lunes, 25 de julio de 2016

El plan para “jubilar” a Cristina

lunes 25 de julio de 2016


El plan para "jubilar" a Cristina


Por    Revista Veintitrés

Los sectores no camporistas del Frente para la Victoria se alejan de la ex presidenta. Arman una propuesta que incluye a Florencio Randazzo como referente.
El kirchnerismo no camporista decidió que llegó el momento de tomar la iniciativa. El primer paso fue la decisión del Movimiento Evita de romper en Diputados con el Frente para la Victoria y constituir su propio bloque. La foto difundida a través de las redes sociales del encuentro de dos semanas atrás, celebrado en el restaurante "Lo de Néstor", entre la cúpula del Evita, el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo y los senadores nacionales Juan Manuel Abal Medina y Teresita Luna, fue la siguiente secuencia. A su vez, representó la muestra en la superficie de las reuniones reservadas que vienen llevando adelante en las últimas semanas. El denominador común es generar dentro del Partido Justicialista un polo de atracción de todos aquellos que formaron y reivindican los doce años de gobiernos kirchneristas pero que entienden que es necesario construir una nueva conducción. "El liderazgo de Cristina está cada vez más acotado", asegura a Veintitrés uno de los dirigentes que participó de aquel encuentro. "Centralmente, porque ella decidió que así fuera. Si cada uno que piense distinto va a quedar caratulado como traidor, no queda mucho margen para la política", completa con crudeza la fuente. En el radar de los dirigentes está también el Bloque Justicialista que conformó Diego Bossio y la Corriente Nacional Militante que lideran Daniel Filmus y Agustín Rossi, aunque con ambos sectores el diálogo aún es muy embrionario.

De manera previsible, en el encuentro en San Telmo, Randazzo planteó sus críticas a la estrategia electoral trazada por Cristina Fernández y que derivó en la derrota del Frente para la Victoria en las presidenciales del año pasado. Consideró que fue un grave error de la ex presidenta no haber habilitado las primarias. No solo porque la candidatura de Daniel Scioli llevaba a que se hiciera difícil marcar un perfil opuesto al de Mauricio Macri, sino también porque entiende que en el caso de que el ex gobernador le hubiera ganado a él en las primerias habría salido mucho más fortalecido para enfrentar la general. El cuadro trazado por Randazzo fue compartido por el resto de los presentes.

La invitación al ex ministro no fue azarosa. Muchos entienden que es quien mejor puede liderar a aquellos que se sienten orgullosos de los avances logrados durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, pero que también creen que es necesaria una fuerte autocrítica. "La mejor forma de defender los logros de estos doce años es reconociendo que también cometimos errores. Defender todo de manera cerrada y que la Argentina terminó siendo Finlandia, lo que terminamos haciendo es ser funcionales a los que dicen que fue todo un desastre", indica la fuente en clara alusión al posicionamiento de La Cámpora. Desde ese lugar consideran que Randazzo puede liderar un peronismo que muestre un perfil claramente opositor a las políticas neoliberales de Cambiemos y que a su vez neutralice a las corrientes más conservadoras que buscan tomar la conducción del PJ.


Evita. El espacio del Chino Navarro se fue del
FpV.  Abal Medina e Insaurralde en nuevo armado.
 

Con todo, Randazzo sigue sin dar señales claras de qué va a hacer. En la cena de San Telmo pasó factura a los presentes, ya que en su momento se habían definido a favor de Daniel Scioli. Sobre todo a los dirigentes del Evita, a quienes el ex motonauta les había prometido la creación de un Ministerio de la Economía Popular en caso de llegar a la presidencia. A su vez, confesó que "no me muero por jugar" en la disputa por la conducción del PJ. De todos modos, reconoció la necesidad de generar un espacio lo suficientemente contundente para vencer a Cambiemos en las próximas legislativas y así condicionar un segundo mandato de Macri. Los dirigentes que quieren que Randazzo se lance confían en poder generar en el corto plazo una suficiente articulación de los diferentes sectores kirchneristas para que el ex ministro decida representarlos.

Con la Corriente Nacional Militante, que tiene como principales referentes a Filmus y al "Chivo" Rossi, comenzaron las conversaciones. El principal escollo es que desde ese espacio, si bien coinciden en el aislamiento en el que parece haber ingresado La Cámpora, siguen considerando a Cristina como su principal referente política. De todos modos, a diferencia de la agrupación que lidera Máximo Kirchner, decidieron ocupar cargos en la reciente renovación de autoridades del PJ. A su vez, dentro del peronismo santafesino, Rossi impulsó la presidencia del evitista Eduardo Toniello al frente del bloque de concejales de la Municipalidad de Rosario, lo que puede tender puentes entre ambos sectores. 

En el Senado, las conversaciones que vienen llevando adelante Abal Medina, la riojana Luna y el misionero Juan Manuel Irrazábal – dirigente kirchnerista de la primera hora – con el Evita podrían derivar en el mediano plazo en la creación de un bloque similar al que se constituyó en Diputados.

El efecto Sergio Massa también comienza a terciar en la reconstrucción del peronismo. Máxime después del encuentro de la semana pasada en dos automotrices de Tigre que reunió al líder del Frente Renovador, a los senadores del Frente para la Victoria Miguel Pichetto, María Laura Leguizamón y Abal Medina y al dirigente del Smata Oscar Romero, que a su vez es titular del Bloque Justicialista que también integra Diego Bossio. La foto conjunta de estos dirigentes disparó todo tipo de conjeturas acerca de un acercamiento de Massa al peronismo y su posible regreso al PJ. Si bien los objetivos políticos en el Frente Renovador no pasan por regresar en el corto y mediano plazo a la estructura tradicional del peronismo, reconocen que comienza a conformarse una "unidad en la acción", tendiente a endurecer la posición frente al Gobierno. "En algunas cuestiones, frente al Gobierno, vamos a estar parados del mismo lado", asegura a Veintitrés uno de los dirigentes peronistas que participó del encuentro en Tigre.

Desde el Movimiento Evita entienden que la constitución de un frente social y político que enfrente al macrismo debe exceder al peronismo y por eso han iniciado una serie de encuentros con movimientos sociales y partidos de otros orígenes políticos, que incluso fueron opositores durante gran parte del período kirchnerista. Así, al encuentro con Randazzo y otros dirigentes peronistas le siguió una reunión con la cúpula de Unión Popular, el partido de centroizquierda que lideran Víctor De Gennaro y Claudio Lozano. De la reunión también participó el secretario general de ATE, Hugo "Cachorro" Godoy. "Esto se da en el marco de una serie de reuniones que estamos teniendo con distintos dirigentes políticos y sociales con la voluntad de construir el espacio social y político que se plantee la defensa de los intereses de los más humildes", planteó Gildo Onorato, secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita. "Los compañeros (de Unidad Popular) comprenden que el peronismo tiene un rol en la tradición política argentina y en la profunda subjetividad que se generó en los últimos años en la región donde el kirchnerismo fue parte de esta experiencia de la izquierda latinoamericana", agregó Onorato, en una clara definición transversal que el Evita quiere darle al nuevo espacio que se oponga al macrismo.

En el mismo sentido se inscribe la movilización organizada para el próximo 7 de agosto, desde la iglesia de San Cayetano hasta Plaza de Mayo, convocada por organizaciones sociales como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. El objetivo de la marcha es "visibilizar la agenda de los trabajadores de la economía informal" y el reclamo de un aumento de las ayudas sociales, la aplicación de tarifas diferenciadas para servicios públicos y el acceso a obra social para los trabajadores de la economía informal.

Con el compromiso de liderar la oposición al Gobierno y la audaz decisión de desafiar la conducción de nada menos que Cristina Fernández, un nuevo kirchnerismo busca abrirse paso. 

"No me muero por jugar" 

El ex ministro de Interior sigue sin dar señales claras de qué va a hacer. En la cena de San Telmo pasó factura a los presentes, ya que en su momento se habían definido a favor de Daniel Scioli. Sobre todo a los dirigentes del Evita, a quienes el ex motonauta les había prometido la creación de un Ministerio de la Economía Popular en caso de llegar a la presidencia. A su vez, confesó que "no me muero por jugar" en la disputa por la conducción del PJ. De todos modos, reconoció la necesidad de generar un espacio lo suficientemente contundente para vencer a Cambiemos en las próximas legislativas y así condicionar un segundo mandato de Macri.

Intendentes en bloque 

Aranguren está haciendo mucho por la unidad del peronismo", aseguran desde el entorno de un importante intendente del conurbano bonaerense. La declaración no es azarosa. Tras la derrota electoral y el "caso López", el peronismo busca reorganizarse para poder presentarse como una alternativa viable al macrismo en las elecciones legislativas del año próximo. En pos de la reunificación se gestó una mesa bonaerense para acercar posiciones.

La mesa bonaerense ya se reunió en tres ocasiones y contó con la presencia de representantes de los más diversos sectores: los intendentes peronistas; el sciolismo; el randazzismo; hombres de Julián Domínguez y de Fernando Espinoza, referente del sello PJ bonaerense; incluso del Movimiento Evita. También se convocó al kirchnerismo duro y al massismo, que por ahora rechazaron el convite. La intención es dejar atrás las internas que consumieron al partido en el último año con la campaña presidencial de Daniel Scioli y la bonaerense, y proyectar un objetivo común en el que converjan todas las facciones. "Se trata de una mesa que aún está delimitando sus fronteras", deslizaron a esta revista.

Los intendentes, conscientes del poder territorial que tienen, conforman un grupo selecto dentro de este "panperonismo". El espacio está encabezado por los alcaldes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; de San Martín, Gabriel Katopodis; de Almirante Brown, Mariano Cascallares, y de Hurlingham, Juan Zabaleta. Su peso en los futuros comicios – provinciales – será preponderante. Por caso, el grupo de intendentes también incluye a Verónica Magario, de La Matanza; a kirchneristas como Patricio Mussi, de Berazategui, y a ex jefes comunales que perdieron en el interior del país pero lograron traccionar una gran cantidad de votos.


A marchar a la iglesia 
El próximo 7 de agosto se hará una movilización desde la iglesia de San Cayetano hasta Plaza de Mayo, convocada por organizaciones sociales como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. El objetivo de la marcha es "visibilizar la agenda de los trabajadores de la economía informal" y el reclamo de un aumento de las ayudas sociales, la aplicación de tarifas diferenciadas para servicios públicos y el acceso a obra social para los trabajadores de la economía informal. Con el compromiso de liderar la oposición al Gobierno y la audaz decisión de desafiar la conducción de nada menos que Cristina Fernández, un nuevo kirchnerismo busca abrirse paso. 



Bonaerenses en carrera  

Intención de voto a senador
 Sergio Massa    25,2%
 Daniel Scioli    20,6%
 Florencio Randazzo    18,3%
 Elisa Carrió    12,8%
 Margarita Stolbizer    8,6 %
 Julián Domínguez    8,2%
Fuente: Ricardo Rouvier y Asociados




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