lunes, 27 de junio de 2016

Panchos para todos y todas

lunes 27 de junio de 2016



Panchos para todos y todas

Por      Graciela Moreno


El ex secretario de Comercio, el ex jefe del Ejército Argentino y el empresario Carlos Castelli lanzaron la cadena de pancherías Tío Tola. Aspiran a abrir entre 2.000 y 3.000 locales en todo el país. El primer local está en Maschwitz y en julio abren en Retiro.
La realidad supera a la ficción, no hay duda. ¿Quién hubiera imaginado que el polémico y procesado ex secretario de Comercio Guillermo Moreno junto al ex jefe del Estado Mayor del Ejército César Milani (procesado por la desaparición del soldado Alberto Agapito Ledo en la dictadura militar) y el empresario Carlos Castelli, fundador de Blue Star Group, con 700 tiendas en seis países, propietario de las marcas Todo Moda e Isadora, se asociarían para crear la cadena de pancherías Tío Tola? Y si algún toque de color le falta a esta historia, vale recordar el eslogan de la flamante cadena: "La buena salchicha". Pero todo es posible, por eso ya abrieron el primer local en Ingeniero Maschwitz, sobre la calle Mendoza 1688 a metros de la Panamericana. Ya tienen casi listas las próximas tres aperturas y van por más.

La historia comenzó cuando Castelli, dueño de las 540 tiendas Todo Moda y las 160 de Isadora, empezó a tener que lidiar con Moreno para poder importar productos para sus cadenas. Si bien cuentan con tres fábricas, un plantel de 4.500 empleados y 700 locales en México, Argentina, Chile, Perú, Estados Unidos y hasta en Vietnam, un compromiso asumido con su amigo Moreno.

"Si la idea sale bien, abriremos entre 2.000 y 3.000 locales; si sale mal, al quinto local lo cerramos. O vamos por todo o no vamos por nada", afirma Castelli.

Castelli recuerda: "En las misiones comerciales, yo viajaba en el último asiento, al lado de Moreno. Ahí lo conocí y me di cuenta de que es un muy buen cristiano, que aplica la doctrina peronista, es un patriota y un hombre honesto que trabaja para los humildes. Hicimos como cinco viajes juntos. En Guillermo encontré los códigos con los que me crié cuando mi padre era zapallero en el Mercado de Abasto. Hoy nuestra bandera es la generación de empleo.

Guillermo me pidió que ayudáramos a toda la gente que se quedó sin trabajo, por eso queremos abrir entre 2.000 y 3.000 locales en todo el país", explica entusiasmado Castelli. Mientras su hijo, Martín Castelli, hoy vicepresidente de Blue Star Group, prefiere que las marcas se separen de estos nuevos emprendimientos de su padre. Si bien lo reconoce un emprendedor nato, se pregunta: "¿Cómo puede ser que con 700 locales y compitiendo con las principales empresas de accesorios del mundo me llamen para preguntarme por una panchería? No es que nadie lo conoce. Nosotros somos una multinacional argentina, no tenemos plata en el exterior, reinvertimos todo lo que ganamos. En 2015 facturamos 1.500 millones de pesos en la Argentina y 300 millones de dólares entre los locales que tenemos en el exterior en Vietnam, Chile, Perú, Estados Unidos y México. Todo lo que prometemos lo cumplimos, creemos y apostamos al país".


Pero Carlos Castelli está feliz, por eso eligió abrir la primera panchería a dos cuadras de su casa, en Panamericana a pasos de ruta 26. Cambió su pasión por la bijou por la de los panchos, comenzó a aprender música y ahora tiene un trío de folklore con sus amigos Luchi y Carli y toca en el Colectivo Cultural de Ingeniero Maschwitz. Se lo puede ver a veces, barriendo la vereda del pequeño local de panchos recién inaugurado. "Yo no lo conocía a Milani, me lo trajo Moreno y como confío en Guillermo acepté que se incorpore como socio. Cada uno tiene el 33% de la sociedad. La inversión inicial es de 400.000 pesos por local, puede alcanzar hasta los 900.000 pesos depende el formato", cuenta Castelli y adelanta sus planes: "El segundo local lo abriremos en menos de un mes en Marcelo T. de Alvear entre Esmeralda y Suipacha. El tercer local lo estamos terminando en Tucumán casi Florida, al lado de Havanna. Tenemos pensado uno en Avellaneda, estamos hablando con la gente de Ferrocarriles para abrir en las estaciones, estuve en Mar del Plata, donde queremos abrir tres locales en la Rambla, pero aún no está cerrado".

"Hoy nuestra bandera es la generación de empleo. Guillermo me pidió que ayudáramos a toda la gente que se quedó sin trabajo", dice Castelli.

El plan es ambicioso, bastante ambicioso. "Esto es simple, si la idea sale bien abriremos entre 2.000 y 3.000 locales; si sale mal, al quinto local lo cerramos. O vamos por todo o no vamos por nada. Para mí es mucho más fácil de controlar porque requiere pocos insumos. Que no funcione significa que no reditúa, que entre pagar personal y alquiler no logramos tener una ganancia lógica. Necesitamos cerrar buenas alianzas con las marcas proveedoras. Para que los números cierren necesitamos vender 150 combos por día, un promedio de 3.500 combos al mes", explica Castelli. Todavía están analizando como será el formato de negocio: "Tal vez busquemos asociados que pueden poner el 20% de la inversión inicial y se quedan con el 20% de la rentabilidad. Es el mismo formato que utilizaron los españoles para crecer en los negocios de bares y restaurantes".


En el flamante local trabajan tres empleados. Dos de ellos, Nacho y Mariano, trabajaban con Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio y estaban sin empleo. Allí se puede conseguir un combo de superpancho con salchicha alemana y lata de gaseosa por 35 pesos; si la salchicha es común y la botella de gaseosa de vidrio, baja a 25, y si es para chicos ronda los 20 pesos. Cada pedido recibe su ticket fiscal, así sea que el gasto fue de 20 pesos. Carlos Castelli controla todo: "Le pongo la misma pasión que le puse cuando abrí el primer local de Todo Moda hace 21 años. El nombre Tío Tola es en homenaje a mi tío, un genovés navegante fanático de las salchichas y la cerveza. Famoso por recorrer burdeles, comer 15 panchos y 20 chops de cerveza hasta que se volvía imbatible, cuenta la leyenda".

Un trío que se las trae y, pese a todo, quiere posicionar esta "cadena de pancherías nacional y popular", como dicen. Falta esperar si el negocio es rentable o si esta prueba piloto se cancela en breve. "Vamos por todo", repiten. A ver si esta vez les resulta.




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