voluntad del gobierno de luchar contra la contaminación del aire. Beijing anunció recientemente la suspensión de casi todos los proyectos de centrales a carbón. No obstante, las necesidades en infraestructura energética son enormes y está prevista en India, Turquía e Indonesia la construcción de numerosas centrales a carbón.
El crimen político
Por OSVALDO BAYER
El coronel Ramón Falcón había sido el represor del acto de la FORA, la central obrera anarquista, el 1º de mayo de 1905. Ese día se llevaban a cabo dos actos por el Día del Trabajador. Los socialistas por un lado y los anarquistas por el otro. Estos se reunieron en Plaza Lorea, casi todos obreros de origen italiano, español, portugués y ruso. Llevaban banderas rojas y gritaban: "¡Mueran los burgueses!, ¡guerra a la burguesía!". Al frente iban las banderas rojas, bordadas con letras doradas. Rompieron algunas vidrieras de los negocios que no habían cerrado sus puertas, lo mismo que atacaron a los conductores de tranvías que no se habían sumado al paro. En ese momento llegó un auto al cruce de la Avenida de Mayo con Salta, en el que viajaba nada menos que el jefe de la Policía, coronel Falcón. Frente a su presencia, los anarquistas reaccionaron al grito de "abajo el coronel Falcón", "mueran los cosacos", "guerra a los burgueses". A Falcón, directamente le gritaban "perro". Esa fue la señal para que el jefe de policía ordenara el ataque de los uniformados contra las masa obrera. Se desató una lluvia de balas y, con ellas, comenzó uno de los grandes dramas de las luchas obreras. Atacó, además, la caballería de la policía. Caían los obreros, la plaza se quedó vacía y el pavimento sembrado de gorras y charcos de sangre. Fueron recogidos tres cadáveres de militantes obreros: Miguel Beche, español, vendedor ambulante; José Silva, español de 23 años, tendero; y Juan Semino, argentino de 19 años, albañil. Luego morirían tres españoles. Los heridos eran rusos, italianos y epañoles.
El coronel Falcón clausuró los locales anarquistas y encarceló a sus dirigentes. En respuesta, los obreros socialistas se unieron a los anarquistas y proclamaron el paro general por tiempo indeterminado. Lo levantarían solamente si renunciaba el coronel Falcón. Sesenta mil obreros acompañaron al cementerio los restos de los compañeros caídos. Por su parte, el coronel Falcón concurrió al cementerio de la Recoleta para asistir a las exequias de su amigo Ballvé, director de las penitenciarías. En el coche en el que viajaba Falcón iba también el joven Lartigau, su secretario particular. Cuando el coche tomó por la avenida Callao, un joven con un paquete en la mano comenzó a correr al lado del mismo y, cuando dobló, el joven le arrojó el paquete al vehículo que inmediatamente explotó. El agresor fue perseguido y se pegó un tiro en el pecho para no ser apresado con vida. El coronel Falcón quedó malherido y murió horas después, igual que su secretario, el joven Lartigau.
El que arrojó las bombas era el anarquista ruso Simón Radowitzky. Enseguida fue agredido por la multitud, ante la cual gritó desafiante: "¡Viva el anarquismo! No me importa: para cada uno de ustedes tengo una bomba."
Una vez capturado fue conducido al hospital donde se comprobó que había sufrido unas heridas leves. Era ruso y solo tenía 18 de edad.
Fue juzgado y condenado a muerte, pero el ruso demostró que era menor de edad. La ley no permitía la pena de muerte para un menor. Por ello, fue condenado a prisión perpetua y trasladado meses después a la prisión de Tierra del Fuego. Allí sufrió toda clase de castigos, entre ellos la tortura. Por muchos años, la vida de Radowitzky entró en un cono de silencio. Ya nadie hablaba de él como si nada hubiera ocurrido. Hasta que un día salió en la tapa de todos los diarios del país: "Radowitzky huyó de la cárcel de Ushuaia". Pero no tuvo suerte y fue apresado cuando emprendía el camino a Chile.
Por muchos años más, la vida de Radowitzky volvió al silencio. Ya nadie hablaba de él como si la fuga hubiera sido su capítulo final. Sólo en los círculos anarquistas el mito de su figura iba creciendo con el tiempo. En 1925 –a siete años de la fuga– un periodista del diario La Razón logró entrevistar al preso en Ushuaia. Así lo describía: "Simón es un sujeto de mediana estatura. Delgado, frente despejada y algo calvo, quijada prominente, cejijunto y ojos pequeños, vivos. Tiene 34 años y hace 16 que está en presidio en el que trabajó de todo. Su celda es modelo de limpieza y en ella se ven retratos de familia. Es voluntarioso para hablar, casi diríamos locuaz. Sostiene que mató a Falcón a impulso de sus convicciones"
Hasta que en Semana Santa de 1930, el presidente Hipólito Yrigoyen indultó a Simón. Pero Yrigoyen cometió un pecado contra la ética: indultó al preso político pero lo expulsó del país. Fue embarcado en un buque que cruzó el Río de la Plata para llevarlo a tierra uruguaya. Con una medida ridícula: le hacen pagar su pasaje a Montevideo. El expulsado puede hacerlo con el dinero que le han enviado sus compañeros ideológicos desde la Argentina. Increíble la pequeñez de esas autoridades.
Finalmente desembarcó en Montevideo pero poco después fue detenido y llevado a la isla de Flores, en condiciones lamentables. Hasta que se le permitió ir a Montevideo y fue enviado de nuevo a la cárcel. Seis meses después fue liberado. Marchó entonces a España para luchar en la Guerra Civil contra el dictador Francisco Franco. Perdida la guerra, viajó a México. Allí vivió y trabajó hasta los 65 años de edad, cuando murió de un ataque cardíaco. Mató por idealismo y fue siempre fiel a sus ideales.
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