Algunos creían que esto no iba a ser posible. Acá estamos. Y lo mejor está por venir", anunció Luis María Etchevehere, titular de la Sociedad Rural, antes de agradecer la presencia de Mauricio Macri y de las medidas económicas que volvieron a ensanchar los bolsillo del "campo". La 130ª exposición rural en el corazón de Buenos Aires, luego de años en los que "el autoritarismo aspiró a privarnos de nuestros legítimos derechos" según el anfitrión, se vivió como una fiesta, con tribunas colmadas por paisanos de bombacha y boina, señores de pañuelo de seda y campera de gamuza, y damas de boca estirada y arrugas planchadas.
El primer aplauso de pie, con las tribunas ya colmadas, fue para María Eugenia Vidal. La única gobernadora presente saludó con sonrisa angelical, posó en selfies y para los fotógrafos oficiales con los ministros Alfonso Prat1-Gay, Rogelio Frigerio (n) y el amigo sindicalista Gerónimo Venegas. Algo más moderada fue la recepción de Federico Pinedo, presidente del Senado. Cuando el locutor anunció el ingreso de los granaderos a caballo con sables y trompetas varios paisanos se envalentonaron. ¡Viva la Patria! ¡Viva el campo!, gritaron. El intento de corear "Argentina, Argentina" duró un suspiro. Entonces apareció la empresaria Juliana Awada con su hija Antonia y minutos después Etchevehere junto con Macri y el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile.
Mientras la fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos "General San Martín" entonaba el himno, los reporteros gráficos de diarios y agencias entraron esquivando bosta para retratar a autoridades e invitados especiales (sólo los fotógrafos de Presidencia tuvieron acceso al palco). Entonces se volvió a escuchar un ¡Viva la Patria! y otro ¡Al fin libres!, festejado por los centenares de presos políticos liberados en diciembre. Luego fue el turno de la Marcha de San Lorenzo, que los granaderos cantaron con ganas, y arrancó un desfile de toros fornidos, retacones, algunos con banderas de la SRA y el mérito entrecomillado: "semental".
Etchevehere hizo de animador antes de leer su discurso. "Griten para que los nombre", pidió. Desde las tribunas gritaron nombres de provincias y pueblos. "Lo mejor está por venir", anunció antes de dar la bienvenida a Macri. Las tribunas corearon entonces "Sí-se-puede, sí-se-puede". Mauricio asentía con la cabeza. El presidente de la Rural elogió a los "pioneros" que la crearon hace 150 años, cuando José Martínez de Hoz asumió su mismo cargo. Esa pesada herencia no le impidió hablar de "valores constitucionales" ni de "democracia republicana". Aseguró que "Argentina (está) reconciliada con el cumplimiento de la ley", que hay que "optar por el coraje de la convivencia en desmedro de la cobardía de la fragmentación y la hostilidad entre hermanos" y "superar la palabra autoritaria a favor de la palabra del diálogo". "Basta de grietas", gritó. Citó radicales vs. conservadores, peronistas vs. antiperonistas y evito definir la más cercana.
Vidal volvió a ser la más aplaudida cuando Etchevehere leyó la lista de autoridades, amplia mayoría de Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires. Cayó bien su mención a que "las familias del campo no tengan que emigrar a las ciudades por falta de trabajo" y fue ovacionado cuando pidió "desterrar para siempre el populismo" o "el castigo de los actos de corrupción". Mucho antes de agradecerle a Macri la eliminación de retenciones y las facilidades para exportar le recordó que no apoyan a un dirigente sino a "un sistema de ideas". La "democracia republicana", aclaró entre los pabellones Martínez de Hoz y Solanet, y aseguró que "el campo" salió a la calle "cuando el autoritarismo aspiró a privarnos de nuestros legítimos derechos".
Ahora que "las cosas han cambiado, quienes han violado la ley tienen que ir presos", exigió. La tribuna aplaudió y algunos gritaron "presa-presa-presa". "No pedimos venganza sino justicia", agregó Etchevehere, y reclamó a los jueces que "obren en consecuencia". Las palabras dedicadas a los empresarios "que esperan las legislativas (2017) para saber si habrá gobernabilidad para así definir inversiones" sonaron a ruego de Macri. "En el campo pensamos que la gobernabilidad de este o cualquier otro gobierno se logra invirtiendo y generando empleo desde el primer momento y sin especulaciones", aseguró.
El discurso de Macri (ver aparte) fue demasiado para los animales más grandes. Varios toros intentaron acomodarse para descansar pero sus cuidadores los obligaron a aguantar parados a pinchazo limpio en las nalgas. Tras las palabras del Presidente comenzó el desfile de los grandes campeones: toros, vacas, caballos, ovejas, cerdos y aves. Algunos paisanos levantaban su sombrero frente al palco pero Macri seguía absorto la conversación con "Luis Miguel", como llama a Etchevehere.
Después de los premiados desfilaron a caballo gendarmes de Campo de Mayo (fuerza que tuvo a su cargo la custodia del mayor campo de concentración del país en esa misma unidad militar) y la "Escuadra Albiceleste" de la Policía Bonaerense. Cuando dos chicas de la Asociación Ecuestre de Discapacitados pasaron frente al palco, el cuidador hizo acostar a un manso caballo blanco con manchas negras e invitó al presidente a acercarse. Macri saltó la valla, el hombre le mostró como acariciar al animal pero el mandatario optó por sentarse encima y pidió que le alcanzaran a Antonia para las fotos. Algunos memoriosos recordaron que en sus años de jefe de Gobierno, allá por 2010, el ahora Presidente cerró un centro de zooterapia y dejó a 500 chicos con discapacidad sin tratamiento.
El espectáculo siguió con un desfile de los mejores aperos de uso tradicional y las mejores amazonas, de centros tradicionalistas, filiales de la Sociedad Rural de todo el país y los tractores oficiales de la muestra, mientras el locutor citaba la frase de Borges que el gobierno usó también en la puerta del Centro Cultural Kirchner: "Nadie es la patria, pero todos lo somos". Hubo ovaciones para los caballos criollos y un show que mezcló gauchos con indios en cuero en representación de los pueblos originarios, porque "todos nos unimos en el compromiso de cuidar a nuestra madre tierra", aseguró la voz en off. El cierre incluyó chacareras, malambos y hasta un tango bailado por mujeres con zapatos de taco que se enterraban en la bosta.
Otras voces
- José Luis Gioja , titular del PJ: "Cómo no va a hablar (Luis Miguel) Etchevehere igual que (el general golpista Eduardo) Lonardi en el 55, igual que lo que habló (el dictador Pedro Eugenio) Aramburu en el 56, o igual que lo que habló el presidente Maurició Macri, si es el sector concentrado el que habla y al que le va muy pero muy bien, y hay otros a los que no le va tan bien".
- Martín Sabbatella, líder de Nuevo Encuentro: "Es natural que en la Rural aclamen a Macri, porque no actúa como un presidente que potencia la economía nacional pensando en los 40 millones de argentinos, sino como un socio de las minorías; un socio que en estos 8 meses recortó ingresos a los sectores trabajadores y los volcó a los especuladores, como son los agroexportadores y los grandes empresarios del campo".
- Humberto Tumini, secretario general de Libres del Sur: "A Macri en la Rural no lo chiflaron como a Alfonsín, lo aplaudieron a rabiar como a Videla y a Menem. No solo porque lo consideran uno de los suyos socialmente, sino por sobre todo porque el actual mandatario les dijo que él comparte que hay que achicar el Estado en favor del mercado".
- Alejandro Bodart (dirigente del MST-Nueva Izquierda): "En el 'supermercado' de Macri pocos pueden llenar el changuito. Mientras al campo le redujo las retenciones y a la megaminería se las anuló, los salarios y jubilaciones pierden poder adquisitivo, cada día viene más gente a los comedores populares y la luz y el gas ya parecen artículos de lujo."
APENAS 700.000 JUBILADOS BENEFICIADOS Y EL SISTEMA
DESTRUÍDO
El cuento del abuelito
Jubilados y pensionados endulzaron el blanqueo de capitales, pero la reparación alcanzará a 500.000 o 700.000 personas, todas en el tramo superior de la pirámide. El gobierno sigue afirmando que beneficiará a más de dos millones de personas, ahora con pleno conocimiento de su falsedad. El amparo de un experto internacional es la última carta para impedir la destrucción del sistema previsional. Las bases de la Anses y la desprotección de datos personales. Macrì teme por su vida. CFK vs. Stolbizer
Por Horacio Verbitsky
La presunta reparación histórica para jubilados y pensionados que el gobierno nacional usó como caramelo para que los incautos se tragaran el blanqueo de capitales, sólo alcanzará a una mínima franja de personas, alrededor del 10 por ciento del total, que están entre las de más altos ingresos. Así surge de las bases de datos de la Anses que desde esta semana pueden ser consultadas por los interesados en los efectos de la ley 27.260 sobre sus ingresos. Aún así, servirá como pretexto para la liquidación del sistema previsional de reparto. Pese a ello, en el decreto reglamentario 894/2016 el gobierno pretende que los beneficiarios "podrían ascender a más de dos millones de casos", ahora con pleno conocimiento de su falsedad.
Entre 500 y 700 mil
Los registros de la Anses cubren un universo total de 7,2 millones de jubilaciones y pensiones y el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) 6,6 millones en mayo, cuando el presidente Maurizio Macrì envió el proyecto de ley al Congreso. La discrepancia se debe al movimiento constante de altas y bajas en las bases de la Anses (que además incluye a viudos y viudas que cobran dos beneficios), mientras el único dato indudable es el del SIPA ya que registra las prestaciones efectivamente pagadas hace apenas dos meses. En cualquier caso, 4,4 millones de los registrados por Anses cobran la mínima, no tienen reajustes pendientes y no están alcanzados por la ley. Otros 1,7 millones están excluidos porque corresponden a los regímenes especiales (Poder Judicial, ex cajas provinciales transferidas a la Nación, malvineros y otros). Un trabajo interno de la Anses, que el gobierno nacional oculta porque pone en evidencia la falta de sustento de su publicidad engañosa, estima que a priori la reparación podría llegar a 1,1 millón de personas, pero cuando esa cifra se descompone en sus partes, oscilarían entre 500.000 y 700.000:
- 200.000 tienen sentencia favorable, ya sea firme, de segunda instancia o con Recurso Extraordinario presentado y no apelado o desistido por el Estado. Para pagarles no hacía falta ninguna ley. Los abogados les están aconsejando que no acepten la quita propuesta por la ley y que exijan el pago completo de la sentencia.
- 500.000 que iniciaron juicio pero aún no tienen sentencia de segunda instancia, o que no recurrieron a la justicia pero recibirán una actualización importante.
- 400.000 "están para analizar", según la terminología de la Anses. Los funcionarios que trabajan en el tema dicen que una porción de ellos recibiría una mejora tan exigua que no compensaría el gasto de los trámites para percibirla, por ejemplo cobran 10.000 pesos mensuales y les aumentarían a 10.100 o 10.200.
Además, una parte sino todo lo que obtengan por esa vía lo perderán por efecto de la política económica recesiva. Ya está ocurriendo y se agudizará: la movilidad semestral de las jubilaciones y pensiones fue de 15,35 por ciento entre octubre de 2015 y marzo de 2016, cuando la inflación superó el 20 por ciento (20,53 por ciento para el Indec, 20,42 por ciento para el Congreso). Uno de los indicadores que se utilizan para calcular el aumento de las jubilaciones es el de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Entre octubre y marzo fue del 13,33 por ciento, por lo cual es previsible que el próximo ajuste de las jubilaciones, en septiembre, esté aún más desfasado de la inflación, que al concluir el año oscilará entre el 45 y el 50 por ciento. El ciclo vicioso de la recesión muerde los talones de los jubilados.
Orden público o interés social
Mañana un jubilado pedirá amparo a la justicia federal de la seguridad social contra la ley 27260, para que se suspenda su aplicación y por último se declare su inconstitucionalidad. No es un jubilado cualquiera: Miguel Fernández Pastor fue Gerente de Normatización de Prestaciones y Servicios de la Anses durante la gestión de Sergio Massa y luego dirigió el Centro Internacional de Estudios de la Seguridad Social, con sede en México, la máxima institución académica regional en la materia. Ex concejal radical de Moreno, amigo personal de Raúl Alfonsín, fue propietario de las oficinas de la calle Santiago del Estero en la que comenzó su campaña electoral el primer presidente postdictatorial. Su tío Jorge Fernández Pastor fue el secretario legal y técnico de la presidencia de Alfonsín. El amparo sostiene que esa ley destruirá el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y que al mismo tiempo disminuirán los recursos impositivos, lo cual afectará la ley 26417 de movilidad previsional. Fernández Pastor cuestiona la Declaración de Emergencia en Materia de Litigiosidad Previsional por tres años del artículo 2 de la ley, porque sostiene que permitirá al gobierno legislar en materia de litigiosidad previsional sin intervención del Congreso, dado que el artículo 76 de la Constitución prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo "salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública con plazo fijado para su ejercicio". Esto contradice los tratados internacionales de Derechos Humanos, la Constitución Nacional y la doctrina y la jurisprudencia, para los cuales la emergencia es una media extrema que sólo puede dictarse cuando una crisis excepcional pone en peligro la continuidad del sistema y la existencia misma del Estado, afectando el bien común y requiriendo medidas extraordinarias. Aún así, la Corte Suprema dijo en "Café La Virginia" que ni una ley ni una norma de rango inferior pueden violar un tratado internacional. Con un sistema previsional que cubre a más del 97 por ciento de las personas en edad de jubilarse, no tiene déficit y un fondo de garantía de 770.000 millones de pesos que asegura que sea sustentable, no hay causas objetivas que motiven la declaración del estado de emergencia. En consecuencia, las verdaderas motivaciones hay que buscarlas en el resto de la ley. Fernández Pastor las encuentra en el artículo 28, sobre el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que contempla la venta de sus activos para pagar tanto el stock de sentencias homologadas judicialmente cuanto el flujo mensual de haberes, que dada la emergencia podría disponerse con una mera resolución.
Si el anterior gobierno con las moratorias y la ley de actualización fortaleció la base de la pirámide, de modo que el 75,9 por ciento de los jubilados perciben la mínima y otro 14,9 por ciento hasta dos mínimas, el actual sólo propone mejoras para la reducida cúspide. Aunque esto sólo mejorará los ingresos de uno de cada diez jubilados para el Estado tendrá un altísimo costo, que pondrá en peligro la sustentabilidad de todo el sistema. Si se pagaran los 380.000 casos que ya están en juicio, con una sentencia media de 400.000 pesos en una hipótesis conservadora, el stock a pagar ascendería a 152.000 millones de pesos, unos 10.000 millones de dólares. Pero además, suponiendo un ajuste medio de 4.500 pesos por caso, el nuevo flujo a erogar cada mes sería de 1.700 millones de pesos, o 22.230 millones más por año. Esto implica un 4,4 por ciento de aumento de la partida anual de jubilaciones y pensiones, que acabará muy pronto con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. La ley prevé otras vías de desfinanciamiento del sistema, al ratificar la devolución de impuestos coparticipables a las provincias, la virtual eliminación del impuesto a los bienes personales y el incremento considerable del gasto. Ya Adalbert Krieger Vasena durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y Domingo Cavallo un cuarto de siglo después, transformaron los recursos previsionales en bonos evaporables. Esta vez la justicia puede impedir que se repita.
El artículo 95 de la ley declara "de orden público" las disposiciones de su Libro I, es decir de cumplimiento imperativo, cuando correspondería decir de interés social. De modo que la venta de las acciones de las empresas incorporadas al estatizarse el sistema previsional (31,5 por ciento del Banco Macro, 26,03 por ciento de Siderar, más de 26 por ciento de Edenor y Transportadora de Gas del Sur, 24,99 por ciento de Telecom Argentina, 24,88 por ciento de Consultatio, 20 por ciento del Grupo Financiero Galicia y Molinos, 9 por ciento del Grupo Clarín) y de los demás activos del FGS adquiere primacía sobre el interés colectivo, se oponga quien se oponga. "Si es aceptada la declaración de emergencia, si se permite que 'se realicen los activos' del FGS, si se tolera que el orden público consolide estos propósitos, cuando ocurra lo inexorable, cuando volvamos a los '90, la historia nos condenará por no haber estado a la altura en que el destino nos ubicó a cada uno. Si por el contrario hacemos cierto que la Seguridad Social es un derecho humano, que la solidaridad es el principio rector de la Seguridad Social, entonces sentiremos el maravilloso orgullo de haber hecho lo que corresponde. La patria, como la Seguridad Social, la construimos todos, todos los días", concluye el amparo.
Un convenio escandaloso
Como si esto fuera poco, la ANSES convino entregar a la jefatura de gabinete de ministros no una sino tres bases de datos de código abierto, dijeron fuentes del organismo de seguridad social que conocen los entretelones secretos de lo pactado. La información que contienen y las fórmulas de cálculo que las interrelacionan y que en la jerga previsional se conocen con el horrible nombre de Reglas de Negocios, es mucho más detallada de lo que hizo saber el gobierno nacional y contiene datos personales sensibles que exceden cualquier necesidad de comunicación oficial para "mantener informada a la población", según la cándida fórmula utilizada por la Secretaría de Comunicación Pública. La consulta de esa cuantiosa información no se concreta mediante un soporte físico, como un disco rígido o un conjunto de DVDs, sino a través de un link que permite el acceso remoto. Este link es fácil de hackear y según los expertos sería la vía ideal para las filtraciones de información hacia consultoras privadas que las aprovecharían para tareas de propaganda política y negocios y cuya vinculación con el gobierno no sería fácil de probar, de modo que el jefe de gabinete Marcos Peña Braun pudiera continuar pregonando con cara de ángel que "no hay vocación de utilización política" de esos datos (sic). En estos días, volvió a mencionarse el episodio ocurrido durante las elecciones porteñas de 2011, cuando una pretendida encuesta telefónica en realidad fue el instrumento para instalar una falsa vinculación entre el padre de Daniel Filmus y Sergio Schoklender, a raíz de lo cual en 2012 fue procesado el consultor de Maurizio Macrì, Jaime Durán Barba.
El Convenio afirma que la información consistirá en nombre y apellido, DNI, CUIT/CUIL, domicilio, teléfonos, correo electrónico, fecha de nacimiento, estado civil y estudios. Pero las bases de datos de la Anses son más detalladas. A partir de 2004 se emprendió una tarea de actualización y expansión, que se mantiene al día con cada nuevo expediente iniciado en cualquier punto del país, cuyos datos se incorporan en tiempo real. Incluye datos comprobados y datos a verificar. La primera base es la del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), la controla la Administración Federal de Ingresos Públicos y contiene todo lo relacionado a la recaudación: CUIT/CUIL, relación de trabajo autónomo o en relación de dependencia; salario o aporte; empleador o actividad; remuneraciones, etc. La segunda es la Base Única de Personas, que contiene no sólo los datos que menciona el convenio, sino también si la persona tiene trabajo o está desocupada, su antigüedad en el empleo y sus relaciones familiares: matrimonios, concubinatos, nacimientos, adopciones, patria potestad, discapacidades. La tercera es la Base de Beneficiarios, que se limita a los jubilados y pensionados y las sumas que perciben de la Anses por esos conceptos. Esta es la más codiciada por las empresas, porque les sirve para ofrecer ventas a crédito. El decreto que legalizó el Convenio dice que contó con dictamen favorable de la Dirección de Protección de Datos Personales. El dictamen firmado el 28 de abril por su director, Eduardo Bertoni, revela desde cuándo el gobierno estaba trabajando en el tema, aunque recién se reveló al país la semana pasada. Además de su rol técnico, Bertoni manifestó su adhesión política al gobierno al integrar la delegación que defendió la derogación por decreto de la ley audiovisual ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. A su juicio, "no se observa impedimento legal para la suscripción del Convenio", siempre que se cumplan con los requisitos de la ley 25.326 de Protección de Datos Personales, lo cual se parece demasiado a una tautología. Es legal si cumple con la ley. Bertoni recuerda que el artículo 11 de la ley 25.326 obliga a requerir el consentimiento del titular antes de ceder sus datos personales, salvo que la cesión ocurra entre órganos del Estado en forma directa, "en la medida del cumplimiento de sus respectivas competencias". Luego define que el dato a intercambiar debe ser necesario y pertinente para la finalidad buscada. Como es obvio las partes declaran en el convenio que los datos a ceder se corresponden a sus respectivas competencias, que el intercambio tiene el exclusivo fin de cumplir con esas competencias, que los datos no son excesivos con relación "al ámbito y finalidad" y que no es información sensible o protegida. Estas son algunas de las cosas que están en duda, tanto en este convenio como en el mellizo que el gobierno firmó para apoderarse de la base de datos de la Obra Social de los jubilados, PAMI. Pero además, también los datos sensibles podrán ser entregados a la jefatura "para ser tratados con fines científicos o estadísticos". Nada menos.
Ni Marcos ni Alfonso
Por Horacio Verbitsky
Según el jefe de gabinete Marcos Peña Braun la devolución del IVA o los cambios en las jubilaciones "son beneficios nuevos que requieren que el Estado pueda llegar a las personas para explicarles ese mensaje". El gobierno presenta la devolución de hasta 300 pesos mensuales en las compras de alimentos o productos básicos como una poderosa política social a favor de quienes perciben la jubilación mínima, pensiones no contributivas que no superen el haber mínimo, Asignación Universal por Hijo (AUH), por embarazo o sepelio. El ministro Alfonso de Prat-Gay estimó esa transferencia en 25.000 millones de pesos anuales. Pero lo que ni Peña Braun ni De Prat-Gay dijeron ni dirán, ni en avisos convencionales ni en comunicación por las redes sociales, es que dada la afectación específica del IVA al sistema previsional, la merma en la recaudación impactará negativamente sobre la ley de movilidad. Lo que reciban como devolución del IVA un máximo de 8,6 millones de beneficiarios no lo pagará el Estado sino los 14 millones de jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones y planes universales, cuyos ingresos disminuirán. Dentro de la latitud con que Peña Braun definió el objetivo ("contar con herramientas que permitan instrumentar las políticas de comunicación pública") no puede descartarse ni siquiera la utilización comercial de los datos de la seguridad social. Nada impediría que para "hacer mas eficiente" el programa de venta en 12 cuotas de los celulares que arma el amigo del alma Nicky Caputo, la jefatura de gabinete permitiera el acceso a las bases a las empresas para que hagan marketing directo. La próxima semana un amplio arco de fuerzas opositoras se propone frustrar el negocio con una ley que mostraría la verdadera representatividad de la Alianza Cambiemos en el Congreso de la Nación.
El porrazo judicial
Por Horacio Verbitsky
Un dictamen de la Procuradora General Alejandra Gils Carbó contraría la pretensión de CFK de iniciar una demanda por daños contra Margarita Stolbizer, quien la acusó de duplicar su patrimonio de un año a otro. La ex presidente respondió que la diputada radical por el GEN bonaerense no entiende lo que lee, porque suma los dólares que vendió con los pesos recibidos a cambio, sin advertir que constituyen una sola inversión, expresada en distinta moneda en años sucesivos. El dictamen de Gils Carbó, firmado el 11 de diciembre pasado, al día siguiente de la asunción del presidente Maurizio Macrì, recomendó desestimar una denuncia presentada por Manuel Garrido contra el ex Procurador General Esteban Righi. En 2009, al renunciar como Fiscal General de Investigaciones Administrativas, Garrido adujo que Righi había recortado sus facultades para investigar actos de corrupción, cosa que el Procurador negó. Electo diputado por la UCR en 2011, reiteró esos conceptos en 2012, cuando Righi renunció como Procurador. Garrido se amparó en las inmunidades funcionales que protegen a los funcionarios del Ministerio Público Fiscal y a los legisladores nacionales. Gils Carbó le dio la razón ya que según el artículo 68 de la Constitución Nacional "ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador", prerrogativa cuyo objetivo es garantizar que "ejerzan sus funciones en forma libre e independiente. Con una cita de la Corte Suprema de Justicia (Fallos: 1:297) dijo que "esta inmunidad debe interpretarse en el sentido más amplio y absoluto; porque si hubiera un medio de violarla impunemente, éste se emplearía con frecuencia por los que intentan coartar la libertad de los legisladores, dejando burlado su privilegio, y frustrada la Constitución en una de sus más sustanciales disposiciones". Para la Corte "la posibilidad de que un miembro del Congreso pueda ser sometido a proceso, a fin de que en él sean indagados o interpretados judicialmente sus opiniones […] contraría la idea que sobre la división de poderes tuvieron los autores de la Constitución" (Fallos: 248:462, "Martínez Casas"). Si tuviera un abogado idóneo que la representara la ex mandataria se ahorraría el porrazo judicial, que los medios hostiles amplificarán en su contra.
Curarse en salud
Por Horacio Verbitsky
Además de incorporar un noveno cardiólogo a la unidad médica presidencial, el Poder Ejecutivo ha incrementado a cuatro sus sesiones semanales de psicoterapia. El Jefe Supremo de la Nación inició el tratamiento hace un cuarto de siglo, luego del secuestro en el que pasó 15 días dentro de un estrecho ataúd. Con el paso del tiempo fue reduciendo el número de sesiones pero nunca las interrumpió, ni siquiera cuando viaja. En ese caso, la consulta con el psicólogo se realiza por teléfono o videoconferencia vía Skype, siempre a primera hora de la mañana. Pero debido a la tensión de las tareas oficiales volvió a las cuatro sesiones originarias. El consultorio de la Avenida Las Heras al 2000, entre Junín y Uriburu, está ubicado entre dos negocios muy concurridos. De un lado, una sucursal de Farmacity, cuyo presidente, Mario Quintana, pasó a desempeñarse en diciembre como vicejefe de gabinete; del otro, la peluquería de Alberto Sanders, quien se ocupa del pelo de Guillermina Valdez de Tinelli y de CFK. En esa cuadra había dos grandes contenedores de la municipalidad porteña, uno negro para basura y otro verde, para reciclables limpios y secos. Macrì los había instalado cuando fue jefe de gobierno pero ahora le pidió a su custodia que los retiraran "porque me van a poner una bomba". Ese mismo día el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los quitó de allí.
ENTREVISTA A LUIS ALBERTO QUEVEDO, SOCIÓLOGO Y
ESPECIALISTA EN COMUNICACIÓN
"Tinelli satiriza a Macri en el corazón de su sistema"
El director de Flacso analiza la estrategia comunicativa del macrismo, las operaciones "sucias" en las redes sociales, el uso de la base de datos de la Anses y la pelea con el conductor de TV. "Son dos pesos pesado, es un empate o los dos pierden", afirma.
Por Adriana Meyer
"El destino político de Mauricio Macri no depende de lo bien que maneja Twitter sino de la política", afirma el sociólogo Luis Alberto Quevedo, y al mismo tiempo que elogia el manejo profesional y eficaz que hace Cambiemos de las redes sociales enfatiza que no tiene dudas de que también se maneja en la "zona sucia de la comunicación" donde hay "equipos para hacer operaciones y romper imágenes". En diálogo con Página/12, el director de Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y ex asesor de Daniel Filmus en su campaña a jefe de Gobierno destaca sobre el encuentro que selló el presunto distanciamiento entre el Presidente y el conductor televisivo Marcelo Tinelli que "la noticia oficial fue que son amigos y era todo broma, pero con un hombre poderoso como él se habla de negocios". Quevedo también asegura que con el uso de la base de datos del Anses el gobierno viola la "ley y la ética política", y señala que "es la continuidad de la política (macrista) del cuerpo a cuerpo, por otros medios".
– ¿Cuánto hay de jueguito para la tribuna, peleo y luego acuerdo?
– Hay algo serio, el modo en cual el macrismo armó un sistema de comunicación sólido con sus reglas. Una de ellas consiste en que Macri tiene al sistema público de su lado y, más poderoso aún, el sistema privado corporativo de medios, con una tercera pata que es el mejor manejo profesional en el uso de las redes sociales. Así tiene un ecosistema comunicacional con una claridad político-comunicativa muy pensada que es la de dejar una zona de la comunicación por fuera –Página/12, un par de radios o C5N– y saber que el éxito de su estrategia de comunicación no consiste en que eso no exista, porque siempre va a existir, sino en que esa zona no tenga puentes con la macro comunicación que él sí maneja. Ahi tiene una alta capacidad de hablarle a los distintos públicos con diverso lenguaje. No es lo mismo cómo le habla a TN, Radio Mitre o La Nación, o cómo habla él mismo en Instagram o Snapchat. Son redes difíciles de manejar y considero que las usa muy bien porque tiene un conjunto de profesionales que trabajan allí.
– ¿Cómo sería ese sistema?
– Mantiene afuera a los que no le importan, garantiza que no haya puentes. Página/12 puede sacar un artículo sobre la reforma laboral que pretende La Nación y nadie le contesta, y la garantía es que ninguno tome los temas que sí son agenda de la oposición. En cambio, el corazón del sistema macrista sabe que le habla al 60 por ciento de la población, que lo cruza con la estrategia del cuerpo a cuerpo, o usa la base de datos de la Anses para comunicarse con el ciudadano.
– ¿No es más preocupante eso que si Macri y Tinelli se pelean?
– Lo de la Anses es la profundización de algo que el macrismo viene haciendo: no hacemos actos públicos, no estamos en la calle como los partidos tradicionales, no llenamos la Plaza de Mayo, pero le hablamos uno por uno a los vecinos. Hay que tomar en serio el sistema de timbreo que armó Macri para la campaña, tanto en la provincia como en la Ciudad de Buenos Aires, donde hay un ejército de pibas y pibes con tablets, y Clarín y La Nación los mostraban a ellos haciéndolo. El uso de la base de datos de la Anses es la continuidad de la política cuerpo a cuerpo, por otros medios.
– Pero en este caso violando leyes, ¿no le parece?
– Sí, varias. Hay una violación de la confidencialidad de los datos que maneja el Estado y hay una violación a la ética en adueñarse de la mayor base de datos de Argentina. Fue una política de las más exitosas del kirchnerismo, haber creado una base de datos confiables de ciudadanos argentinos de punta a punta. El uso de eso viola la ley en primer lugar, por eso está bien que se estén presentando los amparos, pero viola toda norma ética de la política. Y lo digo con énfasis porque ellos le dan cierta naturalidad, con eso de 'queremos decirle cosas a los ciudadanos', como si fuera algo ingenuo. Si lo hacía otro gobierno dirían que es fascismo puro.
– ¿El problema con Tinelli es que satiriza a Macri?
– No es tanto que satiriza a Macri sino que lo haga en el corazón del sistema que él tiene bien cerrado y aceitado. Tinelli está en Canal 13, en horario central con 15 a 20 puntos de audiencia garantizados, y entonces se le escapa una tortuga. No puede soportarlo. Si eso lo hace revista Barcelona o Víctor Hugo Morales a él no le importa porque no le habla a ese público, son fronteras bien delimitadas. El gueto de los opositores no le preocupa. Pero esta dura crítica apareció en el centro de su territorio.
– ¿Esto explica que el Presidente haya salido de un discurso en el que estaba todo bien a confesarle a Morales Solá su malestar por lo que hizo Tinelli?
– Así es. Sale de esa zona de confort comunicacional, que necesita que esté bien abroquelada, con fronteras claras, ahí se mueve con tranquilidad. Pero le salió el dato inesperado, la serendipity, y eso es lo maravilloso de la política. Y además, la crítica se la hacen a él, si hubiera sido a otro no le hubiera dolido tanto. Sabe que viene cayendo la aprobación de imagen de gestión, de ministros, y algo la suya también. Él es el último baluarte del gobierno de Cambiemos con buena imagen.
– ¿Por eso la foto con las caras cambiadas con Tinelli?
– El broche que intenta hacer es: era todo una broma. Fue todo humor.
– Clarín suele pegar hasta que logra acuerdos con los sucesivos gobiernos. ¿Esto es similar?
– Estoy de acuerdo con eso. Entonces me pregunto qué habrán arreglado. La comunicación oficial garantizada fue sacarse una foto, reir juntos, eran todo humor, son amigos. ¿De qué hablaron durante una hora? Como cuando nos preguntamos de qué hablaron San Martín y Bolívar (risas). Tinelli no es un jugador secundario en los negocios del fútbol y la comunicación en Argentina, cuyo programa tiene peso previo a las campañas electorales. Es un hombre poderoso y con un hombre poderoso se habla de negocios, no de amistad. Macri como presidente es otro poderoso, que seguramente hizo algún canje.
– ¿Qué pudieron haber intercambiado?
– Algo del interés de Tinelli por el mundo del fútbol, que Macri lo sacó del juego, aunque lo niegue. No va a ser presidente de la AFA ni de la Superliga, ni será referente del continente. Pueden haber arreglado negocios televisivos o comunicacionales. Tinelli le debe haber pedido tener que ver con el mundo del fútbol a nivel institucional. Si mañana aparece como miembro de una comisión normalizadora o candidato a la AFA nos vamos a acordar de esa charla.
– ¿No será que por haberlo dejado afuera Tinelli lo ridiculizó?
– Si tuviera que apostar a una razón, diría que sí. Soy hincha de San Lorenzo y lo sigo, estaba desesperado y casi tuvo en sus manos a la AFA. Con el kirchnerismo también quiso tener la transmisión de Fútbol para Todos. Este gobierno lo sacó de todo, él pagó con la misma moneda: vos tenés poder para sacarme, yo tengo poder para criticarte.
– ¿Tinelli tiene un estrecho vínculo con el poder desde siempre?
– Sí. Lo tuvo muy estrecho con Carlos Menem, no fue él quien ridiculizó a Fernando de la Rúa, este ex presidente se ridiculizó a sí mismo en su programa. En todo caso, lo puso en un lugar al que De la Rúa nunca debió haber ido. También tuvo relación con Néstor y Cristina Kirchner, después se peleó porque no le dieron el Fútbol para Todos. Tinelli dialoga con todos los poderes, tengan el color que tengan.
– ¿Quién gana y quien pierde tras esa cumbre en Olivos?
– Lo vamos a saber en poco tiempo si hay un ganador. Pero creo que salen dos ganadores o dos perdedores. O Macri le dio a Tinelli algo del fútbol o de negocios, no lo sabemos, y entonces le retira la sátira que le está haciendo en la televisión, y así ganan los dos. Y si no hubo acuerdo, Macri le va a seguir pegando y Tinelli lo va a seguir satirizando. Son dos jugadores pesados, es un empate o los dos pierden.
– ¿Ve un intento de limitar el humor?
– No. A Macri no le importa la zona de las redes sociales que lo viven criticando, no le preocupa la revista Barcelona ni Rep. Ni responde. Va a seguir atento a su zona de confort. Negociará con los humoristas que le importan, o con los patrones de los medios, pero Tinelli no tiene patrón, en sí mismo es una unidad de negocios.
– Desde Twitter elogiaron la cuenta @CasaRosada, como usted dice, no hay improvisación.
– Para Snapchat contrató a un director de cine, su Instagram es realmente muy bueno, sabe manejar ese lenguaje, sus redes sociales están manejadas por profesionales del primer nivel. No es creatividad de Macri sino dinero invertido en su imagen. Cuando digo que es admirable me refiero a que otros gobiernos no lo hacen. De todos modos, en la comunicación política la clave es la política, no la comunicación. El destino político de Macri no depende que maneje bien Twitter, sino de la política. Ahora se le está armando un escenario político que le va a correr la cancha. También hay torpeza comunicacional y política junta, y eso fue De la Rúa.
– ¿Qué opina de apelar a trolls para demonizar a quienes critican a Cambiemos?
– Efectivamente el gobierno tiene una oficina dedicada a eso. Son maneras de interferir en las redes y producir ruido con un hashtag exitoso que aparezca al día siguiente como noticia en algunos diarios. Por eso tuvo que hacer esa aclaración, que el gobierno no tuvo nada que ver con esto de Tinelli. Entonces, ¿sí tuvo que ver con otras operaciones en las redes en otros momentos? ¿Tienen un equipo trabajando para romper imágenes de personas y en este caso no lo hicieron? Me parece que hizo una confesión de parte, trabajamos en la zona sucia de la comunicación pero esta vez no fuimos.
La unidad de la oposición
Por Edgardo Mocca
El reconocimiento de la guerra librada por el grupo Clarín contra el anterior gobierno, realizado por el columnista Julio Blanck, es un documento muy importante. Por empezar desmiente todo el repertorio del periodismo "independiente" desarrollado durante todos estos años y hasta la misma comedia autovictimizante que colocaba a ese periodismo en el lugar de objeto de persecución del gobierno: hacer la guerra no equivale a ser un perseguido. Pero hay algo más interesante todavía, es la enunciación en tiempo pasado del fenómeno; cualquiera que se asome unos minutos a los productos de la maquinaria del grupo en cualquiera de sus soportes, fácilmente advierte – si es que tiene algún interés en advertir – que no solamente la guerra continúa, sino que ha adquirido niveles impensados. Es una perplejidad política, una operación mediática imparable para destruir a un sector político al que al mismo tiempo se intenta presuponer en vías de extinción. Varias revelaciones encierra esa perplejidad. Una de ellas concierne a las razones íntimas de ese estado de guerra; si ese gobierno fuera solamente eso, un gobierno, y se sostuviera el famoso fetiche de la "alternancia", tan del gusto del refinamiento lingüístico del establishment politológico, no habría razones para el encono: se supone que todos los partidos deberían estar en condiciones de "alternar" en el gobierno en el mundo feliz de la teoría liberal, pero el kirchnerismo no lo está. El argumento emblemático lo pronunció Lanata hace unos días: no hay discusión política posible alguna, porque era solamente una banda de delincuentes comunes. Hace rato que el hombre ocupa el espacio más radical de la antipolítica neoliberal pero, claro está, no es solamente eso lo que explica el insólito dictamen; detrás del "argumento" está una estrategia política muy clara que se elabora mucho más arriba de la imaginación del llamativo periodista.
El reconocimiento de la guerra, sumado a la fácil constatación de que no es cierto que haya terminado, tiene el discreto encanto del sinceramiento. Me ha tocado vivir en carne propia la exaltación del coro liberal, cada vez que una metáfora bélica se mete en mis frases. Claro, es el fácil escándalo de muchas personas que aceptan, simpatizan y hasta apoyan la guerra real – las que libra Estados Unidos en diferentes regiones del mundo, por ejemplo – pero púdicamente rechazan la guerra como metáfora política. La guerra es mala pero la política debe ser buena, parecen afirmar, como si se tratara de dos asuntos esencialmente diferentes. Claro, eso es lo que dicen pero no lo que piensan. En la guerra de las palabras – que de eso estamos hablando – es necesario ocupar el lugar del bien, y éste está definido por el sentido común dominante. En este caso, el truco consiste en despojar a la política de su núcleo vivo y fundante, que es el conflicto. Desplazar el centro de los antagonismos a cuestiones que no son políticamente conflictivas (éste roba más que aquel y el otro más que éste) porque nadie va a aceptar jamás en ninguna época y en ningún punto del planeta que forma parte del partido de la corrupción. La guerra deviene, por el mecanismo de la corrección política, fundada en razones prepolíticas, religiosas podría decirse si eso no fuera un agravio contra la fe sincera de millones de personas. La posibilidad de desentrañar las raíces y los mecanismos con los que se libra la por fin reconocida guerra es una de las cuestiones centrales de la política argentina.
La transición de la guerra a la paz es siempre un proceso de transformación de los términos de la política y una reconfiguración de los actores. Argentina ya vivió un período paradigmático en ese sentido después del golpe cívico-militar contra Perón. Claro que ese episodio cuenta con el factor diferencial de haber sido producido por una intervención ilegal y autoritaria que modificó arbitrariamente los términos de la lucha política, produciendo, entre otras cosas, la convocatoria a la reforma del texto constitucional por medio de un bando militar, instrumento jurídico más débil, incluso, que un decreto de necesidad y urgencia. En nuestros días es esa pretensión de tránsito de la guerra hacia la paz lo que está en disputa. Porque tal como ocurrió en el 55 las clases dominantes sustentan su proyecto de esquema político sobre la base de un principio de exclusión: para estar adentro del esquema hay que aceptar que el actor político central de los últimos doce años no existe más. El problema es de por sí complejo, pero se hace más arduo cuando toda la realidad gira en torno de un viraje regresivo, que por momentos adquiere una crueldad y un cinismo estatal muy intenso. Han construido una afinidad conceptual perfecta entre la demonización de la demagogia populista y el retroceso industrial, la caída del salario, el avance sobre conquistas sociales y culturales y la banalización de la misma idea de patria, que pone la batalla en el lugar de una cuestión existencial, ellos o nosotros.
La coyuntura política está signada por un problema principal, el de la construcción de un orden político para el proyecto de restauración neoliberal. La brújula del bloque dominante apunta en la dirección de un sistema político capaz de absorber demandas sociales e identidades políticas en los cauces institucionales de una democracia "normal", es decir de un sistema que ofrezca diferencias que legitimen el propósito de élites diferentes de ocupar el centro del sistema, sin otro límite que el "pluralismo", la "tolerancia" y bienes públicos de este tipo, es decir sin otro límite que la seguridad jurídica de la propiedad y del capital, de la gran propiedad y del gran capital para decirlo con más precisión. Es en ese contexto que aparece la pregunta pública a la que no rehuyen las usinas de pensamiento del establishment: qué pasa con la "oposición". El principio de exclusión sobre el "viejo régimen" está concentrado en este punto: hay una oposición realista, moderada, moderna, pluralista… es decir aceptable. Y otra extremista, ideológica, binaria, populista a destruir. Están Massa y el peronismo razonable por un lado y el cristinismo irredento y sectario por otro. Y hoy la cuestión empieza a girar en torno de un hecho central del calendario institucional, las elecciones legislativas de 2017. El término que organiza la discusión es el de la "unidad de la oposición". Curiosamente así se planteó también el tema en las elecciones realizadas entre 2007 y 2015: cómo unir al amplio y autocontradictorio espacio de los opositores al kirchnerismo para asegurar su triunfo. Es interesante ver cómo esa cuestión que desveló al establishment durante tantos años se definió de la forma acaso más inesperada: el sector más expresivo de la ideología de los grandes empresarios locales y multinacionales triunfó sobre la variante de la ancha avenida del centro que propuso Massa. Claro, la forma en que se resolvió el enigma de la oposición antikirchnerista trajo nuevos interrogantes. Hoy estamos ante un gobierno tecnocrático, desprejuiciado y tendencialmente cada vez más agresivo y violento que despierta en unos y otros la pregunta sobre la viabilidad política de semejante viraje.
La unidad de la oposición es la manera principal en que hoy se expresa públicamente la demanda de construcción de un cierto contrapeso político contra una intensa ofensiva política acompañada por una enorme agresividad discursiva, desarrollada por la administración Macri. El reflejo más elemental refiere el problema de la unidad a un problema de "programa": hay que ponerse de acuerdo en qué proponemos frente a cada uno de los atropellos que sufre el pueblo en estos días. No está mal. Pero la cuestión programática es secundaria respecto de la cuestión del establecimiento de una frontera política. Hace falta saber si estamos discutiendo sobre diferentes formas de desarrollar un régimen político "normal" que acepta las reglas de juego del mundo neoliberal o si buscamos formas alternativas de ubicarnos en el mundo. Y cuando la discusión se instala ahí, lo principal pasa a ser el juicio sobre la experiencia real de los argentinos y no sobre las burbujas ideológicas que sobre ellas discurren. La cuestión de la unidad nacional se define no sobre elucubraciones abstractas sino sobre el balance político de la época que va de 2003 hasta la fecha. Pongamos en fila todos los temas que la unidad de la oposición tiene planteados en sus interrogantes programáticos; el desarrollo, la industria, las demandas populares, la relación con la región y con el mundo y no en último lugar la mirada sobre el pasado. Si se pueden encontrar algunos puntos de cruce sobre estas miradas, la unidad tiene sentido. En caso contrario se reduce al cálculo electoral, lo que no es malo pero sí insuficiente.
Mientras tanto está la realidad cotidiana. ¿Hay acuerdo para enfrentar hasta el final el atropello de las tarifas de los servicios? ¿Hay una plataforma común para enfrentar la desnacionalización, la desindustrialización, la orientación contra el salario y las propuestas regresivas en la legislación laboral? Es innegable que en todos estos temas y en muchos otros algo tendrá que decir una fuerza política durante cuyo gobierno estos temas tuvieron un tratamiento abiertamente antagónico con el que hoy predomina. Como ha dicho Jorge Alemán, el problema político argentino es el de la frontera que divide el campo político. Si la frontera la decide una mirada corrupta sobre la corrupción, el buen pensar que establece la embajada y la cínica reducción moralista de la política, la unidad de la oposición puede ser el nombre de una operación de cierre del sistema político argentino a cualquier forma de resistencia operativa y efectiva al orden neoliberal.
La política desde el territorio
En medio del debate interno por la reorganización del peronismo, Página/12 entrevistó a dos intendentes bonaerenses que representan las distintas posiciones en el partido.
Por Nora Veiras
Jorge Ferraresi es ingeniero. Desde el 2009 ocupa la intendencia de Avellaneda. Completó el mandato de Baldomero "Cacho" Alvarez, fue electo en 2009 y revalidó su mandato en 2015. Con el kirchnerismo en la oposición, se convirtió en uno de los motores del Instituto Patria. Reconoce en Cristina Fernández el liderazgo de la oposición y a partir de ahí analiza el posicionamiento del Partido Justicialista y del Frente Renovador. En diálogo con Página/12, muestra su desagrado porque en el acto en homenaje a Evita realizado el miércoles pasado en La Matanza, la conducción del PJ – es decir José Luis Gioja y Daniel Scioli – no reivindicaron los doce años del kirchnerismo ni a la ex Presidenta. "Mostraron el divorcio con las bases porque la militancia – que era de ellos – terminó cantando por Cristina", subraya y advierte: "con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede".
– ¿Qué implica la presencia de la ex presidenta en Buenos Aires?
– Cuando viene Cristina aglutina, se pone en el centro de la escena como jefa de la oposición. Después de un tiempo de silencio prudencial ante el nuevo Gobierno, empezó a marcar las consecuencias para el pueblo del avance del neoliberalismo. Todo el mundo está expectante.
– ¿El peronismo también?
– El peronismo está en proceso como en toda la historia. Para los que lo utilizan como herramienta electoral no ha ocupado un rol distinto. El Frente para la Victoria y el Frente Ciudadano es una construcción nueva. Hay dispersiones, opiniones distintas, pero el liderazgo de Cristina es intransferible, Cristina va a marcar el ritmo.
– Desde el PJ y sectores afines se promueve la unidad de todos. ¿Es viable?
– Depende para qué. Si es una cáscara y una foto sin contenido, no tiene sentido. Hoy se necesita ponerle un freno a las consecuencias para el pueblo del tarifazo, de la pérdida del poder adquisitivo que repercute en un menor consumo, de los despidos que empiezan a sentirse en el sector privado, del cierre de comercios. Algunos tienen un discurso crítico para los medios y cogobiernan con el PRO. Los dirigentes están en un lugar y el pueblo en otro. En primera instancia hay que construir una alternativa de defensa. Hay sectores que hablaban de gobernabilidad y ahora se asumen en la oposición. Las CGT hablan ya de un "tiempo vencido". Este proceso se va a dar y necesita una oposición consecuente y un discurso.
– ¿Se refiere a Sergio Massa cuando habla de cogobierno con el PRO?
– En la provincia de Buenos Aires, el Frente Renovador cogobierna. A nivel nacional montan una puesta en escena pero votaron el pago a los fondos buitres, el blanqueo de capitales, después podrán poner las palabras que quieran. Mandan una cosa y después la cambian de acuerdo a los preacuerdos establecidos con Cambiemos.
– Muchos del FpV también votaron esas leyes…
– Por eso hablamos de los límites de la unidad. Fondos buitres, blanqueo es un límite. Todos juntos para qué. Está claro que con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede. Vamos sumando voluntades todo el tiempo. El PJ nacional convocó en La Matanza a recordar a Evita y en ninguno de los discursos, ni el presidente ni el vice, nombraron a Cristina ni a los doce años de gobierno. Al final, todos cantaron la marcha peronista y el 90 por ciento cantó por Néstor y Cristina. Fue su acto y su gente pero el final fue contundente. No era Ferraresi y La Cámpora, el público era de ellos. El locutor hizo un esfuerzo para taparlo cantando la última estrofa de la marcha. El público devolvió el cantito con Néstor y Cristina vamos a volver. Como dice Agustín Rossi, hay mucho más kirchnerismo entre la gente que entre los dirigentes.
– En el sindicalismo se ven síntomas de unidad y atisba un discurso más confrontativo…
– En el acto del 29 de abril, hubo un dirigente que se bajó (Luis Barrionuevo) pero hubo 300 mil trabajadores diciéndole no al ajuste, no a los despidos. El acto abajo fue maravilloso, arriba hubo algunas incomodidades. Los dirigentes tienen experiencia, las bases se alinean de manera distinta, en cada región se juntan gremios porque van a pasando la precarización, la pérdida de salarios, los despidos, se juntan solidariamente para acciones en común, para poner freno. Ya lo dijo Carlos Melconian (titular del Banco Nación), este proceso necesita dos dígitos de desocupación y menos de 400 dólares de salarios.
– ¿Pasado un mes cómo analiza la ruptura del Movimiento Evita con el bloque del Frene para la Victoria?
– Una cosa es lo que deciden los dirigentes y otra lo que hacen los militantes que siguen en el Frente para la Victoria y siguen teniendo a Cristina como líder, tendrán que resolverlo ellos con el tiempo y dentro de su interna
– A siete meses de gobierno de María Eugenia Vidal ¿se reunió con ella?
– No he tenido la suerte, salvo con los 135 intendentes en el primer encuentro formal. Sí me reúno con ministros para tratar algunas cuestiones en común aunque tengamos visiones antagónicas. No hay destino provincial ni municipal sin nacional. Hoy el proyecto nacional no le permite ni grandes inversiones ni políticas públicas ni transformaciones. Desde lo cotidiano, en la gestión diaria, hay diálogo. Ante los problemas sociales el primero que se hace cargo es el municipio: las partidas de alimentos las ampliamos al doble, pasamos de 4 mil pibes con copa de leche a 9 mil. En los comedores acordamos 2000 cupos más, pasamos de 19 mil a 21 mil. No hace falta ver el municipio cuando la actividad productiva bajó 25 puntos, cuando la inflación interanual está en 45 puntos mientras la recaudación se incrementó un 22. Durante el kirchnerismo la recaudación interanual estaba por encima y la actividad económica constante o en aumento. Esto es objetivo, los números son claros.
– Varios jefes comunales del peronismo como Insaurralde, Katopodis, De Jesús se organizaron en el Grupo Esmeralda. Otros se nuclearon en otro grupo en Ituzaingó ¿Qué implican estos agrupamientos?
– Son reagrupamientos, encuentros entre los distintos intendentes. En Ituzaingó, más allá de los matices, todos somos oposición al gobierno de Macri. Está bien que se construya unidad, hay que mantener diálogo con todos, cada uno desde el lugar que se siente más cómodo. Hay que tener la sensación térmica de lo que pasa con la gente. Trabajo con muchos sectores, el viernes próximo en Atlanta voy a estar con Carlos Heller en el relanzamiento del Partido Solidario que es parte del Frente Ciudadano que lidera Cristina. Estuve con los Descamisados, con Leopoldo Moreau, con La Cámpora.
– ¿A Florencio Randazzo lo volvió a ver?
– No lo he visto más a Florencio, no lo he visto generando acciones. Sería válido que tenga una inserción. Si lo decide bienvenido sea.
– ¿Cristina Kirchner disputará algún cargo electivo?
– No estamos pensando en el 2017. Diciembre es muy sensible, estamos trabajando la cuestión social. Los intendentes vemos la cuestión social, nos tratan de desestabilizadores pero lo que queremos es que no haya conflicto social, nos ocupamos, ponemos el cuerpo. Nuestro camino es democrático, 2017, 2019 aspiramos a volver para retomar un camino que nunca tendríamos que haber dejado.