lunes 27 de junio de 2016
con el frente
descascarado
Por Franco Mizrahi
La detención del ex funcionario agudiza las diferencias en el PJ. Un sector buscaría promover
la expulsión de los afiliados vinculados a causas de corrupción.
El caso López "fue un terremoto de 11 grados en la escala de Richter para el peronismo", graficó el presidente del PJ, José Luis Gioja, a la hora de definir cómo impactó en la fuerza que lidera la noticia de que el ex secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, fue detenido con casi 9 millones de dólares sin declarar y un arma de guerra en la puerta de un monasterio de General Rodríguez durante la madrugada del 14 de junio. El diputado nacional por San Juan apeló a una hipérbole para describir la dimensión del golpe recibido ya que la escala sismológica mencionada tiene una magnitud máxima de 6,9 grados. Aún es una incógnita el daño que produjo el temblor en el interior del movimiento y las consecuencias que tendrá en los bloques del FpV-PJ en el Congreso. Varios de sus integrantes ya hablan de una "línea de quiebre". Básicamente, el caso López está actuando como catalizador en la interna, agudizando las diferencias que ya se habían manifestado tras la derrota electoral del ante Cambiemos.
"Hay mucha presión de dirigentes con poder territorial, de gobernadores e intendentes que no quieren quedar alcanzados por el impacto del caso López", explicó a esta revista un hombre cercano al ex mandatario sanjuanino. Incluso, desde el PJ deslizaron que la semana próxima "seguramente se reúna el Consejo Nacional del partido para tocar este tema y analizar el impacto". Se espera un encuentro de elevada temperatura. Hay un sector que tiene ansias de mostrarse lejos del kirchnerismo. El mensaje que dio el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, respecto de la fuerza que condujo Cristina Fernández, fue claro: "Es una etapa que ya pasó. Concluyó. Ahora tenemos que buscar propuestas superadoras. En el PJ, quien lo conduce (José Luis Gioja) es un hombre con mucha experiencia, un hombre intachable, va a tener la fortaleza de generar, junto a muchos hombres y mujeres de bien, propuestas que sean superadoras dentro del peronismo", afirmó el ex ministro Salud de la Nación. De esta forma, Manzur siguió los pasos de su antecesor en el cargo, José Alperovich, y del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, entre otros.
Las palabras del mandatario tucumano sintetizan lo que piensa un sector del partido que busca "dar un mensaje muy claro hacia adentro y hacia la sociedad: el PJ no es López", aseguraron a Veintitrés desde el entorno de Gioja. Eso implicaría, para una fracción interna, una toma de distancia con el kirchnerismo más duro que empezaría por una cuestión, en apariencia, de forma: intentar cambiar el nombre del bloque partidario en el Congreso. Esto tensaría aún más las relaciones. No obstante, nadie está dispuesto a asegurar si efectivamente eso se traducirá en un quiebre concreto. Hasta el momento solo se retiraron del bloque una senadora y tres diputados por Misiones. Ocurrió el miércoles, horas después de conocerse el caso López: en la Cámara baja partieron Maurice Closs, Silvia Risko y Jorge Franco mientras que en el Senado se fue Sandra Giménez. Formarán el bloque Misiones, lejos también del espacio pejotista que se constituyó tras la primera gran ruptura, que tuvo como cara visible a Diego Bossio. Tanto Héctor Recalde, presidente del bloque en Diputados, como los propios protagonistas, sostuvieron que la salida no estuvo vinculada al valijazo del ex funcionario. Algo difícil de creer teniendo en cuenta el momento elegido para anunciar la escisión.
Desde el entorno del presidente del PJ se insistió en que se piensa un PJ con "todos adentro": Florencio Randazzo, José Manuel de la Sota, Julián Domínguez. Incluso Sergio Massa, deslizaron las fuentes consultadas. Aunque acto seguido recordaron que el propio líder del Frente Renovador dijo que no tiene pensado volver al partido. "Esa gente que hoy está afuera si no está lejos de López no va a volver", remarcaron. Uno de los interrogantes es hasta dónde se extiende la amplitud del significante "López" para este sector del peronismo. Porque desde el kirchnerismo más duro se marcó distancia con el ex funcionario apenas se conoció la noticia que rompió la escala de Richter en el PJ. La Cámpora emitió un comunicado donde sostuvo que personajes como López "no tienen nada que ver con lo que nosotros hacemos" y que con su accionar "eligió dañar al proyecto político transformador, perjudicando no solo a sus simpatizantes sino al conjunto del pueblo argentino". Por lo pronto, se descuenta que durante la reunión del Consejo Nacional se promoverá la expulsión partidaria del ex secretario de Obras Públicas de la Nación. Se trata de una "medida disciplinadora", dijeron diversas fuentes a esta revista. No se descarta que también se impulse una medida general que abarque a "afiliados vinculados a causas de corrupción". Se trata de una moción nada inocente, teniendo en cuenta la avanzada judicial del último tiempo contra ex funcionarios kirchneristas, y que según sus especificidades, dará que hablar.
"Si esto tiene como consecuencia lo que quisiera el adversario... divide y reinarás. El bloque no corre ese peligro", dice Recalde.
Héctor Recalde, mandamás del bloque de diputados del FpV, consideró ante Veintitrés: "El impacto más fuerte lo sufrimos nosotros. Es un ex funcionario de nuestro gobierno". El abogado sostuvo: "En este caso no hay presunción de inocencia. Por eso manifestamos inmediatamente nuestro repudio y esperamos que la Justicia investigue. No queremos impunidad". También remarcó que si bien "el golpe es muy duro para nosotros en primera instancia, no se puede soslayar el panorama general. Se pretende descalificar a la clase política. Si se extiende el problema puede volver el 'que se vayan todos'".
A pesar del golpe, el diputado advirtió: "No vamos a amainar el plumaje al primer ruido. Tenemos una obligación con el 49 por ciento de la gente que nos votó". Respecto de las posibles escisiones que pudiera sufrir el bloque que comanda, dijo: "Si esto tiene como consecuencia lo que quisiera el adversario... es más viejo que Maquiavelo: divide y reinarás. El bloque no corre ese peligro". Por último, subrayó que el caso "se está utilizando como pantalla para ocultar lo que está pasando en el país con las pymes, los jubilados, el cierre de negocios. Veremos cuánto dura".
El diputado por el FPV-PJ por Neuquén e integrante del Consejo Nacional del PJ, Darío Martínez, coincidió con Recalde: "Siguen pasando 'elefantes' en el Congreso. Se le están quitando derechos al pueblo que se lograron con mucho sacrificio". A su vez, el denunciante de Macri en la causa Panama Papers sostuvo: "El caso López impacta en la política. Atenta contra la participación política. López debe ir preso. Así como Fernando Niembro (N. del R.: debió bajar su candidatura a diputado por el Pro por denuncias de corrupción). López y Niembros hay en todos los proyectos políticos. Y no debe haber más corruptos. Debemos hacer una autocrítica", dijo. Por otro lado, consideró que en el Consejo Nacional del PJ "se debe discutir la agenda y no el nombre del partido, que es lo de menos. Es necesario discutir lo que le hace bien a la gente. Como oposición no estamos logrando lo que nos delegó el electorado".
Se hace evidente que el caso López sacudió aún más la endeble unidad del PJ, que ya se había resquebrajado tras el ballottage presidencial. El gran interrogante es si la misma cederá o se mantendrá. La pregunta, al cierre de esta edición, no tenía respuesta.
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