lunes 18 de julio de 2016
Preocupa el "frágil" estado de salud del mandatario, que se suma a los errores de discurso y de gestión. La mala aplicación del tarifazo y el rechazo social.
FragilidadesEn apenas seis meses, Macri comenzó a sentir el desgaste de la gestión en su cuerpo. La alarma se encendió en el círculo presidencial el viernes 3 de junio cuando el jefe de Estado fue internado en la Clínica Olivos. Los problemas comenzaron a manifestarse pasado el mediodía, pero fue trasladado al sanatorio pasadas las 19.30, tras un encuentro off the record con un grupo de periodistas. Los estudios en el hospital, que se encuentra a pocas cuadras de la quinta de Olivos, revelaron una "arritmia cardíaca por estrés", según afirmó en un informe el cardiólogo Simón Mario Salzberg, director de la Unidad Médica Presidencial (UPC). Desde entonces, los cuidados se intensificaron.
"El estado de salud de Macri es frágil", deslizó a Veintitrés un médico de su entorno. De acuerdo con la fuente, el Presidente padece problemas cardiológicos (ver aparte). Eso explicaría su cansancio, que reduzca los viajes a lo mínimo indispensable y que esté rodeado por ocho cardiólogos – dos son asistentes y se sumaron a la UPC el 23 de junio pasado: se trata de los doctores Ramiro Santos y Christian Adrián Caroli –.
A este cuadro general se suma que Macri sufrió, desde que asumió, la supuesta fisura de una costilla en enero – se habría lastimado jugando con Antonia – y el reciente problema en una rodilla, por el que fue operado.
Muy lejos quedó el baile en el balcón de la Casa Rosada tras asumir la presidencia y los globos de colores de la campaña. Es tiempo de concentrar energías.
DesaciertosEl tuit de Macri en el que adelantó su idea de pegar el faltazo al acto de cierre del bicentenario de la Independencia no fue el único desliz que cometió durante aquella jornada patria. Mientras brindaba uno de sus discursos del día, el Presidente hizo una breve digresión y acotó, en un yerro histórico: "Los próceres debían sentir angustia, querido rey, al separarse de España". El destinatario del mensaje era el rey Juan Carlos I de España, la única personalidad de fuste que aceptó el convite y viajó a la fiesta por los 200 años de la independencia nacional (los jefes de Estado de la región brillaron por su ausencia). "No había ninguna angustia" el 9 de julio de 1816, explicó el historiador Felipe Pigna, entre tantos otros que corrigieron al mandatario.
El Presidente ya había quedado expuesto públicamente el 7 de julio cuando desde Berlín se refirió a los destrozos en el diario Tiempo Argentino. "Todo eso está lejos de la Argentina que queremos. Pero me alegra que la Justicia esté interviniendo, como también intervino antes para pedir el desalojo del edificio. O sea, está mal cualquier tipo de usurpación. Me parece peor todavía con el ejercicio de la violencia, pero claramente nadie tiene derecho a usurpar lo que no es de uno", dijo ante los periodistas de La Nación, quienes le repreguntaron al parecer incrédulos por la afirmación: "¿Se refiere a los periodistas que estaban haciendo su trabajo ahí?". "Claro, claro", respondió el Presidente equiparando a los trabajadores de prensa con los matones que reventaron el diario en la madrugada del 4 de julio.
La desinformación del Presidente fue flagrante. Según consta en un acta firmada en el Ministerio de Trabajo, bajo la administración de Cambiemos, los trabajadores de la cooperativa Por Más Tiempo tienen la "custodia" del inmueble de Amenábar 23, a raíz del estado de abandono en que los responsables de la empresa Balkbrug SA dejaron a los trabajadores. Además, el juicio por desalojo es realizado contra la empresa, razón social de la que dice ser dueño – aunque nunca lo probó – Mariano Martínez Rojas, imputado por los destrozos de la redacción. Ante este hecho, en un comunicado, los trabajadores le solicitaron al primer mandatario "una audiencia con el fin de ponerlo al tanto de nuestra realidad y de las acciones que hemos emprendido desde hace siete meses –cuando dejamos de cobrar nuestros salarios–, incluyendo los reiterados pedidos a diversas áreas del Estado para que protejan los puestos laborales".
El 11 de julio, en el marco del brutal aumento en las boletas de gas que provocaron malestar en gran parte de la sociedad, el Presidente volvió a esgrimir una declaración desacertada. "Cuando de golpe ustedes se encuentran en su casa en invierno y se vean que están en remera o están en patas, es que están consumiendo energía de más", sostuvo. Hasta el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, consideró que la afirmación de Macri "tal vez no fue atinada". Pero el Presidente se blindó a los reproches y redobló la apuesta: "No entendí por qué me criticaron", dijo, y defendió su ejemplo para explicar el tarifazo, que esconde una brutal transferencia de ingresos de los usuarios a las petroleras (ver aparte). Incluso defendió en público y en privado a su ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, responsable de la medida, ex CEO de Shell Argentina y accionista de la multinacional, lo que provocó algunas grietas en el Gabinete.
Al parecer, sin comprender que el tarifazo del 500 por ciento golpea en el bolsillo y el humor de las clases media y baja, Macri no tuvo mejor idea que arengar a los deportistas olímpicos con un paralelismo desafortunado: "A ustedes sí les pedimos que pongan toda la energía y no que ahorren". No pudo ser más preciso el desacierto de la broma.
Acaso para evitar este tipo de yerros, el 12 de julio se designó oficialmente en el Boletín Oficial a una Directora General de Discurso. Desde el 19 de mayo y por 180 días Julieta Herrero ocupará el cargo. La ex funcionaria porteña será la encargada de cuidar las exposiciones presidenciales.
Tiene mucho por hacer.
Alfonsín y Duhalde, todo OK
De Menem a Cris
El "Operativo Avispa" de la Semana Santa de 1991 no fue más que una cirugía estética y un shock de colágeno al que se sometió el ex presidente Carlos Menem para mejorar su imagen. Dos años después ocurrió un episodio que sí revistió seriedad. Mientras jugaba al golf en la quinta presidencial, Menem sufrió una indisposición que lo condujo a la mesa de operaciones a causa de una afección en la arteria carótida. Poco antes de asumir la presidencia en diciembre de 1999, Fernando de la Rúa debió someterse a una intervención llamada neumotórax y en junio de 2001 lo operaron de urgencia por obstrucción de la carótida. Néstor Kirchner atravesó dos percances serios durante su gestión. En abril de 2004 se descompuso en su casa de El Calafate y tuvo que internarse por más de una semana, y en 2006 sufrió epigastralgia, consecuencia directa de su colon irritable. Después de dejar la presidencia padeció otros contratiempos en su salud, todos en 2010. En febrero dejó de sentir su pierna y brazo izquierdos y tuvo que ser operado de urgencia de la carótida. Ese día le removieron una placa ulcerada. Un mes antes de su muerte, debido a un ataque cardíaco, sintió un dolor fuerte en el pecho, por lo que le efectuaron una angioplastía.
Cristina Fernández de Kirchner guardó reposo total en enero de 2009 a causa de una lipotimia atribuida al calor excesivo de esos días. A mediados de 2011, un cuadro de hipotensión arterial la hizo desistir de una gira por México y al poco tiempo de asumir su segundo mandato fue operada luego de que se le detectara un carcinoma papilar en el lóbulo de la glándula tiroides. En octubre de 2013 y después de un golpe en la cabeza causado por una caída, un equipo de cirujanos y neurólogos le extrajo un hematoma del cráneo. El mes de junio de 2016 comenzó complicado para Mauricio Macri. El viernes 3 y tras la jornada laboral tuvo que hacer una parada obligatoria de algunas horas en una clínica de Olivos a causa de una arritmia. Dos semanas más tarde, ingresó a un quirófano para operarse de la rodilla por una lesión sufrida en un partido de paddle. Tanto Eduardo Duhalde como Raúl Alfonsín no pasaron por graves problemas de salud durante sus mandatos. En el caso del presidente radical, ocurrieron largo tiempo después de dejar la Casa Rosada. Un terrible accidente de tránsito en una ruta de Río Negro lo tuvo al borde de la muerte. Falleció a causa de un cáncer de pulmón agravado por una neumonía broncoaspirativa el 31 de marzo de 2013.
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