lunes 20 de junio de 2016
OPINIÓN
Nosotros, los bajoneados
Por Eduardo Aliverti
El bajón de unos es enorme, y la fiesta de otros también.
Todavía es muy pronto para medir las consecuencias exactas de la bomba estallada por José López. Hablamos de política, no de percepciones circunstanciales. Si el macrismo muñequea bien lo que pasó, a corto plazo y para las elecciones del año que viene, el hecho será interpretado como clave. Si el panorama económico sigue barranca abajo, habrá de esfumarse como ocurre con todos los sucesos de corrupción por más grandilocuentes que sean. Hoy, el shock es demasiado grande por las características cinematográficas de lo sucedido y eso, momentáneamente, está por delante de toda otra estimación. Casi cualquier cosa que pueda decirse parece no estar a la altura de un ex funcionario, de primera línea, cazado de madrugada con millones de dólares que intentaba ocultar en un monasterio. Es emocionalmente imposible sobreponerse a esa imagen. No interesa más nada. Si al tipo lo operaron los servicios haciéndole creer que sufriría un allanamiento inminente, si el cura y las monjas del lugar sabían y callaron, si es inconcebible que cayera un operativo de amplio despliegue a los tres minutos de una llamada anónima al 911, son aspectos que sólo importan a los efectos de obrar como sabueso periodístico para no modificar en nada la impresión y el hecho registrado. Cuando fue la difusión del video de La Rosadita, hubo la observación de que, al fin y al cabo, en una financiera se cuenta plata. Además, cada vez que se prodigan filmaciones como ésas resulta transparente – o debería resultar – que sus orígenes periodísticos y judiciales son tan sospechosos como el propio hecho. Calza lo mismo para las denuncias en torno de Lázaro Báez, que están plagadas de intencionalidad política sin perjuicio de que el sujeto pueda ser indefendible porque ningún pichi construye semejante fortuna arrancando de cero. Otro tanto cabe para Ricardo Jaime, quien también es una imagen bizarra de corrupción estatal pero sin haber sufrido constatación pornográfica, filmada, de las manos en la masa. Lo de López, en cambio, no fue un proceso de demolición. Es golpe de nocaut. Que sea contra él importa un pito. El problema, a priori muy grave o muy serio, es que ahora no hay que defenderse de López, como si uno tuviera algo que ver con tamaño miserable, sino de haber apoyado – y seguir haciéndolo, quede claro desde el vamos – un proceso político de inclusión social al que se pretende delictivo por completo y del que, de repente, López parece ser la única figura, la única conclusión, la única marca con que debería analizarse una experiencia de doce años capaz de haber intentado un poco de justicia redistributiva por cierto que con todos sus errores. Y todos sus corruptos. En otras palabras, es como si el martes hubieran desaparecido, por obra de López, los logros concretos que produjo el gobierno anterior. La sensación es ésa y ni siquiera es lo peor. Lo peor es que quienes vendrían a significar la limpieza son los sucios estructurales.
Si ya había una malla de protección mediática en torno de los papeles de Panamá que involucran a Macri, de las empresas offshore usadas por miembros y adherentes gubernamentales para fugar divisas, del conocido recicle de la bicicleta financiera para volver a endeudar al país a cambio de ninguna cosa que signifique repartir la torta un poco mejor, apenas un poco, ahora acontece que nos gobiernan e informan unas vírgenes capaces de espantarse por López, y dispuestas a ir a fondo contra la corrupción. Nada de hacerse los distraídos. Cada quien tomó su lugar en la defensa del proyecto o la disposición habidos durante el kirchnerismo y eso, si es por el ámbito periodístico y no solamente, incluyó saber que había contornos oscuros, personajes a quienes no cabía creerles nada de su firmeza ideológica u honestidad personal, sospechas de tono variado pero sospechas al fin. No se lo ignoraba. Se lo relegó en aras de interpretar que la prioridad era, y sigue siendo, defender al progresismo más intenso que se conoció desde el retorno democrático. Una cuestión selectiva de la que quien más sabe, históricamente, es la derecha. Una derecha que jamás se preguntó ni pregunta por los aspectos morales de sus decisiones políticas. Primero tiran y después preguntan, con sus golpes de Estado, sus operaciones masacre, sus negocios inmundos de protección oficial para robar a mansalva desde la libertad que necesita el mercado, sus devaluaciones, su producción de la realidad para después preguntarse qué nos pasa a los argentinos. Y tantos que se preguntan lo mismo en vez de identificar al principal ladrón sistémico. O caracterizarlo vía López para creer en la redención que allegarán justo ellos, la derecha que gobierna. Por eso lo de López es un golpe terrible: porque esparce con una fuerza inusitada la sensación de que toda la dirigencia política es lo mismo, empezando por quienes mostraron no serlo. La idea de que largar un fangote de plata en un monasterio es más grave que esconder el origen igualmente espurio de fortunas bien vestidas, naturales, aceptables. No son todos lo mismo y la historia enseña que, cuando se lo creyó, se confió en milicos o en ricachones ya no urgidos de brazo armado. Jamás terminó bien creer en eso, pero aparece López en el convento, con tanto que se robó, y refuerza o renueva la impresión de que esta vez podría ser distinto; de que hay gente que ya la hizo, a la plata, no importa cómo, y que en una de ésas ahora quiere dedicarse a la política sin otras pretensiones que el bien común. O, aunque sea y ya que todos son lo mismo, para administrar sus negociados con un marketing menos autoritario, más respetuoso de las formalidades republicanas, mejor adaptado a parecer democrático. Este concepto sería particularmente significativo porque, por lo menos, es dudoso inferir que la gente sienta a Macri más honesto que Cristina, Kirchner, López o Báez. Más bien sería cuestión de que puede percibírselo como alguien en quien por fin creer porque, de tan observado que está y siendo que asumió funciones oficiales, en la representación de su clase, se cuidará más. Y si se cuidan más, él y los suyos, incluso podría confiarse en que repartirá algo de todo lo que ganó a expensas del Estado cómplice, en dictadura y menemato.
Hasta López, esa construcción subjetiva parecía haber entrado en duda porque empezaba a imponerse la realidad de los tarifazos, la pérdida del trabajo, la amenaza de perderlo, la obligación de achicar el consumo; la obviedad de que gobiernan para los ricos sin otro disimulo que una reparación a los jubilados, tras la cual no hay más que el intento de retornar al sistema previsional del menemismo y quitarse de encima las acciones estatales en las grandes empresas. Desde López, lo que parece haber entrado en interrogante es justamente eso. Si, viendo incontrastablemente lo que se robó un tipo del riñón K, no quedará otra que aguantar el ajuste porque no hay más que confiar en corruptos de igual calaña pero más prometedores. Ni siquiera importaría la pregunta de quiénes cometieron la peca por pagar las coimas, de tantos nombres – o tan específicos – ligados a las huestes gubernamentales. Quizá se descubriría (¿?), o habría de asumirse, que el engranaje no era sólo kirchnerista. Y como no se puede vivir sin confiar en algo, mejor confiar en lo nuevo así sea por descarte del pasado que no debe volver. Es en eso donde se condensa el mazazo disparado por el siniestro de López: en creer que no se puede confiar en nada, y que al fin y al cabo sólo cabe esperanzarse en que los peores, para las necesidades populares, puedan ser más eficientes.
Ya le habían dicho a pobres y sectores medios que acceder a condiciones de consumo algo mejores era una fantasía. Ahora, las mayorías deben admitir que no hay otra opción que la confianza en sus verdugos porque, si es que se les ocurriese animarse a alguna utopía módica y contraria, llegó López al monasterio para avisar que los populistas, los peronistas, los izquierdistas, los militantes, los convocados a una mística superadora de tanto discurso hipócrita, el cuco, son la misma mierda que ellos. Pero no. No es la misma mierda. Lo único que falta es que venga a dar lecciones de moralismo el sujeto histórico del antipueblo. López es el vector, uno más, asqueante como ninguno en la percepción masiva, a fin de crear las condiciones para la ejemplaridad de que Cristina vaya presa a como sea. No es por la penalidad de acción u omisión. Es la sanción ideológica. Es en medio de una ofensiva a escala de la región, para reinstaurar lo más salvaje del capitalismo neoliberal. Suena consignista, panfletario, de tribu estudiantil universitaria, pero es así según lo demuestra el tinte de quienes perpetran el ataque. Los populismos de centroizquierda desnudaron deficiencias y límites. Perdieron base social desde la tranquilidad y corrupción de sus despachos oficiales, terminaron creyendo en la infalibilidad de los liderazgos, perdieron de vista que no basta con responder a la hegemonía mediática de la derecha desde la denuncia de sus andanzas. Nadie debió pensar que no sería así. Es que no había otra correlación de fuerzas para ir peleando de mientras. Hay mucha diferencia entre eso y deducir que entonces dan todos lo mismo.
Va personalizada una última cosa que semeja haber quedado perdida, en medio del shock. A nosotros, esperando que se entienda el sentido de ese plural, la imagen de López verdaderamente nos sacó de quicio. Nos enfurecimos, nos deprimimos, nos preguntamos si acaso tenemos fuerza para salir de este bochorno, puteamos en ochocientos colores, no sabemos ni muy bien ni más o menos cómo fugar para adelante de este atolladero simbólico, el gorilaje y la tilinguería se nos ríe en la cara por haberle puesto el cuerpo y las discusiones y las rupturas familiares y de amigos a lo que López parece haber derrumbado de la noche a la mañana. Pero precisamente nos pasa todo eso porque no somos iguales que ellos. Porque tenemos rebeldía y honestidad mucho más allá de los errores políticos que nos mandamos, chicos o gigantes. Indignarse por López es la muestra de que todavía hay resto, como lo hubo en todos estos años y no era fantasía.
Los que estamos bajoneados somos más dignos que los están de fiesta
LAS TENSIONES DENTRO DE LOS BLOQUES DEL FPV-PJ EN EL
CONGRESO
Una cuña en la interna del peronismo
El caso del ex secretario de Obras Públicas detenido con millones de dólares reabrió las diferencias entre los diputados y senadores más cercanos a los gobernadores y los sectores más kirchneristas. Versiones sobre rupturas y posibles cambios de nombre de los bloques.
Por Nicolás Lantos
El caso José López fue el golpe más fuerte que sufrió el peronismo desde el día del ballottage: el diagnóstico es unánime entre senadores, diputados, intendentes, conductores sindicales y dirigentes del PJ. La cinematrográfica detención del ex secretario de Obras Públicas con un arma de asalto y casi 9 millones de dólares en efectivo en la madrugada del martes dio un cimbronazo que cambió el panorama: no solamente dejó groggy a la oposición, devolviéndole al oficialismo una iniciativa política que se le escapaba a la espera del mitológico segundo semestre, sino que además caló como una cuña en la interna justicialista, amenazando con volar por los aires la trabajosa unidad que, por ahora, se mantiene atada con alambre.
El escenario donde se representa el culebrón es el Congreso. Allí, en las dos cámaras legislativas, es donde crujen las junturas del peronismo. En el Senado, Miguel Angel Pichetto mantiene el control del bloque aunque en las votaciones importantes de proyectos enviados por el Gobierno siempre ha votado dividido y la laxitud del rionegrino a la hora de aceptar esas disidencias mantiene a la bancada unida. En Diputados, el escenario es más complejo todavía: en enero un puñado de diputados abrieron el camino, fundando su propio bloque. En la última semana los siguieron cuatro más y hubo rumores de secesión que todavía no terminaron de extinguirse.
El juego se desarrolla a varias bandas: dentro del peronismo, algunos ven esta situación como la oportunidad para cobrarse viejas cuitas y "sacarse de encima" definitivamente a La Cámpora y los sectores más kirchneristas. Este sector comenzó a promover en los últimos días, al calor del Lópezgate, una nueva ruptura del bloque del Frente para la Victoria. El plan es juntar una masa crítica de diputados que responden directamente a gobernadores, separarse, fundar el bloque del PJ y desde allí pedirle al titular del partido, José Luis Gioja, que encabece la nueva fracción.
El rol del diputado sanjuanino en esta movida es incierto. Los separatistas dicen tener su visto bueno, él envía señales contradictorias, otros diputados, que hablan con él cotidianamente, aseguran que jamás podría avalar una movida así por su rol institucional como presidente del PJ. "Está obligado a velar por la unidad. Si no, se estaría pisando el poncho solo", explica un legislador cercano al Flaco. El miércoles, los diputados sanjuaninos estuvieron a punto de votar a favor de la ley ómnibus del Gobierno, pero a último momento, cuando vio que la posición mayoritaria del bloque era rechazarla, Gioja cambió su decisión y con él sus compañeros.
Paradójicamente, la salida en enero del Bloque Justicialista, encabezada por Diego Bossio, Oscar Romero y los diputados que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, hoy debilita el intento separatista de este grupo de diputados con los que los une cierta sintonía política. "Si Diego no se hubiera apurado y nos esperaba, hoy la situación sería distinta", se lamenta uno de los promotores de la ruptura. La movida, que había tomado temperatura en las primeras horas post-López, perdió envión llegando al fin de semana largo. "Lo que suceda, si sucede, no será esta semana ni la que viene", anticipó el legislador.
El poroteo no ayuda por ahora a los conspiradores, tampoco. Con el Bloque Justicialista ya por afuera y la salida de los cuatro misioneros, los cálculos más optimistas les dan unos veinticinco diputados que se plegarían a la rebelión, un tercio de la bancada del Frente para la Victoria, que no sería suficiente para provocar una estampida en masa que deje al sector más kirchnerista aislado. Sin embargo, confían en que futuras novedades del caso López u otros casos de corrupción ablanden la voluntad de algunos legisladores que todavía son renuentes.
Hay otra hipótesis circulando en los pasillos del Congreso: la intentona en realidad no tendría como objetivo partir el bloque sino tensar la situación interna para obligar al kirchnerismo a ceder posiciones. Según esta teoría, durante el transcurso de este mes se plantearía la necesidad de rebautizar el bloque, desterrando al Frente para la Victoria en favor de una nomenclatura más ortodoxa. Por último, intentarían desplazar a Héctor Recalde de la conducción de la bancada para reemplazarlo por Gioja u otra figura cercana a la jerarquía partidaria.
El escenario, empero, cambia semana a semana. "Ahora, como está fresco lo de López, todo parece un desastre. Cuando volvió CFK, era como si estuviéramos de vuelta en 2012. Cuando se votó el tema buitres parecía que nos partíamos en cualquier momento. Hay que actuar con prudencia porque si nos comemos todas las curvas vamos a terminar en la banquina", analiza un diputado cercano a Gioja. "Además, el Flaco es el primero que sabe que más divisiones en el peronismo significan más poder para el gobierno y menos chances de que ganemos las elecciones el año que viene y en 2019." – completa – "Ese es el objetivo primordial."
OPINIÓN
La corrupción y el espectáculo
Por Mempo Giardinelli
Como hasta ahora el caso Báez, y antes Antonini Wilson y Skanska, y últimamente los Panamá Papers que involucran al poder real y actual de la Argentina con el mismísimo Presidente, su familia y amigos a la cabeza, todos los casos son repugnantes y todos remiten a una misma, añeja tara nacional: la corrupción es parte constitutiva del poder político y económico de este país.
Así, la espectacularidad del caso López ratifica que al interior del kirchnerismo siempre existió corrupción, como durante el delarruismo, el menemismo y por supuesto, antes, la dictadura, verdadera paridora de esta corrupción que excede ya al "robo para la corona" que Horacio Verbitsky definió en los 90 en un libro ejemplar.
Pero lo más tremendo del caso López es que viene a ratificar que nunca – nunca, en 33 años de democracia – gobierno alguno se ocupó seriamente de aplicar políticas de anticorrupción, preventivas, de transparencia, de castigos durísimos, ejemplares y desalentadores. Y no sólo ningún gobierno contó jamás con un poder judicial capaz de ser faro anticorrupción, sino que todos los gobiernos terminaron sometidos y/o aliados a la corrupción judicial, hoy generalizada aunque lo nieguen muchos cortesanos, magistrados y juristas.
Esa permisividad, esa implícita vía libre fue generando bandidajes dirigenciales y gestando la bronca, la frustración y el descreimiento de la sociedad.
El asunto es de vieja data y abundan libros de historia económica que lo explican. Muchos comunicadores e intelectuales abordaron la cuestión una y otra vez, y esta columna se remite a extensos capítulos sobre la corrupción incluidos en El país de las maravillas (1998), en Diatriba por la Patria (2002) y especialmente en Cartas a Cristina (2011), donde los dos reclamos principales a la entonces presidenta eran el silencio y sistemática elusión frente a la corrupción, y la desastrosa política ambiental.
Es la espectacularidad bien machacada del repugnante caso López lo que ahora confunde, más que aclara. Porque mientras todos nos espantamos el gobierno encuentra oxígeno y la oposición se ataranta. Y así el macrismo logra paquetes de leyes antipopulares, su anhelado y farsante blanqueo de capitales y hasta nos mete por atrás dos nuevos cortesanos que en cualquier otra circunstancia política no hubiesen podido ser ni candidatos. Las "casualidades" son harto evidentes y está claro que regresó al país el Sr. Stiuso y que el aparato progandístico de mentiras sistemáticas del macrismo trabaja a destajo para crear en "la gente" la ilusión de que "ahora sí" se persigue a los corruptos.
Claro que aún así no pueden ocultar que los índices sociales de los últimos doce años muestran que el kirchnerismo fue el período de mayor ascenso social y mejor calidad de vida para las mayorías más numerosas del último medio siglo argentino. Pero también es verdad que todos los avances sociales, de inclusión y autodeterminación de la última década pueden estar ahora, y por este escándalo, perdiéndose. Y acaso van a perderse nomás si CFK no asume el rol que gran parte de la ciudadanía espera. Y rol que debería incluir las hasta ahora demoradas autocríticas, y a conciencia de que, si las hubiere, serán insuficientes si no incluyen a la corrupción.
Parece obvio que el macrismo va a seguir imponiendo la idea de que éste es el "caso final" de la corrupción (o pre-final si luego de Báez y López van por Julio De Vido o la ex presidenta). Desde ya que no proceden por convicción ni por decencia, pues todo lo que les importa es que el circo sirva al blanqueo de las inexplicables y malolientes fortunas que tienen en cloacas financieras de Panamá, Bahamas, Delaware y otros sitios que ellos llaman "paraísos".
Si lo consiguen, la sociedad argentina habrá sido estafada y des-moralizada una vez más. Porque será incapaz de preguntarse si el corrupto López en su ridícula huída con millones de dólares es igual o diferente que el presidente Macri intentando aclarar sus cuentas oscuras, o las de sus amigos y familiares que hasta escandalizan a sus sostenedores como el diario El País, de Madrid.
El respetado jurista Pedro Kesselman circula este ejemplo inigualable: "Un tipo que mata a otro de 60 puñaladas, dejando un escenario 'espectacular' de sangre, no es más asesino que otro que mata con dosis estudiadas de raticida o arsénico. La única diferencia es lo espectacular". Que es también causa de que la corrupción esté en todos los estamentos, del Estado y de la sociedad.
Dado que es obvia la relación entre poder, gestión, política y economía en materia de corrupción, ésa debiera ser, por naturaleza, la principal obsesión de todo gobernante honesto e impoluto. Sin embargo, los únicos casos en toda la historia argentina parecen haber sido Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia, dos radicales que hoy sonrojarían a sus seguidores, si estos tuvieran vergüenza.
La Argentina necesita, de una vez, terminar con esta tara, y para ello la mínima y urgente medida sería un cambio rotundo en todos los sistemas de compras y contrataciones del Estado. Y a la vez, profundizar y transparentar todos los sistemas de control con la intervención de representaciones populares en audiencias públicas, aplicando penas fuertísimas a los corruptos.
Tan asqueroso espectáculo y tanto cinismo abruman hoy a las personas decentes que son mayoría en este país, viven de su trabajo, tienen todo declarado y necesitan que los casos López, Báez, Macri o como se llamen sean el punto de partida para que de una vez empiece la limpieza moral de esta república. Si no, esto habrá sido más de lo mismo.
INFORME DE ATE SOBRE LAS POLÍTICAS SOCIALES DEL
MACRISMO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
"Recortó, tercerizó y fragmentó"
Desfinanciamiento. Desmembramiento de programas. Falta de recursos básicos. Vaciamiento. Condiciones edilicias paupérrimas. Las palabras aluden al estado de las políticas del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta hacia los sectores más pobres de la ciudad y forman parte de un informe de los trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social y Hábitat porteño. El documento advierte sobre el "alto grado de cinismo" de "la propaganda política del PRO con las áreas de primera infancia y adicciones", y declara el estado de emergencia de las políticas públicas y de la situación laboral en el ministerio que encabeza Guadalupe Tagliaferri. Elaborado por la Junta Interna de ATE Promoción Social, el informe señala que el escenario "es consecuencia de un deterioro sistemático que, en nombre de la eficacia y la eficiencia, desgastó, recortó, tercerizó y fragmentó las políticas sociales en la Ciudad", y destaca que "la gestión del PRO en los últimos ocho años desligó al Estado de sus responsabilidades como empleador y como garante de derechos para la población más vulnerable". "Esta es la pesada herencia del macrismo en la Ciudad", afirman los trabajadores. "Esto es imperdonable en la jurisdicción con mayor ingreso per capita de la Argentina", razonan, y concluyen con una advertencia: "No vamos a ser cómplices".
"El mejor combate contra la desigualdad y la pobreza es garantizar la igualdad de oportunidades. Es el desafío que tiene María Eugenia (Vidal) en la provincia y Mauricio (Macri) en la Nación (…) Creemos que vamos a poder mejorar notablemente la calidad de vida, sobre todo de la población más vulnerable", prometió Tagliaferri al asumir, en diciembre último, en reemplazo de Carolina Stanley, que pasó a ocupar ese ministerio en el gobierno nacional. Seis meses después, quienes trabajan en las direcciones de Mujer, Adicciones, Niñez y Adolescencia, y en el Programa Buenos Aires Presente denuncian "desmembramiento y falta de presupuesto de los programas destinados a trabajar con la población en situación de calle, con niñas/os y adolescentes víctimas de explotación sexual, en el abordaje del uso problemático de sustancias psicoactivas, y en la restitución y el fortalecimiento de vínculos familiares y comunitarios en villas de emergencia".
Los postulados de "atención integral" que figuran en distintos marcos normativos "parecen una ironía" ante la realidad de políticas "sin ningún tipo de vinculación" dirigidas a la misma población y/o problemática, señalan. La consecuencia de intervenciones "fragmentadas y desarticuladas" es "la revictimización": personas que deben exponer sus historias una y otra vez y "demandas que, en muchos casos, jamás serán abordadas en la forma que corresponden". No existen proyectos institucionales ni protocolos de intervención claros. "Cada equipo (en el caso más óptimo) o bien cada trabajador/a despliega su quehacer desde su individualidad", advierten.
En hogares convivenciales que por ley no deben alojar a más de 30 bebés, niños y adolescentes "se hacinan 50 chicos/os". Edificios derruidos y con goteras, plagas de roedores y cucarachas, falta de elementos básicos como pañales, alimentos o medicamentos completan el diagnóstico. Ni hablar de herramientas de estimulación o recreación. Los espacios donde funcionan los programas están "derruidos", sus estructuras deterioradas, hay cucarachas y ratas, en las antípodas de la sede de Jefatura de Gobierno en Barracas. "Un palacio de cristal destinado a tareas administrativas se contrapone atrozmente con las dependencias donde se atienden problemáticas sensibles", advierten. Las consecuencias son concretas: entrevistas que requieren privacidad e intimidad se hacen en pasillos, escaleras o en la calle.
"Aún más alarmante resulta la falta de vacantes en refugios y hogares, que afecta las estrategias para trabajar con niñas/os y adolescentes en situación de explotación sexual, con mujeres víctimas de violencia de género y con población en situación de calle", destacan los delegados de ATE. Para los chicos víctimas de explotación sexual la falta de cuidado y contención del Estado sumada a la falta de recursos básicos como alimentos o ropa los condena a recurrir a sus explotadores. Para las mujeres víctimas de violencia implica prolongar la dependencia material de sus victimarios y no acceder a mínimas condiciones de seguridad. Para las 17 mil personas en situación de calle, cifra que supera ampliamente la cantidad de vacantes en paradores, implica que "familias enteras sean abandonadas en pleno invierno por falta de camas o por criterios técnicos muy discutibles y que vulneran derechos humanos, como la falta de DNI", destacan. Los paradores funcionan de cinco de la tarde a ocho de la mañana, cuando "las familias vuelven a quedar en situación de calle". El único subsidio habitacional que ofrece el gobierno (1800 pesos por familia durante diez meses) no se actualiza hace tres años, mientras una habitación para tres personas en cualquier hotel familiar no baja de los 4000 pesos, apuntan.
Quienes como trabajadores conocen en profundidad la gestión PRO denuncian que "hace propaganda política con las áreas de primera infancia o adicciones con un alto grado de cinismo", ya que "no existen políticas integrales, articuladas y consistentes", faltan vacantes en jardines y centros de primera infancia, y también materiales básicos como pañales y leche. En la Dirección General de Adicciones, mientras el gobierno comunica un supuesto "crecimiento", se improvisan "programas territoriales 'para la foto', que al poco tiempo de crearse se ven desbordados por falta de recursos profesionales", denuncian.
Condiciones laborales
Las condiciones laborales de quienes deben atender a los sectores más necesitados de la Ciudad, "más que precarias son fraudulentas", denuncia la Junta Interna de ATE. Más de 1200 trabajadores no tienen estabilidad: 900 están con contratos de locación (facturan como autónomos, sin licencias ni ART ni salario familiar ni aguinaldo) y cerca de 300 son tercerizados que le facturan a la Universidad de Buenos Aires o a organizaciones no gubernamentales (ONG) fantasmas sobre las que no existe ningún control, destacan. Salarios bajos (8 mil a 12 mil pesos) más la ausencia de derechos básicos derivan en "renuncias constantes y pluriempleo", cuadro que genera una rotación de profesionales que impide sostener en el tiempo cualquier estrategia seria para abordar problemáticas complejas. "Quienes trabajamos en el abordaje de situaciones de vulnerabilidad social" – concluyen – "entendemos que nos encontramos en un contexto de políticas públicas colapsadas, debilitadas, muy por debajo de los estándares requeridos para garantizar una atención adecuada, aunque los globos de colores y las falsas promesas de 'alegría' y 'pobreza cero' intenten disfrazar la cruda realidad que se vive en la Ciudad".
DESCUBREN MATERIALES QUE OPTIMIZAN LA UTILIZACIÓN
DE LA ENERGÍA SOLAR
Más provecho de la luz del sol
Investigadores del Conicet desarrollaron una familia de materiales compuestos que permiten absorber el 43 por ciento de la luz solar para transformarla en química o eléctrica. Hasta ahora el aprovechamiento era del 4 por ciento.
Un equipo de científicos del Conicet descubrió una familia de materiales compuestos que permiten maximizar el aprovechamiento de la energía solar – pasando de absorber el 4 al 43 por ciento de la luz del sol – para transformarla en química o eléctrica, un trabajo que generó sorpresa en la comunidad científica internacional.
El grupo compuesto por el doctor en física Eugenio Otal y los doctores en química Manuela Kim e Ismael Fabregas, del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef), trabajó durante un año sobre materiales denominados MOFs (del inglés Metal Organic Frameworks) hasta desarrollar fotocatalizadores que permiten realizar sobre estos un proceso similar a la fotosíntesis que generan las plantas para obtener sus nutrientes.
"Los MOFs que desarrollamos son fotocatalizadores, es decir, agregamos una antena que capta la luz solar y permite transformar su energía en energía química, como las plantas que realizan fotosíntesis para generar sus nutrientes", explicó Otal. "A diferencia de los fotocatalizadores conocidos, como el dióxido de titanio, que solo absorben la luz ultravioleta, los que desarrollamos absorben además toda la luz visible, esto significa pasar de absorber el 4 al 43 por ciento de la luz del sol, haciéndolos potencialmente más eficientes", detalló el científico, de 38 años.
Los MOFs, según explicó Otal, son "una nueva familia de materiales que unen propiedades de las nanopartículas inorgánicas y los polímeros orgánicos de manera sinérgica", lo que permite generar compuestos con las propiedades deseadas "simplemente combinando bloques de construcción". Esto da la posibilidad de "sintetizar nanopartículas, manipularlas con precisión superior a los métodos actuales, ordenarlas, agregar funciones orgánicas y lo más importante, producirlas a gran escala para aplicaciones tecnológicas que provean a un mercado de consumo".
De todas maneras, la nanotecnología no puede satisfacer las demandas para la producción masiva de bienes de consumo excepto en casos muy puntuales, por lo que "para pasar de una revolución en áreas académicas a una en áreas productivas, como lo fue la revolución en la industria automotor o textil, se debe poder sintetizar y manipular nano-objetos a escalas de producción".
Los resultados del trabajo de este equipo – de Conicet, RPIDFA y UTN, con lugar de trabajo en Unidef – fueron publicados en mayo en la contratapa de la renombrada revista científica Chemical Communications, de la Real Sociedad Química del Reino Unido, que publica resultados de alto impacto en todas las áreas de la química.
"Al editor (el resultado de la investigación) le sorprendió", comentó Otal al contextualizar el valor del descubrimiento, y señaló que "a nivel país no hay mucho trabajo en esto". El físico recordó que la investigación surgió después de que le llegara un paper "en el que se destacaba una potencialidad superior a los materiales convencionales, y unimos el concepto de celdas decolorantes con el de los MOF".
Si bien existen ejemplos académicos de celdas solares – a escala laboratorio – que utilizan materiales MOFs, "los desarrollados en nuestro laboratorio cuentan con la ventaja de absorber toda la luz visible proveniente del sol", explicó Otal.
"Por otro lado, el escalado de la producción de los MOFs desarrollados en nuestro grupo es factible y también su utilización en celdas solares, con un mínimo de inversión. Después de este paso, la tecnología es directamente transferible a la sociedad", cotinuó.
Además del mayor aprovechamiento de la energía solar, entre las ventajas de utilizar estos materiales está el bajo costo de las materias primas que se utilizan y la de una vida útil más extensa. "Muchas de los materiales orgánicos desarrollados en los últimos años tienen problemas de estabilidad con la humedad, esto reduce los tiempos de vida útil a alrededor de mil horas, lo que equivale a unos pocos meses de uso. Nuestros materiales se preparan en agua, por lo que la humedad no es un problema", indicó el científico. También está la ventaja de desarrollar tecnologías verdes, al obtener energía sin la quema de combustibles fósiles o la descontaminación de agua.
En la investigación colaboraron además Juan Hinestroza, de la Universidad de Cornell (Estados Unidos); Mauricio Calvo, del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (España); Lassi Karvonen, del Instituto Federal Suizo de Materiales; y Cesar Sierra de la Universidad Nacional de Colombia.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL A DOS INVESTIGADORAS
ARGENTINAS EN ENDOCRINOLOGÍA
Talento científico de exportación
Dos becarias científicas de un instituto del Conicet fueron premiadas por la organización más importante del mundo en el campo de la endocrinología. Aquí cuentan su viaje a Estados Unidos, donde ser argentinas les otorgó un plus en las pasantías en los laboratorios. María Andrea Camilletti y Erika Faraoni, premiadas por su trabajo en el Instituto de Biología y Medicina Experimental.
Por Nicolás Camargo Lescano *
Las buenas noticias pueden aparecer en los lugares más insospechados, incluso estando de vacaciones del otro lado del mundo. María Andrea Camilletti se había ido unos días a Australia cuando un mail le informó que la Endocrine Society, la mayor organización mundial en el campo de la endocrinología, las premiaba a ella y a su compañera de laboratorio, Erika Faraoni, por sus líneas de investigación llevadas a cabo en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme).
La distinción cobra más relevancia si se tiene en cuenta que Camilletti y Faraoni – licenciadas en Ciencias Biológicas y en Biotecnología, respectivamente – se convierten así en dos de las únicas cuatro argentinas en recibir el galardón Early Career Forum Travel Award. Un premio que se convirtió en la puerta de entrada al Congreso ENDO 2016, realizado en Boston en abril de este año y donde asistieron especialistas en la materia de diversas partes del mundo.
"La experiencia del Congreso superó ampliamente nuestras expectativas –cuenta Camilletti quien, al igual que Faraoni, realiza su tesis doctoral en el Laboratorio de Fisiopatología Hormonal del Ibyme, dirigido por Graciela Díaz-Torga. Estar todo el tiempo con gente experta en los temas en los que vos trabajás, que dirige laboratorios en Estados Unidos o que es editor en jefe de revistas científicas internacionales fue una gran oportunidad de sumar conocimiento y de ampliar nuestra red de contactos".
En Boston presentaron y defendieron sus trabajos ante jurados y evaluadores. "La experiencia fue totalmente positiva por el trato que nos dieron –aporta Faraoni–, no nos imaginábamos que nos iban a recibir tan bien, ya sea para darnos consejos, compartir sus experiencias personales en la ciencia o para contarnos que estaban buscando investigadores para sus laboratorios", comentaron.
Pero la travesía por Estados Unidos no se detuvo allí. Luego del Congreso, ambas hicieron una pasantía de varias semanas en el laboratorio del Daniel Rifkin, profesor de la Escuela de Medicina NYU y director del Programa de Graduados en Biología Celular de la Universidad de Nueva York. Según las jóvenes premiadas, la experiencia de hacer ciencia en la Argentina les aportó un plus extra.
"Veníamos acostumbradas a tal ritmo de trabajo que éramos nosotras las que abríamos y cerrábamos el laboratorio cada día." – relata Camilletti– "Y no es que los científicos allá no trabajen, sino que acá estamos acostumbrados a un nivel mucho más intenso. Y, además, sabemos enfrentarnos a posibles inconvenientes como falta de reactivos o elementos para trabajar en el día a día. Allá es todo más directo y más fácil".
Esa misma adaptación a los problemas es, para Faraoni, una de las razones por las que más se valora a los científicos argentinos. "Destacan mucho a los investigadores formados acá, porque ante un determinado inconveniente con una técnica probamos múltiples alternativas; tal vez estamos un poco acostumbrados a hacer malabares con lo poco que contamos", asegura. La experiencia en el Congreso y en las distintas charlas les permitió, en este sentido, conocer a un importante número de colegas científicos argentinos que están perfeccionándose y que ya manifestaron sus deseos de volver al país.
Una respuesta para el 20 por ciento
La investigación que llevó a estas dos científicas a ser distinguidas por la Endocrine Society se centra en el estudio de la hipófisis, una glándula que produce numerosas hormonas. Particularmente, el grupo de la doctora Díaz-Torga se centra en el estudio de los prolactinomas, un tipo de tumor hipofisario, por lo general benigno, que se desarrolla cuando hay un desbalance en la regulación de las células que producen la hormona prolactina, íntimamente relacionada con la lactancia.
"Ya sea por razones genéticas o por alteraciones hormonales, hay un crecimiento en tamaño y número de las células que secretan la prolactina, que se llaman lactotropos", detalla Camilletti. En las mujeres, los síntomas que se evidencian con la presencia de un prolactinoma van desde la galactorrea – es decir, la secreción de leche por las mamas fuera del período de lactancia – alteraciones del ciclo menstrual, problemas de fertilidad, hasta un cansancio constante o problemas con los niveles de calcio en el cuerpo.
En los hombres, al no ser tan visibles los síntomas como en el caso de la mujer, los prolactinomas pueden ser más agresivos, ya que la detección es en general más tardía. "La hipófisis está apoyada sobre el hueso esfenoides y por encima se encuentra el nervio óptico. Si el tumor crece, puede presionar este nervio, por lo que los pacientes hombres suelen empezar las consultas por un problema de visión", agrega la licenciada en Ciencias Biológicas.
El tratamiento para este tipo de tumores implica el uso de drogas dopaminérgicas, que inhiben la secreción de prolactina. El problema es que entre un 15 y un 20 por ciento de los pacientes no responden a estas drogas, por lo que se debe apelar a cirugías en la base del cerebro, con las complicaciones que esto implica.
En el laboratorio de Fisiopatología Hormonal del Ibyme, este grupo de investigadoras están estudiando nuevas terapias para el tratamiento de estos tumores resistentes. Un posible blanco terapéutico es el sistema TGF-ß1hipofisario. "En el trabajo con ratas, descubrimos que aquellas que tienen prolactinoma tienen también una actividad reducida de este sistema que es un sistema inhibitorio", apunta Faraoni, quien agrega que, cuando se logra estimular este sistema, se reducen el tamaño tumoral y la hiperprolactinemia.
La etapa siguiente implicaría llevar a cabo estos estudios en biopsias humanas de prolactinomas. "Lo ideal sería lograr algún tipo de acuerdo o protocolo con algún hospital o clínica para que nos proporcionen estas muestras y así poder corroborar si la estimulación del sistema TGF-ß1deriva en una reversión de los parámetros tumorales", asegura la licenciada en Biotecnología.
Si las buenas noticias sorprenden en todo tiempo y lugar, la motivación para trabajar día a día también encuentra fuentes inesperadas. "Justo después de empezar a investigar este tema en el laboratorio, empecé clases de danza" – cuenta Camilletti – "y mi profesora me comentó que le habían detectado un prolactinoma. Al poco tiempo, mi cosmiatra me contó que a la hija le habían diagnosticado lo mismo…esos casos los vas tomando como una motivación más para continuar con nuestros estudios. Nos parece que la relevancia no sólo está en la frecuencia y en la difícil detección, sino también en ese porcentaje de pacientes que no responde a los tratamientos actuales. Hacia ellos apuntan nuestros esfuerzos", puntualiza.
* Agencia CTyS-UNLaM.
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