lunes 20 de junio de 2016
Randazzo y la difícil tarea de regresar
Por Pablo GalandLECTORES@VEINTITRES.COM
El ex ministro analiza volver a la arena política después del no a Cristina. Varios dirigentes lo tientan. Dos cosas tiene claras: con Massa no; con Scioli, internas.
Al igual que cuando graficó su plataforma política La Florería en su abortada campaña presidencial, Florencio Randazzo recurre por estos días a la margarita para definir su futuro político inmediato. El ex ministro de Interior y Transporte de Cristina Fernández es el dirigente peronista que cuenta con mejor imagen en la provincia de Buenos Aires, y muchos de sus pares lo empujan para que se presente en las próximas elecciones legislativas, ante el temor inédito de que el Partido Justicialista pueda quedar tercero en el principal bastión electoral del país. Pero Randazzo, por ahora, no da indicios de qué es lo que hará. Se reúne con gobernadores, diputados nacionales, provinciales, intendentes y dirigentes sindicales. Y a todos les dice lo mismo: si decide jugar será muy lejos de Scioli; dirimirán sus diferencias a través de una elección interna o el ex gobernador deberá abdicar ante el respaldo que Randazzo puede llegar a lograr detrás de su candidatura.
El macrismo ve con buenos ojos que Randazzo vuelva a la arena política. Entienden que es la mejor manera de atomizar al peronismo.
"Si Florencio se decide a jugar, lo apoya el 80 por ciento del peronismo", asegura con determinación un dirigente que trabaja con el ex funcionario kirchnerista desde que ambos comenzaron a militar de muy jóvenes en el peronismo. "La cuestión es que no estoy tan convencido de que decida salir a jugar. Quedó muy golpeado con no haber podido participar de la interna. Si bien es un animal político y nunca va a abandonar la política, cuando se estuvo tan cerca no es tan fácil volver para tener que construir de nuevo", confiesa la fuente.
La reunión que mantuvieron semanas atrás Randazzo y Miguel Ángel Pichetto, en el despacho del senador que preside el bloque del Frente para la Victoria, no pasó desapercibida. El legislador rionegrino es el principal referente en el Congreso del grupo de gobernadores peronistas que pretende realinearse luego de la derrota del año pasado. Ese sector vería con mucho agrado que Randazzo sea quien tome la conducción de un peronismo poskirchnerista. No fue la única cumbre que protagonizó Randazzo en los últimos días. Si bien no tomó estado público como el encuentro con Pichetto, también mantuvo reuniones con el nuevo titular del PJ, José Luis Gioja, y con el gobernador formoseño Gildo Insfrán. "Me vienen a ver dirigentes políticos y sindicales de todo el país y todos me piden lo mismo: que Florencio salga a jugar. Lo piden porque saben que él mide muy bien, no porque de golpe se hayan vuelto randazzistas", asegura alguien de su entorno. Aunque de todos modos asegura que "el peronismo lo indultó" por su decisión de no postularse como gobernador de la provincia de Buenos Aires en las últimas elecciones.
Precisamente, en territorio bonaerense es donde el clamor es mucho más explícito. La docena de intendentes peronistas del conurbano que salieron victoriosos de la última elección y que vienen moviéndose con cierta autonomía dentro de la estructura partidaria, entienden que Randazzo es el dirigente que mejor los puede interpretar y llevar nuevamente al peronismo a la victoria. El vocero de todos ellos es el jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis, quien días atrás lo planteó sin eufemismos: "Tenemos expectativas de que (Florencio) Randazzo, un dirigente importante, pueda ser parte de este proceso de unidad y pueda tener el protagonismo que creemos que tiene que tener". Lo mismo sostienen otros intendentes como Mariano Cascallares (Almirante Brown), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Juanchi Zabaleta (Hurlingham). Pero Randazzo abre el espectro y en las últimas semanas se reunió con intendentes que se siguen referenciando en el kirchnerismo, como Patricio Mussi (Berazategui) y Francisco Durañona y Vedia (San Antonio de Areco). "A Florencio nunca lo vas a escuchar hablar mal de Cristina, pese a que nunca le va a perdonar lo que le hizo. Fue funcionario de su gobierno y sigue reivindicando los doce años de gobiernos kirchneristas", aseguran los randazzistas para demostrar que a ese sector del electorado se buscará seducir, en caso de que el ex ministro decida postularse.
Pero los avales que comienza a reunir Randazzo provienen de sectores impensados hasta hace unos meses. Son los casos de dos sciolistas históricos como el ex diputado provincial Guido Lorenzino y el ex titular del Banco Provincia Santiago Montoya. "El peronismo tiene que volver a tener una entidad que represente a la gente. En el último tiempo representamos a dirigentes pero no a la gente. Por eso a través de los intendentes debemos volver al verdadero peronismo y no tengo dudas de que Florencio podría ser el que sintetice a muchos", se despachó hace unos días Lorenzino, en una entrevista. Resulta paradójica su postura, teniendo en cuenta que Daniel Scioli integra la cúpula del Partido Justicialista a nivel nacional. Evidentemente, para Lorenzino dejó de ser su referente. Un derrotero similar viene haciendo Montoya, quien subió a las redes sociales fotos del encuentro con su "amigo" Florencio Randazzo, de quien aseguró que puede conducir "un peronismo modernizado y lógico".
Otra de las pocas definiciones que dejó Randazzo en estos tiempos de pocas apariciones públicas es que no tiene pensado cerrar una alianza con Sergio Massa, el gran anhelo del líder del Frente Renovador. "¿Le dijimos que no a Cristina y vamos a terminar en los brazos de Massa?", se cuestiona la fuente randazzista para señalar que esa alternativa ni se cruza por la cabeza de su referente. "Hay por lo menos seis intendentes que ya nos dijeron que si Florencio se larga, ellos salen a bancarlo", completa. En el randazzismo entienden que la relación de fuerzas dentro del amplio abanico del peronismo está claramente a su favor.
En tanto, el macrismo ve con buenos ojos que Randazzo decida volver a la arena política.
Entienden que es la mejor manera de atomizar al peronismo y así asegurarse un nuevo triunfo en la provincia de Buenos Aires. Pero en el randazzismo advierten que frente al gobierno nacional tienen una posición definida: "Podemos dialogar pero no somos colaboracionistas; este modelo de país que busca imponer Macri representa la antítesis por lo que nosotros luchamos".
Mientras tanto, Randazzo sigue jugando al oficio mudo.
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