domingo 17 de abril de 2016
LA OTRA CARA DEL PANAMACRI
LA POSIBLE VINCULACIÓN ENTRE LA EMISIÓN DE UN BONO
PORTEÑO Y LA OFFSHORE QUE MANEJÓ NÉSTOR GRINDETTI
Tras los pasos del tango en Suiza y Panamá
En 2010 el entonces ministro de Hacienda porteño comandó la polémica colocación de los bonos Tango Serie 8. Los Panama Papers revelaron que poco después empezó a manejar una sociedad fantasma y una cuenta en un banco suizo. Leandro Santoro pedirá mañana a la Procelac que investigue si hay relación entre ambos hechos.
Grindetti es uno de los hombres de confianza de Mauricio Macri, a quien Santoro
también pedirá que investiguen.
La pregunta quedó planteada cuando se hizo la operación: por qué, siendo jefe de Gobierno, Mauricio Macri apresuró en 2010 la emisión de los bonos Tango Serie 8 para financiar obras que entonces la ciudad no estaba lista para poner en marcha y por qué pagó por ello al Credit Suisse y a KBR Corporate Finance comisiones ocho veces más caras que las que pedían otros agentes financieros. La respuesta podría llegar ahora de la mano de los Panama Papers. De allí surgió que fue entonces que Héctor Grindetti, en ese momento ministro de Hacienda porteño y hombre de confianza del actual Presidente, quedó a cargo del manejo de Mercier Internacional SA, una empresa de dueños desconocidos radicada en Panamá, y también de una cuenta en un banco suizo vinculado con esa colocación de deuda. El dato reavivó las sospechas de que detrás de aquel endeudamiento por 475 millones de dólares hubo una maniobra de lavado de dinero que luego fue destinado a financiar la actividad política del PRO, como señala el ex candidato a vicejefe de Gobierno porteño por el Frente para la Victoria Leandro Santoro en una denuncia que mañana presentará ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) para que Macri y Grindetti sean investigados.
Según los documentos del estudio de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en operar en paraísos fiscales, Grindetti tuvo un poder para manejar la firma Mercier Internacional SA entre 2010 y 2013. En ese lapso el ahora intendente de Lanús también figura como apoderado de la empresa para el manejo de una cuenta en el banco Clariden Leu AG, con sede en la ciudad suiza de Zurich.
La vinculación de Grindetti con una offshore quedó en parte eclipsada por la revelación sobre la participación del propio Macri en dos empresas radicadas en paraísos fiscales: Fleg Trading, la firma creada en Bahamas en 1998 en la que el Presidente fue director, y Kagemusha, constituida en Panamá en 1981, y que según el Registro Público de ese país tiene a Macri como vicepresidente.
La deuda
Grindetti no dio hasta ahora explicaciones sobre su relación con Mercier Internacional SA y la cuenta en Suiza, pero su aparición en los Panama Papers vuelve a poner el foco sobre la emisión de los bonos Tango Serie 8. Esa colocación de deuda se realizó entre marzo y abril de 2010 y estuvo envuelta en sospechas. El gobierno de Macri justificó la emisión de los títulos en la necesidad de financiar las obras de extensión de las líneas de subterráneo A, B y H, pero cuando obtuvo los 475 millones de dólares la mitad de las obras no habían sido licitadas y terminó utilizando el dinero para otros fines.
Los agentes financieros fueron el Credit Suisse y KBR Corporate Finance, una firma sin mayor trayectoria en la materia. La administración PRO los contrató de manera directa y a cambio de la colocación de los títulos a una tasa del 12,5 por ciento les pagó el equivalente al 2 por ciento de la operación. El Credit Suisse cargó con la mayor parte de la tarea, pero del total de nueve millones y medio de dólares de la comisión se llevó el 0,75 por ciento. La mayor tajada, 1,25 por ciento, se la quedó KBR Corporate Finance. Entre los directores de esa empresa estaba Edgardo Srodek, quien fue jefe de campaña del PRO en la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2005, aportó a la campaña del macrismo en 2007, y cuyo hermano Jorge era entonces diputado provincial por ese espacio político.
"La tasa y la comisión que se pagaron son obscenas. Me parece muy grave que no haya habido una licitación de un banco agente", denunció entonces Ricardo López Murphy. Martín Hourest, por aquellos días legislador porteño por Igualdad Social, también advirtió sobre el pago de "una comisión absolutamente desproporcionada". Otras provincias que se endeudaron en la misma época consiguieron hacerlo a menores tasas de interés. Y, según se supo, hubo bancos que ofrecieron hacer la operación por una comisión ocho veces menor a la que se finalmente se pagó.
El gobierno de Macri no sólo tuvo que lidiar con las denuncias políticas: la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) llevó el tema al terreno judicial, donde acusó a Grindetti y también al entonces director de Crédito Público porteño, Abel Fernández Semhan, por administración fraudulenta e incumplimiento de los deberes de funcionario público, entre otros cargos.
Entre las presuntas irregularidades de la operación que la ACIJ denunció ante la Justicia, además de lo excesivo de la tasa de interés y las comisiones, citó el hecho de que el gobierno porteño no hizo con los fondos lo que había sido autorizado por la Legislatura. Los 475 millones de dólares que se consiguieron por la colocación de deuda fueron pesificados y se convirtieron en 1843 millones de pesos, de los cuales 600 millones de pesos fueron destinados a la compra de Letras del Banco Central (Lebacs) y 1243 millones de pesos quedaron depositados en el Banco Ciudad con un rendimiento anual del 6,5 por ciento. Según se calculó, ambas decisiones habrían significado una pérdida para la ciudad superior a los 30 millones de pesos en virtud de la diferencia entre la tasa de 12,5 por ciento pagada a los inversores del bono y el rendimiento obtenido por las Lebacs y el plazo fijo.
Las sospechas sobre aquella operación financiera ahora cobran más fuerza. Santoro destaca en la presentación que hará en la Procelac que si bien el juez Mauricio Zamudio sobreseyó a Grindetti y Semhan, los datos que surgen de los Panama Papers ameritan abrir una investigación porque dan cuenta de la posible comisión de otros delitos diferentes a los que se investigaron en su momento. Hay coincidencias temporales y hechos que respaldan esa suposición.
Las coincidencias
La emisión de los bonos Tango Serie 8 concluyó en abril de 2010. Los documentos difundidos por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) revelan que Grindetti recibió menos de tres meses después, el 2 de julio de ese año, el "poder especial" que le confirió Mossack Fonseca para manejar Mercier Internacional SA. Ese instrumento legal le dio al entonces ministro de Hacienda porteño la atribución de "administrar la sociedad sin limitación alguna, tanto mediante actos de simple administración, así como los de disposición; celebrar o llevar a cabo en nombre de la sociedad contratos o actos de toda clase y descripción y más específicamente pero sin limitarse a las facultades expresadas a continuación".
El estudio de abogados panameño dedicado a la creación de empresas fantasma le cedió a Grindetti el manejo de Mercier Internacional SA a partir de instrucciones que vía mail recibió del Estudio Chadicov, que desde Uruguay se ocupa también de brindar servicios a clientes que buscan constituir sociedades offshore. Diez días más tarde, Grindetti obtuvo el poder para operar la cuenta del Clariden Leu AG en Zurich. Según consigna Alejandro Giuffrida en el sitio web Artepolítica, Mercier Internacional SA había sido creada poco tiempo antes, el 19 de mayo de 2010, y los directores de Mercier Internacional SA que firmaron el poder en favor de Grindetti fueron José Jaime Melendez, quien también participa en la dirección de otras 802 sociedades, y Jaqueline Alexander, director también en 8627 empresas más.
En su denuncia ante la Procelac, Santoro destaca de los datos conocidos ahora se desprendería que las acciones de la Mercier Internacional SA "son al portador y que se dividen en dos mitades". "Ello" – agrega – "es un dato relevante ya que el principal objetivo de emitir acciones al portador es evitar que se conozca el nombre del verdadero dueño de las mismas."
A la coincidencia temporal entre la emisión de los bonos Tango Serie 8 y el surgimiento del vínculo entre Grindetti y Mercier Internacional SA se suma el hecho de que el banco suizo donde estaba radicada la cuenta que el intendente de Lanús fue autorizado a operar haya sido el Clariden Leu AG. Esa entidad bancaria fue creada en el año 2007 a partir de una asociación entre el Clariden Bank y el Credit Suisse. Cinco años después, el Credit Suisse anunció la fusión definitiva de ambos bancos bajo su nombre.
El gobierno de Macri eligió contratar al Credit Suisse a pesar de que, asociado con KBR Corporate Finance, pedía comisiones mucho más caras de las que ofrecían cobrar otros agentes financieros, y a pesar también de que a esa altura ese banco ya había aparecido involucrado en maniobras de lavado de dinero. Uno de esos casos tuvo lugar en Brasil en 2007 y derivó en la detención de un empleado del Clariden Leu AG, el banco con el que justamente Grindetti terminaría operando en Zurich. Dos años después, el Banco Central brasileño estableció reglas bancarias más estrictas y obligó a varios grandes grupos internacionales a cerrar oficinas que ofrecían ilegalmente servicios de banca privada. La medida se produjo tras el arresto de ejecutivos de Credit Suisse y otras entidades. El Credit Suisse y su unidad Clariden Leu AG cerraron entonces sus sucursales representativas en ese país.
La denuncia
Más allá de considerar "relevante la relación que une a Grindetti con el Credit Suisse", Santoro pone también énfasis "la relación directa del mismo con Macri y el Grupo Socma". Al respecto señala que no sólo los une el hecho de que haya sido ministro de Hacienda porteño, sino que "son varias las situaciones que permiten sospechar la sociedad o el vínculo de dependencia entre ambos". Recuerda que Grindetti fue "uno de los funcionarios de mayor confianza de Macri" durante su gestión en la ciudad. "Su amistad con el actual Presidente es públicamente conocida, pero además también es de público conocimiento su intervención en el Grupo Socma", añade Santoro, sin pasar por alto que el actual intendente de Lanús "arrancó a trabajar como cadete y llegó al directorio" del holding de empresas de la familia Macri.
Santoro sostiene que al margen de que en el caso de la emisión de los bonos Tango Serie 8 "existió un apartamiento de la administración porteña de aquel entonces que habría respondido a alguna motivación ajena al interés general", ahora hay indicios de la posible "existencia de lavado de activos" y que Grindetti actuó "en ambos lados del mostrador". "Por un lado, era Ministro de Hacienda de la Ciudad Autónoma, por el otro apoderado de una empresa para operar en un banco que llamativamente antes de otorgarse el poder había cobrado un porcentaje importante en una operación. En otras palabras, era el funcionario competente con poder de decisión en la emisión de deuda y, tiempo después, actuaba como apoderado para actuar en el mismo banco que cobraba la comisión de tal operación", explica.
El ex candidato a vicejefe de Gobierno porteño por el FpV subraya, además, que "existen elementos para suponer que parte del producido por las maniobras de lavado sospechadas pudo haber sido destinado a la campaña electoral". En este punto, se detiene en un dato "que –afirma– no puede sino generar sospechas sobre el financiamiento de campaña de 2013 por parte del PRO": que "el 14 de marzo de 2013 Macri, junto con Grindetti, viajan a Panamá. Sin perjuicio de que dicho viaje se hizo con los fines de obtener un crédito, no debe perderse de vista que se realiza meses antes de las elecciones nacionales, ya que las PASO legislativas se realizaron en agosto y las elecciones definitivas en octubre del mismo año". Macri informó que aquel viaje, del cual participó también Rogelio Frigerio se hizo para pactar préstamos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para realizar obras en la ciudad. Eso fue a mediados de marzo de 2013 y los tres estuvieron en Panamá poco más de dos días. El poder de Grindetti para manejar la offshore radicada allí expiró en junio de ese año.
En relación con el posible financiamiento ilegal de la campaña del macrismo, el referente de la agrupación Los irrompibles recuerda también en su denuncia la participación de Srodek en la operación de emisión de los bonos Tango Serie 8 y manifiesta: "Se trata de una hipótesis que cobra más relevancia, entre otras circunstancias, por el aporte económico que algunos de los implicados en las maniobras efectuaron también en la campaña electoral del espacio político PRO en las elecciones legislativas de 2015, como lo es el caso de Grindetti que si bien llamativamente no figura como aportante directo, si sospechosamente sus empleados." Al respecto, precisa que los colaboradores del entonces funcionario porteño "contribuyeron con 700.000 pesos; y eligieron hacerlo con 30.000 pesos 13 de ellos; y tres trabajadores con 25.000, 45.000 y 50.000 pesos".
"La aparición del poder otorgado a Néstor Grindetti, un hecho nuevo que no se conocía allá por el 2010, pone de manifiesto su vinculación con operaciones dudosas de las que Macri no puede ser ajeno", afirma en su denuncia Santoro, tras advertir que la creación de sociedades offshore no tiene otro fin que cometer alguna actividad ilícita, para hacerse luego una pregunta: ¿Por qué el ocultamiento por parte de los involucrados?
Grindetti hasta ahora no ha respondido. Santoro tiene su explicación: "Porque el ocultamiento es la base de todas las maniobras que tienen que ver con el lavado de activos o la evasión fiscal." Desde mañana será tarea de la Justicia encontrar la respuesta definitiva.
Todo, menos explicar
Néstor Grindetti minimizó desde el primer día las revelaciones de los Panama Papers. "En todo caso es un tema personal con la Justicia", sugirió esta semana en su primer contacto con la prensa desde que se conocieron los poderes que le dio al estudio panameño Mossack Fonseca en 2010 para operar la sociedad offshore Mercier Internacional SA y manejar una cuenta en el banco Clariden Leu AG. El día que se publicó la información admitió, en un comunicado, tener "un poder para la administración general de la empresa Mercier Internacional entre 2010 y 2013" pero aseguró que "nunca se registraron movimientos económicos". Sobre la cuenta en Suiza dijo "desconocer completamente la apertura" y que "nunca firmó ningún documento para abrirla". Retomó el tema el último jueves. "En el caso que se me atribuye es una empresa nonata, no nació, no funcionó nunca y por eso no fue declarada", justificó. "Después de dar las explicaciones que di a los vecinos, a partir de ese momento deja de tener importancia", propuso. Consultado sobre el pedido de explicaciones de concejales locales, dijo que el de sus cuentas en el exterior es un tema que "excede a los de Lanús y, en todo caso, es un tema mío personal con la Justicia". La misma respuesta ensayó cuando le recordaron que el legislador porteño Marcelo Ramal pidió una comisión investigadora en la Legislatura porteña. "Es una cuestión personal que no tiene vinculación ni la puede tener con un bono oficial de la Ciudad de Buenos Aires".
Acusado por sus socios
La diputada Elisa Carrió, aliada de Cambiemos, no dudó en defenestrar a Néstor Grindetti cuando aparecieron sus cuentas offshore en los Panama Papers. "No tiene explicación, siempre sospeché que era un corrupto y no me equivoqué", afirmó la chaqueña, sin que el funcionario del gabinete de Mauricio Macri acusara recibo. "Nadie abre esas sociedades para no usarlas y nada bueno se esconde en una sociedad de ese tipo", reaccionó el mismo día Margarita Stolbizer. La diputada del GEN recordó la denuncia que en 2010 presentó en su contra la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) por la emisión de bonos de deuda Tango Serie 8 del gobierno porteño y remarcó que aquella colocación fue "a través de una empresa, de manera directa, sin haberse realizado un proceso de licitación para su contratación, y por la cual se pagaron comisiones mayores que las que en la misma época se habían cobrado a otros gobiernos provinciales". En esa línea, el legislador Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda, pidió una comisión investigadora sobre la colocación de deuda por 475 millones de dólares a través de bonos por los que el Credit Suisse cobró una abultada comisión, tres meses antes de que el entonces ministro obtuviera el poder para manejar una cuenta bancaria en Suiza.
REPORTAJE AL EXPERTO FRANCÉS
GABRIEL ZUCMAN
"Los paraísos fiscales exacerban la injusticia"
Por Martín Granovsky
Recién cumplirá 30 años en octubre. Discípulo de Thomas Piketty, el parisino Gabriel Zucman escribió el libro La riqueza escondida de las naciones. Cómo funcionan los paraísos fiscales y qué hacer con ellos, que en la Argentina editó Siglo XXI. El economista francés calcula en el texto que el 8 por ciento del patrimonio de los particulares (depósitos, carteras de acciones y obligaciones, partes de fondos de inversión y contratos de seguros) está en los paraísos fiscales. Hoy da clases en Berkeley, California.
–¿Es útil el escándalo de los Panama Papers?
–Claro, cualquier escándalo con datos concretos es útil para debatir con mayor fuerza la cuestión de los paraísos. Las discusiones son esenciales para que la gente se dé cuenta de que estamos frente a un gran problema.
–El libro menciona que para Europa el gran problema son los paraísos de Suiza, Luxemburgo y Singapur.
–Allí evaden los ricos y los ultrarricos.
–¿Quiénes son?
–Los que tienen como mínimo 30 millones de dólares. El 0,01 por ciento de los dueños de la riqueza.
–¿Cuánta riqueza tienen?
–El 15 por ciento de la riqueza. ¿Desproporcionado, no?
–Además de ser un problema para las agencias nacionales de impuestos, ¿influyen en el nivel de injusticia?
–Mucho. Por lo pronto altera la economía. Cada año el fraude fiscal de los ultrarricos le cuesta a Europa 130 millones de euros. Eso por la simple existencia del secreto bancario en los paraísos. En 2013 la deuda representaba en Francia el 94 por ciento del Producto Bruto Interno. Si uno descontara el fraude, la deuda hubiera sido el 70 por ciento del PBI. Por eso en términos específicos la evasión de los ultrarricos tiene dos efectos inmediatos. Uno, la pérdida de riqueza en la nación de origen. El segundo, no menos importante, es que como esa riqueza se pierde por evasión el Estado busca mecanismos para compensar la pérdida. Entonces aumenta más los impuestos a la clase media y al consumo directo. De esa manera empeora la situación cotidiana de los trabajadores y de las distintas franjas medias de la población. Se hacen más vulnerables y a la vez deben pagar más impuestos. Los paraísos fiscales no solo son fuente de injusticias. Los paraísos exacerban la injusticia.
El señor Maurice
En su investigación, Zucman incluye un recuadro. Se llama "El fraude fiscal explicado a quienes no lo practican". Toma un ejemplo imaginario, "el de un tal señor Maurice". Para enviar diez millones de euros a Suiza, el empresario Maurice no lo hace de una vez sino en tres etapas. Primero crea una sociedad en Delaware, donde los controles son limitados. Después abre una cuenta en Ginebra a nombre de esa sociedad de Delaware. Los suizos son celosos del secreto bancario que establecieron en 1935. Luego su empresa compra servicios ficticios (asesorías) a la sociedad de Delaware y los paga depositando dinero en la cuenta suiza. El señor Maurice por un lado paga menos en concepto de ganancias (porque tuvo gastos de asesoría) y por otro lado genera nuevos ingresos con el dinero invertido en Suiza. Por el secreto suizo esos ingresos quedan fuera del alcance del fisco. Si quisiera usar una parte de esos nuevos ingresos, podría pedir un préstamo a una filial local del banco suizo y comprar una mansión o una obra de arte.
El libro es útil para conocer más aún los complejos sistemas de triangulación para eludir, evadir y reutilizar los ingresos obtenidos de las ganancias originarias. Una forma habitual es, para los ultrarricos europeos, abrir una sociedad en las Islas Vírgenes británicas, que les garantizan el anonimato, y una cuenta en Suiza. Las inversiones en acciones, obligaciones y fondos se realizan con preferencia en Luxemburgo, gracias a la ausencia de barreras de este país. Zucman llama al circuito Islas Vírgenes-Suiza-Luxemburgo "el trío infernal". Antes que Panamá la banca para ultrarricos funciona en Singapur, Hong Kong, Bahamas, Islas Caimán, Luxemburgo y Jersey, pero "gran parte de los recursos son gestionados por bancos suizas, en ocasiones desde Zurich o Ginebra".
–Siempre hay presente un operador bancario. Los Panama Papers revelan que el HSBC gestionó 2300 cuentas a propietarios de las sociedades offshore.
–La globalización facilitó ese tipo de prácticas. Por un lado es más difícil recaudar impuestos porque algunos países facilitan la evasión: son muy generosos en sus reglas, para decirlo finamente, y no supervisan sus instituciones financieras. Incluso muchas veces esta falta de supervisión termina ayudando a las conspiraciones criminales. Por otro lado los mismos bancos crean compañías cáscara, shell companies, para sus clientes.
–El libro propone tres soluciones: registro financiero mundial, intercambio automático de información e impuesto global a los capitales.
–Sí, porque hay un hecho evidente: quienes depositan riquezas por ejemplo en Panamá no las dejan quietas. Las invierten en fondos con acciones de compañías en Europa y en los Estados Unidos. Un registro ayudará a cruzar datos y entonces aparecerán los que tengan dinero afuera. También los argentinos. En estos momentos Europa y EE.UU. están discutiendo un régimen de libre comercio entre ellos. ¿Se puede liberalizar el comercio sin hablar de impuestos? El secreto bancario es un subsidio encubierto a favor de las offshore.
–Pero el problema de Francia no es Luxemburgo sino su propia elite de ultrarricos y la globalización financiera sin límites.
–Obviamente los obstáculos son la forma en que circulan las divisas y el poder de un grupo reducidísimo de individuos. Para ellos la ganancia es enorme.
–Pueden perder y no hacer nada ni contra el núcleo del sistema financiero ni contra los ultrarricos.
–Es verdad. Pero hay un conflicto de intereses real entre los muy ricos y los Estados donde viven. Antes de la última crisis no existía ni siquiera intercambio de información. Hoy inclusive la Organización para el Comercio y el Desarrollo está trabajando en un sistema. Es imperfecto e incompleto pero se trata de un progreso.
–¿Y hay alguna experiencia de impuesto global?
–Nada menos que los Estados Unidos. El país es muy federal pero los impuestos trascienden el límite entre los Estados.
OPINION
Sobre la ilegalidad de las sociedades offshore
Por Ricardo Augusto Nissen *
La aparición de los Panama Papers reavivó en Argentina una polémica que pensábamos terminada en 2004, cuando el 29 de diciembre se produjo la tragedia de Cromañon, oportunidad en que el ciudadano se enteró que la utilización de las sociedades offshore no era una cuestión meramente académica, sino una forma muy sofisticada de violar la ley y frustrar los derechos de terceros, permitiendo a quienes se esconden detrás de ellas evitar el cumplimiento de sus obligaciones, no solo en el plano fiscal, sino en todos los órdenes de la vida. En el caso particular de Cromañon, la titularidad del lugar donde se produjo la tragedia estaba a nombre de la sociedad Nueva Zarelux SA, una típica SAFI, constituida en el Uruguay bajo la por entonces vigente ley 11.073, derogada hace algún tiempo por el ex presidente Tabaré Vázquez. Detrás de ella se escondía un empresario argentino, que recurrió a ese mecanismo de simulación para evitar responder con su patrimonio por las consecuencias de una actividad que se estimaba de alto riesgo.
Las sociedades offshore encontraron en Argentina un enorme cauce para la evasión fiscal y para consumar el fraude laboral, societario, concursal, conyugal y sucesorio, llegándose incluso a utilizar este mecanismo para frustrar ese magnífico principio de derecho patrimonial nacional conforme al cual el patrimonio del deudor constituye la garantía de sus acreedores, inserto en el derogado Código Civil y ahora reiterado por el vigente Código Civil y Comercial de la Nación. Vale la pena recordar que, allá por 2003, había mas de 16.000 propiedades inmuebles, en las zonas mas elegantes y caras de la Ciudad de Buenos Aires, inscriptas en el Registro Inmobiliario a nombre de sociedades provenientes de paraísos fiscales, que ni siquiera se habían inscripto en el por entonces denominado Registro Público de Comercio a cargo de la Inspección General de Justicia. Bien es cierto que en Argentina, las sociedades offshore hicieron su aparición en el 1970, en el célebre caso de la Compañía Swift de la Plata SA – con suerte adversa para los estrategas de ese fraudulento proceso concursal y beneplácito de los verdaderos acreedores de la empresa – pero nadie puede negar que en la década del 90, y merced a la ideología económica imperante en esas épocas, este tipo de compañías campearon en todo su esplendor, siendo incluso recomendado su uso por importantes estudios contables y jurídicos, así como escribanías de nuestra Ciudad de Buenos Aires.
Precisamente, por tratarse de instrumentos de fraude, en perjuicio del fisco y de terceros generalmente de buena fe, la Inspección General de Justicia, mediante la Resolución General nº 2/2005 del 16 de febrero de ese año, a pocos días de ocurrida la tragedia de Cromañon, prohibió directamente la inscripción, en el Registro Público de Comercio, en los términos de los artículos 118 y 123 de la Ley 19.550, de las sociedades constituidas en el extranjero que carecieran de capacidad y legitimación para actuar en el territorio de su creación, esto es y concretamente a las sociedades offshore. Es importante destacar que en los considerandos de esa resolución, que hoy se encuentra mantenida por las Resoluciones Generales nº 7/2005 y 7/2015, se incluyeron muy duras consideraciones respecto de aquellas afirmaciones que intentaron justificar la actuación de esta clase de compañías foráneas, destacándose fundamentalmente que el anonimato accionario y las extrañas condiciones de inexpugnable confidencialidad que caracterizan el accionar off shore, garantizan prácticamente su impunidad, favoreciendo un estado de cosas que es absolutamente intolerable, tanto jurídica como moralmente y que erosiona los valores superiores de la Justicia y de la convivencia social.
Pero mas de diez años después de toda la batería de resoluciones de la Inspección General de Justicia contra esos instrumentos –que reemplazaron en estas épocas al antiguo testaferro de carne y hueso, que podía quebrarse en sede judicial - la historia ha vuelto a repetirse, a través de un verdadero escándalo mundial, que compromete seriamente a nuestro presidente de la Nación, quien como consecuencia de una investigación realizada por un gran número de periodistas, ha incurrido habitualmente en la denominada "operatoria off shoring", en su dilatada carrera empresaria. Basta al respecto recordar el caso Opalsen Sociedad Anónima, resuelto por la Cámara Federal Penal de San Martín en 1994, de cuyas consecuencias pudo nuestro actual primer mandatario salir indemne, merced a la tristemente célebre "mayoría automática" de la "Corte de los Milagros" de la época menemista, así como su intervención en las compañías caribeñas Fleg Trading Ltd. y Kagemusha, para afirmar, sin temor de equivocación alguna, que esa actuación clandestina no le era para nada ajena.
Descubierto este affaire, muchas voces, provenientes de los mismos sectores que defendieron con alarmante pobreza argumental a las sociedades offshore ante la cruzada iniciada por la Inspección General de Justicia en 2003, salieron de inmediato en defensa de nuestro presidente, con argumentos que no merecen la menor consideración lógica ni jurídica. En especial sorprenden aquellas voces que predican la licitud de las mismas, exhibiendo una total ignorancia sobre el mismo fundamento de su existencia, que no es otro que la ilicitud, el ocultamiento y la impunidad. Bien sostuvo Mempo Giardinelli en este mismo diario el viernes 8 de abril que la operatoria en cuestión no implica otra cosa que haber actuado o intervenido, en secreto, en las mismas cloacas financieras de ladrones, evasores, estafadores, corruptos y narcotraficantes de todo el planeta, y ello de por sí es de suma gravedad.
Las utilización de las sociedades offshore en Argentina no es una actividad lícita. Lo ratifican los artículos 19 y 124 de la Ley 19.550, los artículos 333 a 337 de nuestro unificado Código Civil y Comercial, que tratan sobre la simulación y fundamentalmente la Resolución General Nº 7/2015, en su artículo 218, que prohíbe la inscripción de sociedades de esta naturaleza en la Inspección General de Justicia.
Pero además resulta contrario al giro ordinario de las cosas que quien pretenda intervenir en el tráfico mercantil de un determinado país, omita inscribirse en sus registros de comercio. Estos existen por la necesidad de que los terceros conozcan la actuación documental de esa sociedad, así como los datos relativos a sus fundadores, accionistas, composición y suficiencia de su capital social, objeto social, y la integración de sus órganos sociales, optando por registrar la misma en un paraíso fiscal, que asegura total opacidad e impunidad. En nuestro país, toda sociedad constituida en el extranjero, salvo para la realización de actos aislados, debe cumplir con esa carga registral, cuyo incumplimiento afecta el orden público, y si toda la actividad de esa sociedad foránea se desarrolla en la República Argentina, ella ha sido considerada como sociedad constituida en fraude a la ley, reprimida por el artículo 124 de la ley 19.550.
No he conocido, en toda mi actuación profesional, docente, académica, ni como funcionario público, un solo ejemplo de una sociedad proveniente de paraísos fiscales que no haya causado perjuicios, ni he conocido tampoco a personas que se dediquen a coleccionar estos instrumentos, adquiriendo la totalidad de acciones al portador de una compañía de esta naturaleza, para nunca utilizarlas, como hoy increíblemente argumentan algunos de las personas comprometidas en el manejo de estas sociedades, intentando con ello eximirse de toda responsabilidad. Como es conocido, estas compañías requieren del empleo de contadores u otros profesionales de su país de origen, a los fines de "mantenerlas", actualizando sus actas de asambleas o directorio, designando nuevos apoderados, renovando directorios etc., y todo ello cuesta dinero, traducido generalmente en un canon anual, de cuya sumatoria viven con holgura los estudios que fundan, patrocinan y colaboran con la creación y funcionamiento de estos engendros societarios.
Tampoco es argumento atendible aquel que sostiene que la participación en sociedades offshore fue declarada al fisco nacional, pues tal afirmación es totalmente incompatible con el fundamento mismo de su existencia, en tanto las sociedades off shore se crean y funcionan precisamente para ocultar la verdadera titularidad de sus acciones, sus dividendos o remuneraciones percibidas en carácter de director o autoridad de las mismas. Sostener lo contrario – esto es, la supuesta declaración impositiva de una tenencia accionaria en una sociedad offshore, como argumento justificante de esa participación – implica incurrir en un oxímoron, esto es, una contradicción en sus propios términos y, lo que es peor, tomar por idiotas a los ciudadanos argentinos, incluso a aquellos que están dispuestos a exculpar sin reservas a nuestro presidente, por el mero hecho de compartir con éste una misma ideología, como lamentable ha sucedido con nuestra titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, tan rápida en justificar a Mauricio Macri, que ni siquiera se dio tiempo, antes de opinar, de estudiar toda esta fenomenología, que tanto daño causa a la economía y a la población mundial.
Y finalmente, no menos admisible en derecho es el argumento de legitimar la creación y funcionamiento de estas sociedades, invocando no haber participado en su acto constitutivo o carecer de acciones en la misma, pues en estas compañías lo que menos importa son los personajes que figuran en sus papeles como titulares de su capital social, toda vez que es conocido por todos que las sociedades offshore emiten sus acciones al portador, y que ellas son transferidas por sus socios fundadores, vinculados laboralmente con los estudios que se dedican a estos menesteres –en forma casi inmediata y por supuesto sin papeles– a sus verdaderos controlantes. Por el contrario, participar en el directorio o ser apoderado de las mismas es un importante hilo conductor que nos puede conducir – entre otros indicios – a descubrir la identidad de los verdaderos dueños de dicha sociedad, pues a diferencia de sus accionistas, los directores o sus apoderados –que cuentan por lo general con infinitas facultades de administrar y disponer del patrimonio de estas compañías – son quienes manejan efectivamente el patrimonio de ellas, y que, por lo general, no se pone en manos de desconocidos testaferros.
La cuestión es preocupante, como lo es también el alarmante silencio o la carencia de toda objetividad exhibida por los grandes medios de comunicación cuando tratan el tema, teniendo en cuenta – fundamentalmente – que por la misma razón ya han renunciado importantes funcionarios en otros países del mundo, comprometidos por la aparición de los Panama Papers. Pero es una incontrastable realidad que en la República Argentina y en especial para la clase empresaria o dirigente, el delito económico y en especial la evasión impositiva no origina las mismas reacciones que la violencia callejera, pese a que los perjuicios y las consecuencias que aquellos provocan en la sociedad son infinitamente superiores, dejando en nuestra sociedad secuelas muy difíciles de superar.
* Ex inspector de la Inspección General de Justicia.
CFK RECIBIRÁ A INTENDENTES Y EVALÚA
REUNIRSE CON SENADORES Y
GOBERNADORES DEL FpV
Una agenda para seguir al frente
Esperan una buena convocatoria de jefes municipales en la fundación Patria pese a las presiones del gobierno bonaerense.
Por Nicolás Lantos
Cristina Fernández de Kirchner decidió arriesgar. Después de su regreso a la arena pública el miércoles pasado, con un acto multitudinario frente a los tribunales de Comodoro Py, y de las reuniones que mantuvo con diputados, organismos de derechos humanos y militantes de base en los días siguientes, mañana pondrá a prueba su caudal político al recibir en la fundación Patria, donde montó su nueva base de operaciones, a los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires.
Cincuenta y cinco jefes comunales, todos los que fueron electos en diciembre del año pasado con la boleta del Frente para la Victoria, recibieron las invitaciones. Una asistencia abultada será una señal de que su influencia sigue vigente; un faltazo masivo será un duro golpe a sus aspiraciones. De una forma u otra, todos los ojos estarán puestos en el edificio de Rodríguez Peña y Rivadavia y lo que suceda allí seguramente modificará el escenario político dentro y fuera del peronismo.
En el entorno de la ex presidenta confían que va a haber más presencias que ausencias, y se entusiasman con que, incluso, puede llegar a haber asistencia casi perfecta, aunque no quieren anticipar un número porque, aseguran, hay algunos operadores que están moviéndose para tratar de dinamitar la convocatoria. Por eso también desde el kirchnerismo se está hablando directamente con algunos jefes comunales para comprometerlos a participar.
La tarea recayó principalmente en manos de los intendentes más cercanos a la ex mandataria: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Patricio Mussi (Berazategui), Francisco Echarren (Castelli), Mario Secco (Ensenada), Walter Festa (Moreno) y Juan Ustarroz (Mercedes), entre otros. Ellos iniciaron la "cadena" con la convocatoria el viernes por la tarde, contactando a sus pares y proponiéndoles participar. Este grupo, que ya tiene confirmada su presencia, suma entre quince y veinte voluntades.
El foco está puesto en el llamado "grupo de los apóstoles", que trabajan en coordinación desde el verano, cuando firmaron en conjunto el Pacto de San Antonio de Padua, un documento de diez puntos basado en el mensaje del papa Francisco: entre ellos hay dirigentes más cercanos al kirchnerismo, como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Verónica Magario (La Matanza) y otros más críticos, como Alberto Descalzo (Ituzaingo) y Gabriel Katopodis (San Martín).
Por ahora, la intención de ellos es asistir, aunque algunos todavía dudan. La mayoría de intendentes de partidos más pequeños o del interior bonaerense está esperando a ver cómo se mueve ese grupo para terminar de definirse. Entre los argumentos a favor de ir a la cita está el antecedente de la reunión del jueves pasado de CFK con diputados, que tuvo el formato de un diálogo horizontal, donde la ex presidenta escuchó más de lo que habló.
"Si el plan es que nos bajen línea, no vamos a ir. Si vamos a tener un diálogo franco, es otro tema", explicaba un jefe comunal de la Primera Sección a este diario. Aunque todavía quedan rémoras de desconfianza por desplantes pasados y heridos en los cierres de listas en 2013 y 2015, todos reconocen que Fernández de Kirchner sigue siendo la figura más popular del peronismo, y quizás de toda la política argentina, y dudan que sea inteligente hacerle un desplante.
"Muchos compañeros están recibiendo presiones para no ir", denuncia, por otra parte, uno de los intendentes que participó de la convocatoria, apuntando a "operadores del gobierno bonaerense" y también de "algunos dirigentes peronistas que no quieren que Cristina recupere influencia" en la interna. "La vuelta está poniéndolos nerviosos, eso es una buena señal", agregó.
CFK permanecerá en Buenos Aires y en los próximos días continuará con sus reuniones en la fundación Patria. Si la apuesta con los intendentes sale bien, tiene dos desafíos más grandes por delante. Ya hay negociaciones tensas con el jefe de bloque Miguel Angel Pichetto para garantizar una buena convocatoria en encuentro con los Senadores del FpV. Luego, será el turno de los gobernadores, la parada más difícil. En ese caso, se está evaluando que sería más conveniente citarlos a audiencias cara a cara o en pequeños grupos. Pero todo eso dependerá de lo que suceda mañana.
OPINION
El Frente Ciudadano
Por Horacio González
La expresión Frente Ciudadano es cuidadosa y sutil. Por supuesto, conocemos la larga historia de los frentismos políticos y sociales en el país y en el mundo. Los frentes son el recurso último de alianzas contra los poderes manifiestos de la destrucción de las plataformas mínimas de convivencia colectiva. No hay corriente ideológica o tradición política que no tenga en sus legados una memoria frentista. El peronismo se denominó frentista, y hasta hoy insiste en tener ese carácter. Pero su estilo de amalgama interna no lo provee exactamente de lo que es el signo frentista por excelencia, que es un hilo que enhebra en un soplo sutil diversas acciones heterogéneas y solo conectadas espontáneamente entre sí. Sin duda, en los años en que se mantuvo despojado del poder del Estado (cuando el Estado era apenas una fantasmagoría, un jeroglífico borroso del pasado) fue frentista. Pero casi sin saberlo, sin decirlo, o admitiéndolo con restricciones. Es que el nombre que portaba tenía una plenitud que lo ampliaba al infinito pero le daba fronteras explícitas. De todos modos, numerosas izquierdas de la época hicieron diversas experiencias con un frentismo implícito en el seno del peronismo, que amagó rechazarlas pero las admitió en su lenguaje reivindicante: el ejemplo son los programas de Huerta Grande y La Falda, que los memoriosos, nunca escasos en este país, recordarán.
No era exactamente el tipo de Frente de Liberación Nacional que imperaba en el mundo en esa época, cuya marca registrada provenía de Argelia, la Argelia de Fanon y de Sartre. En nuestro país, esa figura del FLN se convirtió en un añorado y apetecido sintagma, pues en su forma clásica involucraba a las clases subordinadas al poder colonial, invocaba la formación de una identidad "descolonizada" y aportaba una fenomenología de la violencia cuya vibración era la reconstrucción de un sujeto colectivo. Pero sin serlo, pues las realidades latinoamericanas no consentían tan fácilmente con la realidad de un ejército de ocupación exterior, y había que darle ese nombre a las propias fuerzas armadas del país. Por eso, el "FLN" se convirtió en lo que llamamos el "modo implícito" del aglutinamiento de fuerzas reconstructivas de la nación, lo que revertía inevitablemente sobre el peronismo. Lo convertía en el centro de ese frente y lo obligaba a incorporar definiciones que originariamente no poseía. Especialmente en la reconversión del concepto de "tercera posición" en "tercermundismo". El primero era geopolítico, el segundo ideológico-cultural.
Por eso, el frentismo argentino siempre fue un implícito social, una utopía que rodeaba como un halo deseado e imposible las verdaderas amalgamas que se proponían como frentistas, pero se encontraban con el obstáculo de que ellas mismas se constituían en el propio cierre de su experiencia. Nuevamente hay que volver al ejemplo del peronismo. Bajo ese colmado nombre se desarrollaba una experiencia notoriamente frentista – en su origen, despliegue, diseminación y nueva retención aglutinante de sus significados – pero su modo real de existencia era el del goce de su identidad ampliada y consumada, bajo un sello definitivo. Así también procedía la lógica de sus cambios, pues si todo ya estaba cumplido, podía ser tan plástica, que podía tomar o absorber el neoliberalismo u otras consignas de la globalización, sin creer que se desmoronaba un centro esencial de su cultura política originaria. La que en su propia literatura supo denominarse "el día maravilloso".
En estos graves momentos, debería entenderse por la expresión "frente ciudadano", una invitación a revisar los anteriores intentos frentistas y de interrogar al peronismo por sus vetas de esa índole, pasadas o presentes, en especial las que lo aproximaron a las sensibilidades de izquierda, locales y mundiales. Implica esto abrir un cofre de la historia, donde hallamos ese nombre y otros. Y también letras del alfabeto que según el caso son deshonradas o reverenciadas. Abrirlo con una llave "ciudadana" (el aire de la libertad) que al parecer tendrían un componente inexpresivo, meramente incoloro. Porque sabemos que el ideal ciudadano lleva en su condición una ausencia notoria de lo que hay de energía social, nacional, clasista, laboral o proletaria, como hubiéramos dicho antes según el idioma que habláramos.
Pero ahora no es así, pues su fuerza es tácita y memorística. Solo obliga a la disponibilidad, es decir, a ser exonerados mutuamente de prejuicios y procurar nuevos entornos de revinculación. El Frente Ciudadano, precisamente por su carácter urgente – de serena intranquilidad política – es nuevamente una gran fuerza implícita que recorre a todas las demás, es un acto de averiguación e interpelación, cuyo único centro politizante, es la específica memoria de haberse lanzado esa idea en Plaza Pública. No la tradicional Plaza a la que siempre concurrimos, sino en esa extraña localización topográfica que componen la Estación Retiro, la Casa de la Moneda, la Iglesia Stella Maris, el edificio de la Marina y los Tribunales que ocupan la gris construcción de la antigua Vialidad Nacional. Esta zona desteñida, amarga y oscura del urbanismo argentino, hecha de retazos y sobras, contiene sin embargo, muchas de las incógnitas del pasado nacional, sus instituciones económicas, viales, portuarias, jurídicas, religiosas, militares y financieras. Fue oportuno decir allí ciertas palabras. No ignoro que el frente ciudadano tiene como reverso de su moneda la cara del frente patriótico. Así se lo enunció, con esa difícil reversibilidad. Pues bien, el enunciado fue frentista, esto quiere decir que en la dimensión ciudadana, está disponible su dorso patriótico. Al decírselo de esa doble manera, no se abandona la libertad de opción, la poderosa libertad de escoger los nombres en la variedad que los caracteriza, con lo que la expresión frentista se torna un horizonte nuevo del pensar y actuar en común.
OPINION
La política, el festejo, los ricos
El discurso de Cristina y el acto. Discurso y apoyos políticos. Un gobierno que niega sus actos. La perplejidad de Marcos Peña, algunas respuestas a su pregunta. Los brazos abiertos de Prat-Gay. Comodoro Py y el PJ: geografías.
Por Mario Wainfeld
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner transformó las frías vecindades de Comodoro Py. Congregó una multitud, pronunció un discurso con su marca, reafirmó liderazgo interno, convocó a un Frente Ciudadano opositor. La alegría y la pertenencia signaron el acto, cuyas proyecciones dependen de variables y desempeños futuros.
La Cámpora, el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, el Movimiento Evita, la CTA de Hugo Yasky, un puñado de intendentes condujeron las columnas más bullangueras y numerosas. El orden de enunciación es, seguramente, un listado de mayor a menor en el número aportado. Magra la presencia gremial, aparte de la enunciada.
Dijeron presente, poniendo los cuerpos, personas del común, "sueltas", llegando por su voluntad y por sus medios. Una marea humana y espontánea cuya desconcentración comprobó que casi todxs lo hacían en transporte público.
Una mirada impresionista, no estadística, induce a pensar que todos los asistentes votaron al ex gobernador Daniel Scioli en las dos vueltas electorales y que hubieran metido con más gusto el sobre en la urna por Cristina.
La muchedumbre, entonces, expresa un capital político propio, forjado en doce años de gobierno. Con capacidad de calle, con núcleos organizados, una base social y juvenil notable.
Cristina se reposiciona como líder del espacio opositor nítido, en su vertiente más numerosa. Los partidos y sindicatos de izquierda también lo son, con sus banderas tradicionales y un peso electoral menor.
El Frente Ciudadano solo tendrá sentido si consigue atraer adhesiones fuera de esos colectivos. El Frente para la Victoria (FpV) perdió las elecciones nacionales y bonaerenses, sus nutridos bloques parlamentarios padecen divisiones. Es la primera minoría con implantación territorial confinada a municipios.
El objetivo que enunció Cristina exige recrearse y relegitimarse. Sumar, asumiendo que el pase al llano horizontaliza adentro y afuera. Sin los recursos materiales y simbólicos del Estado, la tarea es más ardua y novedosa.
Bonadío y su ballet: Macristas moderados y periodistas del PRO enardecidos despotricaron contra el juez federal Claudio Bonadio, por un ratito. Le atribuyen haberle dado un pase gol a "ella" en la intimidad del off the record o en el furor del micrófono.
Claro que la causa por el dólar futuro es un disparate jurídico, que rezuma rencor e incompetencia. La creatividad de Su Señoría dibuja cargos y (todo lo indica) tenía escrito de antemano el auto de procesamiento, la acusación de asociación ilícita y hasta la prisión preventiva. En la Casa Rosada y zonas de influencia esperan con ansias que lo saque a la luz.
La denuncia original no fue obra del demonio de la botella o por alienígenas. Fue presentada por el senador macrista Federico Pinedo y Mario Negri, presidente del bloque de diputados del radicalismo. Esto es, la flor y nata parlamentaria del "equipo" del presidente Mauricio Macri, expresado en su partido dominante y su furgón de cola. Pinedo explica que no incluyeron a la ex mandataria en el libelo acusador. Excusa inverosímil de quien puso en movimiento la maquinaria de la gavilla de los federales. El Frankenstein no se les fue de la mano: le dieron de comer.
La conducta del oficialismo era previsible, Cristina decidió en su momento no ampararse en fueros, como estaba a su alcance. El temple y los riesgos de la decisión definen al kirchnerismo, en su identidad, con aciertos y errores.
La Cámara Federal denegó una recusación con argumentos que hablan más (y peor) de sus autores que del expediente. La prensa dominante cuenta que CFK no se defendió ante "la Justicia". Si alguien quiere justicia, es errado acudir al Poder Judicial... La ex presidenta interpuso una nueva recusación (la parcialidad, como los cargos, son subjetivos y conciernen a cada litigante) y fundamentó largamente. Hablar o callar en la indagatoria es un derecho cuyo ejercicio no establece presunción alguna, detalle olvidado por los fiscales mediáticos. La Cámara cuenta con chance de mejorar su reputación, seguramente reincidirá en su narrativa farisea.
La argumentación de la oradora fue política, describiendo la ofensiva judicial como un eje de la estrategia oficialista.
Coartadas débiles: El Gobierno conserva la iniciativa, hace agenda a diario. Define rumbos, implementa una política económica con antecedentes, pletórica de ideología.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, festejó con una sonrisa de oreja a oreja y los brazos abiertos de par en par. No había llegado a la pobreza cero, había conseguido una sentencia "favorable" de la Cámara de Nueva York. La llave de un nuevo ciclo de endeudamiento externo, a niveles exorbitantes.
Contradictorio el alborozo porque uno de los pilares del relato macrista es que el Gobierno no hace política. Solo se mueve obligado por los condicionantes de la pesada herencia. La falacia se repiquetea porque los primeros resultados de la gestión son gloriosos para sectores muy concentrados. El rebusque de acusar a terceros de las consecuencias de los actos propios es típico aunque falaz.
Claro que cualquier gobierno encuentra límites en lo que llamaremos "realidad", para abreviar malamente. Admitamos, solo para argumentar, que era imperiosa una devaluación. Los tres principales candidatos a la presidencia (Macri, Scioli y el diputado Sergio Massa) la tenían en su manual de herramientas. Una señal del desplazamiento a centroderecha de la oferta electoral, que no era homogénea. Las diferencias existen y son centrales.
La acción política elige dentro del abanico de lo disponible. Verdad válida por antonomasia en un sistema democrático. Ejemplifiquemos en números, sin aspirar a la precisión. El Gobierno podía llevar el dólar a una franja entre doce y veinte pesos, póngale. No tenía chances de replicar el "uno a uno" ni de triplicar la cotización. En esos márgenes, navega la decisión. Los buenos estadistas amplían los márgenes, sin suprimirlos plenamente.
El macrismo no estaba condenado a unir la devaluación con la baja o supresión de retenciones a productos agropecuarios, medida sin precedente alguno.
Nada lo compelía a talar las retenciones a la minería, ni siquiera sus promesas de campaña.
Los nuevos valores de las tarifas de servicios públicos y los boletos de transporte no estaban inscriptos en la piedra: se decidieron entre cuatro paredes. Dejar para más adelante la ampliación de la tarifa social (salvo para el nutrido número de beneficiarios heredados) fue potestad del Gobierno.
Los despidos, si se observa bien, ni siquiera se cobijan en la "necesidad" de reducir plantas o gasto (que se aumentan con nombramientos con suelos elevados). Menos aún el modo salvaje en que se notifican.
Quien conduce escoge manejar con las dos velocidades que separan los logros de las cerealeras, la banca y las multinacionales versus las carencias de las clases medias y populares. Lo advierten macristas bondadosos que le piden a su fuerza que tenga compasión y arbitre movidas compensatorias.
La palabra "compasión" es apropiada porque, en el paradigma de la derecha, esa es la relación de los patrones que mandan con los laburantes. No el resguardo o la promoción de derechos, sino variantes de la caridad.
"Disfruten": "Espero que lo puedan disfrutar", ofreció Prat-Gay mientras abría los brazos de par en par y la sonrisa de oreja a oreja. No palmeaba a los buitres, que se arreglan solos para gozar, sino a potenciales inversores externos. La oferta y la gestualidad del ministro por ahí llegan a equiparar momentos imborrables de la Década Infame. Un parentesco la entronca con la expresión "relaciones carnales" que acuñó el canciller Guido Di Tella, un deslenguado con más ingenio y descaro.
"¿Cuál sería nuestro interés en beneficiar a los ricos?", interpela a la audiencia el jefe de Gabinete Marcos Peña. Con respeto, la pregunta está mal formulada y el interlocutor, mal elegido. Sería más adecuado interrogar(se). "¿Por qué tenemos interés en beneficiarlos?" O "¿por qué los beneficiamos tanto?" Antes de recibirse de sofista, Peña podría vistear a sus compañeros de gabinete, percibir de dónde provienen y a qué intereses representan. O confesar que hay modelos económicos que parten de la premisa que lo primero es fortalecer a los ricos. La política económica neoconservadora preceptúa que la riqueza se distribuye con una secuencia enojosa para la legitimidad democrática. El consenso de ejercicio se difiere al futuro venturoso. El presente es para las corporaciones que entornan a Macri. Lo primero es "pagar la fiesta" cuya factura se distribuye de manera dispar.
Las fallas de gestión acentúan las consecuencias deseadas. Prat-Gay pronosticó que la devaluación no se trasladaría a precios porque los formadores ya la habían anticipado. Falló, feo.
Después vaticinó una lluvia de dólares en verano. La pifió, de nuevo. La pésima negociación con los buitres pagó tributo a la urgencia en cerrar trato, asediados por la inflación desbocada. Prat-Gay es hombre de fe: sigue empacado en que será del 25 por ciento anual, confundiendo doce meses con un semestre.
El Gobierno le endilga a su antecesor haber usado la inflación como instrumento de política económica. Algo de miga tiene la acusación: el kirchnerismo privilegió otras variables, dándose maña para mantener estable la inflación. La perduración acumulativa causó daños, en particular a los trabajadores no formalizados o sin empleo.
El punto actual es que el macrismo usará la recesión como instrumento para bajar la inflación que ya no es de consumo sino de precios. La pérdida de valor adquisitivo del salario no es una maldición bíblica, sino un instrumento para la "competitividad" que siempre exigen los inversores. Aborrecen al "costo laboral" argentino, un subterfugio sutil para no nombrar a las conquistas de los trabajadores.
La imagen es todo: El macrismo apela a imágenes para que "la gente" no haga foco en el metro cuadrado en que vive, en su barrio o en su laburo. La transmisión en vivo de detenciones por corrupción, para entretener al soberano y recargar culpas en el otro.
La imagen del gobierno, que se exhibe con profesionalidad, es otro bastión. Por ahora, las encuestas son un oasis para quien las prefiere a los indicadores socio-laborales o al espejo. La valoración del Presidente se sostiene elevada. Las sugestivas fluctuaciones todavía no marcan una caída severa. Los porcentuales deben tomarse con pinzas. Miden la fiebre minuto a minuto, too much. A menudo dependen más del honorario de las consultoras que de los aciertos o fallas muestrales.
Se alega que una imagen vale más que mil palabras. Uno discrepa: las imágenes no desplazan a las palabras, que las anteceden y hacen legibles. Y los hechos son más potentes, caramba.
La agenda social: Se anunció ayer el primer "paquete social" del macrismo. La mayor parte de las medidas debe pasar por el Congreso, habrá que conocer los proyectos para valorarlas mejor.
La disminución del IVA para artículos de primera necesidad es encomiable en su intención y rumbo. Podrá aplicarse velozmente para los jubilados y quienes cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH). Están bancarizados, la operatoria es sencilla. No es trasladable a "los pobres" que son un universo menos preciso e identificado. La base está: la proveyeron las políticas públicas del kirchnerismo que creó la AUH y amplió hasta la universalidad la masa de jubilados. El Estado populista lo hizo... no fue una asociación ilícita.
La movida más ambiciosa es expandir la AUH, un objetivo deseable cuya "letra chica" será clave para evaluar el impacto.
Las penurias de los inundados, víctimas de un pseudo imprevisto cotidiano, motivaron a la gestión anterior a otorgar aumentos transitorios focalizados de las jubilaciones, pensiones graciables y AUH. La odiosa "caja" sirve, la voluntad política es otra condición necesaria. Macri las tiene a la mano, sería bueno que imitara el precedente.
La continuidad de prácticas e instituciones del kirchnerismo valdrá para mitigar las tendencias del "modelo" macrista. Enhorabuena, porque las necesidades de los argentinos están primero. Y será imposible contemplarlas sin valerse de parte de la pesada herencia.
Búsquedas: Los gobernadores peronistas hurtaron el cuerpo al acto del Comodoro Py. Daniel Scioli se ausentó, con pobre aviso. Dirigentes kirchneristas se ceban añadiendo nombres a sus listas negras, mal comienzo para el Frente Ciudadano. En el llano, la tarea de sumar es exigente. Engordar con lealtades fingidas no funciona, como sucedía cuando se ocupaba el Palacio, pero atraer voluntades exige tolerancia, creatividad para proponer tareas comunes. La estricta verticalidad o la pertenencia a ultranza son imprescindibles para conservar el caudal propio y resistir el asedio, pero insuficientes para crecer. Las funciones y disfunciones son similares en las orgánicas muy cerradas. La apertura, la aceptación (e inducción) de experiencias "silvestres" exigen un nuevo aprendizaje, explorado en otras etapas. "Caminar" el llano arisco, otro imperativo.
Cristina corroboró que es la principal dirigente del fragmentado espacio opositor, lo que la ranquea sin unificar.
El gobernador salteño Juan Manuel Urtubey graba un cover anacrónico: remeda a Carlos Menem en su relación con el presidente Raúl Alfonsín. El riojano fue el más amistoso de los peronistas mientras duró la primavera y el más antagónico en el momento preciso. O aún antes, en Semana Santa. El timing le valió la presidencia. Claro que Menem era un caudillo plebeyo y entrador de carisma notable y que encontró un "nicho" de oportunidad. El Chango Urtubey, surfea en la ancha avenida del medio donde Massa tiene mayor capital acumulado: un partido, una cantidad envidiable de votos. La partida tampoco es sencilla para el tigrense porque su enjundia para vituperar al kirchnerismo siempre será menor que la de Macri. El diputado Felipe Solá se esmera en explotar la veta antimacrista. Se enamoró de una bonita metáfora organicista que desgrana, fatigando micrófonos y sets de tevé: "El macrismo mira con un solo ojo, a los ricos. Y no tiene corazón".
Todos lo tenemos, algunos debajo de la frondosa billetera, precisión que vale para una fronda de compañeros peronistas.
El gobierno atravesó con incomodidad la semana, cuestionado por aliados que le pidieron que reprimiera la manifestación, reprochándole un acierto. Clarín zarandea al equipo económico ¿Qué te pasha? Es insaciable, la derogación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se sumó a su patrimonio. Va por más.
De todos modos, el Gobierno se abrió a las inversiones extranjeras. Los convocó a disfrutar. Marcos Peña debería entender (Prat-Gay lo sabe de memoria) que los nuevos conquistadores son ricos. Esperar que vengan para invertir en actividades mano de obra intensivas roza con la quimera. Las bicicletas financieras, con la cooperación activa del Banco Central, quedan al alcance de cualquiera.
La recesión y el boom de inversiones son las barajas oficialistas para bajar la inflación. El Presidente prometió ayer que quiere mantener los puestos de trabajo. La contabilidad social lo desmiente con crudeza cuando se empieza a recorrer el gélido segundo trimestre.
El justicialismo partido
Una interna para cargos partidarios, sujeta al voto obligatorio para un padrón con millones de afiliados es una misión casi imposible, huérfana de precedentes nacionales... y habría que ver cuántas hay en el mundo. El Partido Justicialista nacional (PJ) jamás hizo el ensayo.
Era cantado que la actual se supliría con una lista de unidad relativa. La vieja ciencia: acuerdos, consensos, camarillas acomodables a cada contexto histórico.
La fórmula para comandar el PJ no es tan sorpresiva: José Luis Gioja y Daniel Scioli. El ex gobernador sanjuanino era favorito de antemano. Por ahí sorprende el rol segundón que aceptó el ex candidato a la presidencia, una figura nacional que podía aspirar a más.
La cantidad de cargos conferidos es inversamente proporcional al poderío del PJ y directamente proporcional a la voluntad de "contener" compañeros de palos diversos. Ni hablar de necesidades funcionales o de tareas concretas a realizar.
La maquinaria y los "espacios", empero, sirven para algo porque de lo contrario no serían (módico) objeto de deseo de compañeros astutos y pragmáticos.
La lista completa no es un espejo invertido del acto en Comodoro Py (ver aparte): hay en el PJ kirchneristas de fierro, en minoría. Algunos a título individual o representando a grupos de baja intensidad. Otros, como el Movimiento Evita, con una orgánica fuerte que no enfrenta a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner pero se maneja en la acción cotidiana lejos de ella o de Unidos y Organizados.
El núcleo dominante de la conducción pejotista es mucho menos confrontativo con el macrismo que el conjunto que bancó a Cristina el miércoles. En ciertos casos, "menos confrontativo" es un eufemismo, en otros describe bien,
La hipotética "liga de gobernadores" quedó magra tras la derrota en Buenos Aires, Ciudad Autónoma, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Dos cambiaron de manos, son demasiadas.
Señalar que el PJ es inútil para las elecciones de 2017 no es un juicio de valor sino una descripción. Las elecciones parlamentarias de medio término no dirimen candidaturas nacionales: las bancas se disputan distrito por distrito. Los jefes locales podrán jugar el juego que mejor saben y más les gusta: alambrar los territorios y tratar de ganar de locales. El alambre a menudo funciona como si estuviera electrificado y los interruptores funcionaran mal. Es complicado que "extraños" hagan buen pie en el terruño aunque también es peliagudo trascender sus límites. Sobran los dedos de la mano para contar a los protagonistas con proyección o hasta conocimiento masivo nacional. Un incordio en 2019... largo plazo. En el corto, prevalecen la oportunidad y la necesidad de consolidarse.
Los mandatarios provinciales y municipales están bajo la mirada de la ciudadanía que los marca de cerca. La gobernabilidad y el bienestar que signaron la etapa kirchnerista les propiciaron revalidaciones sucesivas, generosas.
El interés, que tira más que una yunta de bueyes, explica por qué aceptaron desaires subjetivos y centralización en las decisiones. Por no hablar de un conjunto de medidas avanzadas y progresistas que no conmueven en general el corazón de los conservadores-populares que gobiernan las provincias.
La relación con el presidente Mauricio Macri es utilitaria como aquella aunque más extraña. Hasta ahora los gobernadores y los legisladores que los obedecen o acompañan han "garpado" más de lo que cobraron. "La balanza comercial" desfavorable es imposible de sostener a mediano plazo porque jaquea la supervivencia.
El interrogante es cuándo harán valer su poder de veto, particularmente en el Senado. Los acuerdos para los aspirantes a sumarse a la Corte Suprema son una chance en un tema episódico. La ofensiva sobre la procuradora general Alejandra Gils Carbó que viene en combo con la creación de una parva de juzgados puede ser otra. Poner una valla ante una ofensiva oficialista al mango es un modo de demostrar poder.
Apoyar sin ambages y sin contraprestación a un oficialismo de otro signo es una táctica supeditada a la reputación del gobierno nacional y a conservar los reductos.
En un aspecto político más específico, no despegarse del macrismo que acentúa un perfil impopular puede resentir la relación de fuerzas con el kirchnerismo puro y duro, que se embandera como oposición sin ambages.
Hasta hoy, la rosca funcionó para los fines esperados. Las tratativas con La Cámpora derivaron en exclusión, que conviene a las dos facciones.
Para la gris lista de unidad queda otro desafío arduo que es esperar la venia de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. La intervención al PJ es un desenlace factible, no tanto por motivos legales sino por la voluntad de Su Señoría. Habrá que ver.
EL SANJUANINO JOSÉ LUIS GIOJA HIZO UN LLAMADO A
LA UNIDAD DEL PARTIDO JUSTICIALISTA
"El adversario no está adentro sino afuera"
El candidato a presidir el PJ habló con Página/12 del partido y del papel que debe jugar y también del regreso de CFK.
Gioja encabeza una lista de unidad que incluye a prácticamente
todos los sectores del peronismo.
Por Nicolás Lantos
"La sociedad le ha asignado al peronismo el rol de oposición y debemos comprometernos para cumplirlo", dice el diputado José Luis Gioja, candidato a presidir el Partido Justicialista a partir del 8 de mayo, cuando deben renovarse las autoridades. A la cabeza de una lista de unidad que incluye a prácticamente todos los sectores del peronismo, el ex gobernador de San Juan dialoga con Página/12 acerca de la interna, del regreso de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y del lugar que debe ocupar el justicialismo en el mapa político actual.
–En los últimos días surgieron algunas críticas, por derecha y por izquierda, a la lista que presentaron para conducir el PJ. ¿Sigue siendo una lista de unidad en este contexto?
–Lo primero y fundamental es que la intención que originó todo esto y que dio motivo a la lista de unidad presentada oportunamente con todos los gobernadores, con ex gobernadores, con diputados y senadores, con intendentes, con el sector gremial, con las mujeres del partido, con los jóvenes, cumpliendo con la carta orgánica del partido, era hacer una lista de puertas abiertas, entre todos los que entendemos que el adversario no está adentro del movimiento sino afuera, son los que hoy gobiernan para pocos, y no ninguno de los compañeros o compañeras, aunque puedan tener visiones distintas. El peronismo tiene la gran virtud de contener un montón de matices y nosotros tratamos de que esos matices puedan convivir. La realidad es que por cuestiones legales hay que renovar autoridades y no podemos permitir que el partido sea intervenido judicialmente. Por eso tratamos de hablar con todos los sectores y nos pusimos en campaña para cerrar una lista que incluya a todos. Recibimos el apoyo de veinte provincias, conseguimos los avales, que es una tarea ardua y militante. Hemos cumplimentado todos los requisitos y sigo pensando que el adversario no está en los que pensamos igual, con matices, sino en las cesantías, la falta de trabajo, la recesión, la inflación, todos los males que sufre hoy el pueblo argentino. Hay que agudizar el ingenio, abrir las puertas y entre todos construir de cara al 2019, que va a ser la verdadera batalla. Allí habrá tiempo para que los que lo consideren se presenten como candidatos y se diriman en ese marco las internas.
–¿Qué va a pasar con la elección interna? ¿La postergación que decidió la jueza Servini de Cubría pone en riesgo los plazos establecidos?
–Nosotros, como estableció el partido, después de reuniones del Consejo y del Congreso Justicialista, algo que no es sencillo luego de que el justicialismo haya perdido una elección, con todo ese impacto, aún así pudimos sesionar, elegir junta electoral, aprobar un cronograma. Ese calendario ponía el viernes 8 de abril como fecha tope para presentar listas, lo hicimos como corresponde, todo eso está cumplimentado. Esa misma tarde nos notificaron que por un expediente de un reclamo anterior hubo una resolución de la jueza de prorrogar el plazo de presentación de listas por 20 días más. Por eso apelamos, consideramos que 20 días es un tiempo, por cómo está el país, demasiado largo. Lo que sé hoy es que ese proceso de apelación se está cursando para que resuelva la Cámara Electoral. Si resuelve a favor, habrá lista única. Si no es así, decidiremos en su momento qué hacer. Nosotros vamos a insistir con esta lista.
–¿Cree que hay sectores del Gobierno detrás de estas interferencias?
–A mí me preocupa que nos vayamos de exceder del 8 de mayo, cuando vence el mandato de las actuales autoridades, y eso implica que va a haber una vacancia en la conducción del partido. Si hay alguien atrás o no, no lo sé, lo que sí sé es que nosotros hemos cumplido con todo lo que la reglamentación y la Carta Orgánica exigía para presentar una lista, así que si hay problemas no es por eso.
–¿Cómo vio el regreso de Cristina Fernández de Kirchner a la arena política?
–Yo creo que la ex presidenta es una referente central de la política nacional, no sólo del justicialismo. Yo personalmente me solidaricé con ella porque, aunque no soy abogado, esta causa me parece que no tiene sustancia, por lo que he leído. Tiene más que ver con alguna cuestión que no es judicial sino con la politiquería, con la política. En ese marco, me parece bien que haya compañeros que la hayan recibido, que la hayan apoyado, y espero que rápidamente la Justicia pueda dejar esto terminado. Creo que en este caso la ex presidenta lo que ha hecho y lo que ha dicho tiene absoluta racionalidad.
–El PJ bonaerense, los bloques de diputados y senadores, decenas de intendentes apoyaron formalmente a la ex presidenta y algunos esperaban que el PJ nacional hiciera lo mismo...
–Creo que el motivo por el que no hubo un pronunciamiento es que estamos en un proceso de reorganización, nosotros no somos la conducción del partido, lo que estamos haciendo precisamente es tratar de normalizarlo, tiene que ver con eso. La mayoría de los sectores del justicialismo ha expresado su solidaridad con la ex presidenta en este hecho.
–¿Su ausencia en la reunión de CFK con diputados el jueves pasado tiene una lectura política?
–Para nada. Estuve en mi provincia. Yo me enteré la noche anterior, ya estaba arriba del avión yendo a San Juan. Se actuó sobre la marcha porque las circunstancias mandaban eso, y lamentablemente algunos no pudimos asistir.
–Los dirigentes referenciados en el Bloque Justicialista, que se separó del PJ, aparecen en la lista de unidad. ¿Eso significa que hay una reunificación en ciernes en la Cámara de Diputados?
–No lo hemos hablado personalmente pero yo creo que habiéndose normalizado el partido, hay que hacer una tarea conjunta tanto con diputados como con senadores para hacer lo mejor posible para llevar a cabo nuestra tarea, que es ser oposición.
–¿Cuál será la agenda del peronismo en el Parlamento?
–Me parece que hay una agenda parlamentaria que tiene que ver básicamente con las reivindicaciones sociales: el tema de ganancias, una ley que proteja a los trabajadores de los despidos, una ley que contemple la intervención solidaria del Estado ante el desmadre de los precios, todos temas que tienen que ver con los reclamos que está haciendo la sociedad. Debemos juntar todas las voluntades para que a la gente le vaya bien. Esa es la misión que nos han dado como oposición.
LA PARALIZACIÓN DE ATUCHA III Y LOS 2400 DESPIDOS
AFECTAN A MILES DE PERSONAS EN ZÁRATE Y LAS
CIUDADES VECINAS
Un golpe al plan del desarrollo con inclusión social
Por Laura Vales
El viernes, 2400 obreros de la construcción de Atucha fueron despedidos. Al llegar a la planta, ubicada en la localidad de Lima – Zárate – se encontraron con que el portón de ingreso estaba cerrado; en el lugar les notificaron que no seguirían trabajando, con una amarga confirmación de lo más temido: el gobierno nacional decidió discontinuar el proyecto de la cuarta central nuclear, Atucha III. El argumento oficial es que revisará los convenios firmados durante la gestión kirchnerista con China, que aportará el 85 por ciento de los fondos para levantar Atucha III y IV, por lo que las obras comenzarían recién el año próximo. Mientras tanto, 1800 obreros de la Uocra y 600 de Uecara – el gremio de los supervisores – quedan en la calle.
La masividad de los despidos tendrá un efecto de arrastre: inevitablemente, se extenderá a otros empleos asociados: 300 personas de maestranza, 200 de seguridad, 80 gastronómicos y otros tantos del transporte que se ocupaban de llevar y traer diariamente a los trabajadores de la construcción.
Para la comunidad de Zárate es el peor golpe social en años. Las obras paralizadas, vinculadas de manera directa o indirecta al plan de desarrollo nuclear, daban trabajo no sólo a gente de Zárate y Lima, sino también de otras ciudades de la región como Alsina, Baradero, Exaltación de la Cruz y San Antonio de Areco.
Ariel Puebla recibe a Página/12 en el primer piso de la Uocra de Zárate, en una oficina sin cuadros en las paredes, ni papeles sobre el escritorio. En cambio, dos teléfonos celulares no dejan de sacudirse espasmódicamente sobre un modular, junto a un paquete de cigarrillos semivacío y el único intento de decoración de la oficina: la foto de un equipo de fútbol.
Puebla tiene 52 años y es el cargo de secretario adjunto de la seccional. Es miércoles al mediodía y acaba de volver, con el titular del sindicato, Julio González, de una asamblea de mil trabajadores que en el playón de Atucha rechazaron la última propuesta de NASA previa a los despidos. La oferta consistió en escalonar las cesantías como todo paliativo.
"Querían que diéramos el aval para dejar a 700 trabajadores de un total de 2400. ¿Quién iba votar a favor de 1700 despidos, o decidir quiénes son los que quedan? ¿Y dónde va a ir a parar el resto, si afuera está todo parado?", pregunta.
Las amenazas de despido venían desde mediados de enero, cuando el ministro de Energía de Cambiemos, el ex CEO de Shell Juan José Aranguren, reformuló el presupuesto destinado al plan de desarrollo nuclear y dejó a Atucha sin el 60 por ciento de sus recursos. También nombró un nuevo directorio en Nucleoeléctrica SA (NASA), la empresa estatal operadora de las centrales nucleares.
Puebla dice que las nuevas autoridades de NASA avanzaron con el ajuste sin mostrar una duda. "El presupuesto 2016 para las centrales nucleares estaba aprobado desde el año pasado. Lo que Aranguren decidió es desviarlo para hacer una extensión de vida de la central de Embalse, en Río III (Córdoba). Nosotros no nos oponemos a que se haga esa extensión de vida para Embalse, pero acá nos quedamos con el 40 por ciento de los fondos y ellos argumentan que los trabajadores que puede sostener el Estado con ese dinero son 700. No sólo es Atucha III, sino que no consideran necesario continuar con las obras de complementarias de Atucha II, ni con el plan de mitigación. A Embalse podrían llevar 40 o 50 compañeros como máximo. No hay una decisión del Estado de contener al resto. Ni siquiera de darles una doble liquidación o un período de sostenimiento hasta que la obra privada vaya tomando gente".
Uno de los celulares consigue captar momentáneamente su atención. Después apunta: "Tampoco hay garantía de que los compañeros encuentren trabajo en otras obras, porque todo el sector privado sacó el pie del acelerador. Acá iban a hacer un centro comercial, que quedó parado; Bayer iba a ampliar la planta, pero después de levantar la perimetral congeló la obra. Lo mismo en todos lados. Nosotros tenemos una bolsa de trabajo; los martes y jueves atendemos a los desocupados, pero hace seis meses que no podemos meter a diez compañeros en una obra. No se mueve nada. Lo máximo que aparecen son trabajos de mantenimiento o reparación, por cinco o diez días".
El mes de protestas, con caravanas, cortes de ruta y gestiones en las que intervinieron diputados de la zona y el intendente Osvaldo Cáffaro (FpV) lograron poca cosa. El ministro Aranguren recibió al intendente y le prometió que no habría despedidos. Dos semanas más tarde los supervisores de Uecara recibieron 600 telegramas de preaviso.
Entre cortes de ruta y la llegada a la zona de la Gendarmería, el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, dictó la conciliación obligatoria. El ministro de Energía no se presentó a las negociaciones, sino que mandó en representación al nuevo titular de NASA, Omar Semoloni. El directivo entregó una propuesta "superadora" al plan de despidos sin anestesia: el escalonamiento de los telegramas, y la concesión de mantener trabajando a 200 personas más que en el plan original.
Tras el rechazo por la asamblea, la NASA avanzó con su cronograma: 800 despidos en el acto; a otros 300 les tocará su turno el primero de mayo y otros 200 en junio.
A Lima, localidad donde están ubicadas las centrales, a 20 kilómetros de Zárate, se llega por una ruta que corre paralela al río, que de tanto mantenimiento – reluciente además en la tarde de lluvia – parece recién inaugurada.
"¿A qué no sabe desde cuándo figura asfaltado este camino?", desafía Claudio Gómez, técnico electricista, guía del viaje. Y sin esperar la respuesta, contesta: "Desde la época de Perón".
–¿Y cuándo lo asfaltaron?
–Hará unos cuatro años.
Como la ruta, Atucha remite a una historia de abandonos y postergaciones. La construcción de la segunda central fue iniciada en 1981 por la dictadura, que anunció que estaría terminada en 1987. Pero la obra se retrasó, se fue entumeciendo progresivamente y pasó a la categoría de inviable en las sucesivas crisis que bien puede recordar quien haya superado la barrera de los 30. En 1994, Carlos Menem, tras asumir como presidente, visitó la planta y prometió dotarla del doble de personal. Dos meses después estaban todos sin trabajo. Por diez años sólo quedaron en el lugar cien empleados, con la única ocupación de cuidar los materiales.
Esa historia se saldó, no sin dificultades cuyo detalle obligaría a otras varias notas, diez años y dos gobiernos más tarde. El 3 junio de 2014, Atucha II terminó de ser armada y comenzó a funcionar. La central fue bautizada con el nombre del presidente que la reactivó.
La mención del guía a la ruta tiene que ver con que los despidos de hoy están siendo acompañados del discurso antiñoqui. El auto avanza dejando atrás campos de soja, y un predio donde quedó, suspendida desde enero, la construcción de la planta depuradora de desechos cloacales de Lima. Ya en la zona urbana espera otro pañol desierto, que guarda las herramientas destinadas antes a obras públicas municipales, parte del llamado Plan de mitigación.
Y aquí viene lo del discurso antiñoqui: Cuando el grueso de las obras de Atucha II estuvo terminado, el gobierno anterior dispuso, a través del Ministerio de Planificación, un plan de obras para no dejar gente en la calle hasta el comienzo de la construcción de Atucha III. Son trabajos que se acordaron con el municipio. "600 de los 1800 compañeros que construyeron Atucha trabajan ahí", resume el guía. Las obras apuntaron al mejoramiento urbano: desagües pluviales, cloacas, cordones cuneta, ampliación de escuelas, la recuperación de la vieja estación de trenes de Lima, la planta depuradora. Hasta que los recursos fueron cortados por el nuevo gobierno.
El intendente Osvaldo Cáffaro ofreció poner fondos de coparticipación de la ciudad para mantener las obras del plan de mitigación. "Si no lo sostenemos habrá tremendas consecuencias sociales", advirtió entonces. Para concretarlo, la Nación debía aportar a su vez 700 millones. El sí nunca llego.
"No hay decisión política de sostener las fuentes de empleo", concluye Gómez.
El polo industrial de Zárate viene de ser una de las áreas con menor desocupación del país. En la última década alcanzó altos niveles de empleo, con puestos que se sostuvieron en el tiempo. Esos años de estabilidad laboral (no solo atribuibles a la construcción de la central nuclear, pero sin duda tributarios de ella) se notan donde se mire. En el playón de estacionamiento Atucha, por ejemplo, no hay un solo Renault 12. Todos son autos nuevos. Las calles de Lima y Zárate poco tiene de parecido a la de los barrios del conurbano: los frentes de las casas están pintados, los espacios verdes parquizados, las calles asfaltadas y con iluminación.
Hay un registro de buenos sueldos. "Acá un soldador gana 14 o 15 mil pesos por quincena", asegura Gómez. Pero en 2006, cuando el entonces presidente Kirchner decidió retomar la construcción de las centrales, la mayor parte de los oficios, incluido el de soldador, se habían perdido.
En el Centro de Capacitación "Dr. Melillo" –la escuela técnica de Lima– el director Marcelo Huidobro lo recuerda bien. Como docente, fue testigo de lo que llevó reparar ese proceso. Dirige el colegio desde 1997.
"Cuando comenzó Atucha II, en Zárate no quedaban soldadores, cañistas, electricistas ni ningún otro ista vinculado a las destrezas laborales que se aprenden en las grandes obras", señala. "Tuvimos que salir a buscar a los jubilados para que nos ayudaran a recuperar esos conocimientos".
La escuela participó educativamente de la construcción de la central desde el primer paso, que consistió en reabrir y pintar las barracas, que habían permanecido cerradas durante siete años. A medida que la obra de Atucha II avanzó, reconvirtió su oferta educativa a las necesidades de formación. "Nosotros, antes de la reactivación del plan nuclear, acá llegamos a dar cursos de cría de conejos. ¿Para qué iba una persona a aprender a soldar? La gente no tenía dónde ir a trabajar, ni qué comer".
La escuela tiene actualmente el centro de formación profesional, una secundaria técnica, un bachillerato para adultos y un terciario que forma técnicos superiores en reactores nucleares. Por las aulas pasaron todos los obreros especializados que levantaron Atucha II.
¿Qué marcas dejó en la gente cada parate de las obras? Marcelo Carrizo, de 51 años, cuenta que trabajó en Atucha a fines de los 80 y después del 2006. En el medio, tuvo que irse a Ushuaia. "Dejé a mi familia pensando que en unos meses estaba acá de nuevo, pero me costó diez años volver". Ahora no sabe lo que hará: "Me queda cortar el pasto, o la venta ambulante. No hay otra cosa. Es estar de nuevo en el 2000, 2002".
También Puebla, el segundo de la Uocra local, pasó diez años fuera de Zárate. Tras los despidos masivos del menemismo, se empleó en la zona como recolector de la cosecha de duraznos y se fue después al sur, a la construcción de un gasoducto. "Nos disciplinaron también, porque nos obligaron a aceptar el trabajo que había por el sueldo que fuera. Y cuidado, porque hoy, toda esta zona, que era frutihortícola, no tiene una plantación de duraznos: todo fue reemplazado por la soja".
El trabajo en la construcción tiene forzadamente fecha de finalización y tendencia a ser migrante. Pero en este caso, el costo de una suspensión – bajo la promesa de continuar Atucha III el año próximo – puede ser mayor a lo que el macrismo propone como un paréntesis sin anestesia. La presencia de los trabajadores con capacitados, incluso desempeñándose en el plan de mitigación, era en sí mismo un elemento para garantizar la continuidad del plan nuclear. Con esa fuerza raleada, dispersa por otros territorios, también se abre una puerta a una posibilidad más radical: la del modelo de compra de una central llave en mano para Atucha III.
Lo saben los dirigentes de la Uocra, el director de la escuela técnica, los que recibieron la notificación de despido el viernes y los que quedaron sujetos a ser despedidos en la próxima tanda. Lo temen en la intendencia de Zárate y en los negocios del centro, que aún antes de las cesantías vienen sufriendo una caída estrepitosa de las ventas, que según el Centro de Comercio estuvieron en febrero pasado un 20 por ciento por debajo de febrero de 2015. Lo sabe hasta el único empleado que queda en el obrador municipal de Lima, cuidando las herramientas del pañol y un par de grúas que se oxidan bajo la lluvia.
El Gobierno no se hace cargo
A pesar de haber paralizado las inversiones, desde el Gobierno salieron a desmarcarse de la situación crítica que afrontan 2400 trabajadores de las centrales nucleares Atucha I y II, al borde de quedar en la calle. Las inversiones dependen del Ministerio de Energía, que conduce Juan José Aranguren, que ya avisó que Atucha III no comenzará sino a partir de 2017 y recortó fondos para obras en el municipio de Zárate. La explicación que dio el ministro, a través de un comunicado, es que esta vez quiere "hacer bien las obras, sobre todo cuidando los recursos del Estado". La estrategia oficial apunta a descargar las tintas sobre la empresa que administra las centrales nucleares del país, Nucleoeléctrica Argentina. En tanto, mañana, primer día hábil desde el fin de la conciliación obligatoria, es clave para el futuro de los trabajadores, afiliados a la Uocra, que planean medidas de fuerza de no tener una respuesta favorable.
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